Sempai vs Kohai (Second round)

Los rayos del sol llegaban con fuerza desde el cielo hasta la superficie de la tierra, iluminando todo a su paso y vanagloriando-lo con su inmensa luz de día en el país del agua, entre uno de los bosques principales de la región la joven sacerdotisa caminaba con calma hacia el norte hacia al encuentro con Takatsuka-dono quien había salido pro algunos asuntos al no encontrarlo en su residencia.

La joven de cabellos azulados no dudo en ir pues sentía la necesidad de probarse a sí misma ante él, aún recordaba el momento en el cual había sido quemada viva pero al final la realidad y las ilusiones habían jugado en su contra, al engañarla de esa forma. Pero a pesar de la derrota, no se sentía del todo triste o emo, como para encerrarse en su templo a llorar como una niña de mami. Por eso ahí estaba caminando hasta encontrarse con él, y pedirle un encuentro contra ella, de sus labios escapó un suspiro al recordar que él la mandaba a este tipo de encuentros con otros guerreros, en parte se lo agradecía pues aquellos orbes ámbar que poseía podían ver más allá de lo que alguna vez había visto bajo la protección del clan Yuki.

Cuando llegó al lugar acordado la sacerdotisa simplemente aguardó y divisó con la mirada al robusto hombre, igualmente todo lucía tan tranquilo que por un momento Mavis no evitó recordar su vida como la sacerdotisa de su clan, dispuesta a ayudar y servir como soporte de las personas quienes buscaban consuelo en una figura religiosa como lo era ella.  -Takatsuka-dono, lamento molestarle, se que sabe a que he venido ante usted... Y no, no es precisamente porque tenga hambre o le haya traído algo de comer-

Ese día en particular le había tocado quedarse en uno de los tantos campos de entrenamiento de la villa, tan solo para encargarse de ordenar unas cosas que alguien - que todavía no identificaba, para extrañeza suya - había dejado tiradas. Tal vez era que no le estaba prestando mucha atención a las cosas importantes, tal vez era que con sus pensamientos elevados y distorsionados estaba disperso, pero lo que si tenía en claro era que esa tarea resultaba por mucho una molestia sin igual. Pesas, bolsas y unos cuantos instrumentos tirados de un lado al otro, dispersados por sobre el cesped verde y cubierto con rocío de la mañana mientras el de piel azul se movía y rascaba el trasero de cuando en cuando.

Tras unos pocos minutos de interludio la figura o mejor dicho, la actividad cerebral de la chica conocida por Kirigakure como Mikasa se hacía presente frente a él, pidiendo quien sabía que cosa.

-Solo si ordenas esas pilas de pesas como se debe.- Le dijo con aburrimiento y fastidio desbordándose de su voz, procediendo a rascarse la barbilla con ligera exasperación. -Como sea ¿qué quieres?-

-¿Ordenar que...?- Dijo mientras observaba con impresión lo que Takatsuka-dono le decía, parecía estar molesto quizás había interrumpido su paseo diurno y eso le había cambiado el humor, por ese motivo se tragó su curiosidad de preguntarle tantas cosas pero que prefirió callar para evitar ser castigada por aquel hombre, aunque sospechaba que en cualquier circunstancia el hombre preferiría comer antes que gastar su valioso tiempo en ella. hizo una reverencia de nuevo mientras se paraba firmemente y alzaba la voz para que le escuchara -¡Un entrenamiento!... Necesito saber mis fuerzas y las suyas también, se que esto lo puede considerar como duda o traición pero necesito hacerlo, no creo que esto demore mucho de su tiempo y si lo hace se lo compensaré- Termino de hablar mientras fijaba su vista en la del miembro del clan Takatsuka. Sentía cierta incertidumbre por lo que podría pasar pues retar de esa forma a alguien como él, era estar completamente loca, pero recordando en todas las situaciones en las cuales había estado, si podía decirse que no estaba del todo bien de la cabeza.     

