Akemi Uchiha vs Judal Uchiha

por Akemi Uchiha Sáb Oct 05, 2013 3:20 am

Akemi sonrió al ver a Neko jugar con un gatito negro, había crecido tanto en esos pocos años y justo hoy celebrarían cumpleaños número cinco. Suspiró enternecida mirando por la ventana esperando ver a Fujiko, en cuanto llegara su amiga saldrían con Neko a comprarle algún regalo y comer fuera, no era nada espectacular porque no tenía tanto dinero, pero tampoco quería que su hija pasara sin celebrar su cumpleaños.

- Mami ¿y tía Fujiko? - le preguntó Neko con un puchero decepcionado dejando de acariciar al gatito.

- No debe tardar amor ¿ya tienes hambre? - le cuestionó Akemi acuclillándose a su lado para colocar su mano en su cabello y despeinarla jugando, de la misma manera que lo hacía Judal cuando vivía en la Villa Uchiha. Apretó los labios con su simple recuerdo, aún lo amaba y le dolía haber tenido que huir de la villa junto a Neko, refugiándose en el País del Rayo, un lugar donde jamás podrían encontrarla.

Aún recordaba perfectamente la noche que huyó de la aldea, su hija tenía un año de edad apenas, el Clan Uchiha estaba por comenzar una guerra con los Senju, su hermana se había ido definitivamente al País del Agua por las acciones de Madara-sama, los rumores seguían sobre el origen de Neko y su relación con Judal tampoco estaba nada bien, Akemi siempre tuvo la sensación que el Uchiha nunca quiso a su hija, le había dado un nombre, si... pero jamás noto de su parte todo ese amor que ella le daba a Neko, imaginaba que era porque la consideraba el producto del error de una noche. Akemi había decidido quitar ese error de su vida y seguir dándole la libertad por la que tanto peleaba Judal. Aún así le había dejado una nota en su casa disculpándose por la decisión que tomó.

El movimiento brusco que realizo su hija al salir corriendo por la puerta la sacó de sus pensamientos al instante, haciéndola correr tras la pequeña pelinegra.

- ¡Neko, detente! - le pidió estirando su brazo para atraparla, sin embargo la niña no dejaba de correr.

- Mami, mi gatito escapó, tengo que alcanzarlo - respondió su hija alarmada sin mirarla avanzando tan rápido como podía.

por Judal Uchiha Miér Oct 30, 2013 12:10 am

No era de extrañarse que el pequeño gatito de su hija terminara en sus manos. Por algún motivo todos los felinos terminaban junto a él. Era casi magnetismo. No se esperaba que Neko hubiese crecido tanto en el tiempo en que Akemi se la había llevado, pero por otra parte, no se dedicaba mucho tiempo a pensar en eso.

-¿Es tuyo este gatito? -le preguntó Judal agachandose, mirando a la pequeña con una sonrisa mientras lo estiraba de vuelta para devolverselo- Es ágil e inteligente. De seguro tiene un nombre que vaya con ello, ¿no?

-Se llama Yoru. Yoru-chan, porque es oscuro como la noche -respondió la niña sosteniendo el gatito entre sus brazos y dandole un besito en la frente- Gracias por no dejarlo escapar. Yo me llamo Neko. Neko Uchiha. Y usted debe ser... tou-san.

-¿Cómo lo supiste? -preguntó Judal un tanto extrañado mientras la tomaba en brazos.

-Pues... Kaa-san dijo que si pedía un deseo a la primera estrella del atardecer, se volvería realidad. Así que llevo todo el año pidiendo el mismo deseo... Que tou-san llegue para el día de mi cumpleaños -respondió la niña sonriendo y abrazando a Judal-. Pedí con toda mi fuerza que vinieras por mí y pudiesemos volver a la Villa Uchiha, y que se fuera el monstruo malo que nos separó a todos.

-Ah... ¿Creiste en eso de los deseos y las estrellas? -Judal suspiró un tanto desilucionado- Bueno, no puedo esperar mucho. Eres hija de Akemi despues de todo.

