Rutas de escape

por Eto Uchiha Miér Abr 01, 2015 4:48 am

La brisa corría con suma facilidad por las copas de los árboles al mismo tiempo que los rayos del sol iluminaban con gran potencia cada una de sus hojas. Estaba todo a plena luz del día y se notaba, con creces. El calor era prácticamente insoportable y hacía mella no sólo en la flora, sino que en la fauna y por supuesto, en todo aquel que osase pasar por ese sitio a esas horas de la tarde.

—¡A la derecha, cuidado! —de pronto, el grito de un soldado de la aldea oculta de la niebla alertó al resto de su escuadrón. En total, 6 hombres fueron los que se movieron instintivamente entre los árboles y se ocultaron apenas pudieron de lo que parecía ser un nuevo enemigo, rodeándole en apenas 3 segundos y cubriendo cada uno de los perímetros sin dejarse ver ni mucho menos identificar. Todos y cada uno de ellos sabían lo complicado que podría ser para sus intereses el hecho de ser descubiertos o tener que comenzar una pelea en esas circunstancias tan…áridas. Desde luego, nada favorable podía salir para ellos ya que la mayoría de sus técnicas requerían de una cierta cantidad de humedad.

—Por ahora, esperen órdenes —declaró uno de ellos con señales, levantando una de sus manos y pasando dos dedos extendidos por sobre sus hombros. Lo primero sería evaluar la situación.

por Lugo Hozuki Miér Abr 01, 2015 5:06 am

Le gustaba el sol, sí, definitivamente le gustaba el sol. Caminando por aquel paraje que en otroras fuera húmedo y colmado en agua, charcos y demás, aquel con cabello moldeado como dos cuernos curvos miró hacia arriba.

Había distinguido el inequívoco movimiento de figuras escabulléndose entre lo boscoso de las ramas, procediendo a extender el gesto y materializarse detrás del humanoide más cercano a él.

Por instantes, el tiempo pareció detenerse ya que en apariencias, la diferencia de velocidades era abismal.

-Buenos días señores.- Saludó mirando al primero, luego al segundo y luego al tercero y sucesivos. -¿Saben dónde queda la Aldea de la Niebla? ¿Alguno? ¿Voluntarios?- Inquirió, ajustandose los antojos de cristales redondos.

por Eto Uchiha Miér Abr 01, 2015 5:28 am

Varios de los ninjas de la niebla quedaron pasmados ante la velocidad del sujeto que, en cuestión de segundos, se materializó detrás de uno de ellos y consultó por su aldea de origen. ¿Cómo podía ser posible ello? ¡Si estaban muy lejos de ahí!; de cualquier modo, no demoraron mucho en responder puesto que en cosa de segundos el mismo hombre se volteó para responder pero, antes de que pudiera decir nada, otro apareció frente a sus ojos. Al unísono, otros más llegaron hasta que finalmente los seis estaban formados.

—Si quieres saber esa información tendrás que identificarte primero —declaró uno, mientras que otro se posó detrás del intruso —Y evitar morir, ¡por supuesto!

Dicho eso, realizaron sellos de manos y de inmediato una intensa niebla cubrió por completo el lugar en el que se encontraban. Luego, una gran lluvia de Shurikens azotaron por todos lados al inesperado e inoportuno, pero no mal recibido, invitado de piedra de los shinnobis de la niebla.

por Lugo Hozuki Miér Abr 01, 2015 5:38 am

-Mamá tenía razón al describirlos a todos como unos salvajes.- Espetó aquel cerrando los ojos cuando cayó sobre la rama tras dar el salto que lo colocara tras el tipo, dando una zancada hacia atrás mientras un banco de niebla lo cubría. -Esa ya la he visto.-

Ocultamiento en Niebla. Era hasta insultante. Y claro, el raspado del metal fue inequívoco.

Lastimosamente, ya lo había visto todo con anterioridad y por ese mismo hecho, su única respuesta fue mover una estaca de metal fina y larga; rápida y contundentemente, todas las estrellas quedaron ensartadas en la vara y con un solo mandoble se enviaron de vuelta a donde sus dueños originales.

-Intenten algo más.-

por Eto Uchiha Miér Abr 01, 2015 5:50 am

El golpe había sido tan veloz que sólo la mitad de ellos lograron esquivarlos, mientras que los otros tres cayeron de inmediato heridos a los pies del árbol en que se encontraban. En vista de la emergencia, sólo atinaron a dejar a dos combatiendo con el intruso mientras que el último de ellos se acercó a los heridos, comprobando que uno de ellos había muerto al recibir el shuriken en su cuello. Los otros estaban algo más estables, ya que la lluvia de impactos sólo había dejado diversas heridas pero nada fatal, por ahora. Aun así, ya no podrían pelear a cabalidad y sólo les quedaba intentar huir de ahí cuánto antes.

