Mavis Yuki vs Levi (3)

Le observó bajar sus dos armas causando una ligera impresión en la sacerdotisa quien a pesar de todo no lograba leer los movimientos del Nara y eso sin duda la inquietaba pero aún así la sonrisa lograba posarse sobre su rostro cada vez que pensaba que entrenaba no por si misma sino por el bien de Kirigakure. Cuando le escuchó hablar sintió que tras su acto el pelinegro asintió sus movimientos eso le alegraba pues sabía que estaba por buen camino pero por otro lado sabía que el pelinegro se tomaría las cosas más en serio de lo que se las tomaba. 

De repente un humo rodeo al Nara, logrando que Mavis retrocediera dos pasos por prevención pero antes de que pudiera siquiera preguntar, debido a su curiosidad, vio como otras tres figuras muy similares al pequeño delante de ella la miraban de arriba a abajo. Por instinto llevó sus manos hasta muy cerca de sus labios pero sin tocarlos -Hay cuatro Levi-chan... ¿Como? ¿Porque?-  Se preguntó mientras su mirada viajaba desde el de la derechas hasta la izquierda aún con la misma expresión, pero el comentario de uno de ellos le llamó la atención y causando que se le erizara la piel y quedará estática por algunos minutos -El... Levi-chan, no el otro Levi-chan... Está sonriendo- Empezó a sudar frío al ver su sonrisa,  eso no se lo esperaba y le causaba cierto recelo pues claramente no era el verdadero Levi.  -Calma Mavis, calma... Es un clon, un clon nada más- Se dijo mentalmente cerrando sus orbes y tratando de olvidar la escena, de pronto como si una voz hiciera eco en su mente sus orbes ámbar se abrieron de par en par... 

-Si Levi-chan puede hacer eso, yo también- Se dijo con firmeza mientras alzaba sus pequeños puños al aire para animarse ella misma y luego realizo el mismo sello que Rivaille Nara cerrando de nuevo sus ojos esperando que funcionara y acumulando su chakra aguardó unos segundos sintiendo como el agua a su alrededor comenzaba a moldearse -Mizubunshin no Jutsu- Un segundo después abrió un ojo para ver que había resultado, y al hacerlo una gran sorpresa la envolvió completamente. Delante de ella estaban 4 figuras como ella: Habían cuatro Mavis!!!... Una ligera sonrisa se asomó por los labios de la mujer al ver que si era de utilidad. De pronto las 4 figuras de agua hablaron al mismo tiempo -¡¡¡¡Varios Levi-chan!!!!-

Sin lugar a dudas no se esperaba que la misma Yuki fuese capaz de poder clonarse y por supuesto, menos aún que ella fuera tan fuerte como para crear incluso más clones que los que él mismo podía invocar; si bien era cierto que la naturaleza de sus réplicas era distinta y el Kage Bunshin pedía más chakra que el resto de los clones al no ser propiamente elemental, lo cierto era que podía ver en Mavis un potencial aún mayor del que podía identificar en su propia persona. Su intuición no le fallaba nunca y por lo visto, aquella lucha tampoco sería la excepción a la regla.

- Bien…. ¿Crees que podrás encargarte de todas? - Le preguntó a su réplica, que no dejaba de observar de forma maravillada a cada una de las copias creadas por la que supuestamente sería su compañera de equipo.

- Jejejejeje.... voy a disfrutar a cada una de ellas. - Contestó el otro mientras sostenía una de sus espadas y pasaba su lengua por la afilada hoja que la constituía, al mismo tiempo que mantenía sus orbes fijos en las anatomías de las muchachas.

- De acuerdo…. - Dicho eso, el original tan sólo dio un salto hacia atrás y se posó en la rama de un árbol con los brazos cruzados, dispuesto a analizar detenidamente los movimientos de las réplicas de la mujer Yuki.

- Ju…. bien preciosas…. ¿A cuál voy a conocer primero?. - Acto seguido, encendió su chakra para invocar un poderoso chidori en la espada y sin decir nada más, desapareció y apareció atrás de uno de los clones de la sacerdotisa, dispuesto a enterrarle la espada en medio del pecho. A su vez, sacó su otra espada y se la lanzó a uno de los clones que tenía al lado…

-Mavis, Mavis, Mavis, Mavis...- Repitió cuatro veces su nombre justo el mismo numero de clones que había convocado con el mizubunshin, aún estaba ligeramente perpleja por su acción, aún así trataba de no demostrarlo frente a su maestro temporal o lo pagaría muy caro cuando efectuara alguno de sus jutsus, el perder la concentración. Así mismo le diviso alejarse y posarse sobre una de las ramas de un árbol cercano mientras su bunshin miraba de forma algo retadora a sus propios clones de agua, a pesar de la sonrisa en su rostro sin duda tenía la misma personalidad que el original, un ligero deseo de atravesar su cuerpo con su chidori. 

