Udono vs Ishiro

Era otra de las frías mañanas con las que se caracterizaba el País del Agua. Por la hora, los rayos del sol eran débiles para poder disipar toda la niebla que envolvía por completo todo el valle. En el cual se localizaba una pequeña villa que se podía considerar perdida en medio de la nada. No era un lugar estratégico, ni de fácil acceso.  Aunque en esa pequeña villa las noticias llegaban tarde o simplemente no lo hacían, hubo una que rompía las reglas. Se decía que en las lejanías alguien comenzó a reclutar a shinobis para una causa que todavía no estaba del todo claro. Es por esto último se consideraba solo un rumor, no había una fuente confiable  que la corroborara y parecía estar incompleta.

Esos rumores llegaron a los oídos de Ishiro, aunque en ese momento no indago más en el asunto, solo se limitó a escuchar lo que la gente decía. Aquella villa solo era un lugar de paso. Una vez que terminó sus asuntos en ese lugar, decidió retirarse y continuar su camino. Al salir, siguió el sendero principal, que al poco rato lo condujo a lo más profundo del bosque que rodeaba toda esa zona.

Tras encargarse de otra misión más en el País del Fuego y regresar a su lugar de origen -el valle neblinoso en medio del País del Agua- Udono Takatsuka se mantenía fijo en sus presentes deberes: reclutar más gente que sirviera para resguardar la seguridad del sitio. Sabiendo que no habían muchos buenos prospectos, puesto que la mayoría o eran los creídos del campamento de los siete espadachines o se encontraban enterrados y muertos en las afueras de la villa, se supuso que tendría que afinar al máximo posible sus habilidades de búsqueda. Sin embargo y tras salir de uno de los tantos edificios recién terminados en la comunidad, el rumor de que había un espadachín tomando la ruta para marcharse llegó a sus oídos. Tras una evaluación de lo dicho por los encargados de las posadas y de los lugares de comidas, el shinobi de lentes supuso que no había nada que perder si decidía intentar hablar con él. Tal como dijera el relato de las chicas, era un hombre apuesto de cabellera color cenizo oscuro y un rostro de facciones agraciadas con un par de espadas dispuestas en el cinto - persona que no tardó en encontrar. Tras acercarse al punto por donde pasaría y bajando del árbol que le servía como plataforma improvisada, el más bajo de los dos se presentó.

-Disculpe, ¿es usted... "Ishiro"?- Inquirió el de cabello de punta, ladeando la cabeza.

El sendero no parecía ser riesgoso, por lo que continúo avanzando completamente absorto en sus pensamientos.  Pero aquello cambio cuando se acercó a una arboleda que se encontraba más adelante. Enfrente de al apareció una persona, que lo estaba esperando en lo alto de un árbol. Lo observó fijamente y escuchó con atención su corta presentación. Guardó silencio un momento, mientras pensaba cual era la mejor forma de proceder.

Por el simpe hecho que supiera su nombre y la forma en que se encontraron. Era claro que algún interés tenía en su persona. Por lo que la situación ameritaba tratarse con delicadeza, no fue un encuentro fortuito. Como para tomárselo a la ligereza, lo estaban esperando y tenían información de él. –Exactamente, ese soy yo, ¿Se puede saber que tratos pendientes tengo con usted?– contestó con toda la parsimonia del mundo. Observo detenidamente a su interlocutor, no tenía la mínima información de quien se trataba y que era lo que quería, por lo que pensó que era mejor escuchar que tenía que decir.

-Sinceramente, no es tanto yo mismo sino la villa que acaba de dejar. Según dijeron, usted es parte de uno de los tantos clanes del País del Agua y por ende, me pidieron que le pidiera con todo el corazón si le gustaría ser parte de la fuerza que protege el lugar de los shinobis que los amenazan a diario. No es que tenga mucha afición por la manera en que tengan las cosas, pero tampoco es que pueda decir mucho siendo que estoy "contratado". La verdad, si soy algo molesto o tosco, me disculpo.- Dijo el heredero del clan Takatsuka mientras formulaba uno de los tanto sellos que se caracterizaban por canalizar el chakra, en ese caso para crear clones con el agua del ambiente tan húmedo en que vivían. -Pero si me pudiera probar la manera en que combate, estaría muy agradecido. Y de nuevo, me excuso por salirme del protocolo normal, señor Ishiro.- Comentó mientras formaba un clon de agua que saltando desde la rama enarbolaba un kunai confeccionado con agua solidificada, cayendo con presteza y así mismo lanzarse al ataque con una estocada directa al corazón del hombre de cabello negro. -Mi nombre es Tamanegi Takatsuka, un placer conocerlo y un pesar ligero el incordiarlo por órdenes de mis superiores.- Se presentó, declarando aquello con un tono monótono y ligeramente desinteresado.