-Sí... eso y que... Neko vino con usted. Neko sólo me obedece a mí, por lo tanto, usted debe oler como yo. Neko sintió familiaridad en usted, tou-san.

-Uhmm... buena deducción -dijo Judal revolviendole el cabello-. Sí eres mi hija, tu inteligencia la sacaste de mí. Te enseñaré a usar el sharingan y a hablar con los gatos.

-¿En.. en serio? ¿Puede enseñarme? Kaa-san dice que no debo pelear -respondió la niña sonriendo como si fuera la mañana de navidad y estuviese abriendo los regalos- ¡Pero siempre quise luchar!

-Claro, está en nuestra sangre querer luchar. Te enseñaré todo lo que quieras y viajaremos por todo el mundo -dijo Judal mientras sacaba un melocotón y se lo daba a la niña- Y esto, es por tu cumpleaños. No pensaste que lo había olvidado, ¿verdad?

-¡Tou-san! ¡Gracias! ¡Son mis favoritos! -exclamó la niña abranzandolo con más fuerza y dandole un mordisco al melocotón mientras Judal la ponía en el suelo- ¿Cuando partimos? ¿Ahora? ¿Puede venir Yoru-chan tambien?

-Claro, ve a buscar tus cosas para irnos -respondió, finalmente levantando la mirada para encontrarse con los ojos de Akemi- Hay un pequeño detalle que tengo que solucionar antes. No, mejor dicho, una molestia. No salgas de la casa hasta que vaya por ti.

La niña obedeció a Judal y corrió hacia la casa. Fue en ese momento que éste se dirigió a Akemi.

-Vengo por mi hija. Supongo que ya tiene la edad para comenzar a pelear y que terminaste de criarla. Me será útil ahora -no esperaba que ella accediera o no, su opinión no importaba en lo más mínimo-. Tú ya no me eres útil, por lo tanto, te mataré. No me interesa que Neko se transforme en alguien como tú, debil y blanda. No puedo permitir que la eches a perder con tu presencia.

por **Maestro Shinobi** Miér Oct 30, 2013 12:10 am

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#1 'Inicio' : 8

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#2 'Chakra ' : 18

por Akemi Uchiha Miér Oct 30, 2013 2:14 am

Akemi observo en silencio la escena que se desarrollaba entre Neko y Judal y en ese momento lo único que pasaba por su mente eran imágenes de un futuro distinto, donde eran una familia y Judal las quería a ambas. - No es un objeto Judal, ni siquiera un Uchiha del montón o al menos no lo debería ser para ti, es tu hija y tiene 5 años... supones mal, aún no esta lista para pelear - dijo cuando Neko cerró la puerta, dándole la libertad de hablar. Y a pesar de que no había querido contestarle de esa forma, el enojo la había hecho una mala jugada. Lo único que deseaba en ese momento era abrazarlo y llorar en su pecho repitiendo cuando lo extrañó todo ese tiempo y amaba, que se arrepentía de huir y de desconfiar de el.

- Judal... Judal... estás con nosotras de nuevo.... - susurró entendiendo por fin que el Uchiha estaba frente a ella - ¿co-cómo supiste que estábamos en el País del Rayo? - preguntó intrigada limpiando las lágrimas que empezaban a descender por su rostro. La aldea en la que vivía era de las menos conocidas del país pues estaba escondida entre las montañas y el país en si, uno de los mas alejados. - Neko estaba muy feliz de verte... - agregó voz baja y dulce tocando su corazón con la mano.

Miro fijamente a Judal, había cambiado un poco en esos años, sus facciones se habían endurecido, dándole un aspecto ligeramente mas maduro al Uchiha, hasta su manera de vestir era diferente. Aunque claro, Akemi tampoco seguía siendo la adolescente de 16 años que había traído un bebé al mundo sin siquiera saber un jutsu de fuego, o cuidarse por completo sola, ambos habían tenido que madurar en ciertos aspectos con la llegada de Neko.

