Ishiro Yuki vs Levi

El anochecer estaba marcado por la fuerte iluminación que provocaban las estrellas y la luna por sobre el prado, los bosques y el mar. Un paisaje hermoso, de magnífico detalle y perfecta armonía era el que se podía ver en medio del país de la niebla mientras una figura sombría se movía por los alrededores al compás del canto de un pequeño pero sonoro cuervo; un ente misterioso, silencioso y apenas perceptible ante los sentidos humanos que se movía a través de los árboles con gran precisión, saltando y corriendo en distintas rutas aparentemente aleatorias sin marcar ningún precedente en concreto ni plan de movimiento específico, deslizándose a través de las ramas de los robles más fuertes y los sauces más frondosos con gran maestría y elegancia. 

Tenía que llegar pronto a su destino. Por lo que tenía entendido, un nuevo entrenamiento le estaba esperando y no era un sujeto que gustase de llegar tarde a sus compromisos, independiente de que estos fuesen adquiridos bajo su voluntad o no. Desde hacía un tiempo le había asignado a Udono la voluntad de buscarle contrincantes para mejorar, más no se entrometía demasiado con el trabajo de su regordete amigo. 

Finalmente, y detectando una presencia cercana, tan sólo se quedó de pie sobre una rama y aguardó por la presentación de su visitante.

Estaba sentado en una rama de un frondoso árbol. De tal tamaño que su copa sobresalían de muchos de sus congéneres que ahí crecían. El lugar del entrenamiento hbia sido asignado por Udono, al igual que el contrincante. Ishiro no tuvo problemas en llegar primero. Espero por un lapso de tiempo no muy grande, mientras tanto preparo sus katanas, comprobando que su filo estuviera en las mejores condiciones.–Esperemos que no tarde– exclamo mientras terminaba de visualizar ambas armas.

Al poco rato, pude detectar una presencia. Se puso de pie y desde las alturas logro sentir de donde venía aquel shinobi.–Comencemos con esto, por lo que escuche de Udono, el miembro del clan Nara, no es del tipo de personas que le guste esperar– se dijo a sí mismo. Ejecuto una secuencia de tres sello manuales, para poder efectuar su Jutsu.–Suiton: Mizu no mō kōgeki no jutsu– exclamo antes de liberar el chorro de agua. La distancia no era demasiada por lo que el agua a precion podria llegar hasta el Nara fácilmente.

Sin siquiera esperar si el Jutsu funcionara. Desenvaino ambas katanas. Y se dejó caer desde aquella rama, para después maniobrar por los árboles y llegar hasta su objetivo. No se prestó a muchas formalidades, simplemente cuando estuvo a tiro, lanzo los filos de sus espadas, en contra del cuerpo del Nara.


Off: Tiene la habilidad de poder atacar a otro sin la necesidad de lanzar dado inicio.
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Jutsu: 8 (Efectivo)
Chakra: 13 + 4 (Cristal de Chakra): 17 (-15%  Daño final)
Objeto: 8 (Efectivo)
Objeto: 6 (Efectivo)

[D]-Suiton: Mizu no mō kōgeki no jutsu
(Quien reciba este ataque deberá descontar -100 de HP el resto del combate.)
Katanas Gemelas
(Si se emplean en conjunto además de producir 500 de daño entre las dos, el enemigo deberá disminuir en -3 el chakra el resto del combate)

Daño final: 900  - 135 = 765 + 500 (Katanas) = 1265
 

El Nara vio con cuidado como de pronto un ataque de agua se dirigía hacia él y detrás del jutus, un ninja blandiendo dos espadas - lo que le pareció una ironía tremenda - se aproximaba a toda velocidad con la clara intención de lastimarle. Fue entonces que supuso se trataba de la nueva persona con la que debía entrenar y por lo mismo, rápidamente realizó los sellos necesarios para poder crear una técnica que le permitiese defenderse de ello. Concentrando chakra en su sombra, fue que invocó a su técnica de manipulación de las mismas y creó dos ganchos que lo ataron a un árbol próximo y le ayudaron a elevarse por los aires y así evitar el golpe de agua de su contrincante. No obstante, pudo darse cuenta que de todos modos lo había impactado en uno de sus brazos rasgando parte de su manga y provocando que un hilillo de sangre escurriera….

- Oh…. eres muy ágil y astuto, no pude esquivar del todo tu golpe - Declaró con calma mientras se asomaba para observar mejor a Ishiro. - Udono ha hecho bien en elegirte, por lo visto.

Dicho eso, se tiro desde lo alto girando con ambas espadas dispuesto a darle un fuerte corte en el abdomen.

–Eso si será problemático…– musito el shinobi al ver como el miembro del clan Nara, efectúo un jutsu que mejoró bastante su movilidad.–No tanto como usted, hay clara diferencia entre nuestra velocidad de punta– dijo tranquilo, mientras analizaba detenidamente al Nara. Asi podria tener oportunidad de descifrar cada uno de sus movimientos, pero era demasiado rápido para seguirlo a simple vista.

