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Indra Ōtsutsuki
1x02 - "A Walk on the Wild Side"
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Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
Mercenarios o no, el espectáculo había acabado con mayor prontitud de la esperada. Después de eliminar a cada uno de los asaltantes, los cuerpos quedaron desperdigados por todo el claro – al menos tres docenas de muertos y unos cuantos agonizantes decoraban el suelo, dejando como testigos de la masacre a sus perpetradores: una mujer salvaje, un arquero sin instrumento y una mole tanto alta como ancha. De estos tres, fue el último quien se movió tras el cese del fuego enemigo, acercándose al primero de los mercenarios que había ultimado. Inclinándose tomó el cuerno del Rhybgaro, desencajándolo de su pecho con una simplicidad cómica y un sonido de cuajado por demás extraño.
Entonces las venas de su nariz volvieron a vibrar y con lentitud, una nueva presencia se hizo sentir al otro lado del claro en directa oposición al trío. No era una mercenario pero si poseía características faciales de ave – con la diferencia de que estas eran mucho mas genuinas que las de los primeros atacantes. De pasos mucho más pesados de los que recordaba aquel con estómago bulboso siete años atrás, el daitengu encaró a buena parte del equipo que lo había superado con anterioridad.
Allí W entendió el porque los mercenarios habían sido tan estúpidos – solo pretendían evaluar sus capacidades y seguramente cansarlos, lo que le daba la ventaja al pajarraco.
Ventaja que por cierto, no hizo mas que presionar apenas tocó el suelo. Una vez apareció hizo tres sellos de manos y llevó las puntas de los dedos frente a su boca, respirando con un espeluznante estertor antes de soltar una bola de fuego que atravesó todo el campo de batalla y explotó a dos metros del mas alto, cubriéndolo por completo en un banco de ceniza espeso e incandescente.
Lo primero que pasó por la cabeza de W fue que debió haberlo visto venir. Lo segundo… no tuvo tiempo en realidad. Cayendo de bruces con las rodillas pegadas al suelo sintió los mocos calentarse y las vías respiratorias arder. Tosiendo con fuerza cerró los ojos, cada uno de los nervios en la nariz gritando. A su alrededor los cuerpos de los mercenarios se habían prendido en llamas, pero eso no era lo que le importaba – mas bien, era la intensidad del calor lo que le preocupaba. Tener tan cerca esas hogueras de carne y hueso eran una tortura y…
El daitengu no perdió el tiempo. Apenas W cayó y se distrajo dio una zancada contra Ashi, pierna (¿pata?) al frente, mandándola a volar a algún lado. Una segunda zancada después estaba frente a Satoshi, nulificando cualquier tentativa de su experticia a largo alcance; sacando un cuchillo curvo de medio filo aserrado hizo una moción sencilla: pensaba apuñalar y excavar el corazón del arquero para acabar con todo de una buena vez.
El presente
/Dungeon/
/Dungeon/
Cuando la estaca atravesó el corazón del monstruo, Watto lo pudo sentir con su sensor – lo que fuera que mantuviera aglutinado a esas cosa fue deshilachándose, empezando con el órgano arrancado y siguiendo con su cuerpo, centrándose en el agujero de su pecho para así extenderse en un patrón de espiral notable por decoloración extrema. Cuando toda la criatura se desaturó la integridad que lo conformaba cedió, desplomándolo en simple arena.
-Uh, funcionó.- Dijo Watto en voz alta, no para los otros dos sino para si mismo. -Oh bueno. Uno fuera, faltan los demás.- Añadió caminando hacia la izquierda encarando otra de esas cosas, hundiendo la mano en su pecho y tirando el corazón en dirección de la salvaje. Cuando la estaca hizo su magia y desaglutinó al segundo monstruo del día Watto notó un detalle que había dejado pasar la primera vez – la desaturación implicaba que el poder de esas cosas se drenaba.
