Dô VS Sakura

Y como acción predispuesta por el escuadrón de reconocimiento del País del Rayo para establecer relaciones con otros Países, así como entre sus propios miembros, la ronda de usuales combates amistosos habían sido dadas. Aquel día a Dô Ono le tocaba practicar en el claro apisonado de los bosques del Rayo, además de esperar a su contrincante del día con quien se suponía debía entablar algún tipo de entendimiento a través de una batalla respetuosa y de esa forma dejar en alto el nombre de la región nubosa y plagada de montañas. Con un traje de color rojo vinotinto y decorados en plata conformado por una chaqueta gruesa con cuello terminado en puntas de sierra y mangas largas que llegaban un poco más allá de las muñecas, además de un pantalón bombacho que se ajustaba perfectamente a unas sandalias que más bien parecían botas por lo alto y ancho de sus suelas, el rubio se encontraba haciendo su calentamiento de rutina: extendiendo los brazos, girando los hombros y doblando las rodillas una y otra vez.

Con un último doblamiento de su cuello para dejar crujir aquella zona y sentir que estaba preparado, finalmente soltó un bufido. Estaba listo para aquella escaramuza amistosa, ni más ni menos.

La más joven del clan Uzumaki se acomodaba su capa que la cubría del clima tan nublado y frio que había, pues ella no estaba acostumbrada a ese tipo de fenómenos climatológicos, además que llevaba un pantalón que le llegaba hasta los tobillos y unas botas que le llegaban a la misma altura que el pantalón, una blusa que cubría su cuello y de manga larga, además de una ligera chamarra color rojo y el símbolo de su clan; y el hecho de que iba a así, era porque, como miembro del clan, debía competir en un entrenamiento amistoso con un shinobi de otro país y esta vez le había tocado acudir al País del Rayo.

Una vez que estuvo en el sitio donde sería el combate, logro ver a un rubio muy peculiar, estirarse y hacer algunos movimientos de calentamiento, una vez que estuvo a una distancia prudente paro su paso que era un poco presuroso, y con voz cortes le dijo.

-Ciertamente, buenos días señorita.- Saludó Dô una vez vio la figura de la pelirrosa entrar al claro y anunciarse, interrumpiendo momentáneamente su calentamiento antes del enfrentamiento que estaba por llegar. Andando en dirección a la chica terminó de girar sus hombros, sintiendo como algo hacía un ligero "clic" en sus omoplatos y le indicaba que ya estaba listo para la confrontación amistosa. -Me presento: Dô Ono. Es un gusto tener la oportunidad de entrenar con usted y espero que la experiencia sea igual de satisfactoria para ambas partes.- Declaró con su usual sonrisa de oreja a oreja, estrechando la mano derecha de su interlocutora para finalmente separarse, volver a recorrer el espacio de diez metros reglamentarios y finalmente, darse unas cuantas palmadas en las rodillas.-Bien señorita, tiene usted el primer turno, le toca atacar primero.- Dijo el rubio colocándose en posición, preparado para lo que viniera. Al final, no había más que hacer - después de todo, era una batalla de entrenamiento amistoso, ni más ni menos.

A Sakura le causo un ligero interés por como se escucho que trono su espalda al moverse, pues nunca había escuchado un sonido así de fuerte como aquel, por ello al oír la presentación del rubio sonrió cortesmente mientras se acercaba un poco mas para estrechar la mano que le ofreció su compañero de entrenamiento.

Su vista se poso por todo el lugar y sonrió de lado al ver que era de los sitios mas perfectos que pudo haberle tocado para poder comenzar un combate con un extranjero, por ello se acomodo su equipamiento ninja y esperando a que estuviera listo, una vez que se sintio preparada, el viento soplo en su rostro y eso hizo que dijera Sakura.

-Eso sí es extraño.- Comentó el rubio mientras arqueaba ambas cejas con ligerísima perplejidad para así reunir chakra de rayo en sus manos y más que nada sus pies en aras de escapar del agarre de las cadenas. Dando una zancada hacia atrás marcó el piso, quemando apenas el cesped con la electricidad al tiempo que su figura se removía en la pradera, zigzageando en dirección contraria a las cadenas para así huir y ponerse a salvo de la primera barrida de eslabones unidos unos con otros. Y antes de que chocara contra uno de los árboles aledaños a los límites del área de entrenamiento el mayor hizo que el cinturón rojo que le cubría al abdomen se disparara y envolviera el tronco con rapidez, haciéndolo girar y lanzandolo al frente. Con una segunda zancada abonada con su elemento nativo, finalmente aterrizó a salvo del primer golpe dado por la fémina miembro del clan del Remolino. -Por poco señorita Uzumaki.- Comentó el rubio, estirando los dedos para prepararse para lo que viniera a continuación. -Ahora, creo que sigue usted.-

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HP: 3500

La joven del clan Uzumaki se sorprendió por la gran rapidez de respuesta ante sus cadenas de chakra, pues el rubio había mostrado tener una habilidad singular con respecto al elemento rayo y saber que movimientos hacer para evitar satisfactoriamente un ataque como el que ella había lanzado. Cuando lo vio de nuevo de pie y a salvo de sus cadenas, la chica sonrió de lado y tomo el mango de espada que la tenia sujetada en su cintura del lado derecho, para desatarla un poco de la cintilla donde estaba.