- Sigo sin arrepentirme de esa noche... - dijo mirando su casa, refiriéndose claramente a su hija - Si es un error, fue el mejor error de mi vida.

Y sin más, la pelinegra caminó hacia Judal pasando junto a él sin detenerse - No voy a pelear contigo, lamento si no soy útil para ti, sin embargo lo soy para el Feudal y para mi hija, aún no termino de criarla - susurró aclarándole las cosas avanzando hacia su casa. Esos años en el País del Rayo cambiaron su carácter, ahí no tenía la protección de nadie y tuvo que valerse sola. Judal ya no la podía atemorizar tanto como lo hubiera hecho hace años.

por **Maestro Shinobi** Miér Oct 30, 2013 2:14 am

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#1 'Inicio' : 8

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#2 'Chakra ' : 9

por Judal Uchiha Jue Nov 14, 2013 12:20 am

Judal sujetó con firmeza el brazo de Akemi justo cuando pasó por su lado. Si ella recordaba a un chico infantil que gustaba de hacer bromas y no tomarse nada en serio, debía olvidarse de aquel recuerdo. No estaba jugando en ese momento y sus palabras no habían sido dichas para que ella las refutara.

-No te estoy pidiendo permiso para llevármela. Te lo estoy comunicando -le aclaró arrastrando lentamente cada palabra con una frialdad poco común en él-. No me importa lo que pasó entre nosotros esa noche; si fue un error o no, da igual. Me divertí contigo y tuvimos un buen rato, eso fue todo... Tampoco me importa que hayas quedado embarazada, siempre quise tener hijos, muchos hijos, tantos como pudiese tener. De igual forma, no me importa que hayas decidido huir de la aldea; Ese es problema de Madara y si no quiso salir a buscarte personalmente para castigarte por tu ofensa y deserción al clan, es problema de él. Sin embargo, Neko es una Uchiha y no cualquier Uchiha, es mi hija. Mía -apretó su brazo con fuerza y la empujó con bastante brusquedad hacia atrás- ¡Mía! -exclamó- Tú te podías ir al mismo infierno si así lo decidías Akemi, pero no con mi hija.

Observó a la mujer con rabia. Tal vez era resentimiento. Seguramente Akemi nunca lo sabría. De seguro jamás había visto a Judal enojado, pues el Uchiha era tan descuidado con todo que sacarle una reacción así habría sido virtualmente imposible. No obstante, había llegado hasta ese lugar para reclamar lo que era suyo y alguien como Akemi no se lo impediría.

-Pequeña y tonta Akemi... Siempre supe donde estabas. No me subestimes... pero, eso es lo de menos. Te lo volveré a decir. Neko es mía y es una Uchiha. No vine por ella antes pues hubiese sido una molestia tener que cargar con un bebe por el mundo, cuidarlo, limpiarlo y alimentarlo. Supongo que ya tiene la edad para valerse por si misma. La entrenaré para que sea la mejor kunoichi que se haya visto. Será mi mejor arma cuando decida destruir Konoha -media sonrisa se formó en sus labios-. Pequeña y tonta Akemi... desaparece de mi vista para siempre -sacó un par de shurikens de su bolsillo y los lazo en dirección a la joven mientras formaba rápidos sellos de mano- ¡Katon: Hōsenka Tsumabeni!

Las llamas que salieron de su boca rodearon los shurikens y todos se dirigieron hacia la pelinegra.

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Jutsu Rango C -> Katon: Hōsenka Tsumabeni (Elemento Fuego: Uñas de Carmesí Flor de Llamas de Fénix)
Daño = 2050 + 1025 (chakra) = 3075 -> Se defiende con 60+
Quien sea afectado por esta técnica deberá disminuir -200 de HP hasta el final del combate. Si tu chakra supera los 40, la dificultad para evitar esta técnica aumenta en +10.

