Mavis Yuki vs Hotaru Senju [2]

De sus propia caminata no podía agregar mucho, lo sabía a ella le gustaba caminar y simplemente sentir la naturaleza, su flora y fauna en tan buen estado, le agrada es calma y esa tranquilidad que muchos hoy en día no sabían apreciar ni reverenciar lo que la naturaleza les daba. Pero entre toda esa gente siempre había unos cuantos que apreciaban lo que otros no veían y una de esas personas era la sacerdotisa Mikasa, o Mavis Yuki quien con el permiso de otro Senjin alegó que quería respirar aire fresco.

Camino entre tantos arbustos y cuando su olfato le llevo hasta un gran lago su sonrisa se amplió al ver el hermoso lugar que estaba siendo visitado por alguien ¿mas?... Aguardó unos segundos pues le habían dicho que no debía molestar ni interrumpir a nadie pero aquella vos delicada y esos ropajes familiares, le trajeron a la mente la imagen de alguien que ya conocía... ¿Hotaru Senju? Se repitió mentalmente mientras se acercaba a ella con simpleza y la observaba más de cerca con aquella curiosidad suya -Princesa Senju... No esperaba verla de nuevo ¿como se siente? Espero bien, ¡Ah! es un gusto verla después de tiempo, como me alegra haber venido de nuevo...- Hablo la sacerdotisa mientras hacia una reverencia y alzaba sus manos ligeramente en señal de emoción de encontrar a alguien que en cierta forma se parecía a ella, dispuesta a luchar no por amor a la guerra sino por protección de los seres que amaba.   

-Lo mismo digo, pero vine con algunos miembros de Kirigakure en busca de medicinas, ya sabe los Senju son los mejores en eso- Hablo la sacerdotisa sonriente mientras le respondí y observaba como la pelirroja se ponía de pie y le saludaba indicando el porque estaba ahí cosa que entristeció a la sacerdotisa quien juntando sus manos alzo la voz -Espero que ellos descansen ahora, pero es lo más seguro si saben que su hermana esta rezando por ellos, permitame rezar por ellos también cuando regrese al santuario de Kirigakure, Princesa Senju- Termino de hablar para luego separar sus manos y volver a sonreír pero ahora con una sonrisa cómplice, tratando de entender los sentimientos de la joven Senju, para luego dar unos cuantos pasos en círculos y observar el hermoso lugar donde se encontraban.

-Es un bello lugar, pensé que en Kiri solo habían sitios así pero al parecer me equivoque... Es una hermosa vista- concluyó terminando de observar la natura del bosque y del lago para luego  mirar de nuevo a la señorita. -Verá princesa, me gustaría volver a combatir con usted en un entrenamiento. Entiendo su pesar y dolor pero creo que le debo mucho desde la última vez que no pude darle batalla- dijo mientes su chakra comenzaba a moldearse en un sello de mano para luego de un ligero humo, se vieran ante ella cuatro Mavis, en total cinco con la original. -Que le parece si continuamos en donde nos quedamos- 

-La verdad tuve que aprender a las malas que usar clones es algo de utilidad. La mayoría gusta de usar espadas y realizar daños más sangrientos y más dolorosos. Bueno usted me entiende- dijo mientras en un principio explicaba  de forma concisa pero luego parecía perderse ella misma con sus palabras y al final no sabía si se dejaba entender o al final lo había vuelto a arruinar pero que olvido con una sonrisa amistosa.

Pero la hora del combate empezaba y era hora de ver cuanto había avanzado en su estrategía o en sus habilidades para poder ahora si ser una rival digna de la princesa Senju. Con ánimo las cuatro Mavis y la original solo atinaron a ver los moimientos de la pelirroja mientras una gran cantidad de agua se dirigía hacia ella con fuerza. En un movimiento sincronizado sus clones se ayudaron entre ellas a alzarse y esquivar el agua ubicandosé cada una en uno de los árboles cercanos mientras la verdadera Mavis formaba sus sellos con rapidez hasta que su chakra estuvo en su mázimo apogeo, de inmediato de sus labios salió disparado un gran chorro de agua que se mezclo con el agua que estaba  apunto de atacarla y antes de que pudiera ahcerle algun daño, una ola de mayor tamaño  se formó y se dirigía a la princesa Senju. -Suijinchû-

La princesa Senju se refirió a ella con algunos calificativos que alagaron a la sacerdotisa respondiendo con una ligera reverencia, pues para ella no había hecho nada tan importante como para merecer aquellos adjetivos buenos, pues solo había esquivado el jutsu de la pelirroja, claro que la maniobra no había sido fácil para ella pero no lo consideraba algo inusual. -Agradezco sus palabras Princesa, pero estoy segura que sus habilidades van más allá de lo que me muestra- Respondió de nuevo Mavis mientras veía como de cuenta nueva la pelirroja absorbía su ataque para esta vez usar el agua que ella había usado anteriormente par atacarla y dirigirla contra sus clones.

