Dô VS Hakusame

Sin nada más que agregar a la conversación, la albina se quedó quieta y preparada, mirando el bunshin que aparecía y que iba tras ella aún a mayor velocidad, así que decidió aplicar lo que mejor le funcionaba contra aquellas técnicas: plantarse como la roca y monstruo que era y usar la velocidad del enemigo en su contra, como una flecha que colisiona con un muro y se hace pedazos; así que concentró su fuerza para mantenerse en su lugar tras recibir el golpe y rebotar al mono. Si todo salía de acuerdo al plan, el clon estaría lo suficientemente desorientado por el choque como para ganar un par de segundos para convocar un vórtice de viento, como el ojo de un huracán en horizontal y lanzarlo en contra del homínido, esperando destruirlo para volver a su enfrentamiento contra Ono-kun. Como un aspa enorme, el vórtice de viento comenzó a rotar volviéndose una afilada arma que además mostraba una demoledora fuerza centrífuga, dispuesta a devorar todo lo que tuviese enfrente o por lo menos despedazar lo que estuviese cerca.
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Defensa = 82 (Efectiva)
Jutsu = 22  (C – Efectivo)
Chakra = 22 – 2 (Samehada) = 20 (-15% Daño Final)

Efecto sobre Hyo:
• -100 HP por el resto del combate.

Daño Final = 2850 – 1425 + 500 (Samehada) = 1925

HP = 6900 – 100 = 6800

Ataque:

-...uh.- Murmuró el pseudo-médico del País del Rayo, viendo como frente a él se formaba una técnica de viento que inmediatamente lo amenazó... un peligro que sin embargo, fue disminuido al momento en que su propio bunshin lo empujaba y recibía todo el impacto, rebanándolo y arrancándole uno de los pequeños y delicados brazitos peludos que lo caracterizaban. Cayendo de trasero sobre el suelo mientras se reacomodaba para tomar su postura, el rubio vio como su clon se levantaba igual y mostraba los dientes con furia, lanzándose nuevamente contra Hakusame en zigzag, atravesando el campo de batalla con senda facilidad mientras saltaba de una rama caida a la otra, finalmente clavándose en la ropa de la albina mientras la miraba de mala manera - con ira nada contenida y suprema malicia expresada en sus ojos mezquinos y negros. -Cuidado señorita Hakusame, a estos bichos les gusta--- Empezó muy tarde, viendo como el mono terminaba por estallar en una bola eléctrica hecha con chakra de rayo. ---estallar...-

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Daño Jutsu C: -Efectuado al estallar el bunshin- 300 (Indefendible).

HP: 7100

La mujer no se preocupó al ver al mono avanzar hacia ella, es más, ni siquiera se movió, después de todo era solo un pequeño mono herido y pensó en hacerlo a un lado cuando llegara, por lo que no logró recibir la advertencia de Ono-san. El simio le estalló a la altura del pecho, despidiendo descargas eléctricas que provocaron calambres en todo el cuerpo de la kunoichi. – Rayos… odio los rayos… – Se quejó en un murmullo entre dientes, apenas audible, no por dolor, sino porque realmente detestaba la sensación que quedaba luego del ataque, tras lo cual se sacudió los restos de tela quemados por la intensa corriente eléctrica y movió la cabeza a los lados, provocando que su cuello emitiera un pequeño crujido, tras lo cual dejó de sentirse tan acalambrada como para correr el riesgo de perder el equilibrio. – Admito Ono-san, que esa ha sido una jugada muy astuta y certera, es usted realmente habilidoso. – Dijo con tranquilidad, retomando posición, - Parece que ha ganado un turno extra. – Bromeó.
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Jutsu = 2  
Chakra = 8 – 2 (Samehada) = 6

Efecto sobre Hyo:
• -100 HP por el resto del combate.