-Yo puedo encargarme de él Mavis-san...- Una de sus clones dijo con anticipación mientras avanzaba unos pasos, justamente hasta quedar frente al clon del Nara, y esquivar el chidori de forma magistral con un giro precipitado hasta quedar tras la espalda de Levi, mientras la otra Mavis, la cual había sido apuntada con una de sus espadas, detuvo el brazo del clon de sombras siendo este rodeada por ambas copias idénticas de la sacerdotisa. -No deberías atacar de esa forma, copia de Levi-chan...- dijo la que tenía en mano la espada del pelinegro mientras la Mavis ubicada tras el Nara clon, realizaba los sellos pertinentes para que de su boca saliera expulsada una gran cantidad de chakra mezclada con un flujo de agua que rodeo el campo de batalla en pocos minutos. Una gran ola se expuso y entre ellos los clones parecían jugársela de Mavis no se movían de su lugar, al final estaban hechas de agua también. La ola era de gran tamaño que era probable que alcanzará hasta el Levi original. 

El original observó con seriedad la forma en que los clones defendían a su invocadora, para luego pasar al ataque y de ese modo optar por atacar al invasor que en este caso, resultaba ser la copia del shinobi del clan Nara. Esta copia, por su parte, se limitó a dar salto tras salto hacia atrás hasta que finalmente llegó donde su propio original y entre los dos, simplemente desaparecieron de ahí y luego se materializaron sobre un árbol más alto, analizado la situación y buscando de qué manera poder atacar a la mujer del país del agua.

- Según lo visto, ha aprendido trucos nuevos desde la última vez que la vimos.

- Las mataré una por una…. las destriparé a esas malditas… déjame hacerlo… son sólo clones.

- No te lo tomes personal, veamos la situación.

- A la mierda con eso…. - Al terminar la frase, dio un salto mientras realizaba sellos y cuando terminó, las sombras de todas las Mavis se alzaron hacia el cielo y cubrieron por completo al clon del Nara hasta que, tras un par de segundos, un rayo las impactó dejando como rastro sólo un montón de humo y cenizas por todos lados…

-GAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARRRRGGGGG!!!!!!!!!

De pronto, el enorme rugido de una furiosa bestia sombría de más de 50 metros, con alas, forma humanoide, músculos y ojos tan profundamente colorados con el mismo de la sangre apareció de entre las sombras por enfrente de las Mavis, y sin perder tiempo, extendió uno de sus brazos para tratar de azotar con un poderoso choque de electricidad que, en un instante, arrasó tanto como con esa parte del bosque e iluminó todo el campo de batalla en tan sólo unos segundos.

Llevó ambas manos a su cabeza intentando pensar que iba hacer a continuación con la situación que poco a poco parecía salirse de sus manos, estaba feliz de poder haber realizado aquel jutsu de agua y sacar esos clones de sí pero agregándole a eso el clon de Levi, la situación parecía no querer terminar nunca, lo que significaba que la misión jamás sería completada a tiempo y tendría que verse obligada a dejar de ejercer por un día más su labor como sacerdotisa en Kirigakure no Sato. 

Tras la actuación de ambos Levi, la joven solo atinó a seguirles con la mirada mientras sus copias parecían hacer lo mismo, sabía bien que esto estaba lejos de acabar pero no esperaba que el siguiente movimiento de su jefe temporal, fuera traer a las tierras alejadas de Kiri aquella bestia de tamaño colosal que sobrepasaba cualquier árbol cercano, ocultando la luz del sol sobre si misma. -!Debemos alejarnos o acabará con nosotras¡- dijo una de sus copias pero el movimiento de  aquel obelisco fue rápido y aterrador queriendo capturar a una de sus clones, la cual con un ágil movimiento se sustituyo en un tronco cercano evitando aquel ataque devastador, al igual que la misma Mavis quién se posiciono en un árbol cerca del colosal.

Pero lo que no esperaba era que el esquivar dicho ataque traería consigo la destrucción de una gran parte del bosque, aquel bosque que protegía a Kirigakure no Sato, plantas, animales y todo rastro de vida había sido barrido en un santiamén, en un solo movimiento como si aquellas esencias de vida no valieran nada para Levi. sus ojos ámbar se aguaron por las lágrimas que escapaban de estos mientras observaban con miedo y horror la bestia de ojos rojos, su cuerpo temblaba con temor logrando que la sacerdotisa se abrazara ella misma buscando consuelo, y que todo aquello fuera solo una burda pesadilla que le jugaba su mente.

