Mavis vs Ishiro

Tenía ya algunos meses desde que llego a la comunidad del valle neblinoso, lugar donde los aldeanos, tuvieron que pasar por un gran número de penalidades. Con mucho esfuerzo lograron organizarse. De una u otra forma al final pudieron hacerlo. Ishiro termino sus responsabilidades de ese día y decidió apartarse a un lugar solitario. Necesitaba un momento de tranquilidad, para poder pensar unas cosas. El viento soplaba tranquilamente esa tarde, faltaba aun unas horas para que atardeciera. Por lo que la luz del sol, estaría disponible por un buen rato.

 –Demasiado que hacer y creo que soy el que menos ha avanzado – exclamo con tono de molestia. Tenía que apresurarse, si quería alcanzar el ritmo de  los demás. Los aldeanos era tercos y muchos se mostraban poco dispuestos a colaborar. Y los que sí, estaban lejos de ser la mejor opción, pero tenía que conformarse con lo que disponía. Así que los trabajos avanzaban muy lentamente. Siguiendo las instrucciones de Ishiro, que no siempre se podrían pensar que eran la mejor, debido a que se guiaba de su experiencia.

Al poco rato de estar ahí se percató que no estaba completamente solo. Una figura conocida se acercaba a aquel paraje. Aquella que fuera la sacerdotisa del clan Yuki. –¿Mavis, se puede saber qué es lo que haces en este lugar?– pregunto con cierto aire de extrañeza. Aquel lugar estaba a cierta distancia de la villa. Fuera de sus muros. Por lo que ver a la joven era algo que no se esperaba.

 

Escuchó la voz de alguien familiar para ella y de inmediato buscó con la mirada al dueño de esa voz  y cuando le encontró una sonrisa se divisó en su rostro, mientras avanzaba con grandes zancadas hasta llegar al frente de Ishiro-kun y hacer una reverencia frente a él como ya era costumbre en ella. -De visita si se puede decir Ishiro-kun. Estoy acompañando a las esposas de los trabajadores que les traen la comida para continuar con su trabajo...- Hablo mientras giraba el rostro señalando con la mirada a las diferentes mujeres sonrientes que iban con algunas cajas en manos. De seguro la producción se pararía una hora por lo menos, y esperaba que eso no molestara a Ishiro.

-Al parecer tendrán que parar un tiempo, mientras tanto Ishiro-kun que planea hacer en este descanso improvisado que de seguro no ha previsto... -Preguntó mientras le seguía observando con una admiración única desde que los había conocido a él, Hyo-chan, y a Takatsuka-dono todo había cambiado en ella, ahora mantenía responsabilidades que jamás pensó hacer y que ahora los hacía con gusto con tal de ayudar.           

–Eso lo explica todo….– expresó a lo dicho por Mavis. Era cierto, algunas mujeres les traían de comer a sus esposos. Pero nunca presto atención si con anterioridad la joven sacerdotisa las había acompañado. Miró a las mujeres que seguían con sus menesteres y solo se limitó a hacer un pequeño ademan como saludo. No quería comportarse de manera irrespetuosa hacia ellas. Ahora que ese punto estaba aclarado, sus dudas fueron despejadas.

–Siendo sincero, no tengo nada planeado– Ishiro, ya les habia dado el descanso a los trabajadores, que sus esposas llegaran a traerles su comida fue algo que paso de largo. Miró a la pequeña Yuki  quien se mostraba curiosa, algo que la caracterizaba.–Mavis-chan, he escuchado por parte de Hyo-san que has mejorado mucho en sus Jutsus, me agradaría tener un pequeño entrenamiento contigo, aprovechando este tiempo libre del cual disponemos– dijó de manera tranquila, esperando recibir una respuesta afirmativa de parte de la joven.