HP = 6800 – 100 – 450 – 2775 = 3475

-La verdad no fue intencional señorita Hakusame, esa técnica siempre se descontrola. Por más que cree monos y los intente hacer o cumplir órdenes o algo por el estilo se vuelven locos y se van a atacar, comer o a estallar como ya vio. Si fuera talentoso no pasaría eso, según creo. Aunque... bueno, cosas que pasan.- Dijo el rubio mientras se rascaba la parte trasera del cuello, estando completamente en desacuerdo con la mujer respecto al resultado de su técnica. Dentro de todo no podía mentir con eso, no era para nada su estilo y como tal, lo mencionaría en voz alta si era necesario. -Aunque si es de cocinar tocino, hablamos de algo muy distinto... que además, no tiene nada que ver con lo que hemos estado haciendo. Disculpe esa salida tan repentina del tema que nos atañe.- Añadió, disparándose contra Hakusame de nueva cuenta mientras levantaba su puño y lo cerraba, disparando un nuevo puñetazo en su contra con la mano cargada con chakra de rayo.

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Daño Jutsu D: 825
Efecto Jutsu D: -3 Defensa hasta el final de la batalla.

HP: 7100

La joven asintió a sus palabras y esbozó algo parecido a una sonrisa amable, sin embargo, era tan sutil, que no se podía estar seguro de que hubiese cambiado mucho su expresión. – Supongo que es cuestión de práctica entonces, por mientras me ha convencido de dejar de lado mis jutsus de viento. – Comentó y luego dejó escapar una risilla y una expresión de complacencia más visible. – ¿Tocino? Jaja, ciertamente es un cambio drástico de tema, pero es bastante grato debo decir, espero me perdone si le pido que al terminar con este deber, me muestre esas habilidades, mi viaje ha sido largo y hace tanto que no pruebo el tocino, que me resulta una ineludible tentación. – Pidió tomando un atrevimiento nada común en ella y hablando bastante más de lo normal, pero un buen plato de tocino como desayuno era algo que pocas veces podía resistir y ahora que pensaba en que se había apresurado para llegar a tiempo al compromiso, al grado de saltarse el desayuno de esa mañana, le resultó la casualidad más interesante y deseable con la que se pudiera haber podido topar. – Disculpe la osadía. – Se excusó al final, avergonzada de haberse dejado llevar de esa manera. – Debería mantener mi cabeza fría. – Dijo con una peculiar sonrisa y realizó los sellos de pájaro y caballo para después soplar una ventisca gélida, que enseguida se tornó en un pequeño huracán, cargado de carámbanos de hielo que amenazaban con apuñalar al rubio.
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Defensa = 117 (Efectiva)
Jutsu = 19 + 1 = 20 (A – Efectivo)  
Chakra = 36 – 2 (Samehada) = 34

Efecto sobre Hyo:
• -100 HP por el resto del combate.

Daño Final: 3600 + 15% (Chakra) + 20% (Collar) = 4860

HP = 3475 – 100 = 3375

Ataque:

-Sería muy mal anfitrion si no accediera a eso, o mejor dicho, ya lo soy porque en primer lugar no fui yo quien lo ofreció así que me disculpo.- Contestó Dô con una sonrisa en el rostro mientras se rascaba muy levemente la barba de chivo que tanto lo caracterizaba, observando como la mujer finalmente recobraba la compostura y atacaba con algo mucho más... siniestro de todo lo que hubiera mostrado hasta entonces: un gran soplido de viento que contrario a lo anterior, era helado, congelante, lo suficiente como para tornar los gases que lo rodeaban en sendos carámbanos que se clavaron en el suelo, dirección a donde él mismo se mantenía parado. Levantando ambas cejas y predisponiéndose a saltar, finalmente reunió chakra de rayo en sus pies para salir disparado de allí, yendo de un árbol a otro justo al instante en que su corteza se teñía de un color blanco opaco - destrozándose una vez los carámbanos lo golpearon con desmedida fuerza. -Eso fue... temible.- Dijo el rubio saltando de nueva cuenta, quedando apenas a unos tres metros del terreno helado y bañado en aguanieve que a la vez, se congelaba para mostrar picos helados que no serían nada fáciles de sortear. -...aparte de viento y agua, tambien hielo. Me siento superado.- Agregó, rascándose la coronilla sin perder su postura defensiva, solo por si acaso.

