Sempai vs Kohai

Era de mañana ya en el clan Yuki, el ambiente lucía tenso y como no; si se trataba de una visita importante de algún funcionario del País del Agua que merecía mucho respeto por parte del clan. Mientras la joven Mavis tan sólo podía esperar a conocer a aquel ente que recibía tanto respeto, le habían comentado que se trataba de un hombre llamado "Udono Takatsuka"... De por sí el nombre no le sonaba, pero a sabiendas que la joven tan solo llevaba unos pocos días en ese mundo, no se le podía exigir más de la cuenta en asuntos de diplomacia ni mucho menos el conocer gente que jamás antes había visto, pero que debía respetar.

No paso mucho tiempo para que se diera la llegada, entre la multitud Mavis tan sólo acotó a alejarse lo suficiente y seguir entrenando como debía hacerlo desde que su trabajo como sacerdotisa había quedado atrás, y ahora debía valerse como una shinobi en un mundo desconocido por ella - Aún soy débil, debo mejorar más...- Susurró mientras se concentraba en manejar su chakra, esperando que los miembros de la familia Yuki no se dieran cuenta de su ausencia.

-¿Es usted un miembro del clan Yuki?- Inquirió de pronto una voz ajena a cualquiera de los otros sujetos que se encontraran allí, justo a espaldas de la chica albina. Vistiendo una capa de viaje negra con un atuendo típico de los encargados shinobis del País del Agua, el sujeto, de cabello igualmente azabache y lentes cuadrados enmarcando un par de ojos mezquinos, pequeños y oscuros a la par que aburridos y desinteresados, tan solo ladeó infimamente la cabeza, esperando una reacción por parte de la muchacha que estaba seguro, pertenecía a aquella casa noble de donde salían tantos bastardos e hijos no planeados. -Aunque esas ropas no son propias de un miembro "regular". Disculpe si sueno inapropiado, pero, ¿es parte de las altas esferas de la familia? Si es así, me presento: Tamanegi Takatsuka, reclutador oficial de la futura armada al servicio de la comunidad en medio del valle neblinoso del País del Agua. Me encantaría saber un poco más de usted, además de inquirir algo: ¿le gustaría servir a una causa noble?- Preguntó el mayor con las manos entrelazadas a la espalda, intentando sonar algo motivado o interesado en el asunto como tal, sin lograrlo. La verdad era que... no le importaba en lo más mínimo y para su persona, aquello no era más que una simple manera de pasar el tiempo mientras la multitud se dispersaba.

Una pregunta un tanto peculiar causo que la joven Yuki girará su rostro en la dirección de donde provenía aquella voz e intempestivamente su mirada miró agudamente a aquel hombre que vestía una gabardina de color negro que cubría gran parte de su cuerpo dejando una gran curiosidad en Mavis. Mas su palabreo no era de cualquier persona, mas bien sonaba a alguien calmado y respetuoso, alguien como el invitado que el clan Yuki tanto esperaba... Aquello no podía ser cierto, que haría alguien como el en un lugar alejado y fuera de sus deberes, pero sus siguientes vocablos solo causaron que la joven sacerdotisa entendiera la situación.

-Es un placer conocerlo Takatsuka-dono y si como sospecha pertenezco a una de las ramas principales del clan; mi nombre es Mavis Yuki y no le niego que estoy interesada en su propuesta pero hay algunas dudas que me hacen pensar.... Habla de una causa justa, nunca nada es justo solo aquello que conviene a una nación puede ser dictaminado como justo aunque no lo sea, y si ha de serlo me preguntó porque se ha tomado tanta molestia en aparecer por aquí siendo más simple enviar a alguien como recadero bastaba... Takatsuka-dono- Hablo ligeramente con recelo pero a al vez manteniéndose firme en su respeto hacía el señor que aparentaba tranquilidad y sumo interés en aquel acto, obviamente para Mavis como nueva en este mundo era algo que le interesaba comprender en definitiva y no simplemente seguir un juego del cual su mismo clan le había aislado por muchos años.

-La verdad no me gustan estos espectáculos.- Declaró el de cabello negro con sumo desinterés impregnado en su voz. -Además, supongo que la información se desvirtuó cuando llegó a los oídos del dominio público, pero yo solo soy tan solo una pequeña pieza de todos los hombres que se unieron en aras de intentar hacer algo con los invasores de otros Países. Verá, mis hermanos menores fueron masacrados por clanes del País del Fuego, así como los hijos de varios campesinos y las hijas de los constructores más reconocidos del valle. Si no le parece que intentar remediar esa tragedia es una causa justa, está en todo su derecho de decirlo, expresarlo y sentirlo así. ¿Qué puedo decir? Respeto las opiniones de los demás.- Murmuró Takatsuka en un tono que más bien decía "no me importan" que lo espetado en voz alta. -Además, si aparecí aquí no es precisamente porque sea una Yuki o algo así, es solo un factor aledaño; la verdad, tiene usted una mente fascinante.- Declaró, haciendo referencia tácita a la manera en que podía percibir como sus fluidos cerebrales se movían de una forma u otra al estar en aquel sitio. -Mavis Yuki, su mente es particular.- Dijo materializando de la nada un kunai azulino que desinteresadamente lanzó en su contra, esperando ver una reacción tanto buena como mala. Cualquier cosa le servía.

