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Indra Ōtsutsuki
1x02 - "A Walk on the Wild Side"
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1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Siete años después
Apenas había caído la noche. Tras pasar el crepúsculo, la luna llena se perfilaba en el este de la bóveda celestial, clara y desprovista de nubes. En aquel asentamiento, ubicado en una de las tantas explanadas de los valles a la mitad del país, el viento apenas soplaba y las casas se mantenían rezumando los últimos vestigios de actividad diurna – dando paso a la rutina noctámbula. Una de esas rutinas, de hecho, comenzó en el alojamiento cercano a la plaza del pueblo.
Abriendo los ojos el ocupante de la habitación 203 despertó. Como alguien con un horario invertido, apenas comenzaba su día – y tal comienzo se daba con un resoplido bajo y prolongado. Inflando y desinflando su enorme pecho tras respirar cuestionablemente por el primer minuto, finalmente se irguió, haciendo rechinar la cama y hundiendo el ya abollado colchón.
Con las manos entrelazadas desde la inconsciencia, miró alrededor. Nada había cambiado desde que se había ido a dormir – sus pertenencias estaban en su sitio, las sillas ordenadas aún a la perfección y la luz seguía en el mismo tono. Esa era la primera garantía, por lo que corroboró la segunda; con las venas y capilares alrededor de su nariz ennegreciéndose por un instante desestimó una invasión a su cuarto, dándole plena luz verde.
Levantándose de la cama dobló el cuello y rodó los hombros, encajando cada articulación en su sitio con un suave crujido. Avanzando hasta el armario revisó y preparó las cosas, ordenando todo sobre la cama. Esa era parte de su rutina diaria, fuera cual fuera el alojamiento: despertar, pesquisa y preparación.
Ya después de haberse bañado y vestido se encontraba en el restaurante anexado al hotel. Sentado en la barra sobre un banco que no parecía ser capaz de sostener sus más de dos metros de altura pidió un curso doble del plato de la cena que mas carne tuviera. Eso, como todo lo demás, era ya común.
-¿Seguro qué va a poder con tanta comida señor cazador?- Preguntó la encargada de la barra, una mujer de altura promedio, cabello rubio platino y contextura ancha que le dirigió una sonrisa afable, pero común. Era el típico gesto en alguien que debía mantener una clientela feliz.
-Como ayer y el día anterior a ese.- Respondió el aludido con su voz profunda, apenas modificando la expresión en su rostro.
-Es usted gracioso.- Dijo aquella limpiando parte de la barra con una servilleta de tela. -Entonces ¿quiere beber lo mismo de antes?-
-Positivo.- Respondió aquel colocando ambas manos entrelazadas sobre la barra, levantando sutilmente la ceja izquierda.
-Va saliendo todo. Deme un momento.- Dijo ella yendo hacia la cocina. Cinco minutos después había dejado una jarra completa de jugo frente al comensal. -En diez minutos mas tendré su cena.- De nuevo, aquella sonrisa particular.
-Gracias.- Dijo él levantando la jarra, dando un sorbo muy corto. Fresco, intenso en aroma y frío – tal como le gustaba. Tan solo esperaba que la cena estuviera en igual o mejor estado.
Del otro lado, la puerta del restaurante se abrió, dando paso a un nuevo cliente.
El presente
La mañana fue bastante ajetreada. Levantándose temprano, Watto se colocó sus pantalones pesados y se dirigió al patio trasero de la cabaña – donde yacía el cuerpo del caribou. Puesto de lado el menor vio como su papá preparaba las herramientas a un lado, encarnándolo apenas se acercó.
-Corte dorsal W.- Le dijo, pasándole un cuchillo recto con punta terminada en gancho. -Yo me encargo del otro lado.-
Asintiendo sin nada que agregar, el menor tomó la hoja y se acercó a los cuartos traseros, clavando la punto y siguiendo el trayecto de la columna hacia arriba, llegando hasta la base del cuello. Eso no fue más que el inicio de toda la labor que se comió las horas rápidamente. Tras empezar el despellejamiento trasero su padre comenzó el frontal, removiendo la piel como una chaqueta. Una vez la labor de ambos colindó la carcasa fue separada de la piel, ahora dividida en dos partes iguales. Tomando otra de las herramientas M le ordenó limpiar la grasa del interior del pellejo, trabajo que se consumió otra buena parte de su tiempo.
Una vez terminó pudo notar que su papá ya había vaciado el interior del caribou, tirando los órganos en pilas que si bien estaban algo desperdigadas se mantenían ordenadas según lo que se conservaría, tiraría y demás. El exterior también estaba limpio… de hecho, su papá había trabajado todo a una velocidad de vértigo.
-W ¿vas al pueblo?- Preguntó M desde el otro lado del patio, preparando los postes de madera para colgar las piezas del caribou.
-Eh--- Desde el banco en que se había sentado, el menor recordó que se había citado con Eri en el pueblo e instantáneamente sintió la reacción. ---no. Todavía tenemos que terminar aquí.- Respondió con un resoplido, volviendo a lo suyo.
-Necesito que vayas y hables con el carnicero para avisarle de las piezas que le voy a llevar. Si quieres tómate el resto de la tarde libre – puedo terminar solo.-
-¿Es por---
-Lo hiciste bien W. A tu edad no habría limpiado tan rápido dos piezas de piel así de grandes – pero te necesito allá para avisar que el cargamento no tardará en llegar. Ve a limpiarte y luego ven para darte la lista.-
Aún dudoso, el chico asintió. Ya dentro de la cabaña se quito los pantalones manchados en sangre y se bañó, poniéndose una nueva muda y una chaqueta que unió en las puntas y dejo abierta, mostrando su pecho y mitad del estómago. Saliendo al patio vio como ya todo estaba a punto de ser embalado – lo único que estaba sin “tocar” era la osamenta teñida de rojo en el centro.
-Llévale esto al carnicero.- Dijo M apareciendo a su lado, entregándole un pergamino. El rótulo estaba redactado con la impecable y metódica letra de su papá.
-Seguro.- Asintió Watto, guardando el pergamino de manera celosa en uno de los bolsillos frontales de la chaqueta.
-Y por si acaso, lleva esto.- Añadió él, sacando un paquete alargado envuelto en cuero negro.
-Esto es---
-Por tu seguridad. Ayer hubo un problema en el pueblo y prefiero no tomar riesgos. Claramente no puedo prohibirte salir o tener amigos--- Oír aquello le hizo sentir nuevamente lo de antes ---porque eres un chico grande. Recuerda lo que te enseñé – alerta---
---permanente.- Completó Watto, asintiendo nuevamente. Tomando el paquete lo metió en la parte trasera de su cinturón, ocultándolo con el dobladillo de su chaqueta.
-Finalmente, quiero que vuelvas para el atardecer ¿entendido?-
-Si señor.-
…
Una vez en el pueblo fue directo donde el carnicero, entregándole el pergamino. Al terminar siguió su trayecto hasta la plaza, donde pudo ver los restos de lo ocurrido la noche anterior: pedazos de lámparas y muchos montículos de arena esparcidos por ahí; incluso había estacas rodando o tiradas al azar.
La verdad no le importaba.
-Watto, hey ¡hola Watto!- Deteniéndose de pronto vio a Eri acercándose por la derecha, obligándolo a girarse.
-Hola.- Saludó él, inflando las mejillas. De nuevo se sentía agradablemente raro y aunque ahora sabia el porqué…
-¿Supiste lo que pasó?- Inquirió ella, con voz alarmada – aunque tal hecho pasó volando por la cabeza de Watto, quien tenía otras prioridades.
-Uh, no.- Respondió él negando una sola vez con la cabeza.
-Ven aquí.-
Saliendo de la plaza ambos se metieron en un callejón donde un medio muro les sirvió como asiento. Tras subirse ayudada por Watto, aquel no pudo evitar mirar hacia arriba cuando dejó de apoyarle las piernas sobre los hombros – dándole un vistazo bajo la falda. Escalando y valiéndose de la fuerza en sus brazos se sentó a su lado, metiendo las manos en los bolsillos. Honestamente, no le importaba lo sucedido allí pero si escucharlo le daba algo de tiempo para intercambiar palabras con ella, podía tomarse toda la tarde si le daba la gana.
-Pues, los adultos dicen que fueron unos borrachos molestando, pero, eh ¿recuerdas a uno de esos chicos que nos molestaron ayer? Lo oí diciendo que habían aparecido unos monstruos y que apenas había podido escapar de que lo mordieran.-
-…- Pensando en lo dicho por Eri, Watto modificó su expresión. Aunque intentaba centrarse en el tema como tal, la verdad era que no le importaba tanto como para distraerlo de captar los resquicios de busto que podía ver cada vez que ella se inclinaba. Mas al punto – quería que se inclinara lo suficiente como para verle los pezones.
-¿Tú qué crees?- Le preguntó ella, parpadeando varias veces.
Vaya que le revoloteaban las pestañas.
W Kaguya- Clan Kaguya
- Ryo : 2201
Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 05/01/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Muy pocas cosas lo hubieran orillado a aceptar que necesitaba la cooperación de alguien más. Pero no muchas semanas atrás, vio señales de malos augurios, principalmente cosas que dio por sepultadas en el pasado, que de nuevo volvieron a manifestarse. Por lo cual decidió cambiar su dirección y comenzar un viaje con tres objetivos en específico, encontrar a aquellos con los que compartía un pasado en común.
El primer punto elegido fue un fracaso total, aquella persona fue imposible de localizar con la información que poseía en ese momento. Seguirle el rastro sería una pérdida de tiempo, algo que no se podía permitir, debido a que todo indicaba que se le estaba agotando. El siguiente punto a visitar fue más fructífero, encontrando a aquella que quiera encontrar.
Concluido los preparativos iniciales legó a su destino al final del crepúsculo. Encontrándose ahora bajo el amparo de la noche, aunque la luz de la luna del cielo nocturno, iluminó lo necesario su sendero, sin la necesidad de tener que verse envuelto entre las sombras. Así era mejor, por el momento sería demasiado útil ese escenario. El pueblo era de tamaño medio, no destacaba como gran ciudad, pero tampoco como una aldea perdida en el monte. Contaba con los suficientes espacios recreativos y edificios para alojar forasteros, siendo así un punto ideal para hacer una escala a los viajeros que llegaban de paso.
Siguió ciertas indicaciones básicas, para poder dirigirse hacia el hotel en el centro del pueblo. Parecía ser una noche tranquila, pero aun así no podía dejar de estar inquieto. La herida que quemaba su hombro era prueba de ello. –Espero que aquel este aquí y no haya sido una pérdida de tiempo intentar seguir sus pasos– pronuncio para sí mismo, mientras avanzaba al edificio que daba servicios de hospedaje.
Entró por portal del restaurant del hotel. Parecía un cliente más, uno que pediría algo de comer para saciar su hambre, seguido de algo de beber para satisfacer su sed y después disponerse a conseguir un cuarto, con una cama para dejarse caer y reponer todas las fuerzas durante toda la noche.
Aunque su objetivo era otro, inspeccionó con sus orbes el recinto, viendo alguna clientela, las sillas y mesas vacías y más al fondo la barra, casi desocupada, con excepción de un comensal. –Con que ahí estas...– susurró, con paso firme avanzó hacia la barra, sentándose a un lado del sujeto que ahí comía.
–Espero no tener que arruinarte la cena…–
……………………………………………….
Esa noche nadie pudo dormir, o por lo menos sentía que no podría conciliar el sueño durante días por todo lo vivido. Todos los habitantes del pueblo trataban de reponerse de lo corrido, levantar a los muertos, llevar al hospital a los heridos, comenzar con las reparaciones y lo más importante callar los rumores y modificar los registros de lo que realmente ocurrió. Cambiando los hechos y minimizando la gravedad de lo acontecido.
Además aún tenían que hacer algo para erradicar los rastros del miasma que apareció hace pocas horas, cuyo hedor aun podía olerse en gran parte del centro del pueblo, esto era el primer objetivo para los encargados de las tareas de salubridad. No tardaría eso en volverse un foco de infección y con tantos heridos, la mortandad aumentaría.
He ahí donde se volvía critica la situación actual de Satoshi, la herida que recibió en el hombro fue profunda, no paraba de sangrar, por lo que tenía que buscar la forma de cauterizarla cuanto antes. Aunque sus conocimientos médicos, se limitaban a primeros auxilios básicos, así que tuvo que arreglárselas con lo que tenía a la mano.
Aunque deseaba salir del pueblo cuanto antes, aun no podía hacerlo, primero debía de encontrar algo que comer, seguido de algunos medicamentos o plantas para tratar su herida y lo más importante, reponer su abasto de flechas, que por el enfrentamiento que tuvo con el de la ballesta, se quedó prácticamente sin municiones.
–Lo siento hijo, nos hemos quedado sin materiales o materiales, todos se han llevado a la enfermería, para atender a los pobres heridos por esos inconscientes borrachos de anoche– dijo la mujer que atendía la droguería del pueblo, poniendo una expresión de pesar por lo ocurrido. –¿Borrachos?– preguntó algo incrédulo al escuchar eso. –Así es hijo, borrachos, unos incesantes abusaron del alcohol y en el frenesí de su estado inconveniente comenzaron a atacar a las demás personas, jamás habíamos tenido un evento tan devastador durante la celebración de nuestro festival. Es triste, realmente triste– nada más alejado de la verdad. Esas creaturas no eran humanas, incluso dudaba que el de las sombras lo hubiera sido y además quedaba por descubrir lo que realmente era aquella creatura alada. –Bueno… muchas gracias–
–Ahora resulta que fueron borrachos, así que ha dado inicio la campaña de desinformación de lo sucedido– dijo mientras se encamino a la pequeña armería del pueblo. Donde consiguió un puñado de flechas, no eran de buena calidad, pero servirían para dar caza a animales menores y quizás arreglárselas si se veía involucrado en otra pelea.
– ¿Es todo lo que tiene?– dijo algo molesto por eso. –Son las mejores flechas que tenemos, te puedo asegurar que serás perfectamente capaz de derribar a un ciervo a cientos de metros– dijo el encargado, mientras hacia la cuenta a pagar. –Supongo que peor es nada– ahora no tenía mucho que lo atara a ese pueblo. Por lo que terminando los preparativos finales, se iría de ahí.
Se alejó del centro del pueblo, para adentrarse a calles y callejones menos transitados. Para tomar un respiro y pensar en lo ocurrido y que debía de hacer a partir de ese punto. – ¿Qué demonios fue todo lo de anoche?– meditó profundamente, sin encontrar respuestas. Las creaturas fétidas, el tirador sombrío y aquella cosa con grandes alas negras. –Alas… negra… tsk no puede ser– buscó entre sus cosas y saco aquel pergamino dorado que había ganado y aún tenía consigo. Que cosa alada conocía, que merodearan los bosques de ese lugar.
–Me debo de estar volviendo loco–
Aunque rápido guardo todo aquello de nuevo, no estaba solo, al poder escuchar la conversación de alguien más. Comenzó a caminar para cambiar de dirección y no verse envuelto en algo que no fuera asunto suyo, suficiente tenía hasta ahora. Y así fue como se topó con la joven pareja de la noche anterior.
–Con que son el gordo y su pequeña novia, que molestaron los críos de anoche. Veo que sobrevivieron, bien por ustedes, les aconsejo que no andén merodeando por ahí, aunque necesiten privacidad para que no los vean nadie más, este pueblo ha dejado de ser seguro como para andar solos– capaz lo tomarían como loco, o un acosador o incluso alguien que tomaba parte del juego entre la chiquilla y los críos, sabía que probablemente no tenían ni la menor idea de lo ocurrido. Más porque ahora todo estaba trasgiversado.
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
- Ryo : 2001
Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 09/01/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Los rayos del sol acariciaron su mejilla. Lentamente levanto la cabeza, observando velozmente el área alrededor de ella para asegurarse de encontrarse segura, mientras sus otros sentidos comenzaban a hacer su propia inspección. Su hermano hacia sentido la pérdida de peso sobre su abdomen e instintivamente se había levantado junto con ella, observándola por unos segundos antes de imitar sus movimientos, volteando por todos lados y dejando que sus sentidos le dijeran mucho más que lo que ella podía discernir. El área estaba completamente libre de peligros, podían continuar tranquilamente con el día.
Los eventos del día anterior habían creado una duda en la dinámica entre los hermanos. Había sido algo que no habían discutido antes de partir, pero que había estado mostrándose sutilmente a través de su travesía por el mundo de los bípedos. Ninguno de los dos había querido admitirlo, y había sido fácil ignorarlo cuando la mayoría de las cosas habían sido hechas con una meta en común. Sin embargo, el ataque de las criaturas de Ultratumba había hecho que tuviesen que dejar las cosas en claro finalmente. Ella se había lanzado a combatir las criaturas, mientras que su hermano se había mantenido en los techos, paralizado por el miedo mientras seguía buscando sin fortuna alguna una forma de huir de aquella gran amenaza. Aquello era algo que ninguno de los dos podía ignorar.