Entrecerrando los ojos las venas alrededor de su nariz vibraron, dándole una mejor perspectiva: si usaba los términos que había aprendido de su papá, el corazón de los monstruos era el ancla que los mantenía con vida. Una vez eran atravesados con madera, su integridad cedía y el poder contenido iba a su fuente – dejando un rastro que seguir.
Repitiendo el proceso nuevamente captó otra cosa más: esos monstruos eran una infección andante. Cuando el tercero se desaglutinó un cuarto, quinto y así hasta un décimo cayeron al mismo tiempo. Al parecer eran capaces de reproducirse mediante contagio y si uno de los responsables era ultimado, sus víctimas transformadas le seguían.
Rojo en rojo. La infección es contenible; rastrear la fuente y eliminarla mediante el proceso descubierto. Orden de prioridad, secundario.
-Uh. A ver…- Ignorando al monstruo inerte al lado del apenas eliminado caminó más allá en el pasillo, eligiendo a un monstruo aparentemente al azar. Sacándole el corazón lo lanzó y vio bajo el brillo de la antorcha del flacucho (estaba seguro que le había roto el cuello) cuando le clavó la estaca. Desaglutinado, todos los monstruos del pasillo y de hecho, todos los del pasillo mas abajo y anterior se volvieron arena. -Por allá.- Añadió Watto, girando la muñeca. Señalando hacia la caída de agua más allá avanzó, siguiendo el rastro de energía drenada que podía sentir viajando hacia la fuente. Si ese origen seguía las mismas reglas de sus pares, entonces eliminarla acabaría con los monstruos por completo.
/Linderos del Bosque/
La tarde había llegado. Impresionante para esa región en tal época del año, los rayos del sol eran lo suficientemente intensos como para atravesar el manto de las nubes grises que flotaban perezosamente en el cielo. Tal fenómeno era reconocido por los habitantes del pueblo como la antesala a una fuerte caída invernal durante los próximos días, usual inauguración de la temporada.
Pero eso le daba igual a la figura que se levantó en medio de la maleza. Girando la cabeza a uno y otro lado, la mujer que había participado con y contra los monstruos en cacería del arquero recogió su arma a unos metros de allí. Girándola dos veces la ballesta colapsó su forma, volviéndose una espada corta – cada uno de los detalles anteriores notables, pero fuera de lugar. Esa arma era, en lo mas despreciable, una maravilla de la ingeniería mecánica salida de la mente de un genio.
Ese genio era el mismo mito viviente que había recogido a la figura la noche anterior.
Ese genio era el Karasu Tengu.
Caminando por el costado de la colina circundante al pueblo de donde habían salido aquellas abominaciones, la mujer se acercó a un hombre que portaba una botella en las manos, atravesándole el cráneo con su arma antes de que pudiera completar su saludo de buenas tardes. Todavía tenia una cacería que completar.
W Kaguya- Clan Kaguya
- Ryo : 2201
Mensajes : 36
Fecha de inscripción : 05/01/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
Y así todos los mercenarios cayeron uno a uno, dejando el campo de batalla varias docenas de rivales derrotados. Algunos yacían muertos y otros solo les restaban sus momentos finales. Avanzó entre los cuerpos para hacerse de todos los proyectiles utilizados en la refriega. No podía ir por ahí haciendo uso de sus armas indiscriminadamente y por eso aquella maniobra aunque parecía rapiña era de vital importancia. Aunque no pudo terminar con aquella maniobra tan poco honorable ya que antes de concluir la recolección de entre los arboles un nuevo enemigo hizo acto de aparición. Aquella gran ave de presa hizo su aparición sin si quiera darles el mas mísero tiempo de respiro.