-Ok, como sea. Pero quiero tela, mucha mucha tela en compensación. Se que puedes conseguir metros de tela fina con la que coser cosas lindas.- Dijo el shinobi del País del Agua mientras estiraba ambas manos, ejecutando específicamente cinco sellos seguidos y con un solo movimiento, crear un simple senbon de color azulado que giró entre sus manos. -Si son de colores brillantes sería aún mejor.- Declaró para finalmente hacer un ademán y lanzar el proyectil contra la chica sin demasiado miramiento. Su objetivo era tal como decía la chica, de probar sus habilidades y en ese caso, de ver si era capaz de evadir un embate tan simple, ejecutado por alguien que no tenía demasiada idea de como combatir con armas. Si llegaba a encajar, entonces sería un tanto decepcionante. -O es que solo tuve suerte.- Completó el azulado en voz alta, obviamente dirigiéndose a si mismo más que a la chica de cabellos celestes y atuendo precioso, encogiéndose de hombros mientras esperaba el resultado de su ataque.

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Chakra: 6 + 5 (Zaude) = 11
Daño Jutsu A: 2475
Efecto Jutsu A: -400 HP hasta el final de la batalla.

HP: 10800

-¿Tela?...- Dijo alzando la mirada levemente ante la petición de Takatuska-dono, quien siempre lograba impresionar a la sacerdotisa con sus lógicas que ella no lograba entender, por lo que tras unos momentos la joven solo asintió pues tratara de comprender al hombre era algo que no estaba en sus capacidades curiosas. -si lo que quiere son telas de buena calidad, puedo conseguirlas para usted cuando guste- respondió antes del embate del senbon en sus manos. Ocasionando que se alejara unos cuantos pasos y de forma inmediata sus manos formaran aquel sello de manos.

De un movimiento rápido la visibilidad del campo se vio interrumpida, una espesa niebla abarcó el lugar ocultando la posición de la joven sacerdotisa mientras evitaba con certeza el ataque del pelinegro. -Kirigakure no jutsu...- Dijo a tiempo que su presencia se fundía  y se preparaba para al ofensiva de su señor . - No es similar a su técnica aunque con sinceridad no soy alguien que jugaría con los sentimientos de otros- 

Tirándose sobre el suelo y quedando sentado con ambas manos posadas en la tierra, el shinobi azulino vio como su contrincante en aquel entrenamiento tan peculiar lograba evadir su ataque, una hazaña loable por los daños que lograría con un solo roce al usar ese jutsu específico. Sin embargo y esperando una ofensiva mayor en su contra levantó una de sus cejas, viendo como la chica usaba el Jutsu de Ocultamiento en Niebla para... ocultarse de él.

-Todavía se donde estás. Ninja sensor sacerdotisa elegante, ninja sensor.- Dijo Takatsuka mientras sentía una presión en el pecho, quedándose sentado sin muchos ánimos de levantarse o desplazarse a menos que fuera sumamente necesario. -Además, con tanta ropa que tienes haces uno que otro sonido que te delata. Muy lindo y bello a la vista pero poco práctico en batalla... a menos que te quedes en un solo sitio y dispares desde ahí a alguien que no sea un sensor. Oh sí, ya ya ya ya ya, ya capté el punto de todo. Como sea, prosigue.- Comentó el más rechoncho de los dos mientras se daba aires con la mano derecha, removiendo los dedos de sus pies por sobre las suelas abiertas de sus sandalias.

-Lo sé pero si no lo práctico como debe ser será como tenerlo por gusto... Aún no estoy tan familiarizada con él y que mejor que mostrárselo al precursor de dicha técnica- fueron unas cuantas palabras que salieron de sus labios, con calma mientras observaba las reacciones de su señor al ver como este no se preocupaba por su ofensiva, en verdad no esperaba menos de aquella persona respetada en las sombras por parte de kirigakure. A pesar de ello, asintió ante sus comentarios sobre sus trajes, quizás tenía razón sobre ello pero no podía evitar anda, tampoco era que luchara desnuda o usando algo inapropiado para su rango de sacerdotisa.