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Chakra: 12 + 5 (Zaude) = 17 (-15% Daño Final)
Daño Jutsu D: 1800 - 270 (15% Chakra) = 1530
Efecto Jutsu D: "Suiton - Ekitai Buki Tanzô": -50 HP, aumenta 25 por cada turno que pase en batalla.

HP: 7200

No tardó mucho en escuchar las palabras del hombre de gabardina negra, acentuando quizás lo que la joven sacerdotisa sospechaba sobre la actitud del señor Takatsuka, aún así se sentía aliviada de cierta forma al notar que las palabras de ahora eran más sinceras o de acorde con lo que pensaba o eso quería creer. Estaba  apunto de responder-le cuando divisó con sus orbes ámbar como un kunai; si esas armas que recién había; conocido era lanzado en su contra con tanta rapidez que en un instante dado, la mujer sólo pudo reaccionar a esquivar dicha arma, dando un salto a un costado.

-¿Fascinante?... No lo creo así, mas bien diría curiosa- Respondió con una leve sonrisa mientras sus pies caían gracilmente al suelo manteniendo su equilibrio, y fijando su vista de nuevo en su compañero de batalla. -Siento una enorme tristeza por lo sucedido con sus hermanos señor Takatsuka, a pesar de esta nueva vida aún no olvido mis costumbres como sacerdotisa y por ello, me asegurare de hacer un par de oraciones por ellos. Si es que puedo salir ilesa de este enfrentamiento para seguir emitiendo mi opinión como usted ya conoce....- Respondió con voz tranquila a pesar del ligeramente nerviosismo que sentía por la situación actual este era oficialmente su primer enfrentamiento con alguien superior.

-No se preocupe por ellos señorita Mavis Yuki. No tenían edad para caer al purgatorio, deben estar en un lugar donde no sufren; independientemente de su partida de este mundo, están en mejores condiciones sin duda - este mundo es lo bastante horrible como para convencerme de ello.- Declaró Takatsuka con un ligero asentimiento de cabeza, viendo como su "oponente" evadía con gran presteza el ataque de su kunai hecho con agua. -Y debo insistir en que su mente es fascinante. No hay mucha gente que tenga esa... actividad cerebral.- Murmuró con calma mientras dejaba que la otra tomara su espacio para la ligera confrontación que además doblaba como prueba para ver que tanto era capaz de hacer esa sacerdotisa. -Y... creo que debo agradecer su intención por las oraciones. Me disculpo si antes soné algo cortante.- Dijo de pronto con ánimos de corregir aquella expresión, cerrando los ojos un instante para así abrir solamente el izquierdo y clavar su vista en la chica, aplicando una de sus técnicas preferidas: el Mienai Kyofu o en otras palabras, la técnica del térror no visto. Con esa sola expresión, una figura fantasmal se cirnió a las espaldas de Mavis, amenazando con rajarle el cuello de un solo corte hecho con un gran cuchillo de treinta centímetros de largo.

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Daño Jutsu C: 2200
Efecto Jutsu C: -200 HP hasta el final de la batalla.

HP: 7200

-Me alegra oír eso, pero de todas formas lo haré si es que me lo permite claramente... alguien como yo no es fácil de hacer cambiar de opinión o más bien diría de determinación cuando se trata de algo que he desarrollado por muchos años...- Asintió a la leve inclinación de cabeza del hombre, con una similar mientras juntaba sus manos en forma de rezo y a la vez respeto inclinando también su cuerpo como disculpa por su atrevimiento con las palabras. 

Mientras realizaba aquella acción la joven no pudo evitar sentir un escalofrío tras su espalda que según sus estudios o mas bien sus creencias, entendía que le traería infortunio por tal motivo antes de que siquiera volteara su cuerpo le instigó a dar un salto hacia adelante sintiendo el golpe del metal contra el suelo tras de ella. -Agradezco por tal cumplido, aún si veo mi actividad cerebral le causa tanta fascinación como para tener mi cabeza en una bandeja...- Tras sus vocablos la joven sacerdotisa contra-atacó. Las partículas de agua que rodeaban a ambos comenzaron a juntarse gracias al chakra de la joven y en un instante dado, una esfera formada de dicho elemento fue dirigida hacia a Takatsuka-dono.    