–Tan inoportuno como siempre…– expresó al darse cuenta que la verdadera pelea apenas daría inicio. Un movimiento de la criatura y todo el claro del bosque se convirtió en una verdadera hoguera. Los cuerpos comenzaron a arder en llamas, desprendiendo un humo negro y el hedor de carne y grasa quemándose impregnaron todo el bosque. Una escena dantesca sin mencionar lo agobiante que se sentía al estar ahí mismo. El Tengu extendió ambas alas y se lanzó por sus presas, deshaciéndose momentáneamente de la chica en primer lugar y después dirigiéndose hacia su principal objetivo. El Yamanaca que le robó en el pasado parte de su inmortalidad.
En un segundo Satoshi y la criatura mítica estuvieron frente a frente. Impidiendo cualquier maniobra de combate a distancia. Ahora la imponente ave hizo del duelo un enfrentamiento cerrado. Arma en mano el Tengu se apresuró a poner punto final a todo, una estocada en el pecho del Shinobi y el telón caería al fin. Pero su oponente no daría todo por terminado sin si quiera dar pelea. Tenía aun dos kunais en ambas manos, los utilizó para frenar el filo curvo que sería su verdugo retrasando así su ejecución. Ambos combatientes hicieron presión y se rechazaron mutuamente.
–Al corazón… Estas tan desesperado que no actúas de forma inteligente maldito bastardo…– dio un salto hacia unos metros para después lanzarse a uno de los troncos cercanos y así buscar terreno alto. Aunque la maniobra debía ser a la mayor velocidad posible ya que el Daitengu volvió a hacer los mismos tres sellos y una bola de fuego volvió a aparecer volviendo cenizas toda la arboleda que estaba enfrente y aumentando la temperatura sofocante producto de aumentar el incendio. –Lento– debido a que había logrado posicionarse en una de las copas y de ahí lanzo una nueva oleada de proyectiles, esta vez el fuego fue a discreción con una mayor cadencia mostrada contra los mercenarios.
Sabía que con esa maniobra solo ganaría tiempo pero debía de darle tiempo a los otros dos de que pudieran actuar. De por si él era el objetivo primordial de aquel monstro así que llamar su atención y hacer que se olvidara de lo que le rodeaba no era demasiada complicación.
…………………………………………………………………………..
La joven comenzó a preocuparse cada vez más, una agonía mortal lleno su corazón y desde lo más profundo de su ser quiso gritar amargamente. No podía con aquella carga, no algo debía de hacer. Perdió a uno de sus hermanos y Satoshi seguía el mismo camino que Kaisuke, el del salvajismo y el asesinato. Antes aquel chiquillo destacaba por ser malcriado y renuente a seguir indicaciones, además de ser demasiado arrogante, pero ahora el desprecio hacia la vida de sus semejantes era claro en su forma de pensar.
Debía de agradecer a su tío Kazuki de haberlos criado y educarlos. Era su familiar, era hermano de su padre y su única familia, aparte de sus dos hermanos, pero aquel hombre los orilló a una vida sin sentido. Sin valores, un verdadero infierno. De seguir así pronto estarían muertos, demasiadas ciudades habían visitado, en varios países y siempre aquel hombre dejaba muerte y un rastro de sangre tras sus pasos. Tarde o temprano la vida le cobraría factura de sus actos y le horrorizaba que ellos tres se vieran envuelto en todo aquello. No es que fuera débil de mente, si no que no aceptaba hacerse a la idea de que su objetivo en la vida fuera todo aquello.
Un día su tío los reunió en un valle cercano. Y los tres hermanos no dudaron en acatar aquella indicación. Haciendo acto de presencia a la hora elegida. Ahí estaba Kazuki Yamanaka, su tío, su mentor, su maestro y en la practica el dueño de sus vidas.