Sabiendo que lo mejor era encargarse de aquello lo antes posible, se levantó tranquila mas no con lentitud, extendiéndose completamente y enderezando la columna lo más posible para hacerse ver lo más alta posible. Aquello genero una reacción inmediata en su hermano, el cual se levantó de pronto, haciéndose hacia atrás, y mostrando los colmillos en protesta, gruñendo ante las “palabras” de su hermana. No parecía estar dispuesto a aceptar aquello. Ella simplemente se mantuvo observándolo, mostrando su altura y manteniéndose con la cabeza completamente en alto, no dando espacio a duda de lo que estaba obligando a su hermano a aceptar. El pelaje de su hermano se erizo completamente, su cola recta y horizontal, advirtiéndole que más le valía cambiar de posición. Ella con calma se acercó a este, sus ojos jamás despegándose de los del lobo, y velozmente mordió el hocico de su hermano con fuerza. El chillido que fue emanado del lobo marcaba el final de la disputa. Las lamidas que de pronto ella recibía en su rostro cementaban la conclusión del argumento.
Aquello decidido, el movimiento de su estómago le recordaba el hambre que había estado sintiendo desde ya varias horas, posiblemente días. La noche anterior había sentido la necesidad de alimentarse, más sin embargo los eventos que transcurrieron hicieron que su cuerpo apagase aquella señal, enfocándose mejor en llenarle de adrenalina para poder sobrevivir. Tras haber acabado con muchas de las criaturas putrefactas y la eventual retirada por parte de ellas, había decidido que había tenido demasiado del mundo de los humanos por una noche. Hubo algunos que le agradecieron directamente, pues su decisión de combatir a las bestias pungentes les había salvado la vida. Sin embargo, hubo también aquellos que asociaron su llegada con las de las criaturas muertas vivientes y comenzaban a culparla por los hechos transcurridos.
Al final no le importaba ninguna de las dos facciones, y había decidido ir por su hermano y salir del lugar. No habían avanzado mucho fuera de allí, y se habían simplemente adentrado al bosque rodeando el asentamiento humano. Oliendo la atmosfera una última vez para determinar que se encontraban a salvo, tanto ella como su hermano habían decidido descansar de tan atareada noche. Era una lástima que no había pensado en comida. Algo le decía que pudo aprovecharse de la gratitud de los aldeanos y recibir algo de alimento, al menos lo suficiente para no seguir pasando hambre aquel día. Pero el remordimiento no era algo común en un lobo, y por ende no era algo común en ella.
Olfateando la zona, el dulce olor de la sangre llego hasta su nariz. Su hermano también le había identificado, más se mantenía a la espera de sus indicaciones. Alguna otra criatura había matado a una presa no muy lejos de allí. Ellos podían intentar buscar su propia caza, pero el hambre era lo suficientemente fuerte para estar dispuesto a ir a robar lo que otro había conseguido. Comenzando a correr a la fuente de su olor, su hermano pronto comenzó a correr tras de ella, manteniéndose siempre detrás de sus pasos. No les tomo mucho tiempo llegar hasta el lugar. Sin embargo, no esperaba que se encontrarían con un reno de tal tamaño. Mucho menos con el bípedo de la noche anterior.
Los eventos del día anterior habían creado una duda en la dinámica entre los hermanos. Había sido algo que no habían discutido antes de partir, pero que había estado mostrándose sutilmente a través de su travesía por el mundo de los bípedos. Ninguno de los dos había querido admitirlo, y había sido fácil ignorarlo cuando la mayoría de las cosas habían sido hechas con una meta en común. Sin embargo, el ataque de las criaturas de Ultratumba había hecho que tuviesen que dejar las cosas en claro finalmente. Ella se había lanzado a combatir las criaturas, mientras que su hermano se había mantenido en los techos, paralizado por el miedo mientras seguía buscando sin fortuna alguna una forma de huir de aquella gran amenaza. Aquello era algo que ninguno de los dos podía ignorar.
Sabiendo que lo mejor era encargarse de aquello lo antes posible, se levantó tranquila mas no con lentitud, extendiéndose completamente y enderezando la columna lo más posible para hacerse ver lo más alta posible. Aquello genero una reacción inmediata en su hermano, el cual se levantó de pronto, haciéndose hacia atrás, y mostrando los colmillos en protesta, gruñendo ante las “palabras” de su hermana. No parecía estar dispuesto a aceptar aquello. Ella simplemente se mantuvo observándolo, mostrando su altura y manteniéndose con la cabeza completamente en alto, no dando espacio a duda de lo que estaba obligando a su hermano a aceptar. El pelaje de su hermano se erizo completamente, su cola recta y horizontal, advirtiéndole que más le valía cambiar de posición. Ella con calma se acercó a este, sus ojos jamás despegándose de los del lobo, y velozmente mordió el hocico de su hermano con fuerza. El chillido que fue emanado del lobo marcaba el final de la disputa. Las lamidas que de pronto ella recibía en su rostro cementaban la conclusión del argumento.
Aquello decidido, el movimiento de su estómago le recordaba el hambre que había estado sintiendo desde ya varias horas, posiblemente días. La noche anterior había sentido la necesidad de alimentarse, más sin embargo los eventos que transcurrieron hicieron que su cuerpo apagase aquella señal, enfocándose mejor en llenarle de adrenalina para poder sobrevivir. Tras haber acabado con muchas de las criaturas putrefactas y la eventual retirada por parte de ellas, había decidido que había tenido demasiado del mundo de los humanos por una noche. Hubo algunos que le agradecieron directamente, pues su decisión de combatir a las bestias pungentes les había salvado la vida. Sin embargo, hubo también aquellos que asociaron su llegada con las de las criaturas muertas vivientes y comenzaban a culparla por los hechos transcurridos.
Al final no le importaba ninguna de las dos facciones, y había decidido ir por su hermano y salir del lugar. No habían avanzado mucho fuera de allí, y se habían simplemente adentrado al bosque rodeando el asentamiento humano. Oliendo la atmosfera una última vez para determinar que se encontraban a salvo, tanto ella como su hermano habían decidido descansar de tan atareada noche. Era una lástima que no había pensado en comida. Algo le decía que pudo aprovecharse de la gratitud de los aldeanos y recibir algo de alimento, al menos lo suficiente para no seguir pasando hambre aquel día. Pero el remordimiento no era algo común en un lobo, y por ende no era algo común en ella.
Olfateando la zona, el dulce olor de la sangre llego hasta su nariz. Su hermano también le había identificado, más se mantenía a la espera de sus indicaciones. Alguna otra criatura había matado a una presa no muy lejos de allí. Ellos podían intentar buscar su propia caza, pero el hambre era lo suficientemente fuerte para estar dispuesto a ir a robar lo que otro había conseguido. Comenzando a correr a la fuente de su olor, su hermano pronto comenzó a correr tras de ella, manteniéndose siempre detrás de sus pasos. No les tomo mucho tiempo llegar hasta el lugar. Sin embargo, no esperaba que se encontrarían con un reno de tal tamaño. Mucho menos con el bípedo de la noche anterior.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 02/03/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
Una se abrió la puerta las venas en su nariz ennegrecieron, como ya era costumbre para su radar. Lo único fuera de lo normal era la identidad de la persona y eso se debía a una simple razón: era un elemento del pasado. Siete años para ser exactos, según decían sus registros. En cualquier caso, le daba lo mismo; bien podía estar allí de paso, por casualidad o…
Para hablarle. Dirigiéndose a él con un tono ridículamente natural e informal se sentó a su lado justo en el momento en que la camarera le llevaba los dos enormes platos que había pedido para cenar.
-Señor Satoshi, buenas noches.- Saludó W sin dirigirle la mirada, centrándose en la comida que tenía al frente. Se veía y olía espectacular – el filete rebosado, con delicadas franjas de carbonizado ligero y un muy muy abundante acompañamiento al lado, multiplicado por dos y humeando le recordó que estaba hambriento y la sola perspectiva de saciarse hizo que tomara los cubiertos y clavara el tenedor. Tras cortar parsimoniosamente un pedazo vio el color rosado en el centro del filete y como los jugos se deslizaban con suavidad. Arrancando a carne la llevó a su boca, aplastando desmenuzando con sus dientes prodigiosos. Estaba exquisita. -No arruina nada.- Respondió finalmente, delectando su cena.
-¿Qué tal esta su cena señor cazador?- Preguntó la mesera, levantando una de sus cejas y formulando una sonrisa.
-Deliciosa.- Respondió aquel. -Mis felicitaciones al chef.-
-Se lo diré.- Entonces se giró hacia el recién llegado, notando la cercanía con la que se había dirigido al primero. -¿Y este es un compañero de trabajo? Mucho gusto.-
-Es Satoshi, un viejo conocido que no he visto en años.- Respondió W con naturalidad y ciertamente, un deje de contradicción ya que, curiosamente, no había apartado la mirada de sus ojos azules de la carne frente a él. -Siete años, para ser precisos.-
-¿De verdad? Interesante.-
El presente
/Callejón/
/Callejón/
Afortunadamente no tuvo que responder nada – una interrupción lo había salvado de aquel pequeño percance en la forma de una voz que ya habían escuchado antes. Era uno de aquellos caraculos que Eri había desestimado de manera vehemente, de nuevo en los ánimos de minarles la paciencia. O al menos, solo la paciencia de la chica, quien se bajó de inmediato y lo confrontó.
-Quien merodea eres tú. Quien anda solo eres tú. ¿Y qué es eso de novia? ¿Quién te crees que eres? ¿Ah?-
Bajándose y dejando que sus pechos de hombre se bambolearan metió las manos en los bolsillos, observando la situación.
-Si nadie está seguro es por tener a caraculos como tú rondando las calles. La verdad ¿sabes algo siquiera de lo que sucede aquí? Ni eres alguien del pueblo.- Su mirada era fiera y fija, casi como un taladro que intentaba penetrar el cráneo del flacucho. Y era esa cualidad intempestiva la que había provocado en Watto una nueva reacción – su entrepierna volvía a erguirse apreciativa; vaya que había sido una buena idea llevar unos pantalones como aquellos que junto a su barriga lo disimulaba con creces. O al menos eso habría pensado cualquier otro chico mas pudoroso.
/Cabaña/
El trabajo estaba prácticamente concluido. Los pedazos mas grandes ya embalados, todo dividido como debían de estar y con Watto en el pueblo lo único restante era enviar el cargamento. La carcasa de huesos por otro lado debía de ser limpiada – podía refinar sus partes para herramientas y armas extras; tales recursos nunca estaban de más.
Entonces oyó a alguien acercándose y tras el vio la aparición de uno de los tantos niños que había visto en la calle la noche anterior. La única con un cachorro de compañía, de hecho.
-Ni siquiera lo pienses.- Le dijo de inmediato, clavando sus ojos en los de ella y manteniéndolos fijos, sin parpadear. Típica táctica de dominación. -Acerca una mano y te la arrancaré.- Añadió dando un paso al frente con total claridad e intención.
Siempre era la misma historia con los moradores del bosque.
W Kaguya- Clan Kaguya
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Fecha de inscripción : 05/01/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Una vez sentado corroboró que llegó justo antes de que W comenzara a consumir su cena. Aunque esto no le importó mucho, escuchó lo que el hombre le dijo a la mesera, respecto a la buena pinta que tenía la comida servida. Ciertamente esto último no se podía negar, a quien no le gustaba que le sirvieran buena comida en la mesa. Siete años pasaron desde la última vez que cruzaron palabras y prácticamente no existían esperanzas de que sus caminos se cruzaran de nuevo, irónico es que, aquello que los reunió en el pasado, ahora los reunía en el futuro.
Con un movimiento de cabeza, respondió al saludo de la mesera. Pero no hubo necesidad de presentarse, debido a la oportuna intervención de W. Quien le dio los pormenores de quien se trataba. No demasiada información, pero si la suficiente para una charla casual.
– Disculpe ¿Puede servirme lo mismo que esta cenando? Aunque en una porción más moderada– solicitó de manera cordial a la mesera, asentando el hecho que era demasiada comida la servida para un único comensal.
– ¿Ha pasado mucho tiempo no lo crees?– Pauso sus palabras, recordando todo lo ocurrido en aquellos años.
–¿Haz mantenido comunicación con alguno de nosotros? Me causa cierta curiosidad saberlo– inquirió para saber qué tanta información tenía el cazador en sus manos. Probablemente le diría que no sabía absolutamente nada, sea por desconocimiento o simplemente guardarse esa información.
O tal vez por el contrario, él hubiera mantenido relación con algunos, con lo cual las cosas fueran un poco más “amenas”.
–Aunque no es solo una reunión de nostalgia. Creo que los dos sabemos cuál es la razón por la que nuestros caminos se volvieron a cruzar– su voz se volvió en un tonó algo más serio, dando a entender que no era una cuestión de mera suerte, que los dos estuvieran ahí reunidos.
……………………………………………………………………
Realmente toda esa escena se le hizo hilarante. El chico gordo se quedó en la retaguardia, teniendo una actitud pasiva y la chica no dudó en salir a la defensiva, centrándose en intentar poner en su lugar a Satoshi. Y clavándole su mirada fijamente, en actitud algo retadora.
–Realmente no puedo tomar en serio todo lo que dices– soltó una risa por todo lo que le dijo la chica. No se esperaba una reacción de ella y no tenía mucho que agregar más que tomarlo como un buen chiste. –Hey tú, no te quedes en la parte de atrás callado, es la segunda vez que veo que tu novia es la que toma la iniciativa y tú no dices ni media palabra– dirigiéndose al crio y pasando de largo la rabieta de la chica.
–Y no. No tengo ni la más mínima idea de qué demonios pasa en este lugar. No soy de aquí, no me importan sus problemas, pero no puedo solo voltear para otro lado, fingiendo demencia y hacer como si nada pasara– recordó las conversaciones que venía escuchando desde la mañana, en todas falseando y minimizando el asunto. Probablemente ese par saldrían con los mismos cuentos de antes.
–Solo les diere una cosa, decir que fueron borrachos solo servirá por un tiempo, tarde o temprano la bomba les explotara en la cara y créeme, no quiero estar aquí cuando eso pase– eso se limitaría hacer. Tomar sus cosas y largarse de ese pueblo. Dejándoles sus problemas que los resolvieran ellos.
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
- Ryo : 2001
Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 09/01/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Las palabras de aquel hombre la habían helado al instante. Tanto ella como su hermano se habían acercado con completa cautela, siendo cuidadosos de no hacer ruido alguno. Aun así, este les había logrado escuchar y ahora les advertía que el acercarse probablemente traería consecuencias violentas. Tal amenaza era reforzada por la forma en que ahora se levantaba, utilizando su altura y tamaño para imponerse sobre ella y su hermano, mostrándose ser la criatura más poderosa de los tres. Sus ojos se habían clavado en los de ella, y aquello era una exigencia clara: Reconóceme como superior.
Tan claro desafío era algo que ella no podía dejar pasar. Su cuerpo inmediatamente se tensó, y le hizo tomar una posición agresiva. Sus ojos se quedaron clavados en los de aquella imponente figura, y su boca se abrió en un gruñido. Intentaba mostrar que no le tenía miedo alguno, que estaba dispuesta a luchar por un pedazo de alimento para ella y para su hermano.
La verdad era, por supuesto, muy distinta a aquello que se había mostrado. Lo escondía muy bien, mas sin embargo había sutiles señales de ello: Sentía un tremendo pavor frente al cazador. Su gruñido no era tan profundo como debía de ser, y su posición no estaba firmemente sobre la tierra, al grado de que sus piernas temblaban levemente, algo que para cualquier humano no experimentado seria completamente invisible. Pero algo le decía que ese sujeto frente a ella lo podía observar. Estaba segura de ello.
El hombre no se había movido ni un milímetro. Sus ojos seguían clavados en los de ella, pidiendo aun lo mismo: reconocimiento como un ser superior a ellos. No parecía interesado en la forma en que ella estaba prometiendo violencia para conseguir comida. De hecho, ni siquiera parecía interesado en lo que fuese ocurrir. Simplemente se mantenía mirándole, mostrando total confianza en que no tenía nada de qué preocuparse. Lo peor era que ella sabía que tenía completa razón en hacerlo. Aun si ella no sintiese temor alguno ante el prospecto de tener que atacarlo, aunque tuviese la certeza de poder vencerle, era muy obvio quien tenía la ventaja en el encuentro. Estaba segura que podría hacer realidad la advertencia de arrancar su mano.
No tenía otra opción. No iba a llegar a nada quedándose allí y enfrentándolo. Haciéndose hacia atrás una vez más, de pronto se lanzó de vuelta hacia el bosque. Su hermano entendió el mensaje y se lanzó tras de ella. Habían sido forzados a huir, más el quedarse hubiese significado una muerte muy segura. Habría otro lugar para conseguir algo de alimento.
Finalmente, no tuvo otra opción más que el volver de regreso a la aldea donde había transcurrido la masacre la noche anterior. Quien sabia, tal vez se encontraría alguna de esas personas que habían estado agradecidos con ella y le darían algo de alimento. De no ser así, aun tenia las pieles que había ido recolectando, y las cuales podía intercambiar por más que suficiente alimento para ella y para su hermano. Si se encontraba más bien con una muchedumbre hostil que realmente creía que ella era la culpable del ataque, pues entonces vería que tan desesperada por alimento realmente se encontraba. Tal vez buscaría entre sus provisiones aquello que le proveyese el sustento que requería. Tal vez elegiría entre los más débiles del asentamiento para alimentarse ella y su hermano. No había porque acelerarse aun en su decisión.