-Debemos movilizarnos- Grito una de sus clones a la vez que de nuevo Mavis usaba su agilidad para moverse hacia otro árbol esquivando el ataque al igual que tres de sus clones mientras una de sus copias parecía tener problemas al encontrarse más cerca del ataque de Hotaru Senju. -Kawarimi no Jutsu- En un movimiento inesperado la copia de la sacerdotisa uso el reemplazo dejando tras de sí el tronco de un árbol cercano partido, de tal forma Mavis y sus clones estaban de nuevo a salo pero la pregunta importante era ¿por cuanto tiempo más?  

Ante la respuesta de la pelirroja la sacerdotisa no pudo evitar reír alegremente puesto que la joven se parecía a ella, aunque a  Mavis si le habian entrenado para realizar jutsus que dañasen a su enemigo aunque no muchos ni tan fuertes, a lo cual se negó en un comienzo pero termino aceptando si quería seguir entrenando. -Es mejor así, ¿no le parece?... Princesa, alguien como usted que cura a la gente y la protege es alguien quien no debe mancharse las manos con la sangre de otros. Por eso esta bien... Al menos para mí-  termino de hablar la mujer de cabellos celestes mientras su dedo indice derecho viajaba hasta su mejilla presionando su cachete por acto reflejo propio. Pero pronto aquella tranquilidad en Mavis se vio interrumpida cuando ante ella dos copias de la pelirroja eran formados a su imagen y semejanza, al igual como ella lo había hecho. -Interesante, batalla entre clones... Lo que significa que durara mucho, sabiendo que no se nos da tanto hacer jutsus complicados- Hablo la Yuki con alegría pues gracias al entrenamiento anterior con Hotaru Senju había podido aprender más como materializar sus propios clones. Pronto el ataque se dio sin una orden, los clones de la princesa Senju se avalanzaron contra los suyos propios, librándose una pequeña batalla la cual termino con el esquivo perfecto de sus clones gracias al kawarimi, pero a la vez limitando a la sacerdotisa en sus movimientos, ocasionando que esperase por cualquier movimiento de su oponente.

El combate entre los clones de ambas dio inicio, siendo este muy reñido y quizás en parte favorecedor a la joven pelirroja, puesto que la sacerdotisa a pesar de sus buenos logros, su taijutsu no era lo mejor que podía recalcar de ella, es más el pelear en un rango pequeño siempre le causaba problemas a diferencia de cuando luchaba usando sus jutsus de agua que siempre la mantenían en cierta distancia con su oponente.  De todas formas los clones de Mavis Yuki seguían intentándolo, de esa forma aprendería más así como lo hizo la primera vez cuando vio los clones de la princesa Senju. -El aprecio es mutuo princesa, ellos son mi gente la razón por la cual yo lucho y entreno a pesar de mis cualidades innatas para buscar la paz- Le respondió mientras seguía viendo como uno de sus clones parecía perder el control sobre sus movimientos causando que se tambaleara y recibiera un par de golpes, denotando el cansancio de la copia de la peli celeste. De pronto le escuchó hablar se trataba de nuevo de aquel jutsu que atacaba con gran fuerza no solo a ella sino a sus clones. Mavis en un inicio pudo esquivar el ataque pero sus copias parecían ligeramente cansadas, volviéndose obvio cuando su primer clon fue arrasado con el agua, volviéndolo nada al mezclarse con el jutsu de la pelirroja. La sacerdotisa Mikasa suspiro ante lo sucedido, bien sabía que no duraría mucho tiempo así pero al menos se alegraba estar durando más que la primera vez. -Como esperaba de usted princesa... Un ataque certero, muy certero. Tendré que ser más ágil- termino de hablar con una sonrisa en sus labios, aceptando aquel hecho.