–Hana y Keisuke no tengo objeción en su desempeño, me han sido de utilidad y demostraron que no son unos inútiles en las misiones que les he asignado. Ahora es tiempo de Satoshi para demostrar lo que realmente vale– sentencio con voz profunda y sin ningún miramiento. –No te crie como a mi propio hijo para que seas débil y un inepto. Así que considero que ya estas apto para tu primera misión– le entrego un pergamino al menor de los tres hermanos, quien no tardo en abrirlo y leerlo en silencio y detenidamente. –Ya sabes que hacer, ve y hazme sentir orgulloso– sin decir nada Satoshi hizo una reverencia y se retiró, no si Nantes tomar cada una de sus pertenecías. Habían pasado unos minutos sin que los que se quedaron hablaran cuando el hombre cortó el silencio.
–Keisuke sigue a tu hermano sin que percate tu presencia, si falla ya sabes que es lo que debes de hacer– el muchacho afirmo con un ademan la orden y se apresuró a acatarla. –¿Acaso estas preocupada por tu joven hermano?– interrogo a su sobrina. –No puedo negarlo, es mi hermano, como no podría estar preocupado por el– dijo sin temor a la represalias de su tío. –Tanto tú como Reisuke tenían la misma edad que Satoshi cuando los hice probar sus habilidades… Lo he entrenado bien, sé que no me fallara y si lo hace… vuestro hermano mayor pondrá punto final a su deshonra– aquello era demasiado, más de lo que una persona sana podría soportar. –Bien me retiro, sabes donde es nuestro siguiente punto de reunión, ahí sabremos como termino todo– dicho eso ambos abandonaron aquel valle. Pero la joven no podía con la preocupación que sentía en su interior. Las horas restantes seria eternamente largas. –Hermanos regresen con bien … Por favor se los pido, regresen con bien– dijo con tristeza y amargura.
…………………………………………………………………………..
Una parte suya sintió el deseo incontrolable de clavar una de sus flechas en el pecho de aquel gordo. Pero ahora debía de preocuparse por aquellas criaturas putrefactas. Acerco la antorcha a los restos y comprobó que en efecto, se podía eliminar a un gran número de ellas, solo ejecutando a solo una. Algo estrello y curioso ese proceso en serie que el gordo descubrió. Aquello estaba fuera de toda lógica posible, pero había descartado su lógica hace mucho. Aceptando de una buena vez que todo era posible y así evitar caer en la locura total.
Se preguntó una única cosa, que eran aquellas abominaciones y por qué si se mataba a una única criatura, otras se desplomaban. Y ahí recordó la noche anterior, como una podía crear a muchas más. Lo cual tenía sentido si se invertía el procedimiento. Matas a la original y las copias tienen el mismo destino. Se paró en seco enfrente a una de esas cosas, pensando que tan dura esa su carne y viendo que el corazón era su punto fatal. Con mucho dolor tomo la antorcha con el brazo herido y con el otro sano tomó una de las flechas y la inserto en donde debería de estar el corazón. El resultado fue el esperado, una creatura muerta. –Eso será de utilidad– aquellas flechas eran de cazadores, por lo que debía de probar si servían en combate y superaron la prueba. O por lo menos esa fue su deducción preliminar.
El chiquillo les indico hacia donde seguir. Una caída de agua y otro sendero aún más oscuro. Aquel sujeto tenía cierto sentido de ubicación en aquellas catacumbas y a regañadientes debía de acatar sus indicaciones o perderse en ese laberinto. Ambas opciones eran desagradables, pero tal vez se arriesgaría menos en los pasillos oscuros, que seguir a aquel que demostró no ser muy confiable.
Satoshi Yamanaka- Clan Yamanaka
- Ryo : 2001
Mensajes : 33
Fecha de inscripción : 09/01/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
THE FUTURE[/yellow]
La flor roja se habia extendido de manera explosiva tan pronto habian terminado con la marabunta de enemigos emplumados, transformando toda esa área en un infierno en la tierra. Los arboles a pesar de aun encontrarse verdes, se habían vuelto violentas antorchas, y sus hojas habían hecho caer sobre ellos una lluvia de ceniza incandescente. Pero lo peor era los cuerpos, los cadáveres que ella misma había ayudado a apilar se habían vuelto alimento de la flor roja, la cual siempre hambrienta de mas había aceptado dicho sacrificio para si, y se había extendido, aprovechando la grasa corporal de dichos difuntos como fuente de combustible, y volviéndolos en piras funerarias, creciendo hasta los cielos, un holocausto a las alturas.