#1 'Jutsu' : 10 -> Activo Jutsu Rango C
#2 'Chakra ' : 41 + 5 (amuleto) = 46 -> +50% daño final
#3 'Objeto' : 8 -> Efectivo

por **Maestro Shinobi** Jue Nov 14, 2013 12:20 am

El miembro 'Judal Uchiha' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Jutsu' : 10

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#2 'Chakra ' : 41

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#3 'Objeto' : 8

por Akemi Uchiha Jue Nov 14, 2013 12:58 am

Dejó de respirar en cuanto la mano de Judal atrapó su brazo con firmeza, lo miró atónita deteniendo su avance.

- Judal, suéltame... - le pidió confundida sin moverse escuchando atentamente cada una de sus palabras, todo lo que salía de su boca no era lo que deseó escuchar en ningún momento. - No discutas sobre el derecho que tienes en ella, porque te aseguro que perderás, yo la tuve 9 meses en mi vientre, la alimenté, la bañe, me la pasaba noches sin dormir cuidándola cuando se enfermaba, hice todo por ella... y lo seguiré haciendo, mientras tu... ¿tu que hacías exactamente Judal? No puedes venir a reclamar a Neko cuando tu única intervención como padre... fue disfrutar hacerla. Es mía y no permitiré que te la lleves, Neko se queda conmigo - lo contradijo con voz baja para que su hija no escuchara, lo que menos deseaba era que Neko viera eso.

No obstante, la mano del Uchiha seguía ejerciendo presión en su brazo hasta que finalmente la empujo liberándola de su agarre. Tocó con sus dedos las marcas que le había dejado sin desviar su mirada, a pesar de que lo había desafiado con palabras, sus piernas temblaban al notar la expresión de su rostro. Retrocedió instintivamente llevando sus manos a su pecho.

- Ju-judal... por favor... - susurró con los ojos encharcados sin detener el movimiento de sus piernas, se sintió patética, después de tanto tiempo, después de todos los entrenamientos seguía temblando ante el Uchiha. Judal la había sometido no solo física sino también mentalmente. - No quiero pelear con... con el único hombre que he amado - confesó cabizbaja dándole la espalda para caminar hacia su casa, que lo amara era un secreto a voces, no se lo había dicho nunca, pero apostaba a que Judal lo sabía. La luz extraña que reflejaba las ventanas de su vivienda hicieron que entornara los ojos y se lanzara al suelo, dejando que las shurikens con fuego pasaran sobre ella, clavándose en su puerta.

Tal vez, si hubieran sido unas simples armas su corazón no estaría latiendo desbocado, ni ella levantándose angustiada, sin embargo, las shurikens que había evitado tenían fuego, su pequeña casa era de madera y su hija de cinco años estaba adentro.

- ¡Neko! - exclamó preocupada al ver las llamas expandirse rápidamente por la puerta, se acercó a ella debatiéndose por tirarla a patadas o entrar por la ventana, pero antes que hiciera algo que terminara hiriéndola en el proceso, su mente la ilumino, ordenandole a sus pies que se movieran rápido a la parte trasera de la casa.

Tan pronto como llegó corrió la puerta y sacó a su hija que se aferraba asustada a una maleta - seguramente con su ropa- y su gato.

- Neko, amor... ¿estas bien? - le preguntó dejándola en el pasto alejada de su antiguo hogar que desaparecía a causa del fuego, agradecía vivir en un lugar alejado, donde pocas personas residían, sino ese incendio afectaría a inocentes.

- Estoy bien, mami... - respondió después de un minuto dejando caer su maleta y a Yoru-chan, Akemi suspiró aliviada y la abrazó, recargando su mejilla en la pequeña cabeza de Neko mientras acariciaba su cabello - ¿Por qué la casa empezó a quemarse?

- Porque... porque tu papi y yo estábamos jugando amor, y una pequeña llama alcanzó la puerta por accidente... ¿te había contado que él fue mi maestro? - desvió la conversación ocultando la verdad. Nunca le había hablado mal de Judal a ella y no empezaría hoy.