Cabalgando encima de su hermano, recorrió las calles de aquel pueblo de apariencia casi desolada. La verdad era que no parecía el mismo pueblo que justo ayer había estado lleno de vida, aunque fuese en un ritual tan intrusivo en los sentidos como aquel festival. No era sorpresa que todos los humanos quisiesen permanecer en sus madrigueras debido a lo ocurrido la noche anterior. El miedo les empujaba a esconderse lo más posible. Era algo de sorpresa que hubiera algunos afuera continuando con su vida como si no hubiese pasado nada.
Las voces emitidas en un callejón de pronto llamaron su atención, haciéndole dirigirse a su fuente. Les preguntaría donde podría conseguir alimento, más cuando llego noto que se trataban no más ni nada menos que de aquellas personas que más impresión habían tenido en ella. El sujeto que había sido perseguido por el ente escondido en sombras, y el hijo del ser al que se había enfrentado hace poco y su posible pareja. Vaya cosas.
Tan claro desafío era algo que ella no podía dejar pasar. Su cuerpo inmediatamente se tensó, y le hizo tomar una posición agresiva. Sus ojos se quedaron clavados en los de aquella imponente figura, y su boca se abrió en un gruñido. Intentaba mostrar que no le tenía miedo alguno, que estaba dispuesta a luchar por un pedazo de alimento para ella y para su hermano.
La verdad era, por supuesto, muy distinta a aquello que se había mostrado. Lo escondía muy bien, mas sin embargo había sutiles señales de ello: Sentía un tremendo pavor frente al cazador. Su gruñido no era tan profundo como debía de ser, y su posición no estaba firmemente sobre la tierra, al grado de que sus piernas temblaban levemente, algo que para cualquier humano no experimentado seria completamente invisible. Pero algo le decía que ese sujeto frente a ella lo podía observar. Estaba segura de ello.
El hombre no se había movido ni un milímetro. Sus ojos seguían clavados en los de ella, pidiendo aun lo mismo: reconocimiento como un ser superior a ellos. No parecía interesado en la forma en que ella estaba prometiendo violencia para conseguir comida. De hecho, ni siquiera parecía interesado en lo que fuese ocurrir. Simplemente se mantenía mirándole, mostrando total confianza en que no tenía nada de qué preocuparse. Lo peor era que ella sabía que tenía completa razón en hacerlo. Aun si ella no sintiese temor alguno ante el prospecto de tener que atacarlo, aunque tuviese la certeza de poder vencerle, era muy obvio quien tenía la ventaja en el encuentro. Estaba segura que podría hacer realidad la advertencia de arrancar su mano.
No tenía otra opción. No iba a llegar a nada quedándose allí y enfrentándolo. Haciéndose hacia atrás una vez más, de pronto se lanzó de vuelta hacia el bosque. Su hermano entendió el mensaje y se lanzó tras de ella. Habían sido forzados a huir, más el quedarse hubiese significado una muerte muy segura. Habría otro lugar para conseguir algo de alimento.
Finalmente, no tuvo otra opción más que el volver de regreso a la aldea donde había transcurrido la masacre la noche anterior. Quien sabia, tal vez se encontraría alguna de esas personas que habían estado agradecidos con ella y le darían algo de alimento. De no ser así, aun tenia las pieles que había ido recolectando, y las cuales podía intercambiar por más que suficiente alimento para ella y para su hermano. Si se encontraba más bien con una muchedumbre hostil que realmente creía que ella era la culpable del ataque, pues entonces vería que tan desesperada por alimento realmente se encontraba. Tal vez buscaría entre sus provisiones aquello que le proveyese el sustento que requería. Tal vez elegiría entre los más débiles del asentamiento para alimentarse ella y su hermano. No había porque acelerarse aun en su decisión.
Cabalgando encima de su hermano, recorrió las calles de aquel pueblo de apariencia casi desolada. La verdad era que no parecía el mismo pueblo que justo ayer había estado lleno de vida, aunque fuese en un ritual tan intrusivo en los sentidos como aquel festival. No era sorpresa que todos los humanos quisiesen permanecer en sus madrigueras debido a lo ocurrido la noche anterior. El miedo les empujaba a esconderse lo más posible. Era algo de sorpresa que hubiera algunos afuera continuando con su vida como si no hubiese pasado nada.
Las voces emitidas en un callejón de pronto llamaron su atención, haciéndole dirigirse a su fuente. Les preguntaría donde podría conseguir alimento, más cuando llego noto que se trataban no más ni nada menos que de aquellas personas que más impresión habían tenido en ella. El sujeto que había sido perseguido por el ente escondido en sombras, y el hijo del ser al que se había enfrentado hace poco y su posible pareja. Vaya cosas.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
-Seguro, deme un momento.- Dijo la mesera con un rostro interesado, de nuevo dirigiéndose hacia la ventanilla para avisar sobre la nueva y moderada orden de comida.
-No.- Respondió a su vez W cuando oyó lo dicho por el arquero. No le importaba si le parecía mucho o poco tiempo – en realidad le disgustaba tener que hacer charla casual, le disgustaba tener que compartir su espacio con alguien más. No por nada agradecía que su horario estuviera invertido respecto a la mayoría de las personas; solo con eso debía lidiar con menos personas, menos causas de irritación. -No.- Agregó. No tenia ni la mínima idea de que había pasado con los demás, esa ocasión era la primera prueba que tenia e que alguno seguía vivo de hecho. -No.- Respondió una tercera vez, continuando con su comida.
Si esperaba alguna otra respuesta, le iba a ir mal. No era adivino, no tenia amigos por correspondencia ni mucho menos le importaba seguir aquella conversación mas de la cuenta. Y por responder… pues, su papá lo había educado para ser cortés y eso implicaba como mínimo responder preguntas dirigidas a su persona, monosílabos o no.
-Aquí esta su comida señor Satoshi.- Dijo la camarera al volver, poniendo un plato frente al arquero. -¿Van a compartir la cuenta?- Preguntó ella de repente, a lo cual W negó con la cabeza.
-No.- Frente a él, la comida estaba a punto de acabarse.
-Es bueno saberlo.- Rio ella. -Bien ¿qué los unió aquí?-
Si no fuera por circunstancias especiales, de seguro que ni le habría dado más de una sola mirada a la camarera. Tomando un muy largo trago del jugo que estaba ya por acabarse, no veía el momento de salir de allí de una buena vez.
El presente
/Cabaña/
/Cabaña/
Como ya se imaginaba, la chiquilla se había rendido. Viéndose superada se retiró junto a su cachorro, ahorrándole la necesidad de neutralizarla.
Habría sido bastante fácil el moverse hasta su espalda, tomarla por la cintura y partirle la espina para luego lanzarla a un árbol donde terminaría aun mas destrozada. El cuello del lobo de seguro se habría roto como una ramita con el movimiento adecuado.
Afortunadamente tenia el suficiente autocontrol como para no hacerlo. Y afortunadamente, esa chica no se había encontrado a uno de sus antecesores – esos si que no se habrían contenido a ponerla en su lugar.
/Callejón/
La manera de hablar de ese flacucho le caía mal. Su tono era indiscutiblemente altivo y por demás, poco educado – y si algo le había enseñado su papá era que la educación era importante.
-…- En cuestión de un instante atravesó el poco espacio que había entre los dos, agarrando al flacucho por el cuello para así hacer rebotar su cráneo contra la pared. Tras el golpe seco lo hizo encarar a Eri y postrarse en sus rodillas, atrapándolo en un agarre firme de cuello.
-Watto ¿qué estás haciendo?- Preguntó ella ligeramente alarmada.
-Sabe algo.- Respondió él con tono factual. -Y fue maleducado contigo.- Añadió como si nada. -Y…--- En ese momento aumentó la presión sobre el cuello del arquero, comenzando a asfixiarlo con solo el volumen de sus brazos mientras lo hacia girar no tan suavemente a la derecha, de manera deliberadamente lenta. ---ahora te disculparás con Eri y nos dirás todo lo que sabes de lo que pasó anoche. Sino, te asfixias o te parto el cuello, lo que pase primero.- Explicó con normalidad. -Golpea dos veces seguidas el suelo si entiendes tu situación.-
Apenas dijo eso último sintió las venas de su nariz hormiguear – al otro lado de la calle estaba una chica con un enorme perro. Y no por eso había dejado de rotar o apretar la garganta del flacucho.
W Kaguya- Clan Kaguya
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Una triple negación salió de la voz de su interlocutor, sin dejar mucho espacio para mantener una plática constante. Es más W ni si quiera dirigió la vista a Satoshi, solo se limitó a dar respuestas cortas, sin apartar su mirada de su plato y continuó degustando su cena. –Muchas gracias– exclamó el arquero al ver que la mesera le había servido su orden de comida. La carne tenía un buen aspecto y al probarla corroboro que el sabor era mucho mejor. –Con razón no apartas los ojos de tu comida– murmuró después del primer bocado.
–Aunque diga que no, tráigame la cuenta de ambos pedidos, me encargare de liquidar los gastos– dijo a la mesera, contrariando a la negativa de W, sin reparar mucho en ello.
–No podría llamarlo negocios, digamos que son unos asuntos pendientes, que me gustara que tratáramos los dos. Aunque él no lo esperaba, todo nació de una iniciativa propia– hizo una pausa a la conversación mientras prosiguió con su cena. No quiso que un platillo con tan buen sabor se enfriara, por lo menos respetaría el esfuerzo del cocinero, que se había empeñado en hacer un excelente trabajo.
–Te diré algo interesante... En este mundo hay diferentes ciclos, los cuales dependiendo de las circunstancias pueden ser variables o constantes. Y no todos se rigen por la misma regla. Pudiendo verse afectados por cambios externos a su sistema– Satoshi comenzó a hablar de forma desahogada, sin repararen que sus interlocutores pudieran o no seguir el ritmo de lo que decía. –Pudiendo ser estos cambios externos físicos o químicos, naturales o antropomorfos, lo importante aquí es la capacidad de estos factores de romper el ciclo– probablemente en este punto ninguno de los presentes entendería todas sus ideas expresadas, tomándolo como disparates. –Así una inundación después de una larga sequía, una tormenta eléctrica o la modernización de una villa lejana, alteraría los ciclos naturales de forma diferentes– cortó otro pedazo de carne y se la llevo a la boca, seguido de un gran sorbo al vaso que acompaña al plato.
–En definitiva lo importante de todo esto es esos cambios, pudiendo no se… el estado del tiempo, el ecosistema, los cambios en las rutas migratorias o en la invernacion de los animales– termino otro bocado y prosiguió. –Ahí se ubica el problema que me interesa, este año hubo cierto cambio y en un pueblo que conocemos, de nuevo observaron grandes aves de rapiña surcando su cielo. Y es por eso que vine hasta aquí. Si necesitas arreglar un zapato uno debe de ir con un zapatero, si necesitas remendar una prenda lo mejor es ir con un costurero y para darle caza a algo que mejor que buscar un buen cazador– finalizó de hablar para esperar alguna respuesta. Había cosas que era mejor no nombrarlas enfrente de quien no necesitan escucharlo, por eso omitió abordar directamente el tema en ese lugar.
……………………………………
No supo como pero en un segundo aquel gordo callado y que le dio la impresión de ser retraído, le aplicó una llave al cuello y lo tenía de rodillas. Tenía enfrente a la chica que identifico como la novia del gordo y al tipo a sus espaldas sujetándolo del cuello, restringiendo el aire que llegaba a sus pulmones y amenazándolo de que si no soltaba la sopa, terminaría rompiendo su cuello. –¿Golpear dos veces el suelo? Acaso pretendes que vas a amaestrarme a palos como si un vil perro me tratara?– pensó para su adentros, debido a que no podía hablar, la llave alrededor de su garganta, estaba ejecutada magistralmente, impidiéndole articular media palabra.
Era difícil liberarse sin ayuda de ese aprisionamiento, estaba en desventaja a todas luces. Por lo que la situación final se resumía en dos alternativas. O obedecía a su captor o se arriesgaba a desmayarse por la asfixia o terminar con el cuello roto. Clavo sus ojos en la mirada de la chica, indicándole cuál era su resolución, si el tipo pretendía hacerlo cantar de esa forma, se podía ir al diablo. Así que si pretendía jugar al malo, que lo hiciera hasta las últimas consecuencias.
–Vamos termina de estrangularme, rómpeme el cuello, qué más da. Veamos si tienes pelotas o solo quieres lucirte frente a tu novia– contrario a lo que muchos harían, no aplico fuerza con su brazo para impedir el estrangulamiento, deslizo su diestra hasta tocar el suelo, pudiendo tomar una roca con su mano, la cual no era lo suficientemente grande como para usarla para liberarse, si no que en su mente quería llevar al límite al chico gordo. Un movimiento rápido y aquel proyectil improvisado salió disparado a toda velocidad en contra del rostro de la chica que estaba enfrente.
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
Apenas el otro dijo que pagaría todo, la camarera miró a W quien negó suavemente con la cabeza. Simplemente el dejar que le costearan aquello no estaba en discusión – no iba a venir un cartón del pasado a desordenarle las cosas. Y si algo apreciaba el cazador, era el orden en sus asuntos.
Fue allí que el arquero empezó con una aburrida diatriba que escuchó con aburrimiento, pero peculiar e inusitada atención. Después de dar vueltas en un asunto que no tenia nada que ver con lo demás, llegó al meollo del asunto: el resurgimiento del Daitengu. Aparentemente, siete años no habían sido suficientes como para que dejara de necesitar la asistencia de otras personas, lo que hablaba de incapacidad o incluso, debilidad.
La verdad, no le importaba. Y no creía que fuera del todo cierto. Y si era cierto… pues le importaba incluso menos.
-…- Terminando su comida W entrelazó los dedos de ambas manos, observando a la camarera. -Gracias por el servicio, ahora me marcho a trabajar.- Dijo con un asentimiento de cabeza. -Y si quiere contratarme señor Satoshi, no haga la entrevista durante la cena. Es de mala educación.- Añadió con tono desinteresado. -Si sigue interesado en eso, puede acompañarme.- Ajustándose la chaqueta de manga larga miro a su primera interlocutora. -Buenas noches.-
-Buenas noches señor cazador, nos vemos cuando regrese.-
-…- Asintiendo una sola vez salió de allí, camino a la puerta y esperando que el otro no lo siguiera.
Para su fastidio, le pisó los talones tal como el Daitengu lo había hecho con Satoshi años atrás.
Y a W no le gustaba sentir el cosquilleo del fastidio en su nuca.
Deteniéndose en los linderos del bosque oyó a su espalda la molesta voz de Satoshi el arquero, quien al parecer seguía empeñado en dar uno de sus discursos prolongados. Era molesto y por sobre todo, distractor. En esas condiciones era poco probable que pudiera trabajar a gusto, algo que para alguien que se enorgullecía de su labor era detestable. Eran dos cosas que no añadían nada a su humor… eran dos cosas que no iba a dejar seguir desordenando su noche.
-Uh.- Abriendo la única aletilla de la nariz que tenia intacta, las venas alrededor de los cartílagos se oscurecieron. En cuestión de un instante se volteó y con un solo movimiento rompió el cuello de Satoshi, cuyo cuerpo cayó inerte tras un matorral. -Ya, distracción fuera. Perímetro asegurado.-
El presente
/Callejones/
/Callejones/
El flacucho era terco, demasiado terco. En lugar de rendirse y tocar el suelo dos veces como le había dicho Watto, se empeñaba en permanecer ahí a riesgo de ser asfixiado. Incluso había tomado una roca, roca que el de pecho y estómago bulboso esperó intentara usar para golpearlo.
En su lugar la lanzó contra Eri.
Eso selló su destino.
-…- Completando el movimiento Watto tijereteó sus brazos, partiendo el cuello del flacucho; el “snap” fue contundente y de manera curiosa, cronometrado con el golpe seco de la roca chocando con la frente de Eri. Cayendo a sus pies, Watto le dio una patada al cuerpo, mandándolo a rodar un metro calle abajo. -¿Estás bien?- Le preguntó a la chica, quien se masajeo la sien.
-S-solo un poco dolorida. ¿Y él?-
-Inconsciente.- Dijo Watto de manera indolente. Para lo que sabia y le importaba, bien muerto estaba. -Oye, este dijo que habían monstruos ayer ¿verdad?- Levantando la cabeza olisqueo, con las venas de su nariz tiñéndose de negro.
-Si. No fue la única persona que dijo eso.-
-Pues… hay algo raro en…---sus aletilla se movieron. ---el aire. Oye tú.- Dijo de pronto mirando a la recién llegada. -¿Viste “monstruos” ayer en la noche?- Le preguntó con normalidad pasmosa. Y la respuesta debía ser si o si afirmativa – esa famélica apestaba tanto como las calles y los montones de arena que rodeaban la plaza. Algo debía de haber tenido que ver con todo lo que pasaba por allí.
