Moviscita linda vs Levi (4)

El anochecer estaba marcado por la fuerte iluminación que provocaban las estrellas y la luna por sobre el prado, los bosques y el mar. Un paisaje hermoso, de magnífico detalle y perfecta armonía era el que se podía ver en medio del país de la niebla mientras una figura sombría se movía por los alrededores al compás del canto de un pequeño pero sonoro cuervo; un ente misterioso, silencioso y apenas perceptible ante los sentidos humanos que se movía a través de los árboles con gran precisión, saltando y corriendo en distintas rutas aparentemente aleatorias sin marcar ningún precedente en concreto ni plan de movimiento específico, deslizándose a través de las ramas de los robles más fuertes y los sauces más frondosos con gran maestría y elegancia. 

Tenía que llegar pronto a su destino. Por lo que tenía entendido, un nuevo entrenamiento le estaba esperando y no era un sujeto que gustase de llegar tarde a sus compromisos, independiente de que estos fuesen adquiridos bajo su voluntad o no. Desde hacía un tiempo le había asignado a Udono la voluntad de buscarle contrincantes para mejorar, más no se entrometía demasiado con el trabajo de su regordete amigo. 

Finalmente, y detectando una presencia cercana, tan sólo se quedó de pie sobre una rama y aguardó por la presentación de su visitante.

Era ya de noche y aunque prefería no salir del santuario para hacer cualquier entrenamiento o recado de sus funciones, la Yuki cogió entre sus manos su capucha blanca que la coloco sobre su cabeza cubriendo sus facciones para evitar el frió y las brisas nocturnas. Esperaba no llegar tarde a aquel encuentro que Takatsuka-dono había organizado especialmente para que siguiera mejorando pero realmente tenía que hablar con él sobre los horarios predispuestos así como de los lugares lejanos a donde la mandaba en parte para evitar cualquier daño en Kirigakure no Sato. -Bien, bien... Hora de saber quién es mi nuevo rival de hoy- Dijo la sacerdotisa dejando escapar una sonrisa de lado por la nueva persona que estaba a punto de conocer ¿Como sería? ¿De que pueblo? ¿Cual era su especialidad? Eran unas de las pocas preguntas que arremolinaban su cerebro. -Bien aquí estoy- Dijo observando a lo lejos el mar, las estrellas iluminando la pradera cercana así como la zona de árboles que le recordaban ciertos momentos dolorosos que quería olvidar. Parecía no haber nadie pero no estaba segura del todo, así que seguía observando el panorama cuando su mirada viajo hasta los árboles donde una figura oscura se situaba. -¡Hey! !Buenas noches, lamento la demora¡- Mikasa agitó sus manos al aire llamando la atención de dicha persona, pero esa situación ella mirando hacia arriba en un árbol le resultaba tan familiar, demasiado familiar. -Ya lle... ¿Levi-chan?- aquel nombre salio desde sus labios como acto reflejo, dejándola hecha piedra en su lugar.

- Miren nada más - Comentó el Nara observando desde lo alto a la mujer de cabellos celestes y piel sumamente clara, para luego, cerrar de nuevo los ojos y beber un poco de té de limón de su cantimplora. Estaba muy relajado y cómodo en su lugar, y la llegada de Yuki Mavis suponía que perdiese esa calma para pasar a la acción de un entrenamiento con uno de los miembros más poderosos de Kirigakure y, según palabras de Takatsuka previamente firmadas y selladas, recientemente ascendida al rango de Chunin. Dato que por supuesto, no esperaba dejar pasar en lo más mínimo…; esa mujer siempre lograba intrigarle.

- La nueva Chunin de Kirigakure - Exclamó con el tono que ocupaba cuando hablaba tonterías. En palabras de Levi, cuando estaba en confianza solía hablar muchas idioteces y definitivamente, se sentía cómodo junto a esa mujer - Veamos qué tanto han mejorado tus habilidades…

Dicho eso, rápidamente creó un Chidori en su mano derecha y se lanzó en búsqueda del abdomen de la de cabellos celestes.

Su mirada se intensifico pues sin duda aquel sujeto era Rivaille Nara, el verdadero Levi-chan que admiraba pero verlo tan natural y por así decirlo calmado no era algo que le traía buenos recuerdos de todos los ataques que se había comido por parte del Nara de encuentros anteriores. Ahora la recién ascendida sacerdotisa seguía su mirada fija en el pelinegro, ya había tenido bastante de sus ataques y no se quejaba pues de esa forma aprendía algo pero ahora le daba más intriga pues el tono de voz de Levi indicaba que estaba a punto de atacarle con uno de sus clásicos ataques, aquel que de seguro atravesaba todo y el solo recordar su piel sentir ese dolor le provocaba un gran temblor. Pero era hora de que se parara frente a él  y demostrara de lo que era capaz por eso cuando le vio venir con aquel ataque conocido como "Chidori" en su diestra la Yuki se adelantó y con suspicacia su chakra fluyó en todo su cuerpo creando una marejada de gran tamaño la cual iba a chocar con el raiton, de ahí era cosa de principios el saber que el raiton se conduciría por todo el agua así que antes de que la misma Mavis saliese herida, dio un salto hacia atrás hasta tocar con sus pies la corteza de un árbol y quedar unida a este observando como la gran ola avanzaba contra Rivaille Nara y su raiton, era hora de ver cuanto había avanzado ella misma. -Tan agresivo desde un inicio Levi-chan. Y se supone que soy yo la quisquillosa por mis preguntas-