No aguantó más y con solo fuerza de voluntad se sostuvo en pie mientras más lágrimas caían de sus orbes hasta surcar sus mejillas que se tornaban sonrosadas por el acto -Debes ser fuerte, debes serlo.. Esto es algo normal en esta mundo, es algo que los humanos hacen- se dijo a si misma tranquilizándose. si era tonto, estúpido que llorará pero así era ella, y a pesar de ser una senjin de Kiri, no aguantaba ver la muerte y menos la destrucción de aquella bella naturaleza que siempre había amado. Fueron tan sólo unos segundos antes de que se calmara para enfrentar de nuevo a Levi, no tenía palabras que dedicarle o que decirle y lo mejor era así, porque a pesar de todo no iba a creer que Levi-chan era un ser sin sentimientos.

Rivaille contempló el espectáculo que su clon había  causado y no pudo más que lamentarse por el hecho, por lo que de inmediato se apresuró en ir hasta donde él y con un simple gesto, demostrarle que no estaba precisamente satisfecho con lo que sus acciones habían causado; luego, tras otro gesto más, decidió dirigirse hacia la muchacha.

- Te lo encargo mientras me dedico a salvar a los animales heridos… - Comentó de forma seria a la vez que empezaba a caminar y pasaba entre las Yukis, para luego dirigirse hasta donde estaba la original - Éxito, Yuki Mavis.

Dicho eso, el original desapareció y se embarcó en la tarea de sanar a todos y cada uno de los animales que habían sido heridos por la desafortunada movida de su similar; mientras tanto, este sencillamente se aprestó a levantar los hombros en señal de que no le importaba el asunto y, aún con la bestia tras de sí, se apresuró en continuar con la lucha y su particular rivalidad con los clones de la mujer que estaba causándole problemas.

- Eres un trozo de carne tan bonito como rápido, ¿eh?... - Sugirió con tono pícaro a la vez que hacía tronar sus dedos y concentraba más chakra, el cual al instante llegaba hasta el titán detrás de su espalda -  Veamos cómo te va ahora… ataca, ¡¡¡ Obelisk !!! 

De inmediato, el enorme monstruo en su espalda volvió a reclinar el brazo y lanzar un ataque que, esta vez, iba mucho más concentrado y dirigido a todas y cada una de las Mavis.

No podía articular palabra alguna pues Levi-chan había hecho algo que jamás esperaba al menos no en este momento, con palabras algo desconcertantes para la Yuki el varón simplemente salio del plano del encuentro para ir a curar a todos los animales heridos por su propio clon quien parecía no tener ni un agrado ni remordimiento por lo que había hecho, Aquella figura era la maldad en persona tomando la figura de su maestro temporal, moviéndose como él pero expresándose de distinta forma. Pudo sentir a lo lejos el cosmos del pelinegro hacer su trabajo, entonces la sacerdotisa debía cumplir el suyo al proteger a Kirigakure.

-Pues ven a ello- Dijo con cierta ferocidad en sus palabras la yuki real, estaba enojada se veía claramente en sus ojos que miraban con enojo al clon que seguía haciendo de las suyas en Kiri, como si aquel pueblo no hubiera sufrido ya bastante antes de tener esta bestia en sus bosques aledaños.  Sus clones se agruparon llamando la atención del obelisco, necesitaban concentrarse para que el monstruo de ojos rojos buscara matar a sus clones en vez de hacer daño a la natura del lugar. Las cuatros Mavis, dieron saltos hasta posarse casi en la cima de los arboles de gran tamaño y observar a los ojos rojos del obelisco directamente. 

Mientras este dirigía su brazo hacia sus clones con la misma rapidez que la vez anterior, pero cada una de ellas estaba preparada para aquel brusco movimiento, y como si les resultara fácil esquivaron el ataque, pero aún así los daños hacia la copa de los árboles estaba hecho. -No entiendes que estas dañando algo importante para Kiri, no te pareces en nada a tu maestro- Acotó la sacerdotisa observando aún con mirada seria al obelisco frente a ella. 

A pesar de todo, la mujer Yuki estaba demostrando ser una terrible contendiente incluso para la experiencia del Nara. O mejor dicho, para un clon que sacaba a relucir el lado más sádico, vengativo y precipitado del proveniente del país del fuego. Y es que mientras el original se preocupaba de sanar a todos los heridos por las acciones de su Kage Bunshin, este sólo tenía en mente una sola cosa: A Yuki Mavis.

- Veo que la pequeña y hermosa muchacha del país de la niebla es peor de lo que imaginé…. bien, supongo entonces que tendremos que ser más terribles, Obelisk.