W Kaguya- Clan Kaguya
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
THE FUTURE!
- No se como tomar tal comentario –
El bosque siempre había sido su dominio. Desde antes de que tuviese memoria había aprendido a leerlo, a escucharlo, a dejar que se comunicase con ella. Habia crecido aprendiendo a escuchar el bosque de la misma manera que los lobos lo hacían. Ahora sabia que no era un lobo, pero ese conocimiento no había cortado su conexión con el bosque. Ahora había aprendido a ser también ardilla, búho, ratón, águila, oso, serpiente. Por un tiempo se mantuvo aprendiendo a ser humano, y aunque aun recordara como hacerlo, por lo general preferia mantenerse lejos de los otros como los de su especie. No, su lugar estaba en el bosque, con su manada.
Sin hacer movimientos muy bruscos, pues no quería comenzar un combate con aquel grandísimo ser, salio de su escondite, caminando lentamente, mas sin mucha cautela, hasta el lugar donde se encontraba yaciendo aquella persona que la había arrastrado hacia otro fantasma de su pasado. Su cabello se había vuelto mucho mas salvaje, y sus ojos aun conservaban un brillo salvaje en ellos. La ropa que traía era escasa, y sutiles señales mostraban que era algo que se encontraba incomodándole, como si fuese algo que se viese forzada a hacer tras varias eras atrás. Alrededor de su cintura se podía apreciar la piel de un lobo brillando bajo la luz que se colaba entre los arboles en un gris pesado. Ella admitiría que aquella habilidad de despellejar otras bestias era una de las cosas que había descubierto de valor de su tiempo medio de la civilización humana.
- Debo de asumir que no te habias dado cuenta de mi presencia? O es que acaso no cuento como amenaza? –
-----------------------------------------------------
La escena se había tornado rápidamente violenta. Apenas y había volteado hacia aquellas personas que de pronto el hijo del espécimen poderoso se había levantado y de pronto había tomado al otro macho del cuello, empujándolo fuertemente hacia el suelo. Tal parecía que ella estaba presenciando el ritual de apareamiento humano, donde dos machos competían por la misma hembra, usando aquello que llamaban brazos para combatir uno contra otro. La verdad no parecía realmente muy diferente al ritual entre los lobos, aunque aun no sabia si una vez que el macho perdedor era vencido lograrían volver a ser amigos. Tal vez eran mas como los renos y los ciervos, y aquello no terminaba hasta la muerte de uno de los contrincantes. La hembra por su parte no parecía saber como actuar, algo sorprendida tal vez por la lucha entre los dos machos. Ya había mostrado su favor al hijo del ente lleno de fuerza, y con la demostración de este en poder fácilmente dominar al otro no tardaría en soltar sus feromonas.
Interesantemente, el macho inferior había decidido lastimar a la hembra al lanzar una roca contra ella. Aquello parecía ser algo exclusivo del ritual humano, pues parecía que había decidido que si no la tendría el, entonces nadie mas la tendría. No era la forma mas eficaz de hacer aquello, puesto que al momento en que la roca golpeo el rostro de la hembra esta solamente se vio desorientada por unos momentos, mientras que el fuerte crujir proveniente de la mano del macho ganador le indicaba que acababa de terminar la vida de su contrincante. Momentos después el cuerpo inerte yaciendo sobre el suelo confirmo aquello.
Mientras tanto su percepción cambiaba. La noche anterior cuando había observado al macho ganador le había tomado como una pareja indigna, un ser que realmente debería de tener una gran dificultad en encontrar con quien aparearse. Su figura no mostraba realmente fuerza alguna, y sus enfermedades eran una forma segura de ahuyentar a las hembras a su alrededor. No había forma alguna de que en verdad ese ser y al cual había hecho frente en el bosque estuviese relacionados. Sin embargo, viendo la facilidad con la cual defendía a su pareja y lo sencillo que le había sido partir en dos el cuello de su adversario, le convencían de que en verdad era el hijo de la fuerza poderosa que le hacia estremecer.
Sin emoción alguna contemplo el cadáver frente a ella. Aun se encontraba caliente, puesto que no había pasado ni siquiera minutos desde que el macho inferior había fallecido. El ardor en su estomago se intensificaba, y el movimiento gástrico acompañado de un fuerte rugido le recordaban que se encontraba aun con hambre y que todavía no había sido capaz de conseguir alimento alguno. El problema era que aquellos dos sujetos frente a ellos probablemente se quedarían completamente aterrorizados de verla tomar la gran ofertar de carne y comenzar a embutirle bajo su garganta. No, aquello era un tabu en medio de los humanos. Su estomago volvió a quejarse. Al menos, podía arreglar un problema. No era la única con hambre. Bajandose de sobre su hermano le mando por su cuenta hacia el cadáver y le observo comenzar a mordisquear la parte posterior de este: A su hermano siempre le encantaba comenzar con la fibra suave.
- Si…criaturas no vivas…cabeza de murciélago…muy fuertes -
La verdad no sabia que significaba la palabra monstruo. Sin embargo, había entendido todo el resto de la pregunta por lo cual llegaba a la conclusión de que el macho redondo debía de referirse a las criaturas de ultratumba que habían aparecido la noche anterior. Haciendo su mayor esfuerzo, hablo de forma pausada, intentando recordar que palabra era la adecuada a usar de vez en cuaqndo y comenzando a nacer pantomimas para que mejor le entendieran.
Cuando termino, observo como el lobo de pronto se levantaba y comenzaba a regresar. Parecia tenso, alejándose cadas vez mas del cadáver. Curiosa, volteo hacia el lugar, y se preguntaba que clase de horror había causado que su lobo comenzase a alejarse, cuando observo el movimiento de su brazo…
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
Girando la cabeza a un lado fijó sus ojos azules nacarados en la figura que después de hacer guardia en el perímetro boscoso se había detenido para interactuar – algo que era poco usual en ella. La razón era simple: esa chica era mas animal que persona y esperar moralidad de calibre persona a persona resultaba ridículo. Pero, ahí estaba, reclamando por la aparente falta de consideración.
Manteniendo sus ojos fijos en ella, sin parpadear y sin cambiar la expresión, el más alto de los dos simplemente respondió: -Ninguno de los dos es una amenaza señorita Ashi Inuzuka.- Respondió W con su voz profunda y tono neutro usuales. -Solo distracciones para alguien que se dispone a trabajar.-
No mentía. En ese punto, lo persiguiera o no un daitengu, Satoshi existía tan solo para fastidiarle el orden al que estaba acostumbrado. Seguramente también había hecho lo propio con su ahora interlocutora.
-Si el señor Satoshi quiere contratarme, que lo haga si se para.- Comentó, finalmente rompiendo el contacto visual con la mujer una vez el lenguaje no verbal de ambos dejó en claro que no había intenciones de agresión mutua. -Yo tengo trabajo que hacer.- Concluyó, empezando a adentrarse más en la oscuridad boscosa.
La cosa por la que lo habían contratado estaba todavía lejos.
El presente
/Callejones/
/Callejones/
Si en algo era bueno Watto, era en ordenar las cosas. Y en ese caso particular todo encajó fácilmente como piezas de un rompecabezas ya resuelto.
Primero estaba el asunto de los “monstruos” – a los que ya podía rastrear pues frente a él se encontraba el primer paso de un rastro que seguir. Segundo estaba esa pista en forma de la chica animaloide, que si incitaba podría servirle como carnada una vez llegara al nido de las avispas. Tercero: podía deshacerse de Eri sin ponerla en peligro. Todos eran preceptos enseñados por su padre, preceptos que por fin pondría en práctica.
-Bien, iré a matar a esos monstruos.- Dijo Watto metiendo las manos en los bolsillos, dejando los pulgares fuera.
-¿Qué? ¿De que hablas Watto?- Preguntó Eri. Su rostro reflejaba la típica mirada de alguien preocupado por otro que estaba fuera de sus cabales.
-Hijo de un cazador.- Aseveró él. En su tono no había pretensión, mentira o seguridad falsa – estaba siendo sincero. -Se lo que hago.-
-Pero si, pero si de verdad hay monstruos esos mataron a un montón de gente. ¡No puedes estar hablando en serio!-
-Él sobrevivió.- Respondió él, señalando al finado con la cabeza. -Si le pude romper el cuello tan fácil puedo hacerlo. Y si no hay monstruos a esta hora significa que están descansando.- De nuevo, preceptos de cazador.
-Pero…hu. Está bien. Voy contigo.-
-No. Tu necesitas que te curen ese golpe. Y no sabes pelear, solo estorbarías. Yo me encargo de esto; esas cosas no volverán a salir.-
-…Watto…-
-Ve.- Dijo él, clavando en ella sus ojos azules. Asintiendo una vez Eri se volteó a medias para marcharse, instante en que se devolvió y le dio un piquete a Watto en la frente. Menos de diez segundos después había desaparecido al dar la vuelta en la esquina. -Oye tú.- Volteándose encaró a la tercera rueda, metiendo la mano en su chaqueta para sacar varias tiras de carne seca que siempre llevaba consigo. -Tienes hambre y yo tengo comida. Ya que viste a esas cosas ayer y sobreviviste, puede que necesite tu ayuda--- No la necesitaba, al menos no más de lo que podía servirle un escudo de carne flácida, pero una carnada siempre era útil. ---así que hagamos un trato. Vas conmigo y te doy esta carne. Tengo más en mi casa, así que puedo darte otra ración más cuando termine la tarde. ¿Tenemos un trato?- Preguntó.
Y de nuevo, otro precepto de cazador – en un trato debía mantener la vista fija en su contraparte. Sin parpadear, sus orbes azules taladraron a la flacucha, tal como su papá le había enseñado a hacerlo.
W Kaguya- Clan Kaguya
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
La explicacion era satisfactoria. No le gustaba ser subestimada, ni que alguien asumiese saber cuales serian sus acciones. Sin embargo, en esa ocasión lo dejaba pasar. Aunque admitiría que la idea de haber sido capaz de pasar desapercibida por aquel sujeto era algo que le hubiese elevado el ego. Aunque, al final no había realmente contestado su pregunta. Lo dejaría pasar, no era como si reconocer su habilidad era una meta que tuviese realmente en la vida, nunca había alcanzado aquel nivel de soberbia. No aun al menos. Estirandose lo mas posible, y demostrando la misma confianza que el sujeto demostraba hacia ella, se acerco al inerte cuerpo de aquel que había molestado su vida cotidiana de la misma forma que lo estaba haciendo con el otro presente.
- No se esta descomponiendo, asi que lo mas seguro es que lo volverá hacer. –
Su pie se encontró con algo de fuerza contra la yaciente figura del técnicamente inmortal, con la suficiente fuerza para que sintiese dolor al levantarse, pero no para que algunos de los huesos fuesen fracturados. Ella tampoco había estado muy alegre de ser alejada de su manada, sobre todo durante el periodo en que los cachorros apenas estaban saliendo de la guarida de verano. Era su trabajo el liderar la caza y sin ella allí, existía la posibilidad que el resto no supiese como encargarse de los pequenos. Pero había dejado a su sobrino a cargo. Tenia fe en que pudiese hacer lo necesario para fungir con sus papeles de manera adecuada. Probablemente tendría que luchar contra el cuando regresase, pero no llegaría a algo muy fuerte. Solo un par de mordidas para restablecer el orden debido.
- Si está buscando ciervos, hay un rebaño a poca distancia de aquí. Unos cuantos metros al noreste y de seguro encontrara señales de ellos. El líder es realmente gigantesco. No son difíciles de encontrar. –
Agachandose para encontrarse mas cerca del sujeto derrumbado, su rostro cambio a uno de molestia.
- Debes aprender a hablar menos bocon –
Aquel trato que le estaban ofreciendo era realmente sospechoso. A pesar de que ella había menospreciado al espécimen humano frente a ella la noche anterior, y le había subestimado grandemente, había podido apreciar su fuerza en vivo y su opinión había cambiado drásticamente. No había duda alguna de que aquella criatura era en verdad el cachorro del sujeto poderoso y que su fuerza aunque no a la par con el la del otro era algo sorprendente para poder partir el cuello del otro tipo tan fácilmente. No, el trato le olia mal, tanto figurativamente como literalmente. El olor del sujeto no le daba nada de confianza. Ademas, tener que regresar a la cabana, donde existía un sujeto que podría partirla en dos con facilidad…Eso era una forma rápida de perder la vida.
- No…Comida puedo conseguir…carne aquí…por todos lados… criaturas mueren fácil…pero no -
Tal vez debería tomar algo del alimento que su hermano estaba consumiendo. Despues de todo luego podría buscar mas comida. Su estomago rugia y aquel pedazo de carne en los brazos del casi cachorro humano era en verdad tentador, pero el sentido de alerta en la parte trasera de su cabeza le decía que tenia que tener cuidado de aquel humano en particular y que nunca debía de darle la espalda. Acercandose a su hermano, quien seguía aun masticando el pedazo de glúteo que había arrancado del cadáver, no pudo evitar notar que el olor de este no parecía estar desapareciendo, ni el calor de su cuerpo estaba disminuyendo con la velocidad que debía.
- No se esta descomponiendo, asi que lo mas seguro es que lo volverá hacer. –
Su pie se encontró con algo de fuerza contra la yaciente figura del técnicamente inmortal, con la suficiente fuerza para que sintiese dolor al levantarse, pero no para que algunos de los huesos fuesen fracturados. Ella tampoco había estado muy alegre de ser alejada de su manada, sobre todo durante el periodo en que los cachorros apenas estaban saliendo de la guarida de verano. Era su trabajo el liderar la caza y sin ella allí, existía la posibilidad que el resto no supiese como encargarse de los pequenos. Pero había dejado a su sobrino a cargo. Tenia fe en que pudiese hacer lo necesario para fungir con sus papeles de manera adecuada. Probablemente tendría que luchar contra el cuando regresase, pero no llegaría a algo muy fuerte. Solo un par de mordidas para restablecer el orden debido.
- Si está buscando ciervos, hay un rebaño a poca distancia de aquí. Unos cuantos metros al noreste y de seguro encontrara señales de ellos. El líder es realmente gigantesco. No son difíciles de encontrar. –
Agachandose para encontrarse mas cerca del sujeto derrumbado, su rostro cambio a uno de molestia.
- Debes aprender a hablar menos bocon –
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Aquel trato que le estaban ofreciendo era realmente sospechoso. A pesar de que ella había menospreciado al espécimen humano frente a ella la noche anterior, y le había subestimado grandemente, había podido apreciar su fuerza en vivo y su opinión había cambiado drásticamente. No había duda alguna de que aquella criatura era en verdad el cachorro del sujeto poderoso y que su fuerza aunque no a la par con el la del otro era algo sorprendente para poder partir el cuello del otro tipo tan fácilmente. No, el trato le olia mal, tanto figurativamente como literalmente. El olor del sujeto no le daba nada de confianza. Ademas, tener que regresar a la cabana, donde existía un sujeto que podría partirla en dos con facilidad…Eso era una forma rápida de perder la vida.
- No…Comida puedo conseguir…carne aquí…por todos lados… criaturas mueren fácil…pero no -
Tal vez debería tomar algo del alimento que su hermano estaba consumiendo. Despues de todo luego podría buscar mas comida. Su estomago rugia y aquel pedazo de carne en los brazos del casi cachorro humano era en verdad tentador, pero el sentido de alerta en la parte trasera de su cabeza le decía que tenia que tener cuidado de aquel humano en particular y que nunca debía de darle la espalda. Acercandose a su hermano, quien seguía aun masticando el pedazo de glúteo que había arrancado del cadáver, no pudo evitar notar que el olor de este no parecía estar desapareciendo, ni el calor de su cuerpo estaba disminuyendo con la velocidad que debía.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El presente
/Callejones/
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A cualquier otro le habría parecido gracioso el que rechazara la oferta después de semejante rugido estomacal. A cualquier otro le habría parecido ridícula la forma en que hablaba la chica. A Watto le dio lo mismo. Al fin y al cabo quien perdía su oportunidad era ella.
-Lo que le funcione.- Dijo el de estómago y pecho bulbosos. Guardando el paquete de carne de vuelta en su chaqueta sacó una tira que masticó con fuerza ruidosa. Estaba buena, tal como se esperaba.
Si no tenia al escudo de carne entonces debía de ser un poco mas cauteloso – cosa que no era difícil. Volteándose a medias miró uno de los montículos de arena que aún no habían sido limpiados, haciendo vibrar las aletillas de su nariz.
El rastro comenzaba allí en la plaza, pero no estaba fresco. Apuntando suavemente con el índice derecho trazó un arco sobre su cabeza, señalando con su uña crecida a la flacucha y su mascota – de donde venia la traza que rastrearía.
-…- Afilando la mirada de sus ojos azules sintió el hormigueo de las venas en su nariz tiñéndose. Alrededor de las manos de la inepta y por el hocico del perro estaba marcado el punto de salida, desde el cual un hilo etéreo lo llevaba a la plaza y de allí a otra calle aledaña. Apartando la mirada del trio se volteó y empezó a caminar, masticando mas pedazos de carne seca.