Su mente corria rápidamente, impidiéndole el ser capaz de pensar del todo bien. La flor roja siempre había sido la peor enemiga de los habitantes del bosque, y había dejado su marca en ella en enfrentamientos anteriores con aquellos que profanaban su territorio. Con el tiempo había sido capaz de controlar aquel instinto, aquella parte que se le había inculcado desde pequeña cuando lidiaba con aquella fuerza, la voz que le decía que se alejara lejos de aquella amenaza. Pero estando en una situación asi, completamente rodeada por la flor roja, le hacía sentir completo pavor.
Tenia que salir de allí cuanto antes. Tenia que huir lejos, muy lejos.
El golpe de la criatura llego de repente. La verdad debio de saber que aquel ser no tardaría en aparecer, y que era gracias a su presencia que el bosque donde habían estado luchando se estuviese convirtiendo rápidamente en ceniza. Le había tomado completamente por sorpresa, y ella pudo escuchar el área donde le había golpeado crujir, sin duda alguna debiéndose a una de sus costillas inferiores rindiéndose ante la fuerza detrás de tan sencillo movimiento. Su forma paro contra un joven árbol que había sido casi en su totalidad consumido por la flor roja. Esta comenzó a rodearla, haciendo que el pánico entrase en ella. Panico que pronto volvió en furia al saber quien era el causante de todo aquello.
Lanzandose desde aquel árbol, e ignorando por completo el dolor en su costado, se preparo para desollar a aquel ser que la había tomado por sorpresa. Tal vez no podría matarlo, pero eso solo lo hacia mas entrenido. Le mostraría sus intestinos antes de colgarlo de ellos.
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La verdad no era como si tuviese muchas opciones fuera de seguir siguiendo a aquel cachorro de humano. El regresar de vuelta hacia la superficie solamente le haría ver cobarde, y apenas había ganado el liderato de su hermano. Si se volvia solamente seria invitar a que este se revelase y comenzase a demandar ser el Alfa. Asi pues, sin mostrar ni molestia ni alegría, siguió el camino señalado por el cachorro humano de circunferencia considerable, atravesando la caída de agua con velocidad, y luego introduciéndose al camino oscuro, dejando que sus ojos se acostumbrasen a medida que iba adentrándose mas y mas por aquellas catacumbas.
Al avanzar, su hermano de inmediato comenzó a emitir un potente gruñido, haciendo que ella se pusiese en guardia de inmediato. No tenia que ver a su hermano para sentir la tensión que sentía. Sin embargo aun no había visto enemigo alguno que pudiese causarles problemas. Sus manos pronto se encontraron en aquellas estacas que había robado de la cazadora. Cualquier cosa que apareciese estaría lista para mandarla al siguiente mundo.
Ashi Inuzuka- Clan Inuzuka
- Ryo : 800
Mensajes : 17
Fecha de inscripción : 02/03/2016
Re: 1x02 - "A Walk on the Wild Side"
El futuro
Cortando el aire, los proyectiles de Satoshi viajaron a gran velocidad – rapidez que no fue suficiente para impactar en el pajarraco. Moviendo la mano de forma veloz y creando una ilusión borrosa, el monstruo picó las piezas de metal antes de que llegaran a impactarlo, eliminando la posibilidad de que el arquero los recobrara más tarde. Girando en su mano el cuchillo que estuviera cerca de cercenar el corazón de su odiado oponente se preparó para atacar o al menos lo intentó, puesto que allí Ashi logró encajar su ataque. Trastabillando hacia atrás mientras se recuperaba el Daitengu midió sus movimientos, pendiente de la salvaje. Solo necesitaba darle una vez y la acabaría, así como debía de hacer con su deseada presa.