 

-Claro Ishiro-kun. Será para mi un honor el luchar contra ti- Dijo haciendo una ligera reverencia mientras  se alejaba unos cuantos pasos de los trabajadores y sus esposas para no molestar su hora de alimentarse, después de un arduo trabajo. Con eso la joven sacerdotisa se puso en modo de combate para enfrentarse a uno de los pilares de Kirigakure -Lamento empezar de esta forma, pero creo que no tenemos mucho tiempo antes de que se retome su trabajo Ishiro-kun- Fue lo que dijo, cuando sintió como su chakra era emanado de su cuerpo a tiempo que formaba los sellos necesarios para crear una esfera de agua en sus manos, que lanzó al pelinegro de cabello largo. 

Sabía que el era fuerte, muy fuerte por las conversaciones que había tenido con Hyo-san y Takatsuka-dono, y el hecho de corroborarlo o medir su poca fuerza contra al de él, le emocionaba de tal forma que su propia curiosidad se vio mermada por unos segundos. tras eso simplemente aguardó, lo mejor era tomar la iniciativa por parte de ella, ya después pensaría en algo que pudiera ayudarle a sobrellevar este entrenamiento. 

–Entonces comencemos– exclamó con tranquilidad, al ver como la joven sacerdotisa se alejaba unos pasos, para ponerse en la posición más adecuada y así dar inicio con el entrenamiento. Ishiro se le quedó viendo con bastante atención. –No te preocupes, no tienes por qué disculparte– mientras la joven, formaba la secuencia de sellos, necesarios para su jutsu, el espadachín tomaba una de sus katanas gemelas. Quería ver primero la naturaleza de sus técnicas, antes de usar las suyas.

Avanzó rápido, hacia la trayectoria que seguía la esfera de agua y con un corte limpio. Logró separar la esfera en dos. Al verse afectada por ese corte, el agua perdió su estabilidad y termino cayendo al suelo. Perdiendo así todo el influjo del chakra de la joven Yuki. –Ese ataque fue más fuerte de lo que tenía en mente–  se dijo a si mismo, aunque era difícil de ver a Mavis como alguien capaz de herir a otra persona, tenía que admitir que sus habilidades habían aumentado mucho. Ihiro dio otros tres pasos hacia en frente, sin usar un justu propio, se limitó a solo usar una de sus katanas gemelas.

Le observó como desestimaba su jutsu con facilidad con una de sus katanas gemelas, y eso causo gran impresión en Mavis que vio todo con una gran sonrisa, era cierto lo que le habían mencionado antes Takatsuka-dono y Hyo-san, Ishiro era alguien de gran talento y fortaleza, Mavis estaba completamente segura que podría sacar una gran experiencia de este encuentro y que eso la fortalecería más aún.

-Impresionante Ishiro-kun..- Dijo pero cayó de nuevo al ver como se dirigía a ella con uno de sus sables a una velocidad tan considerable que la sacerdotisa no pudo siquiera esquivar y solo sentir como la katana se hundía en su clara piel de su hombro derecho. El dolor fue leve pero al igual era dolor, así como la sangre que empezó a correr desde su hombro hasta su antebrazo manchando su traje celeste con tonos blanquecinos. 

-Sigo diciendo lo mismo, todos tienen una manía por las espadas...-lo dijo de forma graciosa mientras hacia un puchero para luego llevar su izquierda hasta la herida y sentir el liquido caliente escurrir de su hombro. Ya habría tiempo de curar la herida por ahora, solo esperaba que no sufriera tanto y poder durar lo suficiente contra su compañero. Con un suspiro finalizó la inspección de su herida y con decisión creo los sellos necesarios para reunir el agua dispersada por el sable de Ishiro y atacar de nuevo al joven Yuki. 

–Solo es algo que logras hacer a base de experiencia, no es la gran cosa– dijo con voz tranquila, sin mostrar mucho emoción por las palabras de Mavis. No era del tipo de personas, que le gustara de presumir por sus habilidades, o buscara la admiración de la gente. Desde su punto de vista, esa capacidad era algo necesario únicamente para sobrevivir en un combate. Asi que de ahí la poca efusividad en ello. El ambiente se llenó del aroma de la sangre, al ver como el filo del acero corto la piel de Mavis.

–Probablemente, pero es por lo eficiente que pueden ser las espadas– visualizó como la joven Yuki, formaba de nuevo los sellos de su jutsu. Pero por un momento esperó que el agua se volviera a agrupar alrededor de sus manos. Pero en vez de eso, controló la que formó la esfera original. Al ver que sus opciones eran limitadas, Ishiro solo se limito a usar el “Kawarimi No Jutsu” para evitar el ataque.

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Defensa: 21 + 10 (Kawarimi No Jutsu ) = 31(Efectiva)

-Eso es justamente lo que deseo obtener con este entrenamiento Ishiro-kun... Experiencia en batalla, se que soy solo una sacerdotisa pero no quiero depender mucho del resto de shinobis del país, es mejor que ellos se preocupen en engrandecer Kririgakure y yo me dedique a cuidar de mi pueblo- Hablo con devoción sus palabras, sin duda amaba a Kiri  y lo demostraba volviéndose fuerte para cuando en caso de alguna guerra ella pudiera defenderlos y defenderse ella misma. Por ese motivo luchaba y se entrenaba en ser una kunoichi, y a la vez aunque lo negara ganarse un lugar entre los soldados de élite de Takatsuka-dono, un lugar al lado de Nobuna-chan, Hyo-san e Ishiro-kun.

-No lo niego, siempre he visto lo que pueden hacer esas armas filudas-Dijo viendo de reojo su herida para luego ver como el pelinegro evitaba su ataque sustituyéndose con aquel jutsu, logrando animar a Mavis más de lo que ya estaba con aquel entrenamiento. Y usando la misma agua que aun se hallaba en el aire, estiro su diestra hacia adelante manipulándola y dirigiéndola a Ishiro nuevamente, debía aprovechar el momento para atacar antes de que su compañero se pusiera serio.

–Notable esa manera de hablar, realmente te has comprometido con los habitantes de Kirigakure– el joven no podía negar la devoción de las palabras dichas por la joven sacerdotisa. Era por eso que ella se ganó un lugar espacial entre los habitantes, era casi imposible que nadie viera a Mavis de esa forma. –Ten por seguro, que tienes más experiencia de la que tú crees, eso se puede ver a simple vista– siguió visualizando los movimientos de la joven, aunque se tratara de una sacerdotisa, el dominio de sus jutsus eran cosa seria.

De nuevo tenía enfrente la esfera de agua, sin parecer preocupado, ejecutó de nuevo su jutsu de sustitución y evito así recibir daño alguno. El control que ejercía Mavis sobre le vital liquido, le complicaba los movimientos a Ishuiro, antes de que el pudiera preparar su jutsu, ya se encontraba bajo ataque. Dio unos pasos hacia enfrente y por segunda vez, dirigió el filo de su katana en contra de la joven.

 

-Así es, lo decidí desde el primer día que pise Kirigakure y no me arrepiento de esa decisión Ishiro-kun, es más siento que he crecido un poco luego de esa decisión- Finalizó su punto mientras aún mantenía su distancia del pelinegro para volver a atacar de nuevo, si es que tenía la oportunidad de hacerlo y así lo hizo pero sin duda las habilidades de Ishiro para evitar ataques eran ciertamente fabulosas. Así había esquivado de nuevo su jutsu con gran facilidad a los ojos de la joven Yuki. 

-Gracias por sus palabras, pero creo que aún debo saber usar bien los jutsus, nunca fui entrenada para usarlos antes... Suiton: Eria tojikome- volvió a pronunciar mientras recibía el ataque del pelinegro sobre su hombro izquierdo, pero eso no paró la ofensiva de la sacerdotisa sino que la impulsó continuar, debí a ser fuerte no por ella sino por Kiri, y si para ello debía soportar el dolor, así lo haría con gusto y con su propio cuerpo. con ello aguardó a que la situación se

–Esa determinación te ayudara a mejorar día con día, eso te lo puedo asegurar– afirmó después de escuchar las palabras dichas por Mavis. La joven se expresaba elocuentemente y de forma sincera, estaba claro que demostraba sus verdaderos pensamientos. Los cueles eran el compromiso que tenía ante Kirigakure. Después de asestar el segundo corte. Ishiro retrocedió, para tener espacio en el cual maniobrar. Pudo ver cada uno de los movimientos de Mavis y para esta ocasión poder contrarrestar su técnica.

De manera algo arriesgada clavo la katana que tenía en la mano en el suelo, para juntar ambas manos y ejecutar una secuencia de sellos, al mismo tiempo que la sacerdotisa hacia los suyos. –Tatsu–Ushi–Uma– susurró mientras formaba de nuevo los sellos necesarios para su jutsu.–Suiton: Mizu no mō kōgeki no jutsu– exclamó segundos antes de liberar el chorro de agua a precion. El cual impactó directamente a la esfera de agua de la sacerdotisa, anulándola  y posteriormente continuar hacia ella.

Después tomó ambas katanas y por primera vez, hizo uso de las dos espadas gemelas, dirigiéndose con un rápido movimiento, cerca de Mavis y sin perder velocidad, mostró sus habilidades de espadachín, para tratar de hacer un corte doble en contra de la pequeña Yuki.

-Eso espero con Ansías Ishiro-kun, eso espero...- De pronto e inesperadamente para Mavis, un gran chorro de agua se vio expuesto desde Ishiro, quien anulo su esfera de agua así como con normalidad se dirigió hacia ella con gran fuerza sin duda por la presión que el mismo pelinegro ponía en su jutsu gracias a su chakra, a tiempo que se lanzaba contra ella con sus dos sables para dañar el cuerpo de la sacerdotisa. Un suspiro de Mavis anunció que la joven no estaba dispuesta a ser herida de nuevo, y con gran maestría y gracias a su rosario logro curar y cerrar sus heridas. De la misma forma empleando el sello del pájaro (Tori) creo una gran niebla que rodeo por completo el lugar del entrenamiento, facilitando que Mavis esquivara el ataque con facilidad y se filtrara en la niebla, como si fuera parte de esta.

Ahora, y  sin poder creerlo la sacerdotisa había usado un jutsu que había visto con anterioridad a Hyo-san y ahora lo empleaba para protegerse así misma. Esta niebla sería capaz de confundir los sentidos no solo de la vista también del oído y del olfato del contrincante de Mavis. mientras la sacerdotisa observaba cada movimiento de Ishiro, estando siempre alerta ante cualquier ataque de su parte.   

–Con que ya le encontraste el truco a cómo evitar ser herida por mi katanas gemelas– exclamó al ver como la pequeña sacerdotisa, fue capaz de evadir el acero de sus armas. No era extraño que ocurriera, después de un tiempo, alguien como Mavis, que era curiosa y observadora, podía descifrar como evitar ser herida por un espadachín. Pero lo que pasó después, dejo sorprendido a Ishiro, el jutsu que efectuó Mavis, era de un tipo más avanzado, la técnica del ocultamiento en la niebla.–Agradezco que no conozcas el asesinato silencioso, si no estuviera en graves problemas– ahora estaba en problemas, aunque Mavis, no trataría de matarlo, verse envuelto en ese jutsu, le traía malos recuerdos. Normalmente quien lo usaba, lo siguiente que hacía, era cortarle la garganta a quien se viera atrapado en él. –Lo primero es encontrar donde se localiza, después descifrar la trayectoria de sus ataques–realmente era desesperante ese jutsu, incluso para alguien como Ishiro.