La calle por la que ahora iba discurría del centro del pueblo, adentrándose en la zona de edificios mas encajonados y estrechos, sin mencionar estancados y hundidos. Bajando unas cuantas escaleras se terminó la tercera tira e carne, moviendo la nariz cada vez que sentía un giro venir. Finalmente, el rastro desapareció tras una puerta de madera vieja que claro, estaba cerrada.
Eso le dio igual. Toqueteando el pomo con los nudillos le dio un manotón seguido de una patada, abriendo el acceso y dejando la puerta temblando en sus goznes. Del otro lado había una barra y mesas de restaurante, aunque el rastro solo tomaba en cuenta a la primera o mejor dicho, pasaba por encima de esta para llegar a una trampilla bien escondida.
Acercándose golpeó la manija una, dos y tres veces, haciéndole doler la mano. Sacudiéndose los dedos la metió en su bolsillo, pensando que hacer. Frunciendo levemente el entrecejo utilizó la mano opuesta para tomar el asa y halar.
Por supuesto, la solución mas simple había funcionado a la primera.
Rojo en rojo. Alerta – acceso a potencial zona de riesgo. Se dijo a si mismo, metiendo las manos en los bolsillos. Deteniéndose por unos cortos segundos sintió otro hormigueo en su nariz, sabiendo que necesitaría un poco más de su radar interno.
Y así sin más se metió y bajó por las estrechas escaleras, directo a la oscuridad.
W Kaguya- Clan Kaguya
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
No era la primera vez que sentía ese dolo atroz que calcinaba hasta los huesos y articulaciones que constituían su hombro. Un dolor indescriptible y agónico, que era más propio de alguien a punto de perecer y ser arrancado del mundo de los vivos hacia el abismo de los muertos. Uno minutos después de que su cuerpo yaciera tendido en el césped, comenzó a convulsionarse y hacer movimientos involuntarios, antes de que sus cuerdas vocales casi se rasgaran al vociferar un grito desmesurado. Estaba vivo pero sentía que su razón quedaba eclipsada por ese procedimiento, al estar su sistema nervioso al límite del umbral de dolor que un ser vivo puede soportar.
Casi tan pronto la recupero el conocimiento sintió el calor de su flujo sanguíneo recorriendo toda la piel exterior de su brazo. Algo a lo que nunca se acostumbraría y que por siete años estuvo cicatrizada hasta el punto que esa cosa despertó de nuevo y comenzó a darle caza por una segunda ocasión. Con lentitud comenzó a reincorporándose, aunque su cuerpo aun no le respondía por completo, debido a todo el procesó al que estaba siendo presionado. –Cállate mujer, lo que debo de hacer es recordar es que estoy trabajando con un grupo de idiotas– vocifero sin ningún miramiento. Sin importarle mucho que aquella fémina y el lobo que la acompañaba tomaran represalias. Al final con eso estaba trabajando, con personas que no podían articular sus neoramas para un complejo raciocinio.
–Maldito Watto siete años han pasado y solo ha servido para que se haya vuelto un ser más estúpido, solamente sirve para comer y solucionar todo con fuerza bruta– sí, no estaba siendo tan considerado como en la posada, replanteándose seriamente por que no hizo uso de sus flechas parta empalar al cazador antes de comenzar una conversación son él. –¿Cuál fue la dirección que tomo?– ahora debía de terminar con lo que dio inicio al reunir a aquellos que compartían su pasado y que probablemente debía de tener más vigilados que el mismo Daitengu.
Su brazo izquierdo seguía sami paralizado por el dolor de esa miserable herida, por lo que con su otra mano esculco sus bolsillos hasta sacar una pequeña botella, la acerco a su boca y retiro con sus dientes el corcho que evitaba que el líquido se desperdiciara. Para después beber el contenido hasta que se acabara. –Nunca me acostumbrare la sabor de esta cosa– aquello había sido una infusión preparada a partir de Adormidera, utilizada para el tratamiento del dolor de los enfermos terminales, algo que probablemente lo terminaría matando, Pero bajo las circunstancias actuales no contaba con muchas alternativas. Debido que era lo suficientemente fuerte para adormecer el dolor que le impedía utilizar su brazo de manera correcta bajo esas circunstancias.
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No pudo comprobar si la piedra golpeo el rostro de la novia del sujeto que lo estaba estrangulando, ya que un movimiento de su parte y todo se nublo para Satoshi. Perdiendo pro completo el conocimiento y su contacto con la realidad. Sin saber cuántos minutos pasaron, sintió un piqueteo que taladro por completo su hombro, que pareció que era desgarrado al mismo tiempo de ser expuesto directo al fuego. Aquello lo estaba obligando a despertar, algo que no tardó en hacer. Casi al mismo tiempo que abrió sus ojos sintió un segundo dolor en el cuello, como si algo se hubiera reacomodado y regresar su lugar. Pensó que probablemente fue algún musculo o tendón, que se vio afectado por la presión ejercida por de brazo del gordo.
Lo primero que pensó fue en ponerse de pie, pero su agonía se prolongaría y aumentaría desmesuradamente. De alguna forma había sufrido laceraciones en la parte posterior de su cuerpo. No tenía mente para pensar la razón de ello. El dolor de su hombro absorbió toda su atención. Esa herida fatal dolía como la muerte misma, no era la primera vez que un arma alcanzaba a herirle, pero nunca antes su cuerpo llego a un umbral de dolor tan grande como aquel que estaba sufriendo.
Lo siguiente fue sentir como un gran perro se acercó para husmearlo con su olfato. No sabía ni si quiera que hacia el can, o de quien era. Es mas no reparo en darse cuenta que era un lobo, confundiéndole con un simple perro callejero. –Lárgate de aquí– vocifero al mismo tiempo que soltó una coz en dirección del hocico del animal. Para tratar de darle un golpe que hiciera que se alejara.
Aun no podía ponerse de pie, aquello era demasiado para él. Permaneciendo recostado sobre el suelo unos minutos más. Cerrando los ojos, intentando de controlarse para olvidar aquel dolor infernal. Debía de reorganizar su pensamientos, concentrarse en lo que era importante y olvidarse del sufrimiento que sentía.
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El hecho de que el cadáver se estuviese levantando, provoco que recordase la noche anterior. Imágenes de aquellos que habían perecido a manos de las criaturas de ultratumba de pronto levantándose y tomando la misma forma de sus asesinos inundaron de pronto su mente. Su mano instintivamente se fue a las estacas que había decidido mantener en su cintura, viendo que habían sido realmente efectivas a la hora de matar a las bestias.
Sus sentidos estaban completamente alertas, mas teniendo una confianza mayor en su olfato que en su vista, dejo que aquellos sentidos que eran secundarios en el resto de los humanos hiciesen su trabajo. Aquella persona que intentaba levantarse no había cambiado de olor, su cuerpo no habiendo ni si quiera comenzado a descomponerse. No, su aroma era completamente humano: sudor, saliva, tierra, sal. Su cuerpo tampoco estaba reacomodándose, pues el crujir de los huesos expandiéndose y de la piel siendo extendida para formar aquellas grandes orejas, no estaban presentes. Agregando a esto, había un sonido presente que se había ausentado en el cuerpo de las pestilencias: El latir de un corazón. Por ultimo, usando su vista de forma mas objetiva, pudo observar como el sujeto en ningún momento había comenzando a cambiar de color. No, era completa y cien por ciento humano.
Calmada de que el sujeto no se había levantado como una bestia irracional cuyo único objetivo era la alimentación y la infección de seres compatibles para la promulgación de su especie, no pudo mas que pensar en el hecho de que aquel sujeto, a pesar de su posible resistencia y estamina, había logrado sobrevivir aquel ataque tan despiadado por parte del otro macho. Mas aun, si podía apreciar correctamente, su cuello se había reacomodado de tal manera que seria capaz de caminar de nuevo, de utilizar todo su cuerpo inferior como si nada hubiese sucedido. Aquello era extraordinario, pues ella sabia bien que aquella habilidad era especial, sabiendo muy bien que los humanos por lo general morían cuando se les mataba. No, esa forma de curarse era exclusiva de aquel sujeto, y si no la era no había hasta el momento conocido a ser capaz de recuperarse asi, sobre todo a dañinos hechos al cuerpo.
El tipo había lanzando alguna clase de golpe hacia su hermano, quien inmediatamente lo detuvo al atrapar el brazo en sus fauces. Mas antes de que pudiese causar un daño significativos, ella se acerco a la escena, dándole la orden sin hablar al lobo de soltar el brazo del sujeto y liberarlo. Como era de esperarse este protesto, pero al ver como se mantenía sin titubear, no tardo en soltar el brazo y acostarse, mostrándole su estomago hacia ella. Aquello dejaba las cosas en claro, y el lobo no tuvo mas que alejarse del sujeto relativamente, escupiendo el brazo y momentos después regresando el pedazo de glúteo que ya había consumido, dejándolo frente al rosto del previamente cadáver. El suave chillido por parte de su hermano le hizo saber que no estaba feliz con el trato, y sus ojos puestos en el sujeto le hacían saber que estaba pensando nada mas atacar al sujeto el momento es que sintiere realmente hambriento. No lo podía culpar. Mas ella estaba segura que no podría mantener a tal sujeto muerto por largo rato.
-Como…hiciste…eso? –
La verdad aquello había sido sorprendente. Después de todo, ella había oído el crujir de su cuello, y ahora como si nada estaba pensando ser capaz de deshacerse de un lobo simplemente con un poco de fuerza bruta. Por simple regla natural, el sujeto debería encontrarse yaciendo en el piso aun, sus signos vitales completamente apagados, perdiendo calor cada vez mas y mas hasta ser tan frio como un tempano de hielo. Mas no era asi. Se preguntaba si podría usar una habilidad asi para ella. Estaba segura que le seria de muchísima utilidad.
Sus sentidos estaban completamente alertas, mas teniendo una confianza mayor en su olfato que en su vista, dejo que aquellos sentidos que eran secundarios en el resto de los humanos hiciesen su trabajo. Aquella persona que intentaba levantarse no había cambiado de olor, su cuerpo no habiendo ni si quiera comenzado a descomponerse. No, su aroma era completamente humano: sudor, saliva, tierra, sal. Su cuerpo tampoco estaba reacomodándose, pues el crujir de los huesos expandiéndose y de la piel siendo extendida para formar aquellas grandes orejas, no estaban presentes. Agregando a esto, había un sonido presente que se había ausentado en el cuerpo de las pestilencias: El latir de un corazón. Por ultimo, usando su vista de forma mas objetiva, pudo observar como el sujeto en ningún momento había comenzando a cambiar de color. No, era completa y cien por ciento humano.
Calmada de que el sujeto no se había levantado como una bestia irracional cuyo único objetivo era la alimentación y la infección de seres compatibles para la promulgación de su especie, no pudo mas que pensar en el hecho de que aquel sujeto, a pesar de su posible resistencia y estamina, había logrado sobrevivir aquel ataque tan despiadado por parte del otro macho. Mas aun, si podía apreciar correctamente, su cuello se había reacomodado de tal manera que seria capaz de caminar de nuevo, de utilizar todo su cuerpo inferior como si nada hubiese sucedido. Aquello era extraordinario, pues ella sabia bien que aquella habilidad era especial, sabiendo muy bien que los humanos por lo general morían cuando se les mataba. No, esa forma de curarse era exclusiva de aquel sujeto, y si no la era no había hasta el momento conocido a ser capaz de recuperarse asi, sobre todo a dañinos hechos al cuerpo.
El tipo había lanzando alguna clase de golpe hacia su hermano, quien inmediatamente lo detuvo al atrapar el brazo en sus fauces. Mas antes de que pudiese causar un daño significativos, ella se acerco a la escena, dándole la orden sin hablar al lobo de soltar el brazo del sujeto y liberarlo. Como era de esperarse este protesto, pero al ver como se mantenía sin titubear, no tardo en soltar el brazo y acostarse, mostrándole su estomago hacia ella. Aquello dejaba las cosas en claro, y el lobo no tuvo mas que alejarse del sujeto relativamente, escupiendo el brazo y momentos después regresando el pedazo de glúteo que ya había consumido, dejándolo frente al rosto del previamente cadáver. El suave chillido por parte de su hermano le hizo saber que no estaba feliz con el trato, y sus ojos puestos en el sujeto le hacían saber que estaba pensando nada mas atacar al sujeto el momento es que sintiere realmente hambriento. No lo podía culpar. Mas ella estaba segura que no podría mantener a tal sujeto muerto por largo rato.
-Como…hiciste…eso? –
La verdad aquello había sido sorprendente. Después de todo, ella había oído el crujir de su cuello, y ahora como si nada estaba pensando ser capaz de deshacerse de un lobo simplemente con un poco de fuerza bruta. Por simple regla natural, el sujeto debería encontrarse yaciendo en el piso aun, sus signos vitales completamente apagados, perdiendo calor cada vez mas y mas hasta ser tan frio como un tempano de hielo. Mas no era asi. Se preguntaba si podría usar una habilidad asi para ella. Estaba segura que le seria de muchísima utilidad.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Por un momento pensó que podría recostarse y descansar un poco, mientras el dolor de su herida se tranquilizara pero ahí fue como sintió que su brazo fue aprisionado por las fauces del can. Ahí fue que reaccionó que no está un simple perro callejero, sino un lobo gris de talla grande. Curioso el tener que lidiar con una bestia de ese tipo. Preguntándose cómo diablos se podía colar una criatura del bosque tan fácil dentro del pueblo. Aunque tomando en cuenta lo de anoche, un lobo era poca cosa.
Aunque recordó que justamente la noche anterior, un lobo de parecido aspecto peleo alado de una chica, para evitar ser víctimas de la carnicería acontecida. Eso explicaría como esa bestia estaba dentro del pueblo. Aunque no el hecho de que intentara convertirlo en su cena. Debería ser capaz de cazar algún ciervo o cualquier otro animal en el bosque, en vez de intentar devorar humanos, que era un platillo que le podría costar la vida.
Como fuera el caso estaba listo para soltar otro golpe al hocico de lobo, no estaba de humor para convertirse en la cena de un perro, aunque este perro tuviera tamaño y dientes desmesurados, pero algo detuvo al animal, que soltó su extremidad y contra su instinto de depredador comenzó a alejarse. Pensó que había terminado todo aquello, pero estaba equivocado. Una voz hizo de mujer lo interrogo, aunque su primer pensamiento ignorarla, decidió girar su cabeza y ver de quien se trataba.
– ¿Hacer que?– contento algo contrariado, al no saber que exactamente le estaban preguntando. La interrogación de la chica no le encontró sentido y por ende no sabía qué tipo de respuesta dar. –No puedes esperar una respuesta concisa a una pregunta tan vaga– si ahí estaba la compañera del canido gris. La miro rápidamente, viendo que sus facciones eran algo asilvestradas, tenía conocimiento de los clanes domadores de lobo, pero ella se apreciaba mucho más salvaje que un shinobi convencional, además la forma de articular sus palabras era algo torpe.
–Por lo que veo ustedes dos pudieron salvar su vida– se puso de pie torpemente, aun su cuerpo no respondía correctamente y estaba adolorido. Haciendo un ligero una gesto de dolor al intentar mover su brazo al reincorporándose. – No pareces ser de este pueblo. ¿Qué se supone que están haciendo aun en este lugar?– interrogo algo contrariado. Ahora necesitaba información, de donde fuera posible sacar. Debido a toda la locura vivida hasta ahora.
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
THE FUTURE
Ella escucho con atencion las palabras del ser semi inmortal, quien tras haber sentido como su cuello había sido roto casi completamente a la mitad decidia que la mejor forma de regresar al mundo de los vivos era insultando a las dos personas que podían ayudarle. Insultar al cazador que había partido buscando algun premio que se le había pagado por encontrar era una cosa. Despues de todo uno solia estar justificado en insultar a la persona que le había causado daño, específicamente si dicha persona le había matado. Pero, ¿Insultarle a ella? No había realmente razón fuera de que el tipo se sentía completamente seguro de que no recibiría consecuencia alguna por ello. Una deducción demasiado equivocada.
Levantando su pie, y aprovechando que aun el semi-inmortal no se había levantado, pateo con fuerza su costado. Esta vez dejo caer todo su peso y todo el impulso en el impacto; su propósito era el romper los huesos de sus costillas. Al final era algo que no seria duradero, mucho menos después de haberse bebido aquel brebaje de aroma desagradable, pero le costaría mas tiempo ser capaz de levantarse y perseguir a la persona en la cual se encontraba tan interesado en aquel momento. Tenia suerte que había venido por su cuenta, y que su hermano ya no estaba allí, o le hubiese ordenado que terminara de arrancarle el muslo. Su hermano siempre se sintió chantajeado de que no había podido devorarle enteramente.
-Ya que eres el cerebro de esta organización, ¿Por qué no usas tu vasta inteligencia, que está por sobre encima de la nuestra, y deduces por donde se fue? No debe ser muy difícil para ti. Te dare una pista, no sigas el excremento de conejo. –
Dando un veloz salto y sin despedirse, se subio pronto a los árboles y no tardando se perdió en la vegetación del bosque, volviéndose prácticamente una con la naturaleza, invisible ante los sentidos humanos.
