Sakura vs Levi

Tras varios combates fuera del clan, Sakura, la mas pequeña de la familia Uzumaki, tenia una nueva perspectiva y raramente aceptaba entrenar en su clan, pues ella ambicionaba ser mas fuerte, mas dura y mas experta en cuestión de combate, pues nunca le había gustado quedarse de manos cruzadas mientras veía como otras personas no podía defenderse, por tanto, creía que si seguía el consejo de Udono llegaría a su meta. Así que visitándolo y pidiéndole un poco de guía, ahora se encontraba caminando en el bosque con la intención de encontrarse con la persona que le ayudaría a mejorar sus habilidades.

El frió de la ventisca que hacia que su cabello se ondulara la obligo a fijar su vista en la parte superior de un árbol, y cual fue su sorpresa al volver a ver al pelinegro Nara, con el cual ya había coincidido varias veces.

- Una sorpresa volver a verle Nara-san.- Dijo mientras detenía su paso frente al árbol y como siempre, hacia uso de un poco de educación, pues a este hombre le debía un poco de ella, ya que durante tus entrenamientos previos fue cuando aprendió muchas mas cosas que en todas sus practicas juntas y para ella eso era algo significativo.

Los ojos del Nara se posaron encima de la figura de la pelirosada a la vez que cargaba un poco de chakra en sus sables, preparándose para atacar en cuanto la pelea diese comienzo. En el intertanto, alzó un poco las cejas en señal de sorpresa por la “educación” mostrada por la proveniente del clan Uzumaki y simplemente aguardó un momento en silencio, pensando en cuál podría ser la alternativa más sensata para así responder ante la amabilidad mostrada por la niña y tan poco habitual en aquel mundo shinobi tan bélico y complicado.

-Eh… hola…. Buenas tardes, Uzumaki Sakura - Respondió de forma breve y concisa - Imagino sabes por qué estamos acá, así que iniciaré de inmediato…

Dicho eso, presionó con potencia sus dos sables y, apuntando a las piernas de la muchacha, fue que el Nara simplemente blandió con fuerza las hojas y, recargadas con chakra de viento, le tiró un potente ataque inicial con el cual, si bien no sabía si le golpearía o no, pretendía dar el punta pie inicial del combate.

La pelirosada al estar ya en el campo de combate, espero a que hiciera algo el Nara y se sorprendió por que hablara demasiado en sus primeras líneas, pues ya se había acostumbrado que la mayoría de las veces, no mantenían una charla fluida entre ellos durante todo el entrenamiento. Sin embargo no se enfoco en sí, sino en que el pelinegro ya tenía preparados sus sables con un poco de chakra, por lo que sabía que tenía que estar muy pendiente de cada movimiento realizado por el shinoni.

Sakura controlando gran parte de su chakra en sus piernas, corrió a gran velocidad entre los árboles que había cerca, para así evitar los concisos ataques que Levi le enviaba, por lo que decidió que era mejor esquivarlos y poder preparar su golpe. Así mientras los esquivaba, salto muy alto gracias al impulso del su chakra y de un momento a otro desapareció, para volverse a dejar ver encima de la posición del Nara con su puño derecho cerrado cargado de chakra y el izquierdo con su espada en dirección del joven.

 

Su primer ataque había sido un rotundo fracaso, como había supuesto, y de inmediato aquella muchacha del clan Uzumaki preparó una respuesta que no tardó en ser materializada. Podría haber sido el final del combate, más la mujercita esquivó su potente técnica y se dispuso a lanzarle una contraofensiva al Nara, la cual consistía en un fuerte puñetazo cargado con chakra futon que pretendía impactar en el proveniente del clan de los ciervos y las medicinas. Sin embargo, Levi pudo ver a través de sus movimientos y, leyendo sus intenciones, fue que guardó sus espadas, dio una voltereta hacia atrás y posando las palmas en el piso, se afirmó para girar por sobre su espalda y caer de pie, justo un par de metros más lejos que la ubicación inicial y en la cual la kunoichi impactó de lleno y destrozó tierra y lanzó pedazos de la misma hacia todas partes.

- Oh… eres fuerte - Agregó desde su posición, analizando la postura de la tal Sakura y buscando cuál sería la decisión más adecuada de tomar - Si eso me hubiese dado, habría dolido…

Terminadas sus palabras, volvió a dar un salto hacia adelante y esta vez, pretendía darle una fuerte patada en toda su quijada a la descendiente del clan Uzumaki.

La chica de cabello rosado había puesto mucha fuerza en su puño y el efecto que tuvo en el suelo fue tal que se destrozo por completo el área al que su golpe había dado, pues la habilidad del Nara de poder esquivar su poderoso ataque era mas que precisa.

- Tenlo por seguro que si...- Respondió al mismo tiempo que levantaba su puño y limpiaba sus nudillos la tierra que había en ellos y se acomodaba sus cosas para volver a ponerse en posición, sin embargo se percato que el pelinegro intentaba golpearla fuertemente en la quijada, por lo que se impulso con ayuda de su chakra y dio varios giros y un par de saltos hacia atrás, con el fin de mantenerse a salvo.

