Madara VS Udono

Con la luna brillando en lo alto del cielo, justo en medio de una negrura sin igual carente de estrellas, los murmullos del bosque se extendían de cabo a rabo, incluso a través de los claros donde los parches de cesped se habían convertido en meros manchones marrones, polvorientos y resquebrajados. Revolviéndose entre enormes arbustos la figura de una persona indeterminada se dejó ver, pasando de un lado al otro a través de zancadas medidas, precisas y concretas. Sin embargo, antes de llegar al siguiente grupo de árboles que le conferirían una protección estratégica ante posibles emboscadas desde ángulos superiores un arma atravesó el aire, cortándolo para así clavarse en la parte trasera del cuello del hombre, cortando el hueso de la médula espinal y dejarlo paralizado de ese punto hacia abajo. No estaba muerto, pero sin el cuidado debido quedaría parapléjico de por vida.

-Nos llevamos a este, adelante.- Dijo Udono Takatsuka, apareciendo en aquel claro con ambas manos metidas en las mangas de su largo traje, dejando que sus acompañantes tomaran al invasor del territorio del País del Agua para su interrogatorio respectivo. -Empieza a ser molesto ver a tanta gente metiéndose aquí.- Murmuró soplándose los dedos.

Sabiendo con certeza absoluta que había alguien entre los árboles, puesto que no era difícil leer la manera en que se movían los fluidos en su cerebro, Takatsuka tan solo esperó. Justo cuando todo dijo que iba a atacar levantó la mirada, dando una zancada hacia detrás, directamente hacia donde se dirigía la bola de fuego para utilizar la técnica de sustitución. Pero en lugar de un tronco o algún otro objeto inservible la víctima fue el ninja invasor herido quien en un instante fue consumido por las leguas de fuego, gritando en una agonía que no tardó mucho en remitir.

-Ahora, muévanse. A menos que pretendan que los cocinen en el siguiente ataque.- Dijo Udono acomodándose los lentes, apuntando con el pulgar en la dirección contraria a la suya propia. -Yo me encargaré de retrasar las cosas, hecho eso me devolveré.- Murmuró mientras se volteaba a ver la figura que permanecía parada sobre la rama de un árbol, restándole importancia al asunto. -Apúrense o los calcinarán.- Concluyó, quedando a la espera de la próxima movida del sujeto.

Sin decir absolutamente nada al respecto se detuvo a observar la situación, viendo como el sujeto que estaba enfrente cambiaba de lugar con el que se encontraba herido, quien rápidamente era atrapado por las llamas. No es que le hubiera importado realmente; el shinobi en esas condiciones no hubiese durado mucho en batalla y era preferible que muriese a que fuera capturado y obligado a revelar algún tipo de información.

Escuchaba las palabras del sujeto exigiéndoles a sus compañeros que se marcharan a lo que los demás no tardaron en hacer caso. Se preguntó si aquel habría sido el líder de ese pequeño grupo de shinobis, aunque a decir verdad no le importaba quien fuera realmente. Con un gesto frío y completamente serio en su rostro, el Uchiha fijó su vista en aquel hombre, aún sin siquiera moverse del lugar.

—¿Tú solo? Me pregunto cuánto serás capaz de retrasar las cosas —. Declaró en un tono calmo, casi completamente desinteresado en el asunto. Decidió no atacar enseguida y esperar a ver qué acción tomaría aquel que de seguro sería su rival.

Percibiendo como los demás escapaban de allí y como el cerebro del enemigo principal movía sus fluidos en impulsos que revelaban algo parecido a la curiosidad y un tanto de caución, el shinobi del País del Agua se quedó en el lugar, rascándose el interior de la oreja derecha con el meñique correspondiente. Una vez todo se hubo "calmado" y el crepitar del cadáver se detuvo oyó el comentario del pelinegro, sin darle importancia alguna.

-Quien sabe, solo soy un gordito con malos hábitos alimenticios.- Contestó con desinterés mientras se encogía de hombros, levantando ambas manos para colocarlas al frente con mucha pasividad y hasta lentitud, sabiendo que el otro no se movería hasta ver algo efectivamente ofensivo en su contra. -Y con peor talento para las cosas como estas.- Declaró haciendo los sellos del caballo y la serpiente uno tras otro como si estuviera practicando, deteniéndose un último instante y crear un kunai hecho con agua. Girándolo una vez en su mano lo lanzó en dirección al otro, curioso de ver como reaccionaría.

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Chakra: 32 + 5 (Zaude) = 37

Daño: 1125

Efecto: -50 HP hasta el final de la batalla, aumentando en 25 por cada turno que pase.

HP: 3600

-He visto lagartos que dan más miedo que eso.- Comentó Udono mientras cambiaba su expresión a una de fastidio, estirando el brazo derecho mientras que aquel dragón se lanzaba contra él en aras de devorarlo por completo. Sin embargo y moviéndose mientras seguía los patrones de pensamiento del pelinegro el de lentes saltó, quedando sobre la cabeza del monstruos mientras trotaba y daba zancadas hacia delante, sobrellevando el movimiento serpentino y saltar en dirección del Uchiha, quedando ojo con ojo y las narices separadas a solo centímetros.

