Hyo VS Hay 2

Comenzaba a atardecer, era un día templado y agradable, el cielo estaba despejado y una albina mujer con un sencillo vestido blanco, caminaba tranquilamente por los alrededores de la aldea, era su ronda vespertina y una vez que hubo circulado toda la muralla, cruzó el puente hacia los bosques invernales al frente de la entrada de Kirigakure no Sato. Caminaba entre los árboles que aún tenían restos de blanca escarcha. De vez en cuando se detenía a observar el hermoso paisaje de vibrantes colores gracias a los reflejos del sol vespertino y los rayos que se abrían paso entre el follaje de los abetos; en otros momentos se detenía a disfrutar del canto de las aves que volvían a sus nidos y se preparaban para despedir al Astro Rey. Había algunos senderos por aquellos lares, pero la mujer de blancos cabellos no seguía ninguno de ellos, más bien tenía un andar un tanto errático, por aquí y por allí, como si tratase de atrapar a los traviesos haces luminosos que saltaban entre el bosque hasta que algo no cuadró. Un profundo silencio se había apoderado del área en la que se encontraba y eso no era normal, había alguien en el bosque y dado que ella había pasado por el único puente que llevaba a la única puerta, así que no era uno de los aldeanos, por lo que comenzó a ser más cuidadosa en sus movimientos.

Habían pasado varias semanas de aquel enfrentamiento con Kaido, shinobi de Kirigakure no Sato, el cual mostró tener unas aterradoras habilidades y poder manipular la mente de sus oponentes. Hayato tenía aun el recuerdo de sus palabras, sus técnicas y como fue capaz de provocarle un miedo que lo dejo paralizado y le imposibilito ser de mucha ayuda en ese encuentro. –Siempre te estaré en deuda amigo mío– exclamó mientras acariciaba el pelaje de Tsume. En efecto fue el canido que lideró la estrategia de ese encuentro.

El sol no tardaría mucho en ocultarse, dejando atrás la luz y dando paso a la noche, pero esto no importo que siguieran descansando al pie de un árbol, no parecía que tuvieran mucha prisa de regresar a su país de origen. Por lo que alargaron un poco más su estadía en esos bosques nublados.

En ese momento sus capacidades de rastreo les indicaron que no estaban solos en ese bosque. Alguien se acercaba siguiéndoles sus pasos. –Parece que no estamos solo– ambos se pusieron de pie y comenzaron a rodear a esa persona. Intentando evitar una confrontación, demostrando que no era su intención entrar en combate.

 

La albina se deslizó como un espectro por entre los troncos y lanzó una tercia de misiles acuáticos que tomaron la forma de pequeños tiburones y tomaron distintas direcciones por entre los árboles, buscando una presa, mientras que la enorme mujer preparó su espada para el ataque; escuchó unos sutilísimos y suaves pasos en la hojarasca del bosque y se agachó preparada para un ataque, mas lo que vio le hizo bajar la guardia por un momento, había un hermoso lobo gris con una cicatriz en el pecho. La kunoichi sonrió y extendió sus manos hacia el cánido, mostrando que no tenía intención de atacarlo. – Hola hermoso, no te había visto antes por aquí ¿quieres comer algo? – Le preguntó extrayendo unas tiras de carne seca de su bolso de provisiones y las extendió lentamente, dejándolas en el suelo frente a ella y luego retrocedió despacio, sin apartar sus ojos del bello animal y esperando a ver si decidía acercarse, para ella aquella especie era maravillosa en muchos aspectos y les tenía un enorme afecto, después de todo, los lobos de la montaña habían sido su familia cuando era muy pequeña y eran quizá las únicas criaturas capaces de sacar a la luz su lado dulce y amable, sin embargo, Samehada le advirtió de que había alguien más entre los abetos y sin más dejó a la espada extenderse como una serpiente e ir tras el intruso que los escualos líquidos ya buscaban. – Estarás bien, descuida, no permitiré que nadie te lastime. – Le susurró al lobo y despacio se puso de pie para esperar a quien quiera que se había aventurado a su territorio.

