[Misión D] Maestro del Shogi

Dicen que un buen gobernante debe ver con sus propios ojos las cosas antes de tomar una decisión definitiva y en un caso como el que estaba tratando ahora, tal y como era la destrucción completa de la Tierra, un gobernante justo como yo debía contemplar de primera mano la veracidad de las palabras de la rama secundaria de mi clan y comprobar si la corrupción de los terrestres había llegado hasta el punto de merecer ser erradicados de la superficie de su planeta para dejar que todo comenzase de nuevo. Por eso mismo había tomado aquella decisión que ni a mi mismo me convencía, habiendo llegado a la conclusión que el mejor modo de hacer mi trabajo era el de descender sobre la Tierra y gastar mi tiempo entre sus habitantes, observando sobretodo el trabajo que los shinobis realizaban, viviendo como ellos para comprobar si su simple existencia era un insulto a la obra de Hagoromo. No hace falta resaltar lo extraño de mi presencia en aquel lugar pues ocultar el origen extraterrestre de mi clan no era sencillo. Piel blanca como el marfil, ojos claros, el pelo igualmente blanco y aquella sensación de inhumanidad que provocábamos a todo aquel que nos mirase directamente, por no hablar de los elaborados ropajes tradicionales de nuestro clan que me hacían parecer aun más fuera de lugar.


Mi primer destino fue Konohagakure, una aldea de la que ya había oído hablar bastante, mi lógica fue que empezar por los aldeas más grandes e importantes aligeraría mucho el trabajo pues, si esta era indigna de permanecer en el mundo, lo más seguro es que el resto de ellas también lo fuesen. No tardaría en desenvolverme entre sus habitantes que, aun con sus miradas de extrañeza hacia el extraño extranjero recién llegado, se mostraron propensos al diálogo, ofreciéndome hospitalidad a cambio de dinero -Algo que en un inicio consideré un insulto teniendo en cuenta que yo era el gobernante de la Luna pero que no saque a relucir, teniendo en cuenta que no debían saber de mi existencia- al carecer de dichos medios a mi disposición, debido al hecho de que carecía de la moneda propia de la Tierra, me presentaron una forma de conseguir dinero rápido para poder hospedarme en el lugar. La forma, en principio, me pareció muy simple: Derrotar a un hombre en una partida de shogi. Por supuesto, ante la imposibilidad de otro camino que no fuese dormir en la calle como un perro -La cual era impensable teniendo en cuenta mi posición- pedí los datos de la casa de aquel hombre. 

Mis conocimientos sobre aquel juego eran limitados, lo suficiente como para saber desenvolverme durante una partida, vamos que había jugado unas pocas veces en mi vida. Por suerte, no me preocupaba teniendo en cuenta lo rápido que aprendía, incluso si perdiese una vez, solo necesitaba volver a pedir una y otra vez la revancha hasta que finalmente aprendiese todo sobre aquel juego.

Me dejaron hospedarme aquella noche, gratuitamente gracias a que al anciano que regentaba el local le caí en gracia, pero avisándome de que solo sería aquella noche al ser yo un extranjero sin dinero. Agradecí ese acto de generosidad por su parte, ciertamente parecía que al menos aquel hombre no parecía haber sido alcanzado por la corrupción pero… el solo era un simple hostelero ¿Como serían el resto de las personas de aquel mundo, sobretodo los que poseían el poder de organizar las guerras y hacerlas estallar? Con aquel primer gesto simplemente me fui a descansar, no sin antes refrescar en una partida amistosa contra el anciano los conceptos más básicos del shogi en una partida que, aunque igualada, acabe ganando yo. No recordaba que el juego fuese tan complicado. Ciertamente no veía tantas posibilidades ahora contra el supuesto campeón.

A la mañana siguiente acudiría a la dirección que el hostelero me había dado, allí donde el Nara estaría esperándome para que le retase. Nada más llegar me hicieron esperar unos segundos pues al parecer había llegado antes un retador y en aquel preciso instante estaban sumergidos en un duelo, así que me hicieron esperar a pesar de que detestaba el tener que hacerlo. En la Luna lo era todo y era impensable que hiciesen aquello pero ¿En la Tierra? Parecía que solo me guardaban un mínimo de respeto por mi apariencia, nada más. La persona no tardó en salir con la cabeza gacha, al parecer habiendo sido humillado en aquel juego por el hombre de de mediaba edad que identifiqué como el campeón, el cual me invitó a entrar en la sala de estar con un gesto de mano, donde en el suelo reposaba un tablero de shogi con las piezas desordenadas.