—Kuroto, protege a esos dos —ordenó uno de ellos que parecía ser el líder, mientras que al otro le hacía señales de que debían actuar en equipo. Al instante, comenzaron a correr y se fueron turnando para emplear taijutsu contra el individuo que todavía no osaba presentarse.

por Lugo Hozuki Miér Abr 01, 2015 6:03 am

-"Has un mandado, será fácil y la gente no es violenta. Son un encanto." Si papá, claro.- Comentó aquel con sorna, acomodándose los antojos. Aplastando una mata de cabello que estaba ya de por si bastante recortado aparte de los similes a cuernos su cuerpo parpadeó, dejándolo en una rama más adelante. -Pero bueno. Órdenes son órdenes.-

Un parpadeo más y luego otro y otro más, siguiendo la ruta de los escapistas sin perderlos de vista - aseverándose de todos y cada uno de los movimientos que hacían. Los entendía, sí. Lo impresionaban, para nada.

Era, de nuevo, hasta insultante.

-Y maleducados.- Completó lanzando la estaca hacia arriba en un arco, saltando y con una sola patada, enviarla a donde predijo iría alguno de la comitiva. Cayendo simplemente continuó con la cacería.

por Rivaille Nara Vie Abr 10, 2015 5:11 am

El impacto creado por el sujeto de apariencia misteriosa e intenciones poco claras por poco y da en su objetivo: uno de los soldados había saltado precisamente en esa dirección y, por la velocidad que llevaba, simplemente parecía que no iba a ser capaz de reestablecer su patrón de avance antes de inequívocamente caer lleno en la jugada del atacante.

—Siempre peleando, ¿no? —

En eso, una figura alcanzó a chocar una espada bastante delgada pero muy fina y resistente con la estaca que anteriormente había sido arrojada por el de anteojos. La acción fue tan rápida que el choque repercutió segundos después de que ya el proyectil amenazante yacía en el piso y la espada había sido enfundada en su dueño. Dicho hombre, de no gran estatura, permanecía de pie justo frente a una rama, delante de los soldados de Kirigakure y con los ojos fijos en el agresor de sus camaradas.

—¿Eh? ¿Y ese quién es?

—¿Nunca has oído hablar de que el Rey en la niebla posee un fantasma? Bueno…. lo estás viendo.

—¿Qué tanto están hablando, par de mierdas? —criticó de inmediato el mismo sujeto, apareciendo justo detrás de los dos a gran velocidad. —Este sujeto os matará si no salen pitando de aquí de inmediato. Es una orden.

Los soldados asistieron y apenas se marcharon, el sujeto de cabello negro fijó su vista completa y absolutamente en la del atacante de sus subordinados. Sus manos yacían tranquilas y su temple estaba totalmente relajado y sereno. En uno de sus hombros se podía ver la bandana del país de la niebla.

—Tú… ¿Cuáles son tus asuntos con la niebla? —preguntó, con la misma frialdad con la que había hablado a su gente. Era curioso, puesto que parecía que cada una de sus palabras carecía total y absolutamente de algún sentido de entonación o calidez propios de un ente personal. Eran… simplemente neutras.

por Lugo Hozuki Jue Abr 16, 2015 7:01 pm

-Buenas buenas pequeño señorito.- Respondió el aludido mientras formulaba una sonrisa empática, chasqueando los dedos. -Si me permite, eso es mio.- Añadió señalando la estaca cuyo extremo superior relució con un destello inequivocamente dorado, materializando una cadena de chakra que se unió con las mangas de su traje de cuello alto para ser reclamada y devuelta a sus manos.

-En cuanto a mi identidad, pues puede llamarme Ragu.- Dijo acomodándose los anteojos con un asentimiento de cabeza pronunciado durante el cual manifestó un círculo de tela que estiró de un sacudón, desplegando un sombrero de hongo bajo. Colocándoselo por sobre los mechones de pelo similares a cuernos se quedó mirando al recién llegado. -Vengo de entregar una carta a unos familiares que viven en la mencionada villa. Pero sus soldados fueron muy agresivos, uncooperativos y malos anfitriones. ¿Alguna dirección que me pueda ofrecer señorito chaparro?- Preguntó con un dialogo que contrario al ojeroso era sumamente expresivo, con entonación marcada y llena de encanto, parte de el superficial. -Solo entro y me voy. Los adultos estamos muy ocupados.-

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