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HP: 7100

- No, no, no, de ninguna manera usted podría haber adivinado que yo me salté el desayuno Ono-san, no tiene porqué disculparse. – Aclaró, mientras se reponía, no había sido su intención en ningún momento incomodar y ahora más que nunca se convencía de lo inapropiado de su comentario.

Tras lanzar su tempestad y comprobar que Ono-san la había evadido, pudo hacerse una mejor idea de la gran velocidad que poseía y lo difícil que sería acertarle un golpe. – Igual que Levi… – Pensó un tanto contrariada, su velocidad era nula en ese tipo de combates, por lo que tendría que encontrar algún modo de atraparlo si quería vencer en aquel entrenamiento. – O no, no debe verlo de ese modo Ono-san, mi sangre conlleva muchos males, mi estirpe no es la más gloriosa, pero también tiene el don concedido por las tierras inhóspitas que nos forjaron, de modo que siempre podamos llevar un poco de ellas con nosotros. Me disculpo si me he excedido en la violencia de aquel movimiento, en compensación, permítame mostrarle un lado más bello de tal herencia. – Ofreció realizando una vez más los sellos indicados y sopló suavemente sobre su mano, creando una esfera platinada que reflejaba la luz del sol y emitía coloridos destellos, como si en ella estuvieran contenidas las luces australes, misma esfera que lanzó hacia el rubio shinobi, dejando tras de ella una estela luminosa como la aurora.
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Jutsu = 14 + 1 = 15 (B – Efectivo)  
Chakra = 20 – 2 (Samehada) = 18

Efecto sobre Hyo:
• -100 HP por el resto del combate.

Daño Final: 3400 – 15% (Chakra) + 15% (Efecto) + 20% (Collar) = 4080

HP = 3375 – 100 = 3275

Ataque:

-Reitero señorita Hakusame, no pasa nada. Más bien y como dije, creo que fui algo maleducado en esto, ya sabe, cosas de ser un buen anfitrion y todo eso. Como tal, me toca ofrecerle un desayuno completo en señal de disculpa.- Dijo Ono con una sonrisa, esperando a ver la siguiente acción de su contrincante que de inmediato, salió en la forma de una bola de hielo que destelló en siete colores... lo suficientemente fuerte como para cegarlo y hacerle trastabillar hacia atrás. -Ouch.- Dijo, siendo golpeado por el proyectil que instantáneamente le dio en el hombro izquierdo, obligándolo a replegarse y esperar a que se le pasara el escozor que ahora dominaba el rango de sensaciones en sus retinas. -Eso fue... sorpresivo y bastante raro, aunque no por eso menos impresionante. Menuda paleta de colores.- Dijo, rascándose la barba de chivo. -Y... ahora no puedo ver, uh.- Dijo, parpadeando varias veces seguidas sin recuperar mucho campo visual, apenas la distinción mínima de las formas de todo lo que lo rodeaba.