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Defensa: 98 (Efectiva)

Jutsu: 3 (Activo Jutsu E >> Henge no jutsu)

Chakra: 17

por **Maestro Shinobi** Jue Nov 14, 2013 12:58 am

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#1 'Chakra ' : 17

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#2 'Jutsu' : 3

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#3 'Objeto' : 4

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#4 'Defensa' : 98

por Judal Uchiha Jue Nov 14, 2013 11:41 pm

Sus shurikens terminaron golpeando la puerta de la casa en donde se encontraba Neko, y como era de esperarse de cualquier construcción que alguien como Akemi hubiese iniciado, se empezó a quemar como si fuese paja seca. Judal sólo suspiró mientras la mujer corría despavorida hacia el otro extremo de la casa, dando un salto sobre el techo para observar desde la altura la escena que se estaba llevando a cabo entre madre e hija. Lejos de sentirse conmovido, el deseo de separarlas lo invadió, por lo cual, se dejó caer junto a ellas.

-Que linda escena... -dijo con algo de sarcasmo- ¿Realmente crees que vas a poder mentirle a una hija mía? No es tonta para que la trates como tal.

Neko miró a ambos con sus enormes ojos purpura, sin entender qué era lo que estaba sucediendo entre sus padres. Cualquier niña de cinco años de edad habría creido que un juego entre dos personas podía ocasionar que algo se quemara, pero no Neko, quien sabía que el clan Uchiha era un experto en el uso del fuego.

-O...Otou-san -susurró la pequeña abrazando a su gatito- ¿Por qué atacaste a Okaa-san?

-Porque no quiere que estemos juntos -respondió Judal subiendo los hombros levemente, agachándose junto a Neko para que sus ojos quedaran a la misma altura-. Tu madre sólo te ha estado diciendo mentiras todo este tiempo. La verdad, es que no desea que estemos juntos. No quiere que te entrene, ni que aprendas a hablar con los gatitos, ni mucho menos que puedas pelear como una kunoichi del clan Uchiha. Quiere separarnos y alejarte de tu herencia. Quiere alejarte de mí.

-Okaa-san... -murmuró Neko sorprendida- ¡Yo quiero ser una kunoichi como tú! Quiero volver a casa... y vivir con otou-san. Quiero conocer a Izanami e Izanagi... los gatitos de Tou-san y... y jugar con mis primos. Ya no quiero quedarme aquí.

-¿La escuchaste, descerebrada? -le preguntó Judal a Akemi- No puedes alejar a una Uchiha de su propia sangre. Es tan mía como tuya -Judal iba a acabar con ese combate pronto y sabía justo como hacerlo sin derramar sangre, ni matar a Akemi, sino distrayendola lo suficiente como para llevarse a Neko sin que la molesta madre de su hija interviniera en el asunto-. Tápate los ojos Neko.

La niña obedeció un tanto confundida, dejando caer a su gatito para taparse los ojos con las manos. En ese momento, Judal juntó sus manos y sin más que un simple sello pronunció las palabras que seguramente Akemi no estaba lista para oír en una situación tan seria como esa.

-¡Oiroke no jutsu! -de inmediato una nube de humo cubrió a Judal y cuando se empezó a despejar, se pudo vislumbrar su figura desnuda, cubierta en aceite, su piel sudando sensualmente y mirándola de forma erótica- ¿Segura que no podemos arreglar esto de otra forma, Akemi? -preguntó con suavidad, esperando el sangrado nasal de la joven.

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Jutsu Rango B -> Oiroke No Jutsu (Jutsu Sexy)
Daño = 2250 + 563 (chakra) = 2813 -> Se esquiva con 70+
Si no tienes el sharingan activo, podrás transformarte genéricamente, y si tu enemigo recibe el jutsu deberá descontarse -10 de defensa el resto del combate.