------------------------------------------------------------------------------------------------
[color]El sujeto no habia parecido haber entendido bien su pregunta. Tal vez la dijo de forma equivocada. El lenguaje humano era algo complicado. Casi todo tenia que ser dicho usando la lengua y los labios. No habían posturas, ni miradas, ni olores, ni sonidos que no fuesen creados por las cuerdas vocales. Aun asi, entendio que la parte principal de su duda era que no había entendido a que se referia. Aquello era interesante, puesto que no había mucho que había hecho después de morir. Solamente el regresar a la vida como si nada hubiese sucedido.
Al ver que su dueño no toma el pedazo de carne que había sido arrancado de el, su hermano pronto decidido recobrarlo, tomándolo entre sus fauces y volviendo a llevarlo hasta su estomago donde esta vez se mantuvo hasta ser digerido y lanzado por la salida exterior. Al tipo no parecía importarle, por lo cual ella no lo menciono, enfocándose mas bien en las preguntas que le estaba haciendo ese sujeto demandante.
- Eso…Revivir de los muertos…como lo …hiciste?-
Pregunto aun manteniendo su sorpresa ante tal hazaña, mas debido a la forma en que le había respondido ya, había decididio que debía de prepararse a la disilucion de que el mismo sujeto no supiera que era lo que le había pasado.
Su estomago resonó sin decoro alguno, haciendo un eco que de poder rebotar en la pared hubiese sido impulsado hasta los oídos de todos en la aldea los cuales seguramente creerían que se trataba de otro ataque y pronto se matarían entre ellos por esta paranoia. Pero no se había proyectado, por lo cual la aldea se encontraba a salvo. Al menos por ahora.
Recordando la promesa de comida por parte del cachorro de gran tamaño, decidio que en verdad no le quedaba mejor opción. Su fuente de alimento había revivido milagrosamente a pesar de que ella nunca había presenciado algo como eso en toda su existencia. Seguia sin confiar en el hijo de aquel gran cazador, pero el trato que le había hecho no era necesariamente un mal trato. Sobre todo cuando sabia como morían tan fácilmente esas cosas. Asi pues, tranquilamente subio a su lobo y lo condujo detrás del cachorro humano que se alejaba hacia la guarida de las pestilencias. Su olor era fácil de disrtinguir. [/color]
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Se encontró de nuevo solo en aquel claro del bosque. Después de que la mujer decidiera alejarse y dejarlo por su cuenta, después de sentirse ofendida por las declaraciones del Yamanaka. No sin antes dejarle un recuerdo de despedida, que casi hace que terminara con una costilla fracturada. Lo cual agradeció, debido a que sus heridas se curaban hasta cierto punto si es que eran mortales, pero una costilla rota no significaba una muerte segura, con lo que tendría que lidiar con eso como todo el mundo lo hacía. –Tendré que replantear lo que hare desde este punto– dijo sin mucho ánimo mientras se ponía de pie caminando lentamente y trastabillando un poco con lentitud.
Ahora debía de localizar a esos dos sujetos, pero ahí cayó una nueva interrogante. ¿Qué hacer cuando lo tuviera de frente? Debido que no eran aliados y estaba consiente de esa situación. Lo bueno es que aquel brebaje hizo rápido su trabajo, aunque se sintió con el pensamiento algo adormilado, pero el dolo físico paso de algo tormentosos a solamente una ligera molestia. Esa solución solo era temporal, debía de acabar con la maldición que lo persiguiera antes que se quedara sin tiempo.
Camino lentamente por el sendero de aquel bosque, hasta que su cuerpo recobro todas sus funciones motrices y poder andar con normalidad. Sin estar arrastrando sus pies a cada paso. Aunque sintió que no estaba solo, podría ser su intuición o la paranoia de saber que lo perseguían desde hace varias noches. Tal vez era eso o tal vez no. Escuchó el ruido de una pisada a sus espaldas. A lo mejor aquel cazador o la mujer de piel oscuras no lo sabía, dio media vuelta y lo que sus ojos observaron no era algo alentador.
Enfrente un puñado de hombres, ataviados con el miasma indumentaria. Ropa negra, dos espaldas largas a sus espaldas, cuchillas que adornaban sus cinturones. Sus dedos parecían terminar en lo que asemejaban largas garras y sus rostros cubiertos con máscaras de pájaros, diferentemente ornamentadas, pero con diseños que daban mala espina.–Suficiente sedantes por una noche, ya ando alucinando demasiado– dijo con tono sarcástico. Sabía que eso no era un espejismo, era algo real y por su aspecto tenía una clara idea de quien los había enviado.
Uno de ellos hizo el primer movimiento, lanzando rápidamente una cuchilla en dirección de Satoshi, que pasó cerca de su mejilla, demasiado cerca al sentir el corte superficial que el filo del arma hizo en su mejilla. –Entonces así es como jugaremos– dos más iniciaron una frenética carrera contra su objetivo, dando así un combate cuerpo a cuerpo, en un intercambio rápido de golpes y patadas. Estaba superado en números, pero el rostro del Yamanaca no mostraba miedo o preocupación, si no satisfacción, estaba disfrutando aquel enfrentamiento.
Uno de los enemigos hizo uso de las garras en sus manos para intentar hacer un corte y el otro desenfundó una de las cuchillas en su cintura, aquellos asesinos no se andaban con ningún miramiento. Satoshi por su parte saco de entre sus pertenencias dos kunais, ignorando el dolor que sentía en su brazo, aunque sabía que eso era un problema al estar en un combate.
El choque de metal se escuchó por todo el bosque, el filo de las armas resonaban inmisericordiamente. El de pelo verde dio un salto hacia el árbol más cercano, para aterrizar en sus ramas, viendo que era seguido por sus dos adversarios. Sonrió al ver esto, ya que desde aquella rama lanzó ambos kunais, que sin complicación se clavaron en el rostro y abdomen de sus objetivos. Activando los sellos que adornaban su mango. Una explosión se escuchó. Un cuerpo partido a la mitad cayo y el otro completamente decapitado. Mientras el suelo se manchó con restos de sangre. – Dos menos– no podía quedarse en ese lugar, debido a que comenzó a ser perseguido por los demás agresores, pero el salto hacia la espesura del bosque. Pensando como emboscarlos, eran demasiado para enfrascarse en un combate directo como el de hace un momento.
Pero fue en lo alto de los árboles que se percató que aunque era de noche, un gran resplandor comenzó a iluminar las arboledas. Justamente donde estaba el pueblo se podía observar una estela de humo y el brillo de las llamas que consumían todo el lugar. El mensaje era claro, nadie de esa zona podría lograr salir con vida.
………………………………………………………………..
–Hermano deberías de tener más empeño a la hora de entrenar– una voz lo interrumpió de su momento de ocio al estar tumbado sobre el pasto. – ¿Por qué? De los tres soy el que mejor puntería tiene, es más te juego una puesta: Puedo derribar una mosca con un simple mondadientes – contesto de forma arrogante a los reclamos de su hermano. –No podrás sobrevivir mucho si solo dependes de tu habilidad al combatir a distancia. ¿Qué harás el día que no puedas empuñar un arco o flecha?– respondió desacreditando las palabras de Satoshi. –Lanzar un kunai o una shuriken o yo que se … Hay demasiadas opciones, cualquier cosa servirá, es más hasta una roca sirve para dejar fuera de combate a una persona– respondió algo desafiante y demostrando que con su habilidad innata bastaba.
Aún estaba recostado, por lo que no pudo evitar la patada en el costado que su hermano le dio y que termino arrojándolo unos metros hacia la derecha. – ¿Acaso eres estúpido? Con esa mentalidad acabaras muerto antes de lo que piensas. Que hermano más inutil tengo, tuviste suerte para la próxima te terminare rompiendo una costilla o mejor un brazo para que veas que tonterías acabas de decir– sin decir más se alejó lentamente. Dejando a Satoshi en el suelo, aun aturdido por el golpe.
–No deberías de ser tan duro con nuestro pequeño hermano, ¿Acaso piensas solucionar todo a base de golpes?– la voz de una joven recriminó la actitud de Keisuke. –Por eso Satoshi es un inútil. Hana déjalo de consentir tanto. Si no un día de estos nuestro tío tendrá que tomar cartas en el asunto– sin decir más el hermano mayor dejo a los otros dos.
–¿Satoshi estas bien? ¿No te lastimo demasiado?– preguntó amablemente mientras atendía a su hermano menor. –Si Hana, necesita más que eso para lastimarme de gravedad– respondió aun jadeado de dolor por aquel golpe.
………………………………………………………………..
– ¿Revivir entre los muertos?– se quedó algo extrañado al escuchar esa aseveración. Sabía que lo pusieron fuera de combate, pero eso para que alguien le dijera eso. A lo mejor aquella chica pensó que en efecto había muerto producto del ataque del gordo, pero aquello solo fue una apreciación equivocada. Aunque era raro que el lobo intentara convertirlo en su comida del día. Un mar de dudas nublo su juicio, dejándolo inmerso en sus pensamientos. Cuando reacciono aquella chica y su mascota se habían retirado del sitio.
Con algo de complicaciones se puso de pie y comenzó a caminar. Aunque con algo de complicaciones, debido a que sus piernas no le respondían de forma correcta. –¿Maldición cuánto tiempo tuve desmayado?– se preguntó para sí mismo. Ahora no sabía que era lo mejor por hacer. Tal vez lo correcto era alejarse de ese poblado de una buena vez. Pero algo en su interior le decía que la chica sabía algo que desconocía y era primordial averiguarlo. Por eso forzó la marcha para poderle darle alcance y no dejar que se perdiera a la lejanía. –Hey tú la del lobo, espera… no hemos terminado la conversación– dijo mientras la alcanzaba.
– ¿Ahora dime pro que dices que regrese de entre los muertos? Eso es algo absurdo, irracional, imposible de hacer– dijo contradiciendo lo que ella le había dicho. –Lo más seguro es que te engaño la vista y tuviste la impresión que aquel sujeto me había matado. Cuando únicamente hizo que perdiera el conocimiento– eso le recordó que no supo hacia a donde se fue aquel gordo y su novia. –¿Qué me gustaría saber hacia dónde se fue para ajustar cuentas?–
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
THE FUTURE
Ella observo desde las alturas de los árboles, la congregación que comenzaba a juntarse alrededor de aquel francotirador. Ya había estado de acuerdo con su propuesta por lo cual no podía simplemente regresar al hábitat de su manada. Además, tenía que admitir, que se encontraba intrigada sobre cómo se desarrollaría todo aquello. Hasta el momento, lo que podía ver era que una gran parvada de enemigos había decidido de pronto rodear al inmortal. Admitiría que su aspecto sería algo que engañaría fácilmente a casi cualquier ser humano. En verdad parecían criaturas sobre naturales, habiendo sabido esconder bien donde comenzaban las máscaras y los trajes. Pero su olor no engañaba. Eran humanos.
Pensó en tal vez unirse al combate, pero decidió no hacerlo. De seguro el francotirador sería suficiente. De no serlo así, entonces lo más que podrían hacer era matarlo, lo cual tardaría unos cuantos minutos en ser arreglado. De que lo capturaran, pues, siempre podía seguirlos y ver a donde lo llevaban. Por ahora, simplemente disfrutaría del espectáculo.
Ella se mantuvo tranquila mientras avanzaban, siguiendo el rastro de aquel cachorro humano precoz quien le había prometido alimento a cambio de ayudarle con las bestias. No, no terminaba de estar convencida de que podía confiar en él, pero esta vez realmente tenía muy pocas opciones. El rastro había sido hallado fácilmente, pues el sujeto tanto como su padre, tenían una fragancia demasiado peculiar algo que ella aún no había logrado descifrar porque era así. Solamente sabía que por alguna razón el olor era muy ligeramente parecido al de las criaturas que la habían atacado anoche. ¿Acaso había una relación entre esos dos y las bestias de ultratumba de la noche anterior? De ser así, lo más probable era que iba hacia una trampa. Tendría que arriesgarlo, sobre todo porque sabía cómo encargarse de las bestias. Podría salir bien de aquello.
Aquello que no esperaba, sin embargo, era que aquel joven humano que había regresado de los muertos hubiese decidido unírsele, no estando satisfecho con la conversación que habían tenido y demandaba respuestas a dudas muy parecidas a las que ella le había hecho. A su vez, el humano joven parecía responderse así mismo, no esperando a que ella diese explicación alguna. Era demasiado obvio para ella que aquel humano amaba demasiado el sonido de su propia voz. Sería algo exhausto, sin embargo, lo sorprendente para ella era como parecía ser capaz de mantener el paso que estaba llevando sobre todo encima de su hermano. Claramente, aunque fuese alguien ladrador era alguien que tenía talento. Algo que recordar cada vez que se lo encontrase.
- No…El…Te rompió el cuello…partió en dos…muerto…temperatura bajando…luego…vivo…otra vez…-
Dio su explicación mientras continuaba su camino. Su hermano había cambiado de trayectoria varias veces ya. Aquello era algo que mantener en cuenta, pues significaba o que el cachorro humano no quería ser seguido, o que las criaturas en si intentaban perder su rastro. La primera parecía la respuesta más factible, ya que por lo que había visto de las criaturas no le parecía que fuesen seres inteligentes. Finalmente, su hermano se paraba, tomando una posición de alerta, dándole a entender lo que se encontraba en aquel lugar. Para su sorpresa, el rastro no los había llevado muy lejos de donde estaban, ni siquiera se había salido de la aldea. Aquello era en verdad peculiar.
-El…esta…aquí…y…las cosas…de ayer…-
Con cautela, más sin titubear, tomo el pomo de la puerta semi-derrumbada y le abrió de par en par, introduciéndose a la oscuridad.
Pensó en tal vez unirse al combate, pero decidió no hacerlo. De seguro el francotirador sería suficiente. De no serlo así, entonces lo más que podrían hacer era matarlo, lo cual tardaría unos cuantos minutos en ser arreglado. De que lo capturaran, pues, siempre podía seguirlos y ver a donde lo llevaban. Por ahora, simplemente disfrutaría del espectáculo.
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Ella se mantuvo tranquila mientras avanzaban, siguiendo el rastro de aquel cachorro humano precoz quien le había prometido alimento a cambio de ayudarle con las bestias. No, no terminaba de estar convencida de que podía confiar en él, pero esta vez realmente tenía muy pocas opciones. El rastro había sido hallado fácilmente, pues el sujeto tanto como su padre, tenían una fragancia demasiado peculiar algo que ella aún no había logrado descifrar porque era así. Solamente sabía que por alguna razón el olor era muy ligeramente parecido al de las criaturas que la habían atacado anoche. ¿Acaso había una relación entre esos dos y las bestias de ultratumba de la noche anterior? De ser así, lo más probable era que iba hacia una trampa. Tendría que arriesgarlo, sobre todo porque sabía cómo encargarse de las bestias. Podría salir bien de aquello.
Aquello que no esperaba, sin embargo, era que aquel joven humano que había regresado de los muertos hubiese decidido unírsele, no estando satisfecho con la conversación que habían tenido y demandaba respuestas a dudas muy parecidas a las que ella le había hecho. A su vez, el humano joven parecía responderse así mismo, no esperando a que ella diese explicación alguna. Era demasiado obvio para ella que aquel humano amaba demasiado el sonido de su propia voz. Sería algo exhausto, sin embargo, lo sorprendente para ella era como parecía ser capaz de mantener el paso que estaba llevando sobre todo encima de su hermano. Claramente, aunque fuese alguien ladrador era alguien que tenía talento. Algo que recordar cada vez que se lo encontrase.
- No…El…Te rompió el cuello…partió en dos…muerto…temperatura bajando…luego…vivo…otra vez…-
Dio su explicación mientras continuaba su camino. Su hermano había cambiado de trayectoria varias veces ya. Aquello era algo que mantener en cuenta, pues significaba o que el cachorro humano no quería ser seguido, o que las criaturas en si intentaban perder su rastro. La primera parecía la respuesta más factible, ya que por lo que había visto de las criaturas no le parecía que fuesen seres inteligentes. Finalmente, su hermano se paraba, tomando una posición de alerta, dándole a entender lo que se encontraba en aquel lugar. Para su sorpresa, el rastro no los había llevado muy lejos de donde estaban, ni siquiera se había salido de la aldea. Aquello era en verdad peculiar.
-El…esta…aquí…y…las cosas…de ayer…-
Con cautela, más sin titubear, tomo el pomo de la puerta semi-derrumbada y le abrió de par en par, introduciéndose a la oscuridad.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
Después de librarse de aquel dúo, avanzó por la arboleda con su usual paso – seguro, constante y pesado. Tras lograr una distancia considerable entre su presencia y la de los estorbos se puso a trabajar.
Primero que nada y como ya era común, las venas alrededor de su nariz se oscurecieron, revelando el rastro y eventualmente la ubicación de su presa. Caminando unos cuantos claros mas allá finalmente vio la flexible pero poderosa figura del cuadrúpedo que le había comisionado cazar: un rhybgaro. Similar físicamente a una gacela y al menos dos veces mas grande, la particularidad era su color dorado y por sobre este, el cuerno seccionado cuadricular que terminaba en una punta severa. Rumores decían que era la inspiración de los kirin y a veces, se decía que iba al revés. Pero eso le daba igual. Si lo habían comisionado entonces cazaría a esa cosa.
