Hyo VS Tetsuzaemon

Esa era otra de las cosas que no le gustaban tanto como quisiera admitir sobre el País de la Tierra o mejor dicho, de la agencia de contrataciones a la que estaba asociado. Aparte de unos cuantos encargos que no tenían nada que ver con la construcción o disposición de materiales para esta, de cuando en cuando lo inscribían en cierto tipos de certámenes que tenían que ver con lo poco que sabía sobre el ninjutsu - o mejor dicho, lo inscribían en cosas que tenían que ver únicamente con el lado del combate que ello implicaba. Y aunque su hermano le había enseñado una que otra cosa sobre tal manía, no se le daba demasiado, seguido a que además, no era muy de su agrado agredir a otros, razón por la que se había dedicado únicamente al trabajo técnico que incluía los menesteres de disponer y armar cosas.

-...- Saliendo al frente en medio de aquella arena un tanto pequeña, pero predispuesta para entrenamientos de cortesía entre shinobis de distintas naciones, de nuevo se recordaba que todo eso no era más que por el dinero - en esos momentos, necesitaba más capital para su proyecto futuro y por si mismo no le iba a llover sobre las piernas. Por ahora, solo quedaba ver contra quien lo habían puesto a practicar en aquella ocasión.

Una vez más, la albina kunoichi había tenido que ir al norte del continente para uno de esos extraños ejercicios de entrenamiento que el Consejo de Ancianos organizaba con otras naciones y al adentrarse en la pequeña arena de combate, enarcó una ceja pensando en que los sujetos con barba y anteojos solían darle más problemas de los que quisiera a la hora de combatir.

Haciendo de lado sus pensamientos, inclinó ligeramente la cabeza como un saludo. - Buenos días. Yo soy Hakusame, tu oponente de este turno. - Fue la seca y seria presentación de aquella antisocial que observó discretamente todo el lugar, en parte agradeciendo que no la hubiesen mandado al País del Polvo y en parte tratando de encontrar ubicaciones ventajosas para ataques a larga distancia, para el caso de que aquel sujeto fuera tan escurridizo y artero como Kaido-san y esperando a ver si él tomaba la iniciativa del combate o le cedía el primer movimiento, después de todo, no tenía ni la más remota idea de con qué clase de enemigo se acababa de topar.

-Buenos días señora Hakusame. Tetsuzaemon Tsuji, arquitecto y albañil del País de la Tierra... a su servicio, supongo.- Respondió el aludido mientras se acomodaba los lentes con presteza, rascándose la nuca al tiempo que se colocaba en la posición ideal para iniciar lo que suponía, sería la batalla acorde a la persona que tenía al frente. -No se extrañe si no se como actuar, es decir, no soy alguien que sepa combatir o algo por el estilo - esto no es más que una formalidad para ganar algo de dinero, espero no ser una molestia.- Se disculpó de ante mano, agitando su mano derecha mientras reunía algo de su energía interna, lanzándose al frente con rapidez para pegar unas cuantas zancadas que le costaron más de lo que admitiría para así golpear el suelo, enviando un gran grupo de esquirlas y guijarros contra la enorme mujer. Y aún si su ataque había sido "concreto" en el sentido de que había sido lanzado más perfectamente de lo que hubiera apostado en primer lugar, realmente dudaba que fuera a hacerle algo a esa giganta...

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Daño Jutsu D: 675
Efecto Jutsu D: -100 HP hasta el final de la batalla.

HP: 3600

Las palabras del castaño desconcertaron a la albina, que no entendía como podían enviar a un civil a luchar, una cosa era estar preparados para eventualidades y otra lanzar a un arquitecto contra un espadachín demoniaco, aunque estaba segura que alguno de los talentos de aquel hombre debía haberle dado suficiente confianza a sus líderes para tomar tal decisión. – Un placer conocerlo Tsuji-san, ojalá hubiese sido antes, me hubiesen venido bien sus servicios. – Respondió con amabilidad, pensando en su nula idea de cómo hacer un muro sólido y lo mucho que había pasado buscando en los alrededores de Kiri alguien que sí entendiera de esas cosas, aunque al final, el resultado había sido bastante satisfactorio. – Si esto es un mero trámite, espero que no le moleste si trato de apresurar su término, estoy segura que usted tiene cosas más provechosas que hacer y yo quisiera aprovechar de comprar algunas cosas. – Ofreció educadamente, no por subestimarlo, sino porque aquellas palabras le habían dejado en claro que no era algo que él disfrutara y luego de tremendo viaje, ella prefería ir a comer algo. Tras lo cual realizó los pertinentes sellos de mano para lanzar una oleada de pequeños pétalos afilados con chakra de viento, que arrasaron la escena.