#1 'Jutsu' : 17 -> Activo Jutsu Rango B
#2 'Chakra ' : 37 + 5 (amuleto) = 42 -> +25% daño final
#3 'Objeto' : 4 -> Inefectivo

por **Maestro Shinobi** Jue Nov 14, 2013 11:41 pm

El miembro 'Judal Uchiha' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Jutsu' : 17

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#2 'Chakra ' : 37

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#3 'Objeto' : 4

por Akemi Uchiha Vie Nov 15, 2013 1:00 am

Enmudeció al escuchar las cosas que le decía Judal a su hija, ella no era la villana de la historia, ni siquiera consideraba al propio Judal como tal, tampoco victimas... más su intención nunca fue alejar a Neko de su padre, sino del peligro constante al que la exponía viviendo en la aldea Uchiha.

- ¡E-eso no es cierto! - exclamó indignada contradiciendo por primera vez al hombre frente a la niña - Jamás quise alejarla de ti, solo del peligro... no me hubiera molestado que la entrenaras o le enseñaras a hablar con gatitos, pero la vida de una kunoichi es peligrosa... Neko - murmuró mirando a la pequeña directamente a los ojos - Posiblemente ahora no lo entiendas, pero dentro de unos años cuando tengas tus propios hijos, sabrás lo que siento al escucharte decir que quieres ser ninja. No puedo amor... no podría perdonarme si algún día te pasara algo, cuando pude evitarlo siendo más firme en mis decisiones... - admitió cabizbaja.

- Okaa-san, yo quiero...

- No, no puedo amor... no soportaré nuevamente esa angustia de no saber si regresaras de una misión o la guerra. Con tu padre y tía fue suficiente. No Neko - susurró para la niña firme. Era su madre y debía obedecerla. Suspiró cansada sin mirar aún a Judal a pesar que estuviera tan cerca de ellas. Neko había resultado ser caprichosa, no tanto como su padre, pero si que lograba recordarselo todos los días.

- No la alejo de nuestra sangre, solo quiero mantenerla con vida ¿es muy extraño lo que deseo, Judal? - le preguntó al Uchiha levantándose.

Cuando estaba embaraza de Neko, un día Judal jugó con Akemi pasando un melocotón frente a su rostro, cada que ella intentaba tomarlo, él lo alejaba riendo. Cada segundo que pasaba sin comer esa fruta, se le antojaba más y la boca se le hacía agua. Ahora, el padre de su hija era ese melocotón que deseaba comer y que la hacía humedecerse, la única diferencia... es que no era en su boca, sino esa zona intima que se hallaba entre sus piernas. ¿Cuánto tiempo tenía que no compartía la cama con un hombre para que su cuerpo la traicionara de esa forma?

- Desde Judal... - se contestó intentando apartar la mirada del perfecto cuerpo del pelinegro. Recorrió la espalda de Neko con su mano, subiendo lentamente hasta tocar una vertebra que provocó al instante el desmayo de la niña. La atrapó entre sus brazos y como pudo la acostó en una zona segura donde no le llegarían los ataques. Caminó de regreso al hombre mirándolo con deseo. Ser madre había resultado ser mas difícil de lo que pensó, por lo que jamás tuvo tiempo para citas o llegar a mas con un hombre que un "buenos días". - E-eso es ha-hacer trampa - gimió juntando sus piernas con fuerza.

Odiaba lo débil que era ante Judal, si hubiera sido cualquier hombre... habría podido ignorarlo y evitar ese vergonzoso hilo de sangre que bajaba por su nariz. Lo limpió casi al instante avergonzada, con los ojos llorosos de excitación y miedo.

¿Por qué no podía atacarla con jutsu de fuego? ¿Qué ganaba humillándola de esa forma? Esa técnica no servía para mucho, mas que acabar con la concentración del enemigo para huir o atacar por la espalda. Y Judal era demasiado fuerte como para atacarla por la espalda...

No supo en que momento su cerebro armó el rompecabezas, más ahora lanzaba en su dirección unas cuerdas rojas para atarlo y que no se llevara a Neko.