--------------------------------------------

Jutsu = 24 (Efectivo)
Chakra = 25 – 2 (Samehada) = 23 (-10% Daño Final)
Objeto = 8 (Efectivo)

Daño Final: 2300 – 230 (Chakra) + 500 (Samehada) = 2570

HP = 8400

Ataque:

Objeto:

Al ver que no podrían evitar entrar en combate, Hayato y Tsume decidieron rodear a su objetivo, aprovechando la ventaja numérica. Si tenían éxito las cosas se pondrían a su favor, por el contrario si fallaban se encontrarían separados. Mientras avanzaba, el shinobi notó que algo se acercaba a gran velocidad. Tres proyectiles de agua en forma de tiburón lo lograron golpear, causándole algunas heridas que no tardaron en comenzar a sangrar.–No esperaba eso– se dijo mientras se recargaba en un tronco y analizo la gravedad de cada herida.

No podía quedarse mucho tiempo ahí, Tsume también se dirigía hacia su objetivo y no quería que terminara enfrentándolo solo. De inmediato se lanzó hacia donde provenía el rastro de su adversario. Al llegar pudo notar como el canido convivía con una mujer de alta estatura y tes blanca. Era claro que estaba acostumbrada a tratar con lobos, ya que el lobo gris no pareció notar nerviosismo o miedo en ella.

Al acercarse unos pasos, algo lo atacó. Parecía ser un arma demasiado peculiar, una que tenía voluntad propia y aroma a tiburón, cruzo sus brazos y esta mordió fuertemente el derecho, desgarrando su piel y derramando aún más sangre.

.

Escuchó los estallidos de sus misiles y sonrió sabiendo que habían dado en el blanco, pues no produjeron el ruido seco de chocar contra un árbol o unas rocas, por otra parte, la forma en la que bailaba Samehada, no significaba sino sangre. Le sonrió al lobo y colocó el índice de su mano izquierda frente a sus labios, haciéndole un guiño, como si le pidiera que guardara silencio y movió la cabeza como para indicarle que se ocultara, luego se giró con cuidado, tomó la empuñadura de su compañera y se puso de pie, tras lo cual la Piel de Tiburón se replegó, volviendo a su estado normal, con sangre escurriendo por los labios, la cual saboreó con su peculiar lengua mientras la albina le sonreía y compartía parte del botín de chakra con el que la espada se había alimentado. – ¿Quién eres y a qué has venido? – Preguntó sin la menor delicadeza, mirando ferozmente al intruso, la cicatriz del lobo no era algo reciente, pero tampoco estaba segura si había llegado hasta ahí perseguido y como no era del tipo que corría riesgos, sopló suavemente, creando sobre el extranjero un vórtice de viento cortante.
--------------------------------------------

Jutsu = 11 (C – Efectivo)
Chakra = 28 + 5 (Turno 1 Samehada) = 33 (+15% Daño Final)
Objeto = 3 (No Efectivo)

Efectos sobre Hayato:
• -200 HP por el resto del combate.
• -50% Chakra por el resto del combate.

Efectos sobre Hyo:
• +5 Chakra por 4 turnos más.

Daño Final: 2450 + 367 (Chakra) = 2817

HP = 9000

Técnica:

Su carne fue desgarrada literalmente por la mordida de aquella extraña espada. La cual parecía tener vida y voluntad propia. Una espada aterradora por donde se le viera. Además sentía como su fuerza se debilito, no era por la pérdida de sangre, parte de su chakra fue arrebatado por aquella arma, de eso no cabía la menor duda. Hayato miro a Tsume directamente a los ojos y ladeo ligeramente su cabeza, un movimiento casi imperceptible. Trató de pedirle que aún no atacara. La kunochi parecía entender a los lobos lo que le llamo la atención a Hayato, hasta ahora nadie había tenido esa conexión con el lobo gris.