-Oh no no no no no.- Dijo el otro con tono ligeramente adusto. -No le quiero hacer daño, sino que tan solo es una manera de ver que podría hacer en un ambiente no-amigable. Cuando dije lo de "servir a una causa noble" es porque vi, no se como decirlo propiamente, potencial en usted. Discúlpeme si no me expresé como debía, no es algo que mi padre me haya enseñado a hacer.- Declaró Takatsuka con una ligerísima inclinación de cabeza en señal de disculpa para así dar una zancada hacia atrás, reunir chakra y escupir un flujo de agua frente a él que se convirtió en una superficie plana y curva de agua que instantáneamente absorbió el ataque de la mujer, atrapándola en el reflejo y romperse como una brisa de rocío en medio del verano. -¿Ve lo que digo? Tiene un enorme potencial para ser solo una "sacerdotisa".- Murmuró el pelinegro para unir nuevamente sus manos y formar sellos de manos, volviendo a disparar aquel chorro de agua en dirección a Mavis Yuki, creando aquel espejo acuático de nuevo para reflejar a la chica, enviando a un doble a luchar contra ella enarbolando un simple kunai sacado de la nada.

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Chakra: 23 + 5 (Zaude) = 28
Jutsu C: 2200

HP: 7200

-¡Oh! Es así, entonces espero disculpe mis conjeturas apresuradas en referencia su forma de proceder, si tan sólo busca medir las habilidades que poseo, déjeme aclararle que vengo realizando esta labor desde un corto periodo de tiempo... Pero dada la situación, no veo que sea necesario aclarar tal punto- Sus palabras sonaron como una forma de disculpa pero a la vez un tanto recelosas al referirse así misma por no tener la fuerza que requería, había dejado atrás un mundo para ver con fiereza otro, y para sobrevivir en aquel mundo necesitaba fuerza y sabiduría, algo que aquel hombre podría ofrecerle si aceptaba luchar por esa causa justa.

De todas formas sacudió la cabeza de un lado a otro alejando tales pensamientos, no era el momento indicado para dejarse llevar por sueños o por posibilidades cuando necesitaba mantenerse enfocada en el encuentro con Takatsuka-dono. Le vio comenzar una nueva sucesión de sellos, indicado que un nuevo ataque estaría próximo y así fue cuando un chorro de agua que creo un espejo reflejando su figura y a la vez de Takatsuka-dono.... 

Quien portando solo un kunai se acercó en su dirección atacándola, Mavis instintivamente trato de alejarse pero los movimientos limpios y perfectos de su contrincante no ayudaban mucho para su defensa, buscando una apertura la joven Yuki le golpeo en el estomago mas aquel ente se desvaneció en agua. -¡No puede ser!....-Ante los orbes de la Yuki aquello parecía tan sólo una jugarreta aún así con la poca sensatez que aún mantenía la joven usó parte de ese mismo elemento para crear de nuevo aquella esfera contra Takatsuka-dono.

-Buenos reflejos señorita Mavis Yuki.- Dijo Udono mientras daba un paso hacia delante, dispersando el mizukagami para así volver a ejecutar los sellos necesarios y disparar un nuevo chorro de agua, creando otro espejo acuático que en esta ocasión lo reflejó a él mismo. Saltando de la superficie mientras enarbolaba un kunai de material azulino, la copia de Takatsuka se posó a su lado girando una y otra vez el arma entre sus dedos nudosos. -Admito que aparte de lo fascinante de su actividad cerebral, la manera en que actúa en combate es admirable y digna de un buen soldado de cualquier armada. Hasta podría decirse que no se asemeja al arquetipo de una sacerdotisa, al menos, según lo que tengo entendido de esa casta.- Expresó el shinobi de anteojos, ladeando ligeramente la cabeza con su usual voz monótona decorando todas y cada una de las sílabas que pronunciaba. -Entonces debo insistir un poco más.- Declaró para dar una zancada al frente mientras materializaba su propio kunai marino, dejando que su clon hiciera una sustitución para quedar detrás de la chica y evitar su ofensiva tras unos saltos medidos que ciertamente, no parecían posibles para el más robusto de los dos. Tras aquello, ambos pelinegros lanzaron los kunais en sucesión, directamente a los hombros de la muchacha.

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Daño Jutsu C: 2200

HP: 7200
HP - Bunshin: 2400

Le escuchó hablar a tiempo que el clon desaparecía ante sus ojos dando paso al hombre quien acercándose unos cuantos pasos liberó de nuevo la misma técnica que ya venía haciendo desde hace ya unos momentos, consecuentemente la menor de los Yuki entendía de alguna forma lo que estaba a punto de suceder y cuando sus orbes ámbar confirmaron su suposición, tuvo que hacer un esfuerzo para mantenerse centrada cuando divisó como ambos kunais iban dirigidos hacia sus hombros.