-Takatsuka-dono tan hilarante como de costumbre...- dijo mientras se movilizaba con sigilo, aunque sabía que el hombre sería capaz de seguir sus movimientos, luego de dar unos pasos sus manos se movieron con agilidad  creando los sellos necesarios que canalizo su chakra, hasta sus labios donde soltó un gran chorro de agua al cielo, el cual se dispersó por todo el campo. Formando varias estelas alrededor del pelinegro, las cuales comenzaron a girar a gran velocidad, ahora todo dependía de Takatsuka-dono evitar su ofensiva.

-Puedo oírlo.- Dijo Takatsuka llevándose al oído derecho su mano de uñas sobrecrecidas y azules, haciendo énfasis en el sonido de emisión que hacía aquel chorro de agua. Y no solo oía aquel ruido sino que además, notó el cambio de posición de la chica respecto a si mismo. Entonces fue que percibió el ligerísimo susurro de las aletas de agua cayendo sobre el cesped y empezar a circundarlo, girando con rapidez mientras disparaban sendas gotas como proyectiles en su contra - por su parte, el más rechoncho de los dos combatientes tan solo usó una de sus tácticas más comunes para huir de situaciones de ese estilo: usó una sustitución con uno de los troncos aledaños a su posición para materializarse a unos cinco metros de donde sentía se encontraba todavía la sacerdotisa. -Intenta hacerlo más rápido, digo, yo no soy el tipo más veloz del mundo y evadí eso, así que... ya te podrían haber picado el trasero con un kunai si fuera alguien más despierto en esto de la rapidez.-

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Defensa: 54 - 10 + 10 (Kawarimi no Jutsu) = 54

HP: 10800

-Tsk..- No puedo evitar sentirse un poco decepcionada de ver como su jutsu no funcionaba con el pelinegro, pero en parte esperaba que resultara así de esa forma pues se trataba de él, esa persona que le había reclutado o eso gustaba de creer par sí misma. le vio hacer la sustitución de forma rápida y precisa evitando las agujas o proyectiles de agua mientras le dedicaba con tanto "amor" unas cuantas palabras tan hilarantes como siempre solía ser. -No serás el más veloz pero eres el más impredecible Takatsuka-dono. Y eso es algo que usted mismo no puede negar- Le respondió a tiempo que acumulaba gran cantidad de chakra en su cuerpo para ejercer aquel jutsu que recién comenzaba a maniobrar. Gracias a la niebla que ocultaba su ser, la joven realizó su "Mizubunshin no jutsu", si bien el hombre era capaz de sentir la presencia de la Yuki, sabría perfectamente cuales eran los clones y cuales no, pero si aquello fomentaba una gran distracción lo usaría para ayudarse a sí misma.   

-Solo soy una mala imitación de mi viejo querida sacerdotisa elegantona. Créeme, ¿quieres ver a un bastardo que SÍ es imposible de predecir con sus constantes, chocantes y fastidiosos cambios de humor? Intenta vivir con él durante unos años y todas mis estupideces resultan ser unas tonterías normales, de verdad. Todavía recuerdo cuando le escupí un pescado en el regazo porque no me gustó. Digo, ODIO el pescado y eso hice. ¿Qué dijo él? Se puso obtuso porque no me gustó. Osea, que ridículo. O es que tal vez estaba mañoso porque su hijo menor resultó ser tan idiota como él, ni idea. Al final... bunshins ¿eh? Buena táctica, aunque todavía se cual es la original - te tengo fijada aquí en mi cabecita.- Comentó toqueteándose la sien con su índice de uña sobrecrecida, levantándose del lugar donde estaba para así esbozar cinco sellos de manos en manera consecuente y sumamente rápida para así formar un simple kunai de color azulino que giró entre sus dedos para dejarlo paralelo a su antebrazo derecho. Con una pisada fuerte al frente se lanzó a lo más recóndito de la niebla, lanzando una sablazo a la primera de las figuras que sintió más cerca de él - esperando haber acabado con el primero de los clones de agua de Mikasa.