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HP: 8400-2813= 5587

Objeto: 6 (Efectivo)

Sólo por portarla aumenta en +2 el taijutsu y en +1 el jutsu. Si se usa como objeto podrá paralizar a un enemigo onrol impidiendo que se mueva por tres turnos, sin que pueda atacar o ser atacado. Podrá usarlo como objeto en peleas ya sea como un arma para transferir chakra -dando +10 de chakra en ese turno a su aliado- o para inmovilizar a un enemigo, causando que deba disminuir su dado defensa en -10 el resto del combate

por **Maestro Shinobi** Vie Nov 15, 2013 1:00 am

El miembro 'Akemi Uchiha' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Chakra ' : 11

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#2 'Jutsu' : 6

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#3 'Objeto' : 6

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#4 'Defensa' : 16

por Judal Uchiha Sáb Nov 30, 2013 1:30 pm

-Que gran madre de mierda eres utilizando ninjutsu contra Neko -dijo Judal de pronto, frunciendo el ceño e intentando calmarse.

Por muy deshonrosa que fuera su forma de pelear contra el resto, nunca hubiese usado ninjutsu en contra de una niña de esa edad y menos en su hija. Akemi, como siempre estúpida y descerebrada, había utilizado un ninjutsu de algún tipo justo en la columna de Neko arriesgando dejarla con secuelas permanentes. Judal podía sentir como hervía su sangre ante la forma despreocupada en que se comportaba la pelinegra con SU hija. Era por esa y muchas otras razones por la cual la quería lejos de Neko. Akemi simplemente no había nacido para ser madre. Era una inepta. Hasta Hotaru era mejor madre que ella y Hotaru con suerte podía cuidarse a sí misma.

-Hasta un gato es mejor madre que tú -dijo con desdén mirándola directamente a los ojos-. No puedo creer que seas tan descuidada como para usar ese tipo de técnicas en mi hija esperando que no hayan consecuencias. Cada vez me arrepiento más en haberte dejado cuidar de ella todo este tiempo. Eres una idiota. Inservible. Buena para nada. Es un milagro que mi hija no haya salido tan estúpida como tú cuando todo el tiempo antes de embarazarte andabas fumando hierba en el bosque.

De un momento a otro varias cuerdas rojas lo inmovilizaron. Pero no importaba. El jutsu estaba hecho y Akemi no podría deshacerlo. Su cuerpo desnudo seguía siendo un fuerte punto de distracción y ella no podría negar verlo si realmente quería pelear por Neko.

-Eres una egoísta Akemi -dijo finalmente-. Tienes tanto miedo a quedarte sola en este mundo que serías capaz de alejar a Neko de los suyos para no enfrentar la soledad que te espera. Karura nunca te quiso. Tú madre murió. Ni si quiera yo te consideré algo más que una mujerzuela de una noche... y ahora que tienes a Neko vas a obligarla a estar contigo para siempre. Lo único que lograrás alejándola de mí... es que ella te odie y algún día te ahogará con una almohada mientras duermas, o te enterrará un cuchillo por la espalda mientras laves la loza o le pondrá veneno a tu comida cuando cenes. No puedes evitarlo y lo sabes. Ya debes haberlo empezado a notar, ¿no? Ella no se parece a ti. Neko es... mi hija. Ella es todo lo que yo era a su edad y sólo empeorará con los años. El odio la terminará llenando y entonces... lo quieras o no... estarás realmente sola.

Deja de pelear... sólo... muere. No tienes ningún posibilidad ante mi.

Aún desnudo, la mirada intensa de Judal se volvió más siniestra mientras daba un paso en dirección a Akemi, apegando con fuerza su cuerpo contra el suyo, empujandola contra la pared de la casa que ardía en llamas.

-¿Aún me deseas no? ¿Que tal un último encuentro antes de que la muerte venga por uno de nosotros?

