Aiko vs Hayato

Hayato logró esquivar el último ataque de la joven princesa, pero su capacidad de reacción comenzaba a ralentizarse, era claro que ni él podía estar moviéndose a alta velocidad de un lado al otro, para evitar todas las envestidas del polvo dorado.–Aquí vamos de nuevo...– musitó al ver como Aiko formaba una secuencia de sellos al compás de su baile. En ese momento un cumulo de polvo dorado se alzó, para dar forma poco a poco a una figura idéntica a Aiko, solo que de una altura mucho mayor. Con pasos algo torpes el gigante comenzó a correr, podría ser que la altura le afectaba para que se viera más coordinada, pero su velocidad era sublime. Hayato trato de ponerse fuera de su alcance corriendo y esquivando cada una de las patadas de la gigante figura.–Maldición como puede ser tan veloz, está a punto de alcanzarme– lo que decía era cierto, en pocos pasos la gigante lo alcanzo y le dio una patada mandándolo a volar varios metros y haciendo que callera a mitad del lago del oasis. Desde la orilla Tsume quedo observando las aguas alborotadas, sabiendo que la situación  no le favorecía a Hayato.

HP: 7200 – 2972 = 4228

– ¿Cómo es posible que lograr hacer todo eso? Cometí un terrible error subestimar a Aiko. Tenía razón, no es la misma chiquilla insensata que conocí en el País del Fuego–  el golpe lo impulso hasta mitad de profundidad del agua del oasis y el mismo momento que se recuperó de la conmoción, nadó hacia la superficie. Al salir del agua y llegar a la orilla, lo primero que escucho fue un gruñido de alerta de Tsume. Al ver hacia donde se encontraba Aiko, notó como un nuevo clon se había formado. –Esto tiene que ser una broma– de inmediato el clon se lanzó a darle otra patada, como la que recibió con anterioridad.–Malditas cosas, son rápidas–  exclamó con frustración, sin poder recurrir a otro medio, el mismo se tiró a las aguas del oasis y volvió a nadar a las profundidades. Su única salida era soportar la respiración y  salir por la otra orilla, evitando ser atrapado por alguno de los clones cuando fuera a salir. Su situación se iba agravando, ahora sus chances se habían reducido drásticamente.

Tsume se percató de como los clones de Aiko comenzaron a rodear el oasis,  el lobo comprendió que su compañero estaba atrapado y no habría forma fácil de que pudiera escapar. Tomó un fragmento de madera en su hocico y comenzó a alejarse del oasis hacia unas dunas cercanas. Mientras eso ocurria, en las aguas Aiko continuaba su cacaería contra Hayato. Encontrándolo en una mala  situación, pudo golpearlo con su látigo, hiriéndolo en su espalda. El golpe fue lo suficientemente fuerte como para que perdiera el aire que estaba guardando y verse obligado a salir a la superficie.

Pero un aullido se escuchó en todo el lugar, la alerta hecha por el lobo gris, advirtiéndole del peligro que lo esperaba  en la orilla. Peor no solo el aullido del canido era una advertencia, sino una instrucción. Al salir del agua y verse de enfrente con los clones, Hayato giro la vista y ubico al lobo e inmediatamente se sustituyó por el madero que había cargado Tsume. Ahora estaba a varios metros de Aiko, tenía que actuar rápido, pero la falta de aire y cansancio habían mermado seriamente sus fuerzas.

Tsume le gruñó indicándole una alternativa que podía hacerle ganar tiempo.–Un Oookami Bunshin no Jutsu, creo que no hay otra alternativa– Hayato efectuo el sello de clonación y después coloco su mano ensima del lomo del lobo, al combinar su chakra, una replica del lobo gris apareció en el desierto.

Hayato se encontraba tumbado en la arena y enfrente de él Tsume y un  Ookami bunshin, el aire aun le hacía falta por lo que su respiración era agitada.  Su aspecto era deplorable y sentía su cuerpo adolrido por los latigazos y la patada recibida por el clon gigante de Aiko. –Tsss … nunca pensé tener que utilizar esto contra Aiko– Tomó el colmillo de Plata de Lobo, que siempre traía colgado en su cuello y después de canalizar su energía junto a su chakra, comenzó a curar sus heridas, haciendo uso de sus conocimientos básicos de ninjutsu médico. –Con eso será más que suficiente– con parte de sus fuerzas recuperadas, guardo de nuevo el valioso objeto de su clan y acaricio el pelaje del lobo y el clon, los cuales estuvieron atentos en todo momento.

–No es mi culpa que seas descuidada con tu ropa–  exclamó en respuesta al reclamó de Aiko. Era la segunda vez que ella le exigía pagar una prenda de ropa. Recordó lo ocurrido en su última misión.–Hay una clara diferencia entre nuestros clones y te podrás dar cuenta de ello. Tsume enséñale como es combatir contra una manada de lobos– hizo un sello de clonación y después puso su mano sobre el lomo del animal y otros dos clones aparecieron en medio de la arena.

–Aún recuerdo esa misión y Tsume también– contesto el shinobi mientras se reincorporo y exterior un poco sus extremidades, ahora menos adoloridas. –Quien sabe, sabes no es mi costumbre preguntarme acerca de suposiciones, si cambiara mis decisiones del pasado ؎ Tsume dio un gruñido, informándole que podía distraer a los clones de Aiko, mientras él seguía atendiendo sus heridas.

Volvió a utilizar su colgante, pasándolo cerca de las zonas heridas a cuasusa de los golpes y sanando los cortes del látigo de Aiko, realmente vinieron a el esos recuerdos de aquella lejana misión. Mientras tanto observo como Tsume dio indicaciones al lobo y a base de su organización pudieron atraer la ola de polvo dorado y contrarrestarla. –Sigo pensando que si vivieras en estado salvaje, sería un excelente lobo Alfa– guardo el colgante y formo el sello de Inu, para de esta forma mejorar su reacción y movimientos. Además de que mejoraban notoriamente sus habilidades de rastreo.

–Recolectar información acerca de la nueva situación del País del Viento–  después de decir eso,los lobos se agruparon a su alrededor, esperando junto a Hayato el siguiente movimiento por parte de Aiko.          

–No tengo chakra suficiente para otro jutsu, será mejor  esperar y no desperdiciar el poco que me queda–  pensó  acercándose a una roca y tomando asiento, los lobos seguían a su lado y el Inuzuka confiaba en que podrían mantener a raya a los clones de Aiko. Escucho sus palabras e ignoro por completo el cinismo de su voz. Si lo trataba de molestar, era demasiado tarde. Ya se encontraba molesto.–No creí en ese momento que un kunoichi del clan Uzumaki, supiera que estuviera pasando. Y no te lo tomes a mal, no te consideraba el tipo de persona de quien se puede obtener información confiable. Recuerda que hasta hace poco, desconocía todo lo que te había sucedido– exclamó sin mucho ánimo, mientras observaba sus heridas y trataba de diagnosticar su gravedad. No sabía cuánto podría continuar peleando en esas condiciones y queria tener certeza del daño que había recibido, el Colmillo de Lobo fue de mucha ayuda, pero no consiguió sanarlo por completo.