Hotaru Senju vs Mavis Yuki

El viento soplaba fuertemente en el país del fuego, era como si el mismísimo Dios del viento estuviese irritado procurando informar los seres humanos su enojo hacia las tierras de los ninjas que eran  protegidas por sus señores feudales. Ante tal clima la situación entre las fuerzas del país del agua eran inquietantes, últimamente habían hechos significativos para dicho bando de querer sobresalir o más bien de querer ayudar a los pobladores del valle neblinoso después del accidentado día sufrido entre las guerras internas de su propio país.

Por ello, la sacerdotisa del  se encontraba en dicho país buscando a una persona de suma importancia que según los rumores era capaz de crear pociones medicinales a niveles muy altos y avanzados como nunca antes jamás se había visto, aquella persona representaba una gran fortaleza de ayuda. No planeaba pedirle que abandonara su ciudad o su familia, tan solo estaba ahí como una simple comerciante en busca de las medicinas necesarias y ya escasas en el País del Agua. 

En una de las calles de un pueblo de gran tamaño, Mavis se encaminaba concentrándose en encontrar el lugar correcto de la boticaria que Nobuna le había indicado y del cual era amiga desde hace ya mucho tiempo. Minutos después la sacerdotisa se detuvo frente a una casa de dos pisos con una pequeña tienda en la planta inferior en cual tenia un letrero de “Botica Senju” un lugar para gente de clase alta y media, y que su nombre honraba de seguro a uno de los clanes más poderosos del País del fuego. -Buenas....- fue lo único que pronunció cuando se adentró en la boticaria.

Una vez dentro de la pequeña instalación sus orbes viajaron hasta recorrer cada parte del lugar hasta posarse en la figura de una joven de pequeña estatura pero de gran belleza y portadora de un cabello rojizo que llamó la atención de la sacerdotisa, provocando que formara una pequeña "o" con sus labios. Saliendo de su estupor la joven camino hasta quedar frente a la joven y responder sus saludo con su cordial saludo; juntando ambas manos como si fuera a rezar y agachándose lo suficiente como para mostrar respeto por la joven.   
 
-Me disculpo por mi intromisión pero estoy en busca de estas medicinas, me han comentado que no hay mejor lugar que esta botica cuando se trata de plantas medicinales y/ remedios de alto nivel- Con sumo cuidado saco una pequeña lista de remedios útiles y necesarios, de sus vestimentas, posandolas en el mostrador. No entendía del todo los nombres de aquellas plantas pero entendía que eran necesarias para el País del Agua, y eso bastaba para que la mismísima sacerdotisa del clan Yuki, cruzará todo un mundo hasta otra aldea en búsqueda de aquellos preciados recursos.

-Es un lugar admirable, la que maneja usted...- Hablo volviendo a recorrer con la mirada el lugar, todo estaba en perfecto orden, limpio y los remedios etiquetados con letra clara  y precisa que explicaban su funcionalidad, siendo así hasta una persona como ella que no comprendía mucho de medicina podía aprender con menos dificultad. -Por cierto,  soy Mavis Yuki- Terminó presentándose ante la joven, esperando que su nombre no llamara demasiada atención de lo que significaba.

Su mirada aún viajaba por cada rincón del boticario, hasta que las palabras de la joven resonaron en su mente captando su atención y que dejara de mirar los recipientes para posar sus orbes ámbar en ella, y mostrando una emoción y a la vez cierta sorpresa que jamás espero tener en aquel lugar. -Una senju y nada menos que la princesa del clan... Hotaru Senju- Pensó unos instantes antes de que retomara el habla y fijara su mirada en la pequeña bolsa que almacenaba las medicinas que necesitaba comprar con devoción.