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Chakra: 31 + 5 (Zaude) = 36
Daño Jutsu C: 2400

HP: 7200
HP - Bunshin: 2400

–Con que solo es eso. Con que están organizando una fuerza de autodefensa. He de admitir que es una noble causa, pero… ¿Quién garantiza que el objetivo no se desvirtué, como muchos otros movimientos, que empezaron buscando algo loable?– Inquirió a las palabras que había escuchado.–Y no tiene por qué disculparse, más que molesto todo esto es, repentino e inesperado–  guardó silencio y escuchó la solicitud de demostrar sus capacidades de combate. Suspiro un poco, la idea de por si le emocionaba poco y aún menos que se viera mostrado a entrar en combate por ello.

Aquella persona hablaba en serio, en un instante, un clon hizo acto de aparición y kunai en mano, se lanzó a atacar a Ishiro. No tuvo mucho tiempo para reaccionar,  solo logro evitar un ataque mortal y recibir solo un corte en un costado. La sangre comenzó a brotar y caer al suelo.  –Tamanegi Takatsuka, puede  que esté actuando por órdenes de sus superiores, pero en ningún momento dije que ser participarlo de su causa o estar dispuesto a tener un combate para demostrar mis habilidades– exclamó sin quitarle la mirada de encima al clon y su invocador.

-Yo me pregunto lo mismo, señor Ishiro.- Contestó el aludido encogiéndose de hombros todavía en la rama del árbol mientras veía como su clon daba unas cuantas zancadas hacia atrás para separarse del chico de largo cabello negro. -Pero son cosas que todavía no nos tocan responder, me refiero al hecho de que todavía estamos buscando gente. Al encontrarla me imagino que los jefes empezaran a buscar la forma de sobrellevar la situación que usted acaba de mencionar.- Dijo uniendo ambas manos para así señalar a su interlocutor con los dos dedos índices en paralelo, un gesto algo peculiar para alguien tan peculiar como lo era el shinobi de lente. -Sin embargo, de nuevo me disculpo si fui algo brusco - pero me dijeron que no lo dejara irse, al menos no todavía.- Murmuró mientras su clon daba un paso hacia un lado, desapareciendo en una voluta de humo para así intercambiar su lugar con una rama caída ubicada por detrás del espadachín de sables dobles, tomándolo del cuello e intentar forzar un movimiento que de concretarse, habría de desmayar instantáneamente a aquel que apenas había sido herido por un kunai ahora guardado en el cinto de su invocador.

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Daño Jutsu C: 3000

HP: 7200
HP - Bunshin: 2400

–Creo comprender su situación o por lo menos tener una idea de ella–  sin perder tiempo observo detenidamente su herida, era algo profunda, pero estaba lejos de ser mortal. Por lo que no le dio más importancia y  volvió a concentrarse en  el de lentes y su clon.–Espero que encuentren la mejor manera de hacerlo– en un instante el clon se ubicó detrás de su cuerpo, intentándolo aplicar una llave y sacarlo del combate noqueándolo.

En ese instante, Ishiro desapareció en una cortina de humo, dejando un remplazo en aquel sitio. Apareciendo a unos metros del clon, era claro que solo le quedaba una sola opcion y esa era tener que ser partícipe de un combate.–No le veía la necesidad de llegar a esto, pero si usted tiene un deber que cumplir no hay otra alternativa– se resignó a entrar en una confrontación. De un rápido movimiento, desenfundo la katana que portaba en su costado derecho, y se acercó de un veloz movimiento al cuerpo del clon  e hizo uso de su arma, para tratar de darle un tajo a lo largo de todo su cuerpo.

Daño: 250

-Exactamente señor Ishiro, me parece adecuado que sepa distinguir la situación y por supuesto, se lo agradezco.- Dijo aquel que permanecía sentado en la parte alta de aquel árbol mientras que su clon tomaba el kunai acuático que se había puesto al cinto para así bloquear de manera inesperada el sablazo del espadachín, lo suficiente como para bloquear el embate y los daños agregados a él pero no demasiado como para evitar que el arma improvisada se viera partida a la mitad por la fuerza empleada por el de cabello largo. -Y... ya veo las razones de llevar consigo dos katanas. Su habilidad es por demás impresionante, si señor.- Declaró el original mientras apoyaba su mentón sobre sus manos entrecruzadas, observando la situación que se estaba cociendo bajo sus pies con atención.

Tras unos pocos segundos de interludio, el bunshin del más rechoncho de los dos realizó dos simples sellos de mano para así acumular agua en su boca y disparar un chorro de líquido que instantáneamente se solidificó en el aire como sendas agujas dispuestas a perforar al otro si este no se movía a tiempo para evadir o bien, cortaba con precisión todos y cada uno de los proyectiles.

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Daño Jutsu C: 1000

HP: 7200
HP - Bunshin: 2400

–No tiene por qué agradecerlo, no le veo la razón de hacerlo– dijo al momento de que la hoja de su sable fue detenida por el kunai formado a partir de partículas de agua, que el bunshin tenía en su mano. Sus orbes se abrieron un poco al ver como su arma fue detenida, aunque no se alteró, realmente le sorprendió lo que acababa de ocurrir. Dio un salto hacia atrás para tener espacio para maniobrar, aquel bunshin ya le había dado problemas, para tenerlo tan cerca de él.