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Defensa = 36 (Efectiva)
Jutsu = 17 (B Efectivo)
Chakra = 12 – 2 (Samehada) = 10
Objeto = 6 (Efectivo)

Daño Jutsu: 3400 – 50% (Chakra) = 1700
Daño Objeto: 350
Daño Final: 2050

HP = 12000

Técnica:

Objeto:

-Oh, claro que no hay problema y sí, me imagino que ambos tenemos cosas más importantes que lograr - más allá de permanecer aquí ejecutando algo que parece ser tan inocuo.- Dijo el constructor del País de la Tierra mientras levantaba una de sus pobladas cejas una vez vio la manera en que las cuchillas de viento se materializaban frente a él, obligándolo a ejecutar zancadas hacia atrás para escapar uno, dos e incontables embates más que lo posicionaron en un punto algo más... discutible. Obviamente, estaba más que superado en esa instancia - obviamente, pelear contra la llamada Hakusame era algo perdido. Más que nada, era la imposición de la altura de esa mujer, que era indistintamente impresionante y superior a todo lo demás. O tal vez era que le parecía algo raro ver a una fémina tan poderosa como esa. -Me recuerda a alguien señorita Hakusame. Y... si todavía tiene un trabajo que pueda hacer, con gusto me ofrezco a hacerlo - siempre y cuando tenga que ver con construir, claro.- Añadió mientras levantaba la diestra, sin dejar por eso de acomodarse los anteojos con sus dedos finos y preparados.

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HP: 4200

La joven lo vio evadir su ataque y estuvo segura de que aquel hombre tenía mucho más talento del que decía y en cierta forma no lo culpaba, pero por otro lado sus palabras la hicieron pensar en algo más, así que tras un minuto de cavilar, se dio cuenta de que efectivamente podía ayudar. – De hecho sí, estoy segura de que si puede auxiliarme con algo, bueno, no directamente a mí, aunque para ello tendríamos que hacer un viaje si es que tiene tiempo. – Dijo aún un tanto pensativa pero con educación, tras lo cual descubrió a su compañera y realizó algunos sellos de mano para realizar su siguiente técnica. – ¡Suiton: Tsuin ryūja no jutsu! – Exclamó al tiempo que el agua del ambiente se condensaba detrás de ella hasta formar un par de dragones que comenzaron a serpentear en dirección al arquitecto, mostrando sus fauces líquidas y chorreantes que estaban dispuestas a atrapar al castaño para inmovilizarlo. Aquellos reptiles dejaban un pequeño rastro por donde pasaban, pues absorbían el agua del prado y de todo lo que había a su paso, aunque no al grado de secar el panorama, más bien había sido una técnica no letal, enviada con el fin de inmovilizar.

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Jutsu = 8 (D Efectivo)
Chakra = 8 – 2 (Samehada) = 6
Objeto = 7 (Efectivo)

Daño Jutsu: 41500 – 50% (Chakra) = ¿20750? Jajajaj ok, no XDD = 2075
Daño Objeto: 350
Daño Final: 2425

HP = 17700

Técnica:

[spoiler=Objeto]Samehada

(Sólo por portar a Samehada el dado ataque aumenta en 1.
Quien porte a Samehada en combate deberá descontar -2 de chakra por turno ya que la espada devora chakra. En cambio, cada vez que Samehada golpee como objeto a su enemigo, el chakra del usuario aumentará en 5 por cinco turnos y el chakra enemigo se verá reducido a la mitad por cinco turnos. Si se utiliza como objeto realiza 350 de daño, si se utiliza con dado 8, 500. Si tu cosmo pasa los 40, podras sanarte el 10% de tu HP.
Si tu chakra pasa los 50, podrás fusionarte con Samehada adquiriendo la forma de mitad  iburón y mitad humano durante el combate, aumentando el poder de tus técnicas de agua en un 25%).

-Mi itinerario está más que libre, señorita Hakusame.- Le dijo Tetsuzaemon a su interlocutora mientras esbozaba una fugaz sonrisa al tiempo que se empezaba a preparar para evadir lo que supuso vendría sin falta alguna. Dando unas cuantas zancadas hacia atrás ocupó su conocimiento del terreno -así fuera por una inspección fugaz con la vista- para detenerse justo a tiempo, tras lo cual acumuló algo de chakra en su mano derecha para golpear el suelo y enviar esquirlas de tierra que golpearon a los reptiles de agua, atontándolos pero sin llegar a hacerles gran daño, salvandolo por unos cuantos minutos si acaso tenía suerte. Sin duda, la diferencia entre ambos era más que abismal, solo pudiendo compararse a la distancia que había entre el cielo y la tierra - lo cual sería bastante cómico si pensaba que curiosamente, el solo sabía un simplon truco de tierra mientras que la otra atacaba con navajas hechas de viento. -Los honorarios los podemos discutir, por supuesto.- Añadió, resoplando sin perder aquel gesto de su rostro ataviado con una barba recortada al ras.