Tras ello, nuevamente las palabras de la joven Senju le sorprendieron en demasía al ver como le hacia una propuesta interesante captando aún más su interés - Si que los Senju están hechos una sorpresa... No creo que incumpla con mi deber si acepto su oferta ¿no Takatsuka-dono? - Se preguntó mentalmente antes de sonreír en respuesta mientras ladeaba la cabeza hacia su izquierda -Me agrada su oferta y me temo que no puedo desaprovecharla así como así, aunque le anuncio desde ya que no cuento con todas las habilidades de mi clan que tanto desea ver... Si es que no le molesta-

Acotó primero revelando quizás demasiada información a la princesa Senju pero ella era una persona correcta que jamás mentía a alguien, aún si no eran parte de su clan o de su círculo y mucho menos a una contrincante, mantenía sus códigos con fiereza y respeto por sobre todas las cosas, incluido una guerra. -Pero el aceptar su petición espero acepte la mía de empezar el encuentro, sería la mínima consideración a sabiendas que yo ganaré más con este encuentro... La espero en las afueras Hotaru-san- Tras dichas palabras la joven salió de la botica con paso lento, aguardando a que la pelirroja terminara de atender sus cosas y a la vez evitando un encuentro en aquel lugar, o se podría perder demasiadas medicinas valiosas no solo para una nación sino para todo el mundo shinobi.

No espero mucho fuera de la tienda pues la princesa del clan Senju, se había apersonado rápidamente al lugar del encuentro, asintió ante sus palabras sobre su fortaleza, a pesar de que ella mencionaba dichas palabras no podía sentirse halagada de entrenar con una senju, si bien como decía era una ninja médico sus capacidades debían ser superiores al de la media y eso causaba gran interés en la sacerdotisa del clan Yuki. Ambas se habían presentado ya, habían dicho lo suficiente como para mostrarse y ser sinceras entre ellas y por consiguiente lo que empezaba ahora debía ser el encuentro.

La vio hacer los sellos respectivos a gran velocidad, parecía ser que si las cosas resultarían interesantes sacando una sonrisa de los labios de la peli celestes, pero que cambio a una de sorpresa en un santiamén al ver el jutsu de la joven princesa, se trataba de ¿Agua?... el elemental que ella manejaba mejor, y que era característico de su clan y de casi todo Kirigakure, no esperaba ver que otros ninjas se especializaran en dicho elemento pero el verlo con sus propios ojos, tan sólo le recordaba que kiri era una sola nación más entre muchas. -Elemento agua... Realmente inesperado-  Las agujas viajaron hasta ella con rapidez, no esperaría a ser golpeada aún no, y por consiguiente su chakra descendió hasta sus pies aumentando su velocidad, y realizando un juego de pies que le ayudo a esquivar cada aguja y futuro daño, acompañado de varios saltos y giros sobre sí misma. 

En el último de sus giros aprovecho su chakra y el agua que Hotaru había generado, utilizándolo para su propia ofensiva con los sellos respectivos de su jutsu, del cual acumulo las agujas restantes transformado-las en pequeñas esferas de agua que se arremolinaron alrededor de su diestra, hasta formar una esfera de agua sólida que fue dirigida hacia la princesa Senju sin vacilación. -Suiton: Eria tojikome...-    

-No creo que sea demasiado bueno y menos si comparo mi nivel con el suyo, princesa...- Respondió la sacerdotisa mientras veía como los clones de agua de la princesa se acercaban a ella, a una gran velocidad que jamás había visto antes ni en otros entrenamientos, la velocidad de las 4 figuras era similar volviéndose imperceptible para la Yuki saber cual era la posición de la verdadera pelirroja y así poder contratacar, lamentablemente cuando quiso defenderse o hacer algo propio de ella, las figuras ya estaban sobre su visión acaparando cada centímetro mientras alzaban un kunai que iba directo a cuerpo de Mavis.

-No es posible....- En su rostro se mostró la confusión y a la vez el miedo que trato de controlar, no había sentido aquel sentimiento desde que se había enfrentado a Takatsuka-dono y al ninja del clan Nara, ambos seres de gran poder que ayudaron con su batalla a aumentar la experiencia de la sacerdotisa de Kirigakure. Sintió las punzadas de dolor que se impregnaron en su abdomen, mientras callaba un grito de dolor apretando los dientes hasta hacerlos rechinar y morderse los labios a si misma, mostrándose un hilo de sangre que cayó de la comisura de sus labios ya sea por infligirse ella misma o por las heridas en su torso -Tenía el conocimiento de la fortaleza de los Senju pero no esperaba que tuvieran tal nivel... Es una lástima que no durara demasiado tiempo, aún así he aprendido una nueva modalidad del estilo agua, le agradezco princesa Senju- Sus palabras fueron dichas entrecortadamente mientras buscaba aire para respirar y que llegara a sus pulmones y evitar que cayera en la desesperación, a la apr que cerraba sus orbes ámbar buscando descanso.