- Eso estuvo cerca..- susurro mientras concentraba su chakra de tal manera que, enseguida aparecieron algunas cadenas de chakra desde el suelo, todas dirigidas a un objetivo, Levi.

Rivaille Nara no era un sujeto que gustase de comunicarse. En realidad, evitaba a toda costa hablar con aquellos a los que no tenía nada que decir y por lo mismo, es que muchas veces solía entrenar con gente que apenas y podía escuchar su tono de voz. Después de todo, era un hombre reservado y de pocas palabras, carente de entablar relaciones sociales o bien, de demostrar algún tipo de empatía aunque fuese por “contexto social” para con sus compañeros de misión o entrenamiento. Fue por ello que, ateniéndose a su comportamiento habitual y observando que no era necesario pronunciar palabra alguna, omitió sus comentarios para con la de cabellos naranjos y al ver aproximarse unas cadenas, tan sólo dio un salto hacia atrás y esquivó el golpe mientras que en el aire ejecutaba un simple sello. Tenía un plan para poder combatir contra la muchacha del país del fuego y tendría que iniciar el proceso de aplicación de sus objetivos cuanto antes. 

La joven por primera vez chasqueo su boca al ver como con gran habilidad el pelinegro esquivaba con gran precisión las cadenas que ella había creado para poder atraparlo y darle un golpe certero, sin embargo al ver que su velocidad de respuesta era demasiado veloz intento algo la pelirosada un tanto arriesgado y hasta temerario pero tendría que funcionar si es que ella quería avanzar en el combate.

- Espero esto funcione.- Susurro mientras en su mano derecha se comenzaba a concentrar una esfera de viento y chakra, ambos mezclándose de tal manera que se hiciera estable. No obstante, no fue el ultimo movimiento de la Uzumaki, puesto que después de tener la esfera controlada con su mano izquierda saco su espada e impulsándose con chakra en su pies comenzó a correr hacia el pelinegro para distraerlo con algunas estocadas con su espada y así este no pudiera evitar su tecnica. -FŪTON - RASENGAN.-

Y después de tantos entrenas, finalmente la mujer de cabello rosado había logrado herir un poco a Rivaille. El shinobi se concentró tanto en atacar que no preocupó su defensa, por lo que tanto una estocada al igual que esa esfera de extraño color golpearon en su brazo, causando que de inmediato se viese en la obligación de retroceder, saltar hacia atrás y evaluar la herida.

- Aún no es grave - Pensó y luego continuó mirando el corte y la particular rotura en la tela de su vestimenta golpeada: era como si un pequeño torbellino le hubiese impactado, desgarrando la tela en forma circular - Pero pudo serlo… debo tener cuidado con esos ataques.

A sabiendas de que el entrenamiento podría tornarse un poco más conflictivo y, lastimosamente, interesante, fue que se mantuvo en guardia y a la espera del siguiente movimiento de la Uzumaki, atento a sus manos y sobretodo, interesado por esa particular esfera de energía que era capaz de crear.

Sólo como prueba, tiró un shuriken en dirección a uno de sus ojos.

La joven pelirosada sonrió con satisfacción al ver que su rasengan había surtido efecto en el veloz shinobi, por lo cual no dudo ni un segundo en comenzar a saltar de la alegría que la embargaba pero sobre todo del orgullo que sentía por su nueva técnica y por su espada, pues después de mucho entrenar, al fin la había podido utilizar efectivamente.

-Si!! YAY! Kami es genial.- gritaba y decía feliz, sin embargo por estar celebrando y brincando como niña pequeña no se percato que el Nara comenzaba a ver los efectos de su jutsu pero sobre todo, lanzar una shuriken directo a su rostro, por lo que al tenerla a tan solo unos cuantos milímetros de su ojo, la intento esquivar, pero no fue lo suficientemente rápido su acción que toso su cachete izquierdo fue atravesado por una linea causada por la filosa arma.

-Auch!.- alcanzo a decir mientras se cubría con su mano izquierda esa parte de su rostro afectada y veía con detenimiento al pelinegro. Eso había sido un aviso que tendría que estar concentrada al 100% si quería salir bien librada de este entrenamiento o mínimo durar un poco mas.

Justo cuando el Shuriken había impactado en el rostro de la muchacha Uzumaki, el joven Nara comprendió que era el momento de su contrataque y por lo tanto, procedió a cargar una gran cantidad de chakra en su mano derecha a la vez que con la izquierda procuraba dejar la guardia arriba y así, evitar ser sorprendido mientras iniciaba su técnica con la cual pretendía cambiar el curso del combate.  Realizó una pequeña mueca cuando la herida en su brazo le volvió a arder, recordándole que por un descuido había sido alcanzado por esa bola giratoria de la Uzumaki y que, por lo mismo, no era prudente el dedicarse ciento por ciento a la ofensiva cuando su rival era capaz de conjurar otras técnicas más letales.

- No lo comenté hace un momento - Pronunció con calma a la vez que en su diestra ya estaba materializada una enorme lanza de chakra negro y con pequeños relámpagos alrededor - Pero tu técnica me impresionó… te devolveré el favor.

Dicho eso, le lanzó una poderosa estocada con su lanza de sombras y desapareció, para así evitar ser alcanzado por el choque del golpe.