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Daño Jutsu A: 2475
Efecto Jutsu A: -400 HP por turno hasta el final de la batalla.
HP: 10800

-Impredecible o no así  lo considero, no tengo el agrado de conocer a su padre pero por sus comentarios algo inusuales sobre él, creo que sería un encuentro para más extraño entre ambos, yo con mi curiosidad sería capaz de hartar a su progenitor- dijo con la mayor de las calmas mientras observaba los movimientos de Takatsuka-dono y como en un rápido movimiento se lanzaba contra la niebla en busca de Mikasa o uno de sus clones. No era necesario indicar que uno de los clones fue encontrado por el pelinegro pero esta en vez de sentir miedo o emociones en su contra, solo se limitó a posicionarse en modo de defensa y esquivando con galanura la hoja afilada, a pesar de vestir aquel que decían era un presuntuoso traje. 

De forma inmediata tras el pelinegro se mostró una figura similar, ¿un clon o la misma Mikasa? podría pensar cualquiera, pero se trataba de la verdadera quien con sellos de manos saltó desde sus labios un flujo de agua que creció de sobre manera hasta alcanzar un árbol y formarse una marejada que iba a azotar todo el lugar. Mavis no se preocupaba pues tenía gran manejo del agua y sus clones no serían afectados al estar hechos de aquel mismo elemento, mientras la neblina de su jutsu se expandiría aún mucho más por la humedad que su Suijinchû generaba. 

-Le arrancaría la cabeza de un solo manotón o la ignoraría. No se, es una mole estúpida.- Comentó el aludido mientras veía como la sombra escapaba a su ataque, algo digno en alguien que se especializaba en la defensa según pudo recordar por su enfrentamiento anterior, así como de su título de protectora de las almas y el bienestar generalizado de la villa. -Como sea, creo que estoy en problemas.- Murmuró al darse la vuelta una vez oyó el susurro de la formación de sellos de manos, viendo a la verdadera Mavis Yuki, ahora conocida como Mikasa saltar y de un solo embate lanzar un chorro de agua como ningún otro que al instante tomó una enorme forma cóncava, expandiéndose con grandeza para finalmente transformarse en una ola que arrasó con el shinobi regordete. Viéndose golpeado una que otra vez para así chocar contra un árbol bajo el agua sintió como el flujo de esta disminuía, dejándolo tirado a los pies de un roble mientras la niebla ya antes permeada se volvía incluso más opaca y densa. -Que bien, se mojó mi chaqueta. ¿Recuerda lo que le dije la otra vez? Si llegaba a mojar mi chaqueta tendría que hacer lo imposible para reparar el daño. Es un regalo de mi hermano, DE MI HERMANO. ES IRREMPLAZABLE, carajo.- Dijo con molestia, levantándose aún con su kunai en ristre.

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Descuentos Activos - Udono: -2 Jutsu. -10 Defensa. -300 HP.

HP: 10800 - 2870 = 7930

-A pesar de sus actos no creo que sea para tanto que le llame de esa forma, es su progenitor a fin de cuentas- le respondió mientras el agua arrasaba con el pelinegro un largo trecho hasta llevarlo a chocar con la corteza de un árbol, su jutsu había dado en el blanco y de verdad no esperaba que eso ocurriera al menos no por ahora pero las siguientes palabras de él le sacaron de su estupor al recordar aquel detalle que se le había pasado por alto: Aquella vestimenta era intocable. Supo entonces que estaría en peligro por ello mismo debía seguir atacando y continuar con aquel loco entrenamiento antes que el hombre alias Kaido-san se pusiera serio y consiguiera vislumbrar aquel lado maniático que de vez en cuando sacaba. 

-Me disculpo por ello, pero en un asunto de entrenamiento o de una misma lucha a muerte, el salir ileso no es algo certero... Le arreglaré la chaqueta luego, si es que me lo permite Takatsuka-dono- comentó a tiempo que uno de sus clones dio unos cuantos giros acercándose al hombre y liberando una esfera de agua hecha con los residuos de su jutsu anterior, mientras Mikasa original y el resto de copias, se posicionaba en pose de defensa por si las dudas.