–Un shinobi y ya he cumplido con mi objetivo y me encontraba alejándome de esta zona– contesto sin mucha euforia a las preguntas de la mujer. Le molestaba que lo interrogaran, como si fuera su deber contestar a las preguntas, por lo que sus respuestas fueron burdas. –¿Viento?– De inmediato uso su velocidad a punta para evitar ser alcanzado por aquella ráfaga. –Maldito gordo, aun reciento las heridas de nuestro último combate y esta mujer es igual o más agresiva que él. ¿Qué todos los shinobis de Kirigakure son como bestias?– reaccionó por puro instinto y se acercó a la joven llevando su kusarigama en la mano para golpearla y provocarle un corte con la kama.

– Si, viento. – Respondió secamente mirando al sujeto que había aparecido frente a ella y cuyo rostro estaba oculto detrás de unas vendas, a excepción de unos ojos de un profundo azul y que lucían tan amistosos como los de ella, por lo que esperó que la contienda se agravara en vez de detenerse. – ¿Y cuál ha sido ese objetivo? – Preguntó aún con recelo pues no se le había informado de ningún visitante y era parte de su deber llevar cualquier sospechoso a los cuarteles de la policía para que fuera interrogado, sin embargo, tal como esperaba, aquel sujeto no se lo iba a poner fácil y lanzó un veloz ataque contra ella, o al menos lo intentó, pues la alta mujer lejos de amedrentarse, le esperó hasta el último segundo en el sitio donde estaba, ladeando el torso para evadirlo y capturando la muñeca que sostenía el arma, para luego girar y con su ingente fuerza tirarle un codazo directo al rostro, tras lo cual lo soltó y expandió su chakra por el bosque, aumentando la humedad hasta crear una densa niebla que impedía ver lo que acontecía en el lugar y que anulaba incluso el sentido del olfato debido a la cantidad de agua en el aire.
--------------------------------------------
Defensa: 85 (Efectiva)
Jutsu = 11 (D – Efectivo)
Chakra = 38 + 5 (Turno 1 Samehada) = 43 (+25% Daño Final)
Objeto = 8 (Efectivo)

Efectos sobre Hayato:
• -200 HP por el resto del combate.
• -50% Chakra por el resto del combate.
• -10 Defensa por el resto del combate.
• -2 Jutsu por el resto del combate.

Efectos sobre Hyo:
• +5 Chakra 2/5 turnos.
• +10 Defensa por el resto del combate.

Daño Final: 500

HP = 9000

Técnica:

Objeto:

El ataque de Hayato fracasó estrepitosamente y lo que era peor pudo comprobar que sus reflejos no estaban del todo bien y tenía fallas de coordinación, seguramente por la pérdida de sangre y chakra. Si no lograba sobre ponerse a la mordida de aquella espada tan extraña, estaría acabado.–¿En serio crees que te voy a contestar? – pronunció con toda ironía, era claro que el Inuzuka no estaba dispuesto a cooperar. –Demonios, maldita espada– exclamó con desagrado. Al ver cómo fue herido por el arma que portaba la albina.  La situación se complicaba y tenía que hacer algo y rápido. De inmediato se vio rodeado por una espesa niebla, que ocultaba perfectamente la ubicación de la mujer y le permitía atacar y esquivar, sin que su oponente la pudiera localizar.–El mismo jutsu de ocultamiento que el sujeto gordo y de piel azul– pronuncio sin mucho ánimo al verse en una situación semejante.

–No, esta cortina es diferente, aunque se asemejan no tienen las misma propiedades– dijo mientras olfateaba para poder encontrar un rastro que seguir. –Sabes, el jutsu sería más efectivo, si no lo hubiera conocido con anterioridad, claro mis habilidades de rastreo están parcialmente inhabilitadas pero…. – comenzó a correr en medio de la niebla, sin un objetivo claro, para después dar un salto, colocándose exactamente en un punto donde la neblina era menos espesa –La humedad es suficiente para ocultar su presencia y la densidad silenciar cualquier ruido, pero estas está alado de cierto olor, que créeme, jamás lo pediría confundir– dio un giro sobre su propio eje y comenzó a girar en dirección del rastro que seguía. En efecto, en todo momento Tsume se encontró ubicado alado de aquélla misteriosa Kunoichi, tantos años que pasaron juntos, hicieron que para Hayato, el pelaje del lobo fuera imposible de  confundir.