Sus palabras sonaban tranquilas, serenas y llenas de maldad. Fue entonces que el Nara dio un salto hasta posarse por sobre la mano del enorme titán relámpago, el cual continuaba estando en posición de ataque y dispuesto a acabar con la de los ojos celestes. Fue en ese momento que el shinobi del país del fuego realizó unos sellos y, acto seguido, apareció encima de la coronilla de la bestia dispuesto a ejecutar el golpe más fuerte de todos.

- Ahora sí Obelisk… haz valer tu título del atormentador…. - Pronunció y entonces, fue que se tapó los oídos mientras la bestia se “estiraba” y, tras tomar impulso, soltaba un potente grito desgarrador que causó que una fuerte onda de energía eléctrica se disipara en 360° grados, arrasando absolutamente con todo a su paso y, por supuesto, tuviese en su mira a todas las pequeñas y lindas Yuki.

A pesar de todo el ajetreo causado por el obelisco la mujer Yuki aún mantenía su vista fija en la bestia de ojos rojos que aún parecía querer seguir luchando y arrasando con todo a su paso, de pronto y por petición de su propio convocador el obelisco tomo posición como si fuera a lanzar un grito contra ella y sus clones, lo cual sucedió sergundos después. La onda expansiva era abrumadora, de un instante la sacerdotisa sintió que todo su cuerpo era expulsado hacia atrás con violencia y fuerza hasta chocar con la corteza del arbol con gran estrepito. Sentía dolor, mucho dolor al haberse golpeado su espalda que no podía ponerse de pie con facilidad, pero ioguamente lo intentó logrando su objetivo al apoyarse la zona dolorida contra ese mismo árbol, manteniendo sus ojos cerrados; que segundos después abrió para ver la destrucción de la copa de muchos árboles y ramas de gran tamaño, así como entender que ella era la única frente al obelisco, obviamente sus clones habían sido exterminados en un rápido movimiento. De todas formas la Yuki sol oatinó a ver al pelinegro sobre la cabeza de aquel ser que solo traía destrucción, se alegraba de saber que los animales del bosque estaban en perfecto estado aunque su salud peligraba con cada minuto que transcurría en ese entrenamiento.   

Finalmente había logrado acabar con esos molestos clones. Ahora sólo quedaba la principal, por lo que la copia de Levi saltó desde la enorme cabeza del Obelisco relámpago hasta caer en el piso, inclinándose levemente y dejando que una polvareda se levantase por el impulso de su caída. Acto seguido, levantó la vista para observar directamente los ojos de la sacerdotisa y burlonamente, sonrió. Justo en ese momento cargó mucho chakra en una de sus piernas, dejando que se viese una fina pero ruidosa capa de “electricidad” que iba desde su rodilla hasta la punta de su pie.

- Supongo que por fin la preciosa de nieve ha entendido que debe ser una buena niña - Comentó mientras se acercaba tranquilamente a la de cabellos celestes, respirando con fuerza y sin dejar de ocultar un pequeño rastro de “satisfacción”… mezclado con algo de psicopatía. Sus pasos eran lentos pero firmes, disfrutando de la panorámica vista de una muchacha que poco a poco comenzaba a estar a merced de sus delirios. - Si te hubieses portado bien podríamos divertirnos mucho… bueno, ciertamente, aún podemos….

Dicho eso, desapareció y apareció cayendo desde el cielo, dispuesto a darle una fuerte patada en su rostro a la Yuki.

A duras penas se había levantado y al parecer volvería a caer de nuevo al suelo por cortesía de la copia de Rivaille Nara, bueno al menos lo había intentado pero luchar con aquel obelisco feroz había sido demasiado para ella que se consideraba débil. No trato de evitarlo, a justas de protegerse al cruzar sus brazos, puesto que su cuerpo apenas reaccionaba ante las alarmas que su cerebro enviaba, el agotamiento y el dolor habían mermado ya sus fuerzas y era más por simple capricho; aunque lo negara; y más voluntad que aún seguía en pie. -Realmente no es nada divertido para mí Levi-chan- Respondió la joven entre sus manos a la vez que sentía el viento golpear su rostro denotando la cercanía del clon, con gran esfuerzo en un momento inicial logró parar la patada pero sus delgados brazos no estaban hechos para tanta fuerza y pudo sentir como los huesos de sus miembros superiores se resquebrajaban en varios pedazos, demostrando en su rostro una mueca de dolor grave al cerrar sus orbes ámbar con fuerza y apretando sus labios. La fuerza del choque la obligo a retroceder unos cuantos pasos y sin fuerza se resistió cuando cayó de nuevo al suelo, que no era otra cosa que la rama de un árbol. Antes de caer rendida la joven susurró -Levi-chan eres malo- el tono de su voz era más bien como una broma antes que un reproche.