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HP: 3020

- Tiene sus trucos y yo los míos Ono-san, pero descuide, en un rato, posiblemente para cuando acabe el ejercicio, recuperará su vista, he sido cuidadosa. – Dijo haciendo una pequeña reverencia educada, más por costumbre que otra cosa, después de todo, el rubio no podía verla por ahora y esperaba que eso fuera una ventaja pues era uno de sus pocos medios para hacer frente a tremenda velocidad. – Y le estaré enormemente agradecida por ese almuerzo. – Aceptó finalmente, pues no era educado continuar rebatiendo y poniendo en mala imagen a su anfitrión, además de que ella también había hecho bastante mal con aquella solicitud y dejando que tales detalles se entrometieran con su deber en el entrenamiento. – ¿Qué acaso crecí en una cueva? – Se regañó a sí misma sin poder evitar soltar luego una sutil risilla pues efectivamente, en su temprana infancia así había sido, pero dejando de lado aquellos curiosos recuerdos, se enfocó en lo que hacía en este momento y preparó su siguiente ataque, aún tenían cosas que hacer antes de ir a disfrutar de aquellos alimentos, por lo que realizó los sellos de mano correspondientes para invocar una vez más a sus ya conocido par de dragones líquidos.
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Jutsu = 7 + 1 = 8 (D – Efectivo)  
Chakra = 24 – 2 (Samehada) + 3 (Habilidad) = 25 (+10% Daño Final)

Efecto sobre Hyo:
• -100 HP por el resto del combate.
• + 3 Chakra mientras su HP sea menos de la mitad (Habilidad).

Daño Final: 4150 + 10% (Chakra) = 4565

HP = 3175 – 100 = 3275

Ataque:

-Espero que no se equivoque señorita Hakusame, necesito mis ojos en perfecto estado para esta noche.- Dijo el rubio mientras se masajeaba la sien, intentando pasar el dolor que ahora se acrecentaba sobre su cabeza - producto de la técnica antes utilizada por la fémina de cabello tan blanco como la nieve y que ahora mismo, parecía estar predispuesta a terminar con la batalla dada su hambre. Y como no, Dô debía de admitir algo: el también estaba ansioso por comer, prueba de ellos el rugido que se sobrevino a su estómago en cuestión de meros segundos. -Entonces, terminemos.- Murmuró mientras volvía a reunir chakra de rayo en sus piernas y manos, disparándose directamente hacia la derecha una vez oyó el siseo del par de serpientes de agua que ya antes lo hubieran atacado más sin embargo, equivocó el rumbo ya que instantáneamente el abrazo de los reptiles se hizo sentir - atrapándolo y dejándolo inmobilizado por completo. -Argh...- Murmuró mientras se recolocaba de pie, intentando formar el sello para el Nawanuke... sin éxito alguno. -Creo que con esto termina. Señorita Hakusame, si me desata creo que veré si puedo hacer algo con la vista... y luego podremos ir a comer. ¿Le parece bien?- Preguntó, todavía intentando forzar el agarre de las serpientes para que no lo aplastaran por completo.

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HP: 0

- ¡Oh no se preocupe Ono-san! – Se apresuró a decir para tranquilizarle. – He sido cuidadosa de no usar demasiado chakra, además, yo misma le curaré y estará como nuevo en un momento. – Le aseguró al tiempo que lanzaba a sus reptiles detrás del rubio para que lo capturaran, mientras que aguantaba una risilla al escuchar el ruido de su estómago, al parecer no era la única que se había saltado el desayuno y por lo mismo, era mejor darse prisa. A pesar de su ceguera, los movimientos de Dô continuaban siendo habilidosos y por poco logra escabullirse, sin embargo uno de los dragones lo alcanzó y eso fue todo, la fuerza constrictora detuvo al hombre. – Este es un entrenamiento amistoso arreglado por nuestras aldeas, no me atrevería de ninguna forma a causarle una incapacidad permanente, sin razón. – Aclaró y una vez que fue declarada ganadora, hizo una señal para que el par de alargados entes desaparecieran, liberando al shinobi, tras lo cual hizo destellar su pendiente y colocó la diestra sobre los ojos del rubio, mientras sostenía con la siniestra el collar, usando su gélido poder para restablecer la vista de su compañero de ejercicios de este día. – Ya puede ver de nuevo Ono-san, ahora, lo sigo, vayamos por ese almuerzo que a ambos nos hace falta. Ha sido un gusto entrenar con usted. – Dijo haciendo una reverencia y esperando a ser guiada.