-Vaya, me sorprende Do-san.- Enseguida desenvaino su espada e impulsada por el chakra en sus pies comenzó a correr en dirección al chico, de manera que alrededor de este se mantenía y lanzaba ligeras estocadas, para después ir con mas velocidad y acercarse a este para darle una estocada donde llevara toda su fuerza. Sabia que había dos posibilidades, y esperaba que fuera la mas negativa, de que el shinobi la evadiera por que realmente se veía muy prometedor.

-Ugh. Empiezo a creer que hay una sobrecreación de espadas últimamente.- Declaró el rubio mientras se lanzaba al frente al haber acumulado chakra de rayo en sus manos y pies, dando una vuelta sobre su eje para evitar el golpe de la larga cuchilla de la chica por poco, apenas recibiendo un corte en su ropa. Zigzageando a lo largo y ancho del cesped finalmente se disparó hacia la derecha del enorme claro, patinando y quemando la hierba y quedar a unos veinte metros de distancia de su oponente. -Bien, creo que ahora si me toca a mi.- Declaró mientras colocaba sus manos sobre las rodillas y se ponía en posición, localizando a la chica al instante. Tras un interludio de al menos tres segundos dio una fortísima zancada al frente, quemando el piso mientras zigzageaba y levantaba un puño, direccionandolo al pecho de la fémina en aras de lanzarla lejos antes de que pudiera invocar de nuevo las cadenas de chakra o peor, que enarbolara la espada para cortarle aún más el traje que llevaba vistiendo en esa sesión particular.

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Daño Jutsu D: 375
Efecto Jutsu D: -100 HP hasta el final de la batalla.

HP: 3500 - 300 = 3200

La chica de cabellera rosada se sorprendió al ver como el rubio comenzaba a girar sobre su propio eje con ayuda de su chakra, pues solo esas maniobras se ponían realizar de tal manera. -Posiblemente así sea Do-san.- comento ante la declaración del shinobi mientras observaba como este se patinaba sobre la hierba y la quemaba a su paso, demostrando así la fuerza que aplicaba para poder detenerse.

-Señorita Uzumaki, ¿alguna vez le han dicho que habla demasiado efusiva sobre esto de pelear y herir a los demás? Es un tanto pavoroso.- Comentó el rubio mientras levantaba sus cejas al tiempo que recargaba su chakra de rayo en las piernas una vez la vio desaparecer, zigzagueando hacia un punto alejado del inicial y ver como una de las técnicas de la muchacha impactaba en el suelo dejando un sendo cráter donde antes hubiera estado parado. -Es algo... raro.- Agregó con una sonrisa algo quebrada, sacudiéndose las rodillas mientras preparaba su nueva ofensiva. -Aunque supongo que esa es tan solo mi forma de ver las cosas, no me haga mucho caso.- Murmuró tras un suspiro, extendiendo los dedos y ya listo para su nuevo ataque. Reuniendo chakra eléctrico en la punta de sus dedos lanzó un nuevo manotazo, dirigido única y exclusivamente al hombro izquierdo de la fémina. Al golpearla, imaginaba que le dormiría los músculos el tiempo suficiente como para permitirle reagruparse y preparar algo nuevo en su contra.

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Daño Jutsu D: 2700
Efecto Jutsu D: -100 HP hasta el final de la batalla.

HP: 3200

La chica se sorprendió al ver como el rubio comenzaba a evitar de manera rápida su ataque y se disponía a ir en un contraataque con su rayo, pero lo que mas se le hizo interesante fue que se de diera cuenta de su forma de hablar. Ciertamente ninguna persona le había hecho un comentario de ese tipo y por ello accedió a responderlo mientras se impulsaba con su chakra y aspiraba gran parte del viento del lugar por su boca. Enseguida arrojaba unas cuantas kunais desde su pierna derecha y al mismo tiempo expulsaba el viento, recubriendo las armas con este, girando frente a ella algunas veces para después acomodarlas mediante su chakra para forma una guadaña.

-Oh.- Dijo Dô mientras veía la manera en que su oponente preparaba sus implementos para un nuevo ataque, recargando su chakra en las piernas para moverse y escapar antes de que la enorme guadaña lo cortara, quedando así al otro lado del enorme claro donde se encontraban batallando. Particularmente, creía que era momento de intentar algo nuevo - en aquel caso, manipulando de nueva cuenta su chakra de rayo y con el sello de clonación, esparcir su influencia para crear dos simios cabezones con sendas colas prenciles y manos pequeñas, pero fuertes y con garras. Inmediatamente al ser invocados, los clones de mono se dispararon en direcciones totalmente distintas, moviéndose a una velocidad incluso mayor que la de Ono al usar su propio Raiken y de esa forma, zigzagear hasta que tras unos segundos, el primero del dúo se tiró contra la muchacha Uzumaki abriendo las garras y sus fauces, intentándo morder y arañarle la cara a su oponente por cualquier método posible.

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Chakra: 40 + 4 = 44
Daño Jutsu C: 2062

HP: 3200
HP - Mono 1: 2366
HP - Mono 2: 2366