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Jutsu Rango B -> Oiroke no Jutsu (Jutsu Sexy)
Daño = 3800 + 570 (chakra) = 4370 -> Se defiende con 70+

Efectos sobre Judal
-10 de Defensa el resto del combate (Látigo de Akemi)

Efectos sobre Akemi
-10 de Defensa el resto del combate (Oiroke no Jutsu)

#1 'Defensa' : 32 -> Fracasa la defensa contra Objeto
#2 'Jutsu' : 25 -> Activo Jutsu rango B
#3 'Chakra ' : 26 + 5 = 31 -> +15% daño final
#4 'Objeto' : 5 -> Inefectivo

por **Maestro Shinobi** Sáb Nov 30, 2013 1:30 pm

El miembro 'Judal Uchiha' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Defensa' : 32

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#2 'Jutsu' : 25

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#3 'Chakra ' : 26

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#4 'Objeto' : 5

por Akemi Uchiha Sáb Nov 30, 2013 8:12 pm

Era vergonzoso y humillante el no poder apartar la mirada del cuerpo de Judal, como lo había notado antes el pelinegro se había desarrollado aún mas, se veía más alto y fuerte, más hombre. Sabía que no podía ganarle pero aún así lo intentaba, quería estar con su hija por siempre. - Tienes razón... - murmuró abatida posando sus manos en los hombros del Uchiha con delicadeza cuando su espalda tocó la pared de su casa. - No quiero estar sola... tampoco morir, quiero seguir al lado de mi hija hasta que se case y ver a mis nietos, no debí separarla de ti, fue egoísta y estúpido de mi parte. Solo... deseaba que viviera lejos de las peleas y la guerra. - admitió sin poder resistirse al contacto que le ofrecía Judal - Se que te extraña, yo también lo hago... y que la quieres de regreso, pero no puedes decir que soy mala madre, he cuidado de nuestra hija todo este tiempo, conseguí un trabajo estable mucho mejor que el que tenía en la enfermería pues estoy directamente al servicio de Ittoki-sama, Neko juega en los jardines del palacio casi del diario, corre por todos lados y convive con otros niños, llevamos una vida pacifica gracias a él, conoce a Neko desde que llegué y nunca me ha pedido que deje de llevarla, ha sido muy amable y generoso con nosotras desde un principio... ¡y no utilicé ningún ninjutsu! Fue simple conocimiento de anatomía básica, despertará en unos cuantos minutos.

Akemi observó el cuerpo de su hija con confusión, pensó que ella era feliz en el País del Rayo, le había dado todo lo que podía, el hijo del Feudal jugaba con ella cuando podía y la trataba muy bien. Conocerlo había sido lo mejor que le pudo pasar en ese País, tenía un trabajo tranquilo, aunque en realidad ese trabajo se limitaba a vendarlo y utilizar su ninjutsu médico en contadas ocasiones después de los entrenamientos que tenía Ittoki. Su vida laboral con él se limitaba a estar juntos todo el día. Como una escolta pero sin tener que pelear o exponerse en ningún momento.

- Judal, no quiero pelear contigo, detente por favor... podemos... podemos arreglarlo de otra forma, ambos somos padres de Neko... por favor... - susurró activando su habilidad médica cuando un nuevo sangrado se presentó en su nariz, deteniéndolo al instante sin tener que utilizar sus manos para formar sello alguno, bastaba con liberar su chakra curativo por todo su cuerpo para que un manto verde la cubriera y sanara sus heridas, justo como en ese momento.

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Chakra: 19+12= 31

Jutsu: 8

Defensa: 52 (Falla)

HP: 5587-4370= 1217+450= 1667

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Efectos sobre Akemi:

-10 de Defensa

*Habilidad empleada: • Sana 5% de su HP por turno si lanza chakra 30+

por **Maestro Shinobi** Sáb Nov 30, 2013 8:12 pm

El miembro 'Akemi Uchiha' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

#1 'Chakra ' : 19

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#2 'Jutsu' : 8

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#3 'Objeto' : 5

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#4 'Defensa' : 52

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