La albina escuchó al sujeto fanfarronear y vociferar, no le dijo nada, solo lo observó perdido entre la densa niebla, tiempo que ella utilizó para en silencio acercarse al lobo e indicarle el sitio seguro donde no resultara lastimado por el combate, le sonrió y se volvió a perderse entre la blancura que inundó el lugar, subiendo a la rama de un árbol desde la cual observó al sujeto lanzar un poderoso ataque contra lo que creía era su silueta, arrancándola una maquiavélica carcajada cuando las astillas volaron por todo el lugar. – Felicidades, acabas de derrotar a ese peligroso árbol. – Se mofó y su voz se extendió por toda la niebla, imposibilitando encontrar su origen, mientras la albina serena y fría se preguntaba qué intentaría ahora el intruso. – Di tu nombre forastero. – Ordenó sin moverse de su lugar y hasta se dio el lujo de sentarse en aquella rama y mecer los pies mientras esperaba y sacaba otras tiras de carne seca que le arrojaba con cariño al gris cánido justo al tiempo que le susurró. – Cuando termine con esto, te daré algo más fresco. -
--------------------------------------------
Defensa = 91 + 10 (Kirigakure) = 101 (Efectiva)
Jutsu = 4 (No Efectivo)
Chakra = 34 + 5 (Turno 1 Samehada) = 39 (+25% Daño Final)
Objeto = 3 (No Efectivo)

Efectos sobre Hayato:
• -200 HP por el resto del combate.
• -50% Chakra (por 5 turnos).
• -10 Defensa por el resto del combate.
•  -2 Jutsu por el resto del combate.

Efectos sobre Hyo:
• +5 Chakra por 4 turnos más.
• +10 Defensa por el resto del combate.

HP = 9000

–Maldición, estaba seguro que tenía el rastro correcto– exclamó con molestia, al ver su falta de pericia y que seguía atacando a ciegas, perdido en esa densa niebla. No podía detectar la presencia de la albina y eso era lo que estaba complicando  y entorpeciendo sus movimientos. Por lo que solo contaba con su suerte y la ayuda de Tsume. –Concéntrate, no puede desaparecer así porque si, aunque sutil, se debe notar parte de su presencia– pensó mientras trataba de descifrar la siguiente jugada de su oponente.

–Hayato Inuzuka– exclamó fríamente. –Es curioso que alguien que no se presentó y comenzó con el ataque, pregunte esas cosas–  dejo de mala gana. No le gustaba ser interrogado y lo estaba dejando en claro. Realmente quería encontrarla, por lo que siguió su instinto, nada más, sin razonar mucho en su posición.  Por lo que de nuevo se lanzó hacia la niebla, apuntando directamente a la nada.  Dando de nuevo otro salto y comenzando a girar, para impactar lo que fuera que estuviera enfrente de él.

La albina sonrió con malicia al escuchar refunfuñar al extranjero. – Pues ya ves que no. – Se mofó mientras continuaba moviéndose para alejarlo del hermoso lobo gris, aunque aquel apellid le hizo darse cuenta del gran error de juicio que estaba cometiendo. – Estás en el territorio de Kirigakure no Sato, y aquí están prohibidos los extranjeros, en especial los del País del Fuego, eso me da el derecho de iniciar un ataque, pudiste haberte explicado desde un principio y ganar misericordia, pero elegiste ser arrogante. – Respondió con total tranquilidad la joven que se limitó a observar como el muchacho giraba y destrozaba unas rocas frente a él. – Pudiste hacer caso a tu compañero que se ganó mi respeto, al grado que intenté protegerlo antes de saber que te guiaba, mas prefieres hacer destrozo en mi entorno. – Le recriminó tras lo cual usó el Henge no jutsu para convertirse en un pequeño colibrí de color blanco que se perdió entre el follaje y la niebla.