-Pasa, pasa ¿Tu eres el siguiente retador verdad? A ver si me puedes dar algo de entretenimiento.

Respondí con silencio mientras entraba en la sala y me sentaba en el cojín dispuesto, organizando mis piezas en el lado contrario a la que el hombre se había sentado. Me quedé mirando el tablero antes de alzar la mirada hacia mi rival. Con un gesto le indiqué que empezase el a jugar, básicamente, me parecía mucho más sencillo jugar a la defensiva contra un rival de mejores habilidades que las mías, de ese modo tendría muchas más posibilidades de vencer que del otro modo.

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'Jutsu' : 5

Como era de esperarse, el inicio de la partida fue desastroso, sin lugar a dudas. El Nara superó mis defensas iniciales, leyó encima de mis movimientos defensivos y comenzó a comerme pieza por pieza, regresándolas luego al juego bajo su mando. Odiaba aquella mirada tan segura del hombre y esa sonrisa de superioridad al darse cuenta de que la había tocado un novato en su contra, alguien que, con suerte, simplemente había jugado unas cuantas partidas en su vida. Por mi parte, era difícil mantener la frialdad en aquella situación, viéndome superado tan sencillamente por una persona común, alguien que ni siquiera pertenecía a mi clan, a la raza superior. Torcí el gesto en una mueca de disgusto mientras contemplaba como una de sus piezas se comía a una de las mías en un movimiento básico, como si me dijese “Vamos, te estoy dejando un hueco, aprovéchalo para darme un poco más de emoción a la partida”. Lástima que el orgullo me cejase siempre en momentos como este y no me permitiese hacerle caso.


Cambié el plan original por completo, dejando al defensa a un lado para ejecutar un ataque desesperado hacia el corazón de las filas enemigas, al fin y al cabo no tenía que matarlas a todas, simplemente tenía que atrapar a su pieza central y la partida se terminaría a mi favor. Había comprobado ya efectivamente que la defensa era una mala idea así que, ahora, probaría con el ataque a ver que tal me funcionaba. Lo bueno de no estar trabajando en nada más era que podía pasarme allí todo el día intentando vencerle hasta que me cansase.

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'Jutsu' : 1

Y, con tristeza, comprobé que aquel hombre no tenía tampoco debilidad en la defensa. En el momento en el que yo había atacado, el se replegó sobre si mismo para pasar a un modo defensivo que no me dejaba huecos para avanzar por ningún lado, cerrando las entradas a mis piezas y obligándome a sacrificar si quería obtener algún resultado. Me mordí el labio mientras deshacía un movimiento imprudente que estaba a punto de conseguir. Tomé un par de decisiones que me parecían adecuadas en mis siguientes turnos antes de darme cuenta de que me había acorralado yo mismo y ser sentenciado por unos pocos movimientos de aquel hombre. Lo siguiente fueron unos pocos movimientos desesperados por mi parte para poder salvarme y, finalmente, ser derrotado por mi rival en tiempo record, lo que no hizo sino incrementar mi molestia interna mientras fruncía el ceño y observaba el tablero donde mi derrota había sido organizada. Recogí mis piezas mientras volvía a comenzar a colocar el tablero de nuevo.

-Otra vez más.-Dije mientras no despegaba la vista del tablero-Espero que no tengas nada mas que hacer en todo el día.


Anuncié dejando claras mis intenciones de permanecer en aquella casa hasta el momento en el que pudiese vencer y recibir mi recompensa. Aquello ya no era por el dinero o por el trabajo, era una simple cuestión de orgullo donde mis habilidades habían fallado. Ahora necesitaba desquitarme de una vez por todas con aquel hombre y vencer donde había fracasado. El hombre asintió en silencio, no sin antes preguntar a su asistente si había alguien más esperando, al no haberlo, simplemente aceptó la opción de seguir derrotándome una vez tras otra a la espera de que yo me cansase.