Sin imitarse, vio cómo se tiró en picada, dando giros con ambas espadas en mano. De forma taimada tomó sus propias armas y bloqueo la estocada doble del Nara. –Buena maniobra– sin decir más, salto hacia otra rama poniendo distancia de por medio. Clavó momentáneamente sus espadas en la madera de la rama, para poder juntar sus manos y formar los sellos que requerían su jutsu, dando como resultado un fuerte chorro de agua a presión. Para posteriormente, tomar sus katanas y tirarse en contra del Nara, para hacerle un corte doble.

 

 

 

 

La lucha estaba siendo bastante rápida y, para sorpresa del Nara, el espadachín proveniente del país de la niebla resultaba ser uno de los ninjas más competentes que le había tocado presencias en su vida. Siendo así, decidió tomar más resguardos y no luchar a la ligera. Fue así que utilizó sus ganchos para clavarlos en un árbol cercano y poder maniobrar de tal manera que evitar ambos ataques del Yuki le fue posible. No obstante, sabía que era el momento de atacar por lo que recargó ambos sables con chakra eléctrico y, al instante, se impulsó con mucha fuerza y casi invocando un “efecto resorte” entre los árboles, para así poder prácticamente “volar” a través del bosque y así, lograr una mayor velocidad la cual le permitiese el poder atacar con todas sus fuerzas a Ishiro. Sin demora, soltó sus ganchos y cayó de pronto en diagonal con ambos sables listos y dispuestos para ser enterrados cada uno en sus piernas, intentando así inmovilizar sus agiles embates y, por supuesto, lograr causarle el primer daño del combate.

–Demasiado rápido–  maniobrando por los árboles, el Nara pude esquivar la embestida del Yuki. Era claro que el combate se decidiría por quien hiciera mejor uso de su velocidad y habilidad. Al caer de golpe al suelo, se percató que tenía que salir de ese lugar inmediatamente. Ahora era el quien se encontraba en una posición poco ventajosa. Alzó la vista y pudo ver a su oponente en el aire. Listo para embestirlo desde las alturas. Al dejarse caer en picada consiguió aumentar aún más su velocidad, ya de por si complicada. Al ver el ataque que se venía, usó sus propias armas para defenderse y bloquear el filo de los sables del shinobi. Grave error de su parte en el momento que las hojas chocaron una contra la otra, la descarga eléctrica recorrió el metal y paso directamente al cuerpo del Yuki. El golpe fue casi fulminante, haciendo que recorriera unos pasos hacia atrás y su cuerpo se desplomara terminando de rodillas en el piso. Ni siquiera podía moverse con facilidad, el daño que provoco la descarga causó varias heridas internas, las cuales prácticamente habían puesto final al combate.

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HP: 4800 – 4562 = 238

Ya con Ishiro herido era sólo cosa de tiempo para terminar el entrenamiento. Sin embargo, si algo había aprendido en peleas anteriores el shinobi del clan Nara es que nunca debía dar un encuentro por terminado, no importa lo que ocurriese. Por ello, es que se acercó sigilosamente hasta donde estaba el enviado del país del agua y lo analizó por un buen rato, esperando por una reacción o al menos, alguna movida que pudiese indicarle que todavía estaba dispuesto a seguir luchando. Por supuesto, no dudó en invocar un poderoso jutsu que reunió en forma de chakra eléctrico en sus dos espadas, dispuesto a golpear con ellas a Ishiro si es que intentaba seguir combatiendo. Entonces, ya preparado, saltó hasta acercarse a él y ver su real estado.

- Bien jugado, Ishiro - Comentó de manera fría y seca mientras se acercaba al hombre arrodillado frente a sus ojos. Se notaba que tenía mucho talento, pero la experiencia de Rivaille primaba, al menos y sólo por esta ocasión - Supongo que es hora de terminar esto…

Dicho eso, alzó sus sables y se dispuso a golpear por última vez a su rival.

–Esto no se ve nada bien, no calcule bien las capacidades de mi oponente y ahora estoy pagando las consecuencias– pensó encontrándose de rodillas sobre el suelo. Respiro para recuperar aire perdido y notó como sus fuerzas se esfumaban. Era cuestión de minutos para que todo terminara. De nuevo el shinobi del clan Nara se lanzó en su contra, con ambas cuchillas en sus manos. Cuando las cuchillas estaban a punto de cortarlo, utilizo el jutsu de sustitución, no se permitirá recibir otro golpe y dejar por los suelos la reputación de los shinobis de Kirigakure, aunque a esas alturas poco importaba, había fracasado y sido derrotado.

Aunque logro esquivar el último golpe, estaba sin fuerzas, las heridas eran casi mortales y ni siquiera podía continuar en pie, se desplomó por completo en el suelo.– No pensé que esto terminara tan rápido– murmuró casi en tono inaudible, ni siquiera tenía fuerzas para poder articular palabras. Cerró los ojos y hasta los ruidos comenzaron a perderse, solo sentía como lentamente entraba en un vacío total.