En ese instante, que pareció durar una eternidad y a la vez nada, los ojos de Takatsuka se fijaron en los de su enemigo para así manipular los fluidos de su cerebro, enviándolos a la zona que controlaba y activaba el miedo. Aún con su expresa altanería, no podría evitar sentir temor. Entonces fue que cayó, saltando hacia atrás mientras ejecutaba tres sellos con las manos, envolviendo todo el campo en una siniestra niebla blanca que lo consumió todo en cuestión de segundos. Aquella era la famosa técnica de los valles neblinosos del País del Agua - el Asesinato Silencioso.

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Habilidad: Influenciar en los pensamientos del oponente con Chakra +40. Emoción activada en Madara: Miedo.
Jutsu D: "Muon Satsujin Jutsu" - Activado con Chakra +40.
Efecto: +2 dado Jutsu por el resto de la batalla. Dificultad de evadir ataques +10 por el resto de la batalla.

HP: 3600

Podía sentirlo: aquel sujeto tenía miedo. Su manipulación había surgido efecto y de ahí en adelante, tan solo aumentaría el ritmo para distraerlo lo suficiente y escapar sin ser notado apenas tuviera la oportunidad. Sin embargo, no imaginó que todavía tuviera la entereza suficiente como para lanzar un montón de bolas de fuego en cada dirección posible.

No importaba ya que había fallado y ni siquiera su embate se había acercado a rozarle un solo cabello o el dobladillo de su túnica. Ladeando la cabeza en medio de la neblinosa opacidad del ambiente que ahora dominaba la escena, el shinobi del País del Agua ejecutó dos sellos en sucesión, sin siquiera proferir un sonido, creando tres estrellas ninjas que tomó con la mano derecha, lanzándolas con poca proficiencia pero suma punteria ya que gracias a su habilidad de detección de fluidos cerebrales conocía la posición del otro a la perfección. Rasgando el aire y provocando un susurro en medio de todo aquel silencio vasto, los shuriken se dispararon contra el Uchiha, apuntando a su garganta, frente y nariz.

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Chakra: 9 + 5 (Zaude) = 14
Daño Jutsu D: 675
Efecto Jutsu D: -50 HP hasta el final de la batalla, aumentando 25 por turno.
Efectos Activos: +2 Jutsu. +10 en dificultad de evasión de técnicas.

HP: 3600

Y tal como antes, la situación se repitió: el ataque del shinobi del País del Fuego simplemente se perdió en la inmensidad indeterminada de la niebla blanca, sumiéndose en un silencio sobrenatural que parecía no ser interrumpido por nada, ni siquiera el crepitar de aquellas bolas de fuego ahora extintas en la incertidumbre, proyectiles que no habían podido revelar el punto donde el enemigo del pelinegro se levantaba.

Entonces fue que exactamente a un metro de distancia de la espalda del Uchiha una sombra se levantó mirándolo fijamente mientras ladeaba su cabeza un tanto, influyendo nuevamente en sus emociones para sumar una nueva al miedo que lo recorría de pies a cabeza: desesperación. Uno a uno los fluidos se movieron, transformando cualquier cosa en un cóctel de sentimientos que eran tanto suyos como ajenos a su persona. Y apenas comenzaba.

-...- Dando un paso adelante mientras abría su boca y mostraba sendos dientes filosos como los de un tiburón, se abalanzó sobre el guerrero de fuego, pretendiendo arrancarle buena parte del cuello y por lo menos, crear una herida que lo dejara tirado el tiempo suficiente para completar con la distracción discutida en un inicio.

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Chakra: 47 + 5 (Zaude) = 52
Daño Jutsu C: 1400 + 15% (Zaude) = 1610 x2 (Chakra) = 3220
Efectos Activos: +2 Jutsu. +10 en dificultad de evasión de técnicas.
Efecto de Habilidad Activado: Influencia de emociones. Emoción activada en Madara - Desesperación.

HP: 4800
HP del Bunshin: 1600

Sorpresivamente para Udono, quien no se esperaba encajar aquel ataque en particular, su táctica había dado resultado. Apostado en un punto indeterminado de aquel claro de bosque todavía cubierto por su técnica de niebla silenciosa tan solo levantó una ceja para expresar su ínfima emoción por el asunto, relamiéndose los bigotes mientras sentía la manera en que su clon se movía en círculos alrededor del enemigo, planeando el siguiente ataque en su lugar.

-...- Centrando su mirada en el punto donde ahora se erguía el shinobi del País del Fuego, Takatsuka constató la diferencia en la manera que su mente se movía mientras que a su vez, empezaba a hacer otra modificación más en sus emociones. Ya lo había hecho sentir miedo y desesperación, respectivamente, por lo que su siguiente paso era evidentemente hacer que todo eso se convirtiera en terror. Afilando su mirada finalmente aplicó su habilidad, justo en el instante en que su clon sacaba un kunai y lo giraba, lanzandolo contra el cuello del ninja pelinegro, justo al lado que aún permanecía técnicamente intacto.

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Chakra: 40 + 5 (Zaude) = 45
Daño Jutsu C: 1400 + 25% (Chakra) = 1750
Efectos Activos: +2 Jutsu. +10 en dificultad de evasión de técnicas.
Efecto de Habilidad Activado: Influencia de emociones. Emoción activada en Madara - Terror.

HP: 4800
HP del Bunshin: 1600