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'Jutsu' : 18

Esta vez la partida fue mucho mejor de lo esperado, incluso a mi mismo me sorprendió el efecto que la molestia había tenido sobre mi persona. En aquel momento, el juego se había convertido en el centro de mi mundo por culpa de aquella mancha en mi orgullo impoluto, la cual no podía dejar sin respuesta, obligándome a poner toda mi atención a la partida que se presentaba ante mi, disponiendo todas mis habilidades, capacidad estratégica e inteligencia en aquellas piezas. Mi contrincante, confiado aquella vez, había repetido algunas estrategias de la partida anterior y, aquella vez, traté de hacerle creer que iba a repetir la estrategia defensiva. Ahora sabía más o menos lo que aquel hombre había hecho antes con mi juego y podía entrever algunas jugadas antes de que las realizase pero… claro, yo era un novato, mientras que yo solo me daba cuenta de unas cosas, para él yo debía ser como un libro abierto muy fácil de leer.


Mi movimiento se llevo una de las piezas importantes de él antes de que el me comiese otra, un intercambio en el que yo salí beneficiado, por lo que había sido completamente necesario y una buena idea al fin y al cabo. Sonreí con seguridad meintras veía como el hombre se detenía a comprobar un movimiento antes de realizarlo, al parecer en aquel momento estaba comenzando a tener que esforzarse un poco más, no como en su anterior partida. Al menos eso comenzaba a alegrarme un poco, no me hubiese gustado que se repitiese mi patético espectáculo de la primera partida.

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'Jutsu' : 16

La partida, a partir de aquel punto, comenzó a volverse en mi contra de nuevo. Había mejorado, eso no había duda, comenzaba a darme cuenta de ciertas jugadas que anteriormente se me escapaban, pero al parecer aun me quedaba bastante antes de empezar a jugar al nivel de aquel hombre. Entendió rápido lo que intentaba hacer con mi nueva estrategia y contraatacó a su manera pero no nos equivoquemos, en aquel entonces tampoco me deje vencer tan sencillamente como antes. Me adapté, contraataqué, defendí sacrificanco las piezas que no me importaban o que le había robado anteriormente a mi openente e incluso pareció que durante unos segundos podía ponerle contra las cuerdas y hacerle ponerse algo tenso.

-Vaya, chico, no juegas nada mal ¿La de antes ha sido simplemente de prueba o no te la tomabas en serio?

-Calla y juega-Repliqué con seriedad alzando la mirada hacia su persona. No me gustaba el tono de broma que usaba y mucho menos cando hacía referencia a la anterior partida-Intenta no hablarme mientras jugamos.


¿Por que no me gustaba que hablase? Bueno, sencillamente su tono de voz denotaba que intentaba burlarse de mis habilidades, dejándome claro que aun estaba bailando en sus manos y que no tenía verdaderamente ninguna oportunidad en su contra. El movió y, de nuevo, me volvió el turno a mi. Me quedé pensativo unos largos segundos ¿Que es lo que podría hacer ahora para poder derrotar a aquel hombre?

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'Jutsu' : 8

La partida se alargó mucho más pero finalmente, en una jugada erronea por mi parte, sentencié la partida. Aquella era la diferencia entre ambos, en que yo podía no darme cuenta de alguno de sus fallos y aprovecharlos mientras que él, cuando yo me equivocaba en el movimiento de una pieza, carecía de absoluta piedad y me destrozaba para finalizar la partida. El hombre sonrió echándose hacia atrás mienras yo gruñía por lo bajo al ver la derrota justo delante de mis narices. Alcé la mirada para enfrentarme a aquel Nara. Aquello no se iba a quedar de ese modo, ni hablar.

-Otra más-Exigí mientras recogía las piezas-No voy a irme de aquí todavía.

-Vaya, chico, en serio ¿No te cansas de perder por lo que veo?-El hombre se levantó mientras comenzaba a caminar fuera de la habitación-Pon mi lado también y, si quieres, empieza. En esta partida empiezas tu, a ver que tal se te da dando primeros pasos.