Instintivamente su chakra manipulo nuevamente el agua cercana creando así una masa de agua frente a ella capaz de detener ambas armas en un solo instante, la densidad del agua había variado gracias a su chakra y por consiguiente aquel líquido se había vuelto mas como un plasma. De inmediato la joven sacerdotisa cogió ambos kunais y los lanzó contra el hombre de gabardina negra, y a la vez el plasma formado volvía a su naturaleza inicial formando una esfera de agua pequeña que mientras se acercara a Takatsuka-dono iba a ir creciendo.

-Los tiempos cambian, así como las personas... Antes era impensable que una sacerdotisa pudiera realizar actos bélicos pero ahora es fundamental para cualquiera incluso para alguien como yo, el sobrevivir es una prioridad pero aún más es el no depender de alguien más para conseguirlo...-

-Y como sacerdotisa ¿cree en el bien de las personas de este mundo?- Inquirió Udono mientras daba una zancada hacia atrás y reunía nuevamente chakra en su boca para escupir un flujo informe de líquido azul que de inmediato se volvió un escudo espeso donde se clavaron los kunais acuáticos, viéndose absorbidos y dispersados en una simple brisa de color blanco pálido. -Las personas roban, violan, matan, se agreden unas a otras y si no son miembros íntegros de sus vidas, son capaces de traicionar sin condición alguna. Dígame, basado en su propia experiencia como servidora de lo que sea que esté del otro lado del mundo ¿cree que las personas son intrínsecamente buenas?- Preguntó el shinobi de lentes mientras formaba con sus manos un simple sello de manos, levantando todo el vapor del ambiente para así crear una bruma sumamente espesa que era reconocida por todo el País: inequívocamente, era el Muon Satsujin, o como era llamado en otros lugares, la técnica del Asesinato Silencioso. -¿Qué son las personas para usted, Mavis Yuki?- Dijo, influenciando los sentimientos de la chica, obligandola a confrontar una emoción específica: la desesperanza.

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Jutsu D: "Muon Satsujin Jutsu" activado.
Efectos Activos: +2 Jutsu. +10 Dificultad de evasión de técnicas.
Habilidad Activadad: Manipulación de emociones. Emoción forzada en Mavis - Desesperanza.

HP: 7200
HP - Bunshin: 2400

Ante tales repentinas palabras la joven sacerdotisa no pudo siquiera responder de inmediato, primero hablaban sobre un tema muy particular y ahora este se había tergiversado hacia un tema existencial, un tema por donde lo mires siempre tenía sus pros y contras, un tema considerado por muchos sin solución finita o satisfactoria para ambos. Pero ante ellos su palabras eran claras, al menos para ella, no podía responder por el resto del mundo pero podía asegurar una respuesta de lo que había vivido. 

Sin embargo una niebla brumosa acechó el lugar, quitandole mucho rango de visión a la peli azul quien solo se limitó a ver de un lado a otro en caso de que un ataque fuera efectuado mientras la bruma aún permanecía, transcurrido unos cuantos segundos la joven se dispuso a contestar pero antes de que sus labios emitieran sonido alguno una sensación afloro en su piel... -¿Eh?... ¿Qué es esto?- Inexplicablemente sus piernas comenzaron a temblar ligeramente mientras sus manos se posaron en sus hombros cruzando ambos miembros, y en su rostro se podía apreciar una expresión llena de desesperanza como si aquel mundo que tanto quiso ver fuera tan solo una mera ilusión.

-No hay tal diferencia entre ambos mundos, la maldad de la gente siempre alcanza cualquier rincón de luz, bañándola de oscuridad. Jajaja... ¿Matar?¿Violar?¿Traicionar?... Que es un ser humano sin tales emociones sólo un cascarón vacío, eso es lo que somos los seres humanos... Cree que como sacerdotisa he estado viviendo en una mansión de cristal, he sido testigo de todo ese caos pero a pequeñas proporciones... Aún así, esa es la vida que cada uno ha escogido, buscar comprender tales situaciones nos llevaría a una paradoja interminable...- Respondió como si aquellas fueran sus últimas palabras, aquella sonrisa que siempre adornaba su rostro ya no estaba presente mientras sus orbes estaban abiertas de par en par, pero luego de aquellos vocablos sintió como una parte de ella se calmaba y retomaba su ataque contra Takatsuka-dono... Mientras sentía como la desesperanza aúna la embriagaba profundamente -Pero que puede significar mi opinión en un mundo tan complejo...-