Curiosamente, no fue tan fácil.
Siendo un hombre grande y pesado, arrinconarlo fue un reto. Una vez que pudo atrapar una de sus patas se acomodó de alguna forma, apretando su cuello con todo el brazo izquierdo, cerrando la llave y presionando con el derecho – partiéndolo tras algo de pelea. Pisando la cabeza jaló y arrancó el cuerno, instante en que las venas de la nariz volvían a vibrar.
-…- Con la aletilla restante de la nariz temblando, giró entre sus dedos el cuerno del rhybgaro. Tras un veloz ademán lo lanzó, haciendo que se enterrara en el cuello de uno de los mercenarios con mascara de ave que habían saltado al claro rocoso donde se encontraba. Entonces sus demás compañeros cayeron de los árboles, persiguiendo la figura de Satoshi Yamanaka, quien había saltado y rodado, irguiéndose al lado del cazador. -Rojo en rojo.- Dijo W dejando de lado al rhybgaro, dando un paso delante mientras metía las manos en los bolsillos dejando los pulgares fuera. -Perímetro comprometido.- Primera prioridad: eliminar al enemigo. completó en su cabeza, viendo como aquellos se lanzaban en la dirección de ambos, los de atrás lanzando proyectiles a distancia y los de adelante preparando sus espadas.
Satoshi Yamanaka y Ashi Inuzuka le habían mortificado terriblemente la rutina y sus planes de la noche.
W Kaguya- Clan Kaguya
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El sonido del metal chocando volvió a romper el silencio del bosque. Otro perseguidor volvió a cercar a Satoshi, quien tuvo que enfrentarlo mientras buscaba la manera de derrotarlo rápidamente. No era una opción darse el lujo de demorar demasiado en ello, debido a que sus aliados estaban demasiado cerca y pronto podrían venir a socorrerlo. Así fue como el combate entre las copas de los árboles se encarnizo, aquel sujeto era diestro en el uso de sus armas y pro momentos represento una compleja complicación.
En un intercambio de golpes, Satoshi logro asestar una patada en la sien de su agresor, quien perdió o el equilibrio y se desplomó hacia el vacío. El arquero no dio tregua e instintivamente lanzó una kunai hacia el pecho de su contrincante. El arma se hundió profundamente en su cuerpo y el sujeto terminó aterre rizando boca abajo contra el suelo. Aquel desdichado trató de arrastrarse, haciendo uso de sus últimas fuerzas agónicas, pero un golpe seco termino con su existencia. Desde las alturas el arquero se lanzó en picada, partiéndole el cráneo al aterrizar con ambos pies sobre la cabeza del desdichado.
Apenas alzo la mirada y descubrió como en la copa de los arboles adyacentes, un nuevo grupo de enemigos hizo aparición. Rápidamente corrió entre unos frondosos troncos y de ahí volvió a iniciar una nueva ruta de repliegue entre la arboleda. Seguido de cerca por las aves de presa que querían darle caza. Era necesario perder aquel grupo, para intentar de nuevo atacar a algún rezagado. Pero todo indicaba que en esta ocasión eso sería imposible.
Ahí fue como escuchó como más adelante otro combate dio inicio, aunque fue demasiado corto. Solo un ruido agudo y el sonido de un cuerpo caer al suelo. Al salir por aquel claro rocoso, pudo ver a Watto y a sus pies el cadáver de un animal y otro de esos asesinos. Con eso eran cuatro menos. No contaba con muchas opciones, aterrizó cerca de aquel que conoció años atrás y rápidamente vio como sus perseguidores comenzaron a rodearlos. Aunque no eran los únicos en esa situación. Otro grupo ahora seguía el rastro de la mujer que completaba la tercia.
Una nueva lluvia de proyectiles y aceros se abalanzaron sobre ellos. Si algo sabio es que el sujeto robusto no se le podría considerar aliado. Pero ahora los dos estaban en el mismo predicamento. Esquivo la oleada de proyectiles y se preparó para enfrentar al sujeto que portaba dos espadas en mano y que lo selecciono como su objetivo. Ambos enfrascaron combate, mientras otro grupo se preparó para iniciar hostilidades contra Watto.
…………………………………………………………………….
– ¿Te gusta que te pateen?– dijo para reprender a su joven hermano. –Siempre terminas recibiendo algún golpe de nuestro hermano. Deberías de aprender a ser más sensato al hablar y no dar constataciones tan poco atinadas– cierto que estaba completamente en desacuerdo con los métodos de Keisuke pero no por eso le daba la razón a la actitud que Satoshi demostraba. –No es que siempre quiera iniciar una pelea, pero me desespera nuestro hermano. Cierto él es un gran peleador y sabe manejar bien la espada, pero no por eso me volveré en un experto en su estilo de combate– dijo mientras se ponía de pie, ya controlando de mejor forma el dolor por aquella patada.
–No digo que lo seas, solo que hay formas para decir las cosas. Además sabes cómo reacciona cuando le llevas la contraria de esa forma– replico de forma afable hacia Satoshi, tratando de convencerlo de mejorar sus modos. –La culpa es suya. Vamos te pongo por ejemplo, contigo no se me complica tanto practicar. Solo ve que tan bien funcionaron tus clases de arquearía– dijo con cierto tono de arrogancia en la voz. –Me gustaría que aprendieras más sobre herbolaria para que puedas hacer medicinas y antídotos. Pero te has negado rotundamente en esforzarte en esas clases– contestó su hermana con algo de preocupación.
–Vamos Hana no te preocupes, lo tengo todo medido. Seré un excelente arquero y con eso será más que suficiente. Ya lo veras – parecía optimista. Aunque más que optimismo, rayaba en el poco criterio que Satoshi podía llegar a tener.–Por cierto no te lo había dicho, ese nuevo perfume de rosas tiene una excelente fragancia. Tal vez en un futuro podrías dedicarte a vender las fragancias que elaboras– soltó una ligera risa después de decir eso. Su hermana aunque tenía habilidad para el manejo de armas, su verdadera vocación era el uso de las flores y plantas para un sinfín de cosas.
–Hay hermano… Es tan fácil decirlo. Espero que algún dia eso pueda llegar a ser posible– sabía que eso era un sueño lejano. Más considerando la situación actual que les tocaba vivir.
…………………………………………………………………….
No respondió nada más, continuó en completo silencio hasta llegar al destino que la chica y el lobo siguieron. Y ahí estaban los dos dentro de aquel bar.(Tres con el gran can). Seguía sin decir una palabra. Debido a que no tenía mucho material para hablar y alegar el razonamiento de que hace poco había muerto y de la nada regresó al reino de los vivos. El lugar estaba vacío. Algo raro en un bar, debido a que siempre mientras tuviera alcohol esos establecimientos estaban rebosantes de clientela. –Tal vez… La noche antes del ataque aquí estuvo hasta reventar de gente– expresó sin esperar una respuesta. Siendo un pensamiento en voz alta.
– ¿No huele raro este lugar?– dijo mientras intentaba encontrar donde provenía una ligera fuente de mal olor. No se parecía a lo de la otra vez. Pero era algo desagradable para un bar, por mucho alcohol de los parroquianos, aquello no sería tolerable a la larga. Ahí recordó lo que la chica del lobo dijo: El…esta…aquí…y…las cosas…de ayer…
Aquello realmente le dio mala espina. Aunque no podía pasar por alto aquel impuso de seguir adelante. Así fue como llego hasta la barra y ahí descubrió lo que parecía ser una especie de trampilla, un pasadizo, escaleras y al final oscuridad. –Bien por aquí debió de entrar aquel tipo– quería entrar, pero aquella oscuridad se le hizo algo problemático. –Sería mejor hacernos con fuego para iluminarnos antes de adentrarnos en ese pasillo oculto–
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
THE FUTURE
La pelea se había vuelto todo un maravilloso espectáculo. Enemigo tras enemigo parecía emerger desde la misma tierra, innumerables, cubriendo el suelo del bosque en un extenso follaje de plumas. Cada uno de ellos parecía tener un solo objetivo. Cada uno de ellos se encontraba motivado por una sola causa: el provocar la caída del francotirador.
Era una causa a la cual parecían dedicarse completamente en cuerpo y espíritu. Sin dudarlo ni titubear, pronto se propulsaban contra aquella presa, uno tras otro, sin darle tiempo a respirar o descansar. Las muertes de sus hermanos en armas parecían no provocar reacción alguna en los guerreros emplumados, vestidos de criaturas mitológicas que si no supiera bien sobre su engano, debido a la forma en que se mostraban en el campo de batalla, en su apariencia sobrenatural, y la forma en que parecían completamente incontables hubiese estado dispuesta a creerlo asi.
Sin embargo, la vida que había llevado desde la primera vez que había abandonado las tierras de su manada en busca de respuestas sobre lo que significaba ser un ser humano le había hecho vivir un sin numero de aventuras, muchas de ellas involucrando lo sobrenatural. Bien se sabia que había sido en un caso de lo paranormal donde había terminado conociendo a aquellos otros dos que formaban parte de la expedición. Tenia experiencia en el tema, y por ende no era fácil el engañarla al portar unas cuantas mascaras y desplumar varias parvadas de aves. Aun asi les daba un diez por el intento, y porque estaba segura varios realmente caerían en la ilusión.
El sonido de varios pasos cercanos, pasos a la misma altura en la cual se encontraba, le señalaban que el periodo de ser una simple observadora habían terminado. Para bien o para mal, su locación había sido descubierta, aunque no le sorprendia tal acción. Despues de todo habían simplemente aprovechado su ventaja en números para buscarla. Viendo que también no estaba realmente buscando evadir ser encontrada, y se había mantenido en el mismo lugar por un periodo considerable, y aun asi sabia que esos pajarracos habían tenido suerte. Que molestia. Realmente quería solamente observar.
Sin dar aviso alguno de que se había enterado del inminente ataque contra su persona, simplemente dio un rápido salto contra uno de aquellos pajarracos, tirándolo de inmediato del árbol por el cual ascendia, y tomándolo consigo hasta el suelo. El impacto contra la tierra del bosque sin duda alguna habría destrozado su espalda, y al resto habría avisado que la tercera pieza había sido localizada. Por ende no tenia nada de tiempo que perder.
Tomando impulso al cambiar a una posición cuadripeda, corrió rápidamente entre los enemigos. Su mano pronto se encontró en la garganta de uno de estos, y el rápido movimiendo al alejarse de este trajo consigo un pedazo considerable de su garganta, haciendo que cayese de inmediato al suelo, inerte. Su segunda victima tampoco tuvo mucho tiempo de actuar. Su pierna encontró las del plumífero, y de una veloz patada las derrumbo bajo este. Saltando sobre el velozmente, poniendo todo su peso en sus pies, aterrizo sobre su columna, fraccionándola en dos. Muerto o no, ya no seria problema.Para la tercera victima en su avanzar, se enfoco en el agujero de las mascaras que permitían la vista. Sus pulgares se introdujeron perfectamente por esos orificios y no paro de apretar hasta que logro atravesar la mente detrás de esos ojos.
Tranquilamente ella se introdujo en el establecimiento observando todo lo que se encontraba en su alrededor. En parte se encontraba buscando algún tipo de pista de donde podría estar, y por otro lado, estaba aprendiendo de todo lo que estaba a su alrededor. Hasta aquel punto de su existencia no se había introducido nunca en algun lugar como aquel, lleno de botellas y de varias mesas esparcidas por todo el alrededor del suelo. Parecia un lugar de comunión, mas sin embargo las plazas también lo eran, por lo cual aun no entendia la importancia ni la necesidad de un lugar como aquel.
Avanzando en medio de la habitación iluminada solamente por los pocos rayos del sol que se atrevían a introducirse a través de la puerta abierta, fue buscando algun tipo de entrada, siguiendo el rastro del cachorro perteneciente a la criatura poderosa. Sin embargo, mucho antes de que pudiese dar con esta, el sujeto que había revivido ante sus ojos se mantenía a su lado había encontrado la forma por la cual el cachorro y las criaturas se habían introducido. Acercandose con cautela observo el agujero en el suelo, calculando las dimensiones del túnel. Podria atravesarelo encima de su hermano. Sin embargo, aquello seria a duras penas y cabia la posibilidad de que el lugar fuese mucho mas estrecho una vez que se comenzaba a caminar adentro de el. Tendria que ir a pie. Pronto se bajo de su hermano quien entendio que no volveria a montarle hasta que ella saliese de tal caverna.
Necesitaria poder moverse. Si se quedaba atrapada estaba muerta. No había otra forma. Las bestias de ultratumba tenían una debilidad a las estacas que tenía adornando su cintura, pero para poder logar atravesarles el pecho necesitaría toda la movilidad que las cavernas ofrecieran y eso significaba no entrar sobre su querido hermano. No se podía tener todo en la vida.
- No. No necesitar fuego…Mejor para mi…en la oscuridad… -
Diciendo aquello lentamente se fue introduciendo en la oscuridad, bajando muy pronto aquellas escaleras, dejando que su olfato y su oído fuesen los que le hablasen. No había duda que el cachorro había pasado por ese mismo lugar. Tampoco existía duda alguna de que las criaturas de ultratumba habían escapado a aquel lugar después de lo ocurrido la noche anterior. En aquel momento de seguro se encontraban reposando de todo cuanto consumieron en esa espectral ocasión.
Era una causa a la cual parecían dedicarse completamente en cuerpo y espíritu. Sin dudarlo ni titubear, pronto se propulsaban contra aquella presa, uno tras otro, sin darle tiempo a respirar o descansar. Las muertes de sus hermanos en armas parecían no provocar reacción alguna en los guerreros emplumados, vestidos de criaturas mitológicas que si no supiera bien sobre su engano, debido a la forma en que se mostraban en el campo de batalla, en su apariencia sobrenatural, y la forma en que parecían completamente incontables hubiese estado dispuesta a creerlo asi.
Sin embargo, la vida que había llevado desde la primera vez que había abandonado las tierras de su manada en busca de respuestas sobre lo que significaba ser un ser humano le había hecho vivir un sin numero de aventuras, muchas de ellas involucrando lo sobrenatural. Bien se sabia que había sido en un caso de lo paranormal donde había terminado conociendo a aquellos otros dos que formaban parte de la expedición. Tenia experiencia en el tema, y por ende no era fácil el engañarla al portar unas cuantas mascaras y desplumar varias parvadas de aves. Aun asi les daba un diez por el intento, y porque estaba segura varios realmente caerían en la ilusión.
El sonido de varios pasos cercanos, pasos a la misma altura en la cual se encontraba, le señalaban que el periodo de ser una simple observadora habían terminado. Para bien o para mal, su locación había sido descubierta, aunque no le sorprendia tal acción. Despues de todo habían simplemente aprovechado su ventaja en números para buscarla. Viendo que también no estaba realmente buscando evadir ser encontrada, y se había mantenido en el mismo lugar por un periodo considerable, y aun asi sabia que esos pajarracos habían tenido suerte. Que molestia. Realmente quería solamente observar.
Sin dar aviso alguno de que se había enterado del inminente ataque contra su persona, simplemente dio un rápido salto contra uno de aquellos pajarracos, tirándolo de inmediato del árbol por el cual ascendia, y tomándolo consigo hasta el suelo. El impacto contra la tierra del bosque sin duda alguna habría destrozado su espalda, y al resto habría avisado que la tercera pieza había sido localizada. Por ende no tenia nada de tiempo que perder.
Tomando impulso al cambiar a una posición cuadripeda, corrió rápidamente entre los enemigos. Su mano pronto se encontró en la garganta de uno de estos, y el rápido movimiendo al alejarse de este trajo consigo un pedazo considerable de su garganta, haciendo que cayese de inmediato al suelo, inerte. Su segunda victima tampoco tuvo mucho tiempo de actuar. Su pierna encontró las del plumífero, y de una veloz patada las derrumbo bajo este. Saltando sobre el velozmente, poniendo todo su peso en sus pies, aterrizo sobre su columna, fraccionándola en dos. Muerto o no, ya no seria problema.Para la tercera victima en su avanzar, se enfoco en el agujero de las mascaras que permitían la vista. Sus pulgares se introdujeron perfectamente por esos orificios y no paro de apretar hasta que logro atravesar la mente detrás de esos ojos.
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Tranquilamente ella se introdujo en el establecimiento observando todo lo que se encontraba en su alrededor. En parte se encontraba buscando algún tipo de pista de donde podría estar, y por otro lado, estaba aprendiendo de todo lo que estaba a su alrededor. Hasta aquel punto de su existencia no se había introducido nunca en algun lugar como aquel, lleno de botellas y de varias mesas esparcidas por todo el alrededor del suelo. Parecia un lugar de comunión, mas sin embargo las plazas también lo eran, por lo cual aun no entendia la importancia ni la necesidad de un lugar como aquel.