Haría caso y organizaría las piezas de nuevo, moviendo una de las fichas principales con cautela hacia delante, en un movimiento no demasiado atrevido. Me daba miedo comenzar siendo demasiado agresivo contra aquel oponente superior. Al cabo de un rato el hombre volvió llevando consigo un par de tazas de té, una de las cuales me tendió y que yo rechacé con un educado gesto, no podía distraerme bebiendo cuando ante mis narices tenía uno de los retos que me estaban absorbiendo por completo. El Nara miró con disgusto la pieza que yo había movido y, con un suspiro, inició sus movimientos. Al parecer había esperado que me lanzase contra sus líneas a lo loco.

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'Jutsu' : 3

La partida que vino ahora se caracterizó por su ritmo lento y pausado, donde ninguno de los dos parecía tomar demasiados riesgos o se mostraba muy agresivo ¿Por que? Por mi parte porque no me sentía verdaderamente cómodo con la idea de atacar ¿Por la suya? Pues, creo que porque esperaba todo lo contrario, que yo me lanzase para comprobar mis habilidades en la ofensiva total y llevando la iniciativa. Poco a poco vi que mis jugadas comenzaban a no tener sentido, que no lograba penetrar ni encontrar huecos en la defensa de mi rival si no me arriesgaba un poco más y, aun así no me sentía cómodo. Al final, el fué quien tomo la voz cantante en la partida e inició el ataque por completo, dejando de lado la pausada técnica que había llevado hasta el momento.


En apenas unos turnos me obligó a defenderme de un feroz ataque que ni siquiera había imaginado que pudiese llegar de aquel modo, replegándome para impedir que el hombre cambiase sus piezas por unas mejores si se internaba dentro de mis lineas. En serio, para mi era como superar una montaña cuya pared era completamente lisa ¿Cuantas estrategias nuevas podía sacar aquel tipo y por que nunca me lograba acostumbrar a ninguna? Mis habilidades dentro del juego no eran malas y mejoraban con cada partida, sin embargo el siempre lograba superarlas de algún modo y otro, algo normal teniendo en cuenta que era el campeón de aquel juego.

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'Jutsu' : 22

Y finalmente, llamadlo suerte, perseverancia o que el hombre se dejó vencer, conseguí acabar con aquella partida a mi favor. No me preguntéis como conseguí tal hazaña, digamos que tras numerosas derrotas y heridas a mi orgullo, logré aprender algunas estrategias que aunque simples, consiguieron hacer caer a un confiado campeón ya cansado de tantas partidas y que tenía casi presente que un novato iba a ser incapaz de ganarle. Una sonrisa de oreja a oreja se había mostrado en mi rostro cuando vi que la estrategia que había seguido daba sus frutos y como el hombre dejaba un evidente hueco a raíz de un fallo para que yo iniciase la ofensiva final y cumpliese aquel trabajo de derrotarlo. Estaba seguro de que si se repitiese el encuentro no ganaría pero al menos había cumplido lo que necesitaba. Vencerlo aunque solo fuese una vez.

-Vaya, al parecer voy a tener que pagarte-Respondió el hombre mientras llamaba a gritos a su asistente para que me trajese la recompensa-La verdad es que ha sido entretenido jugar con alguien tan insistente ¿Te gustaría jugar algún otro día chico?

-Lo cierto es que no… simplemente, ya he conseguido todo lo que había venido a hacer aquí-Dije levantándome y recogiendo la recompensa de las manos del asistente antes de voltearme para hacer una pequeña reverencia de despedida, no demasiado grande, teniendo en cuenta mi estatus superior-Bien jugado. Me ha servido bastante el enfrentarme a usted.


Y con aquellas últimas palabras, simplemente me marcharía de aquel lugar en dirección al lugar donde iba a hospedarme y, por cierto, en el cual no esperaban que regresara con el dinero suficiente como para quedarme en el lugar. Al parecer no había iniciado mal mi primer vistazo sobre el mundo y, a decir verdad, no me estaba disgustando en absoluto. Aunque aun quedaba por ver muchas cosas en aquel lugar antes de poder decidir por fin que es lo que haría.