--------------------------------------------
Defensa = 115 + 10 (Kirigakure) = 125 (Efectiva)
Jutsu = 2 (Efectivo)
Chakra = 1 + 5 (Turno 1 Samehada) = 6 (-50% Daño Final)
Objeto = 2 (No Efectivo)

Efectos sobre Hayato:
• -200 HP por el resto del combate.
• -50% Chakra (por 3 turnos).
• -10 Defensa por el resto del combate.
•  -2 Jutsu por el resto del combate.

Efectos sobre Hyo:
• +5 Chakra por 3 turnos más.
• +10 Defensa por el resto del combate.

HP = 9000

Técnica:

– ¿Misericordia? Jamás suplicare clemencia o misericordia, no es mi estilo de hacer las cosas– insinuó con cierto disgusto en su voz ante tal opción. Sabía perfectamente en que problema estaba metido, el territorio era altamente hostil y el sujeto al que se había enfrentado también le dijo las mismas palabras: Todo aquel proveniente del País del Fuego, tenía prohibida la entrada. –De cualquier forma, nosotros ya no existía motivo para continuar en este lugar. Pero aunque es mi estilo, en esta ocasión no fui quien se lanzó al ataque sin preguntar. Por lo que tu lógica carece de fundamentos– se sacudió el polvo resultante de los fragmentos de roca. De por si su olfato y oído estaban atrofiados por el jutsu de ocultamiento de la kunoichi, como para que hubiera más materiales dispersos en el aire. EL lobo movio su oreja izquierda al escuchar las últimas palabras de la dama, gruñendo en tono molesto.–Tssss … si supieras lo que acabas de decir– musitó casi al aire al no saber dónde estaba su enemiga. En efecto, la molestia de Tsume no era para menos, el palan de ambos compañeros era rodear a la albina y evitar una pelea y ahora ella prácticamente afirmo que el que inicio con la declaratoria de guerra era el Inuzuka, por no querer escuchar los consejos del lobo.

- Jamás te dije que la suplicaras, solo que las cosas pudieron ser diferentes si hubieses tenido buenos modales y te hubieras mostrado cortés, por otro lado es obvio que si te adentras en territorio prohibido a los de tu clase, serás atacado ¿no les enseñan eso en tu país? – Preguntó con algo de sorna al mirar al muchacho. – Debiste buscar un camino distinto. – Le regañó, después de todo, ella solamente estaba cumpliendo con su deber que consideraba sagrado, pues toda la gente de la Aldea oculta entre la Niebla había depositado toda su confianza en ella para protegerlos y por tanto, el encontrar a un shinobi de una nación enemiga y repudiada no podía pasar desapercibido en especial si había hecho mención de “haber cumplido su objetivo” pero por otro lado, había mencionado “al tipo gordo de piel azul” y eso era un claro indicativo de que este Inuzuka no era considerado un peligro, de lo contrario, hace mucho que estaría muerto y disecado, por lo que la albina desistió de la idea de matarlo, pero aun así, le enseñaría un poco de respeto en tierras extranjeras. – Mi nombre es Hakusame, soy la guardiana de este lugar. -
--------------------------------------------

Jutsu = 5 (D - Efectivo)
Chakra = 21 + 5 (Turno 2 Samehada) = 26 (+10% Daño Final)
Objeto = 4 (No Efectivo)

Efectos sobre Hayato:
• -200 HP por el resto del combate.
• -50% Chakra (por 2 turnos).
• -10 Defensa por el resto del combate.
• -2 Jutsu por el resto del combate.

Efectos sobre Hyo:
• +5 Chakra por 3 turnos más.
• +10 Defensa por el resto del combate.

HP = 9000

Técnica: