Rinko o.o vs Levi

El Nara observó tranquilamente a la mujer frente a sus ojos, fijándose en que no poseía el mismo tipo de cabello que ya había observado en otros Uzumaki, aunque por lo menos no era pelinegra como él. Si bien parecía un rato irrelevante, algo conocía el muchacho acerca de los linajes de clan y por lo mismo, sabía que los factores físicos hablaban mucho acerca de qué tan pura era la sangre (y por ende,  el potencial) que pudiese alcanzar un miembro respecto a su propio clan.

Después de escuchar sus palabras, simplemente asintió tranquilamente y aguardó por alguna acción, pero al ver que no pasaba nada, decidió tomarse el primer ataque y sin esperar demasiado, desapareció de la vista de la mujer para luego volver a aparecer justo por detrás de ella, con ambas espadas desenvainadas y dispuesto a darle un corte en cada uno de sus brazos. Por lo general el primer ataque siempre fallaba, así que más que lastimarla, lo que pretendía ahora era poder tantear el terreno y conocer un poco más a su rival.

El menor de los Nara se quedó quieto observando como la mujer recibía y afrontaba los primeros cortes que le había dado; sabía que no sería mucho, pero era un avance el poder comprobar que sangraba y no era precisamente inmortal, ni ninguna de las tantas cosas que se decían acerca de los miembros del clan Uzumaki. Aguardó en silencio y escuchó sus palabras más no emitió respuesta, entendiendo que la contienda apenas iniciaba y no era necesario el iniciar una charla a menos que la ocasión lo ameritase; en vez de ello, comenzó a acumular una buena cantidad de chakra de viento en sus dos espadas al mismo tiempo que buscaba un nuevo punto en el cuál pudiese centrar sus esfuerzos para atacar…. Tenía que procurar ser efectivo, ya que se decía que dicha mujer era capaz de invocar a los sapos legendarios y a decir verdad, Rivaille no tenía mucho interés en sumar agentes externos a la batalla. Era un entrenamiento, y no quería tener que esforzarse más allá de uno como tal.

- Ahí - Pensó y de inmediato, blandió con fuerza ambos sables para formar una “X” de color azul el cual surcó todo el campo de batalla en busca de impactar a la mujer de cabellos rubios.