Usó su katana para bloquear el contraataque, se había alejado en el momento preciso, para poder cortar todos los proyectiles elaborados con agua, que el bunshin uso en su contra. Ishiró  enfundó su arma y por primera vez elaboró una secuencia sencilla de sellos manuales. Para posteriormente moverse ligeramente de posición, a un lugar que sentía que era el más indicado. En ese justo momento, expulso toda el agua acumulada, en un chorro a presión, la cual controlo para que fuera directo al clon.

-Es como me educaron señor Ishiro, aunque tiene razón, no debería darle tanta importancia. Dijo el de lentes mientras observaba la manera elegante en la cual el de cabello negro y largo se defendía y contraatacaba con una técnica propia, enviando un chorro de agua a presión que instantáneamente se levantó sobre su propio embate, amenazando a su clon con un fuerte golpe si no reaccionaba a tiempo. -Impresionante.- Murmuró el que se encontraba sentado, levantando una ceja fascinada por el espectáculo que se desarrollaba frente a sus ojos.

Girando una sola vez el kunai para así lanzarlo a las alturas, el bunshin de Takatsuka realizó exactamente dos sellos de manos para repetir su gesto de escupitajo en el aire, lanzando un chorro de agua que a tiempo se transformó en un enorme círculo de agua que absorbió al instante el embate de Ishiro. Posteriormente se acercó al espejo de color azul y con sus dedos nudosos, voltearlo para apuntar directamente al espadachín. Tras un interludio de un mero segundo, el chorro a presión volvía a salir con la misma fuerza, disparándose hacia la cabeza de su invocador original.

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Efecto Jutsu C: Copia y devuelve el mismo Jutsu defendido con efectos y daño, defendiéndose como Jutsu C.
Daño Jutsu C: 825

HP: 7200
HP - Bunshin: 2400

–La versatilidad del bunshin es admirable– exclamó al momento de ver como había repelido su técnica. No se veía todos los días algo como eso, observar que ese clon pudiera contrarrestar también sus ataques, con una facilidad que más que asombrar podría aterrorizar a quien fuera su oponente en turno. Colocó su mano en el mango de su espada y de un ágil movimiento desenvainó  una de sus katana, para posteriormente cortar con su filo único el chorro de agua a presión.

Sacudió un poco el arma, para retirar las gotas agua que habían quedado impregnadas en la hoja. No actuó de inmediato, se reservó algunos instantes para poder pensar cual era la mejor opción. Por el momento tenía que concentrarse más en el bunshin que en su invocador. Ya que este último, tenía los medios para mantenerlo ocupado.

Guardó de nuevo el arma y juntando ambas manos, formo una secuencia rápida de sellos. De nuevo calculó la distancia prudente, antes de liberar el chorro de agua. Hecho esto, hizó uso de su katana izquierda, y se acercó al bunshin para darle una estocada en medio de su cuerpo.

Posando su mentón sobre sus manos entrelazadas mientras observaba las incidencias del combate bajo sus pies, el shinobi del País del Agua parecía fascinado, levantando una y otra ceja ante los movimientos que marcaban tanto su copia como el afamado espadachín de sables dobles. Tras evadir su ataque devuelto, por supuesto que Ishiro atacaba de nuevo, esta vez con mayor mesura y contenido para agregar a la mezcla de la batalla un embate con una de sus espadas, avanzando hasta amenazar la integridad estructural de su clon quien reaccionando a tiempo hizo girar el mizukagami, dejando que el filo de su enemigo se hundiera en su superficie. Al mismo tiempo, volvió a esbozar un sello de manos para escupir otro chorro de agua frente a la bala de agua en curso, absorbiéndola pero sin apuntar al guerrero que lo confrontaba y devolvérsela. Tras ello el bunshin dio un salto hacia atrás para golpear el segundo reflejo acuático, girándolo para así lograr que chocara con el primero y se unieran - una fusión que instantáneamente causó que el cristal acuático se resquebrajara con un fuerte temblor, seguido de incontables roturas y un estallido que envió todo aquel líquido contra el portador de las espadas gemelas.

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Daño Jutsu C: 2450

HP: 9000
HP - Bunshin: 3000

De nueva cuenta el bunshin se las ingenio, para poder repeler el jutsu de Ishiro.  El cual quedó contrarrestado por el propio chorro de agua del clon. –Realmente lo felicito, su clon por si solo se puede considerar un adversario sombroso– guardó distancia, para prepararse a lo que el clon hiciera para contraatacar. El movimiento no se tardó en aparecer. En cuestión de segundos, el líquido surgido por la colisión de agua, se dirigió en su contra. –Tatsu–Ushi–Uma– susurró mientras formaba de nuevo los sellos necesarios para su jutsu. En cuestión de segundos, un nuevo chorro del shinobi chocó contra el otro torrente. El choque duro unos segundos y el “Suiton: Mizu no mō kōgeki no jutsu “ fue capaz de imponerse. El shinobi suspiró, logró poder bloquear esa nueva ofensiva y miró con atención. Por lo visto durante el combate, el bunshin era perfectamente capaz de defenderse, pero tal vez esta ocasión, el resultado fuera completamente diferente. El torrente siguió su camino directo al clon. Era momento de saber si esta vez funcionaria o no.