Ahí fue cuando Satoshi saltó de uno de los árboles en llamas, arribando a otro con total integridad, al menos de momento. Cuando se alistó a la ofensiva sin embargo, una manaza atrapó su pierna y lo hizo encarar el suelo. Creando una sombra enorme sobre u cuerpo flacucho, Watto le tomó los lados de la cabeza y con un solo ademán le volvió a romper el cuello. Desplomándose inerte en el césped la reacción en cadena no se hizo esperar: el Tengu chilló y decoloró, soltando el cuchillo mientras intentaba contrarrestar los efectos del contrato. Finalmente cayó y fue cubierto por las llamas, creando una apertura.
-Agárralo y escapa.- Le dijo W a Ashi, lanzando el cuerpo de Satoshi en su dirección. De los dos era la más rápida y en esa situación, no iban a ganar. Estaban en mal terreno, en mala condición y mal todo. Y si algo evitaría el hijo del cazador era ser víctima de un problema que no tenia nada que ver con él mas allá de una tangente. Moqueando y sintiendo el horrible escozor empezó a dar zancadas, saliendo del claro incendiado. Por encima de él, la salvaje llevaba consigo a Satoshi, empezando a tomar impulso. -Nos encontramos al norte--- Le indicó aquel, cansado del asunto. Si iban a eliminar al estúpido pajarraco entonces lo harían bien, con un plan de caza y todo preparado. No iba a arriesgarse por el retraso mental de un desposeído. ---cuando despierte vuelve a matarlo para ganar mas tiempo.-
El presente
/Dungeon/
/Dungeon/
Primero bajaron las escaleras, al lado de las cascadas hasta un pasillo que reptaba ligeramente hacia arriba. Custodiado por más de los monstruos durmientes, la cuesta se prolongó y volvió mas severa, agotando al chico del pecho y estómago bulbosos. Respirando con dificultad pasaron por encrucijadas de piedra y escaleras estrechas, apenas suficientes para una persona, finalmente llegando a una puerta de madera, la que Watto derribó de una patada. Limpiándose el hilo de moco que se deslizó por su fosa nasal izquierda avanzo, entrando a uno de los edificios de piedra del pueblo.
Eso era estúpido. ¿Para qué alguien ocultaría a los monstruos bajo las calles para luego mantener la fuente encima de ella? Era un sin sentido. Al menos, eso en un principio.
Ordenando todas sus ideas, el chico gordo captó el punto – los monstruos eran solo soldados para expandirse; lo que hubiera en ese edificio en particular no había salido en primer lugar y si lo había podido rastrear era porque tenía un muy buen radar interno. Rememorar el camino solo reforzó su teoría dado que en el último trecho no vieron monstruos en las paredes, solo escaleras y pasadizos. Usando de nuevo su capacidad constató que, ciertamente, la fuente de los monstruos estaba allí. No, mejor dicho, estaban allí. Cerca de la meta distinguió las sutilezas del rastro, que para entonces se dividía en cinco hilos imaginarios que siguió hasta cinco cavidades de piedra cubiertas celosamente en la pared. Eso además, lo hizo detallar esa bóveda – era un salón con ventanas cubiertas por tablas de madera, sin dejar entrar la luz de la tarde. Los bloques que conformaban las paredes eran enormes, correspondientes a un edificio ubicado en el centro del pueblo.
-Allí, allí, allí, allí y allí.- Señaló Watto con su índice derecho, apuntando a las cinco cavidades. -Muertos esos cinco y muertos todos.- Dijo, reiterando lo ya apuntado, limpiándose otro buen escape de moco que chorreo de su nariz.
W Kaguya- Clan Kaguya
- Ryo : 2201
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