Avanzando en medio de la habitación iluminada solamente por los pocos rayos del sol que se atrevían a introducirse a través de la puerta abierta, fue buscando algun tipo de entrada, siguiendo el rastro del cachorro perteneciente a la criatura poderosa. Sin embargo, mucho antes de que pudiese dar con esta, el sujeto que había revivido ante sus ojos se mantenía a su lado había encontrado la forma por la cual el cachorro y las criaturas se habían introducido. Acercandose con cautela observo el agujero en el suelo, calculando las dimensiones del túnel. Podria atravesarelo encima de su hermano. Sin embargo, aquello seria a duras penas y cabia la posibilidad de que el lugar fuese mucho mas estrecho una vez que se comenzaba a caminar adentro de el. Tendria que ir a pie. Pronto se bajo de su hermano quien entendio que no volveria a montarle hasta que ella saliese de tal caverna.
Necesitaria poder moverse. Si se quedaba atrapada estaba muerta. No había otra forma. Las bestias de ultratumba tenían una debilidad a las estacas que tenía adornando su cintura, pero para poder logar atravesarles el pecho necesitaría toda la movilidad que las cavernas ofrecieran y eso significaba no entrar sobre su querido hermano. No se podía tener todo en la vida.
- No. No necesitar fuego…Mejor para mi…en la oscuridad… -
Diciendo aquello lentamente se fue introduciendo en la oscuridad, bajando muy pronto aquellas escaleras, dejando que su olfato y su oído fuesen los que le hablasen. No había duda que el cachorro había pasado por ese mismo lugar. Tampoco existía duda alguna de que las criaturas de ultratumba habían escapado a aquel lugar después de lo ocurrido la noche anterior. En aquel momento de seguro se encontraban reposando de todo cuanto consumieron en esa espectral ocasión.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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Fecha de inscripción : 02/03/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
Eran mercenarios, de eso no cabía duda. Pero… no actuaban inteligentemente. Meros peones atacando ciegamente, muy a lo estúpido, eso es lo que representaban y habiendo conocido unos cuantos mercenarios al viajar con su papá, sabia por experiencia la poca probabilidad de esa falta de profesionalismo.
Aunque de todas maneras, le dio igual. Levantando el cuerpo del rhybgaro que tenia a la mano, bloqueó la barrida de armas sabiendo a su vez que no podía evadir tal como Satoshi lo hacia. Una vez superó ese obstáculo vio cómo tres ‘aves' se encontraban encima de su cabeza – por lo que atrapó al mas cercano con su izquierda, usando el momento para tirarlo al suelo y aplastarle la garganta con un pie. Al mismo tiempo cacho al segundo y tras girar golpeó al tercero. Sin perder el tiempo se puso en marcha y avanzó los tres metros que lo separaban de sus últimas dos víctimas, partiéndoles el cuello con un ademán ambidiestro sincronizado una vez levantaron la cabeza.
-…huff.- Abriendo la boca exhaló con fuerza, sintiendo la sinusitis surgir. Con un hilo de moco deslizándose por la fosa nasal derecha, se giró para encarar un quinteto de nuevos mercenarios quienes giraron sus espadas de hoja curva. A punto de saltar se vieron interrumpidos, puesto que cinco kunais atravesaron el aire y le dieron a tres en la cabeza (temple, frente y oído izquierdo) mientras que el cuarto se dobló apenas el metal se enterró en su estómago; el quinto pudo rechazar el ataque con la espada – dejando una apertura que W aprovechó. -Huff.- Pateando la pierna mas próxima del ‘ave’ la partió a la altura de la rodilla, debilitándolo lo suficiente como para manipular su brazo armado y empalar a su compañero aun vivo. Al gritar, el cuarto ahogó el quejido del quinto que ahora no sólo tenía una pierna rota sino también las uñas de W hundidas en su cuello; jalando finalmente la mole arrancó la cabeza de cuajo, produciendo un sonido visceral compaginado al grito ahogado del mercenario al lado. -Gracias.- Le dijo W a Satoshi, aquel que había lanzado los cinco kunais de cubierta. Girando la cabeza entre sus dedos giró cuarenta y cinco grados para lanzarla a un asaltante que pretendía emboscar a la mujer Inuzuka por detrás.
Si bien él no era veloz como ella, lo compensaba con fuerza suficiente como para arrancar cabezas enteras y no solo partes de garganta. Cómicamente, tampoco era del todo bueno lanzando cosas – pero eso lo cercaba con su radar interno y aprovechar el gran proyectil apuntando al gran objetivo. Las cosas pequeñas seguían siendo de Satoshi.
El presente
/Dungeon/
/Dungeon/
Oscuro, estrecho y húmedo, esas eran las mejores palabras para describir el conjunto de pasillos y escaleras bajo el bar. Con caídas súbitas y puentecillos cruzando canales de agua subterránea (que susurraban fantasmalmente a lo lejos gracias a una acústica ciertamente extraña) el sitio por sentido común debía de requerir una antorcha para no morir. A menos claro, de que se tuviera una capacidad especial de ubicación – cosa que Watto, hijo del cazador M, poseía.
Rojo en rojo. Arrancar la cabeza del chiquillo hablador la próxima vez que deba partírsele el cuello. Pensó el de pecho y estómago bulbosos una vez el dúo bajó las escaleras hasta el pasillo donde se encontraba. Frente a él, inconsciente pero erguido, estaba una cosa que parecía la cruza entre un cadáver ahogado y un murciélago.
-Espero que sepan quien es la persona que entró antes que ustedes.- Dijo como si nada, manteniendo la vista fija en la criatura dientuda frente a él. -Hu. Dijeron que había que atravesar el pecho de estas cosas con madera ¿no? Es mas fácil así--- Murmuró. Con un solo movimiento enterró la mano en el pecho de aquella cosa, que apenas tembló pero no despertó – arrancando el corazón al replegar la mano. Cayendo una vez sus rodillas perdieron la fuerza tiró en arco el órgano, justo donde se paraba la salvaje de piel oscura. -Atraviésalo ahora. Si se vuelve arena, será fácil acabar con ellos.- Dijo apuntando a la chica con su índice.
Si decía que seria fácil acabar con ellos era porque a lo largo de ese pasillo y antes de una cascada susurrante, había un contingente entero de monstruosidades descansando. Uno por uno, eso quería decir Watto – acabarlos uno por uno.
W Kaguya- Clan Kaguya
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Aún quedaban mercenarios que derrotar. Pero dejó de ser el único objetivo de sus ataques. De cierta manera fue fortuito encontrarse con Watto y que disminuyera ma presión del número de enemigos. Hasta ahora los hombres enmascarados habían basado su estrategia en la superioridad numérica. Explotando esa ventaja táctica para poder eliminar a sus objetivos. Probablemente si hubieran seguido jugando con el factor sorpresa a su favor y emboscar a los tres por separado las cosas se les hubieran facilitado pero esos planes se vinieron abajo de forma imprevista.
Una de las armas que tenia el Yamanaka en la diestra fue arrojada en dirección del cuello de uno de sus atacantes. Cortando la yugular y haciendo que este se llevará sus manos a la herida en un intento desesperado para parar la hemorragia. Algo que era inutil, su destino estaba sellado. Cayó al suelo y terminó de morir desangrado. Aun quedaban enemigos, no todos estaban derrotados, debido a que desde los árboles nuevos grupos descendieron en oleadas de ataques. Intentando forzar un resultado favorable pero si estrategia estaba rebasada.
Otra nueva ronda de proyectiles del Yamanaka salieron cortando el aire hiriendo a un grupo de tres. Uno de ellos de muerte los otros dos con heridas graves. Así fue como empuñando sus kunais se acercó en carrera a los heridos para terminar el trabajo. El combate cerrado cuerpo a cuerpo era más fácil cuando tu enemigo no se podía mover libremente.
Los dos hombres con rostro oculto ofrecieron resistencia. El primero tenía un shuriken clavado en el brazo derecho, lo cual le impidió utilizar sus cuchillas de forma correcta. Después de un breve enfrentamiento término con una nueva herida de metal en su pecho que le atravesó el corazón. El segundo herido en su rodilla izquierda el tipo fue fácil de derrotar debido a su poca movilidad. Así irían callendo unl a uno.
........................................................
Su sentido común dictaminó no adentrarse en la gruta sin una liz que iluminará sus pasos. La chica y el lobo bien podrían valerse de su olfato para guiarse pero el por el contrario no contaba con una habilidad sensorial extraordinaria que le permitiera andar a ciegas. Esto era una molestia de cierta manera pero debía encarar su limitantes y salir de una u otra manera.
No entro inmediatamente, si no que tomó su tiempo para plantearse una estrategia a seguir. Lo cual no fue difícil gracias al ligar en el que se encontraba. Fue hasta una de las sillas y de una patada la hizo astillas. Tomando una de las piezas de madera que componía una de las patas traseras y que terminaba hasta el respaldo de la espalda. Repitiendo esa maniobra unas veces más. Después husmeando encontró los trapos que se utilizaban para limpiar . los impregnó del alcohol de las botellas. Para rodear una de los maderos a fin de que sirviera de mechero y guardó los demás. Lo siguiente fue buscar fuego para encender la antorcha recién conseguida y así poderse abrir camino entre las sombras que envolvían aquel sendero subterráneo.
Ahí descubrió que aquella gruta era realmente estrecha. Limitando parte el espacio para maniobrar y si no se iba con cuidado uno corría el riesgo de perderse. Además de que el aire se sentía algo turbio debido de la humedad que imperaba el ambiente y el hedor al que tristemente ya se se estaba familiarizando. Así comenzó a avanzar lentamente y en silencio.
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
THE FUTURE
El cuerpo de su victima perdía toda fuerza y estabilidad, colgando de sus brazos completamente inerte. Su trabajo había sido veloz, aunque le hubiese costado un poco mas de lo normal el lograr empujar aquellos ojos lo suficientemente dentro del cráneo para causar el fallecimiento del pobre contrincante entre sus manos. Aun asi debía admitir que aquel rostro, retorcido completamente de dolor, mostrando aquellos huecos oscuros donde deberían de estar los orbes oculares, derramando los largos cauces de sangre bajo las mejillas, era algo muy artístico a contemplar. Quizás luego recogería la cabeza. Aunque eso solía atraer moscas y mala atención por parte de los humanos.
Notando a uno de los compañeros de aquel sujeto entre sus manos intentar tomarla por sorpresa al atacarle por la espalda, dio vuelta velozmente, elevando consigo el cadáver el cual lanzo con toda su fuerza contra el asechador, rompiéndole un brazo al impacto. Sin darle tiempo a reaccionar, salto de pronto sobre el hombre aprisionado bajo el muerto, y de un veloz movimiento corto su carótida usando sus dedos. El tipo no duraría mas de unos minutos, aunque intentase parar el sangrado.
Seguían rodeados, y tal parecía que los enemigos no dejaban de aparecer. Su pie se elevo contra la quijada de uno de los enemigos descendientes, rompiendo su cuello del violento impacto, para entonces rápidamente girarle, encontrando el cuello de otro enemigo y obligándolo a seguir la trayectoria de su pierna, estampando su cabeza contra el suelo con gran velocidad, al dejar caer su extremidad. No había mucho tiempo para movimientos mas lujosos. El numero de enemigos era enorme, y ha pesar de disminuían sus números a cada segundo, la ola no parecía cesar. Al contrario, si no se equivocaba simplemente estaba creciendo.
En un movimiento doble, donde extendió ambas manos para atravesar el pecho de dos enemigos contrarios, comenzó a preguntarse de la inteligencia en mantenerse en aquel lugar, permitiendo que el enemigo controlase la pelea. Si, habían números gigantescos que estaban siendo masacrados, pero hasta el momento, ella se había visto forzada a abandonar sus planes para lidiar con los sujetos. No se habían podido mover hacia otro lado mas que aquella área, mostrado por los cadáveres que comenzaban a apilarse. Además por muy idiota que había visto que fuesen los humanos, aquella táctica de simplemente lanzar tropa tras tropa contra ella no era una que pudiese obtener la victoria. Era el ataque de un imbécil, no de un grupo que quería cazarles. A menos que el objetivo fuese el cansarles. ¿De ser así, que se debía de hacer? ¿Que se podía hacer?
El olor era completamente repugnante. No había punto medio a aquello. Desde que había puesto su planta de pie en el oscuro pasillo, el aroma de aquellas catacumbas había impregnado sus glándulas olfatorias de tal manera que apenas y podía oler otra cosa. Ciertamente la peste de las criaturas se encontraba en el aire, haciéndole saber que el cachorro humano había encontrado aquello que había estado buscando. ¿Que clase de habilidades poseía aquel joven humano para ser capaz de dar en aquel lugar de forma tan fácil? Aquello era algo que debería intentar averiguar, siempre y cuando no pusiese su existencia en un riesgo de muerte segura.
De hecho, la forma en que aquel sujeto había llegado hasta ese lugar levantaba una gran cantidad de preguntas en su mente. ¿Como había dado tan fácil con aquel lugar? ¿Acaso tenia lazos con las criaturas? ¿Y si aquello solo había sido una trampa para traer mas victimas a los cadáveres vivientes? Su mano se fue de forma instintiva a aquellas estacas en su abdomen. Al menos sabia como defenderse de las criaturas…
Y al escucharle. Supo que el cachorro humano lo sabia también. La verdad tal parecía que no necesitaba de sus servicios, si es que en verdad no tenia nada que ver con las bestias. Sin decir palabra alguna, se acercó hasta el cachorro humano, observándolo en la oscuridad mientras podía sentir el calor detrás suyo, el otro humano había encendido una lámpara a pesar de su protesta contra ello. No importaba en aquel momento. Elevando la estaca la dejo caer sobre el corazón arrancado de la bestia.
Notando a uno de los compañeros de aquel sujeto entre sus manos intentar tomarla por sorpresa al atacarle por la espalda, dio vuelta velozmente, elevando consigo el cadáver el cual lanzo con toda su fuerza contra el asechador, rompiéndole un brazo al impacto. Sin darle tiempo a reaccionar, salto de pronto sobre el hombre aprisionado bajo el muerto, y de un veloz movimiento corto su carótida usando sus dedos. El tipo no duraría mas de unos minutos, aunque intentase parar el sangrado.
Seguían rodeados, y tal parecía que los enemigos no dejaban de aparecer. Su pie se elevo contra la quijada de uno de los enemigos descendientes, rompiendo su cuello del violento impacto, para entonces rápidamente girarle, encontrando el cuello de otro enemigo y obligándolo a seguir la trayectoria de su pierna, estampando su cabeza contra el suelo con gran velocidad, al dejar caer su extremidad. No había mucho tiempo para movimientos mas lujosos. El numero de enemigos era enorme, y ha pesar de disminuían sus números a cada segundo, la ola no parecía cesar. Al contrario, si no se equivocaba simplemente estaba creciendo.
En un movimiento doble, donde extendió ambas manos para atravesar el pecho de dos enemigos contrarios, comenzó a preguntarse de la inteligencia en mantenerse en aquel lugar, permitiendo que el enemigo controlase la pelea. Si, habían números gigantescos que estaban siendo masacrados, pero hasta el momento, ella se había visto forzada a abandonar sus planes para lidiar con los sujetos. No se habían podido mover hacia otro lado mas que aquella área, mostrado por los cadáveres que comenzaban a apilarse. Además por muy idiota que había visto que fuesen los humanos, aquella táctica de simplemente lanzar tropa tras tropa contra ella no era una que pudiese obtener la victoria. Era el ataque de un imbécil, no de un grupo que quería cazarles. A menos que el objetivo fuese el cansarles. ¿De ser así, que se debía de hacer? ¿Que se podía hacer?
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El olor era completamente repugnante. No había punto medio a aquello. Desde que había puesto su planta de pie en el oscuro pasillo, el aroma de aquellas catacumbas había impregnado sus glándulas olfatorias de tal manera que apenas y podía oler otra cosa. Ciertamente la peste de las criaturas se encontraba en el aire, haciéndole saber que el cachorro humano había encontrado aquello que había estado buscando. ¿Que clase de habilidades poseía aquel joven humano para ser capaz de dar en aquel lugar de forma tan fácil? Aquello era algo que debería intentar averiguar, siempre y cuando no pusiese su existencia en un riesgo de muerte segura.
De hecho, la forma en que aquel sujeto había llegado hasta ese lugar levantaba una gran cantidad de preguntas en su mente. ¿Como había dado tan fácil con aquel lugar? ¿Acaso tenia lazos con las criaturas? ¿Y si aquello solo había sido una trampa para traer mas victimas a los cadáveres vivientes? Su mano se fue de forma instintiva a aquellas estacas en su abdomen. Al menos sabia como defenderse de las criaturas…
Y al escucharle. Supo que el cachorro humano lo sabia también. La verdad tal parecía que no necesitaba de sus servicios, si es que en verdad no tenia nada que ver con las bestias. Sin decir palabra alguna, se acercó hasta el cachorro humano, observándolo en la oscuridad mientras podía sentir el calor detrás suyo, el otro humano había encendido una lámpara a pesar de su protesta contra ello. No importaba en aquel momento. Elevando la estaca la dejo caer sobre el corazón arrancado de la bestia.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
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