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HP: 4200

- Los horarios los decide usted mismo Tsuji-san, yo no le impondré ningún itinerario, lo único que deseo es que sea una obra maestra en la medida de lo que mi presupuesto se pueda permitir… comprenderá que no soy un feudal adinerado, pero considero que puedo pagar bien para lo que deseo. – Respondió, mirando como eludía sus serpientes, para luego disparar tres misiles líquidos con forma de escualos que persiguieron al castaño desde distintas direcciones, tratando de acorralarlo en el centro de las tres para golpearlo con fuerza y poder terminar con aquel trámite de una vez por todas, mientras que la joven retomaba la conversación para aclarar el trabajo que deseaba encargarle. – El terreno es difícil y el clima insufrible para quien no lleva aquella montaña en su sangre ni es parte de sus raíces, pero por otro lado, la roca es fuerte y la tierra negra. Justo en ese lugar, al norte de mi nación, requiero la construcción de un mausoleo, nada lujoso porque iría en contra de la persona que descansará en él, pero si algo digno y orgulloso para guardar la belleza de la persona más fuerte que conocí jamás. No sé si me doy a entender. – Comentó buscando palabras que lograran explicar el deseo que tenía en mente y que ni siquiera podía visualizar. – Claro que la lista de materiales tendrá que dármela por anticipado y dado que yo los llevaré cargando, tal vez tenga que hacer un par de viajes…
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Jutsu = 11 (C Efectivo)
Chakra = 25 – 2 (Samehada) = 23
Objeto = 3 (No Efectivo)

[color=red]Daño Jutsu: 4600 – 10% (Chakra) = 4140

HP = 17700

Técnica:

-Si está hablando de hacer un mausoleo, o es decir, hacer una construcción sobre el lugar donde descansan los restos de una persona fallecida, debo aclarar en este mismo momento que deberá estar preparada para mover la tierra o mejor dicho, lo que esté enterrado. Una cosa es construir algo por encima, pero si no se asienta bien es posible que una avalancha o un terremoto destruya todo. Así que en realidad, ese sería el único pero que le daría a la situación. Si no tengo que mover nada de eso (porque lo admito, lo encuentro escabroso) todo estará bien. El presupuesto es lo de menos, la verdad. No soy uno de esos bichos raros codiciosos.- Dijo Tsuji mientras se encogía de hombros sin reaccionar a tiempo, viéndose golpeado por los hombros a causa de esos enormes tiburones de agua cuya fuerza en realidad no se correspondía con el resto...era como si a propósito, la mujer se hubiera medido. Y por eso, el arquitecto estaba agradecido. -...y eso dolió.- Murmuró, cayendo al suelo tras el golpe para así frotarse los hombros, intentando pasar el dolor momentáneo que lo había dominado por unos cuantos segundos.

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HP: 60

La mujer sopesó por unos instantes las palabras del castaño y luego admitió. – No había pensado en eso, ya que mis conocimientos al respecto son prácticamente nulos, pero descuide, yo me encargaré de mover a mi madre, de cualquier modo, necesita un ataúd nuevo y procuraré hacerlo fuera de su vista y por supuesto, seré quien le coloque en la cripta, apoyaré en todo lo que pueda, pues soy la más interesada en este proyecto. – Ofreció y aseguró, tras lo cual no pudo evitar encogerse un poco de hombros al ver que lo tiburones acertaban el blanco, no era su intención lastimar al arquitecto, pero eran los gajes de los entrenamientos. – Lo siento, yo misma atenderé sus heridas al término del ejercicio. – Ofreció una vez más, tampoco se trataba de mostrarse como la bruta que en realidad era y hacer que el hombre dudara de acompañarla a terreno hostil por cuanto hace a la propia naturaleza. Luego se acercó caminando hacia él, tendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse, esperando que con aquel golpe, se pudiera dar por terminada la sesión de entrenamiento y pasaran a ocuparse de cerrar el negocio del que hablaban, en condiciones más tranquilas.

-No se preocupe por eso, es tan solo un moretón. Si me quejara por eso creo que no sería digno hermano de mi hermano mayor.- Dijo el arquitecto con voz conciliadora, desestimando por completo lo que decía la mujer sin por eso, llegar a ser chocante ya que al final, su intención era más que nada dejar en claro que estaba completamente bien. -Y... sí, creo que eso ya deja en claro lo obvio: ha ganado señorita Hakusame.- Dijo el castaño aceptando el ofrecimiento de la albina mientras se levantaba, sacudiéndose el trasero para luego dirigirse a la salida de la improvisada arena y recostarse sobre una de las paredes de por allá. -Y ahora, si no le molesta, deberíamos discutir el presupuesto. No es la gran cosa, pero ya empiezo a considerar los materiales y todo lo demás, así que primero, dígame: exactamente ¿cómo es el clima del sitio donde estará el mausoleo?-

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HP: 0