Segunda Casa

Tras el avance de la primera casa la Yuki siguió su trayecto hasta llegar a un bosque demasiado espeluznante que causo miedo en la peli celeste quien avanzo por el sendero hasta ver a varias mujeres de aspecto desaliñado y otras con buen aspecto, sin duda aquellas debían ser brujas, aquellas que los niños temían cuando iban a dormir sobre que la brujas les harían beber pociones y convertirlos en animales para luego ser sacrificados. Aquella sola idea causo que Mavis desistiera y pasara lo más rápido posible del lugar acercándose e imitando la voz de un hombre que a leguas se notaba que era falsa. -¿Dulce o truco afeminado?- Dijo de una de las viejas a la vez que la joven pedía truco imitando la voz de un hombre con rasgos femeninos. -Veo que el princeso esta muy desesperado por salir huyendo. Estas seguro de no querer dulces- Dijo otra mientras rodeaban a Mavis sin saber su género gracias a su disfraz. Asintiendo con vehemencia espero a que se hiciera la jugada de parte de ella lo más rápido posible. 

A base de señas Mavis se comunico con las brujas, haciendo lo posible para que no notaran que era una chica y menos una sacerdotisa o de seguro le iría peor pues había escuchado que a estas mujeres le disgustaban seres religiosos como ella. -Entonce truco, princeso...mmm- Dijo mientras seguían rodeándola sin dejar de ver o al menos sospechar que había debajo de la sotana que llevaba. Con cuidado trato de alejarse mientas estas seguían pensativa pero antes de poder hacer algo se tropezó con su propio disfraz hasta que la capucha se corrió de su lado dejando ver sus cabellos celestes y ligeramente el rosario de cuentas que colgaba en su cuello. -¿Tú?... Eres una de esas mocosas- Grito una señalándola con un dedo a lo cual la Yuki solo atinó a ponerse blanco como el papel por el miedo antes de gritar como una adolescente y salir corriendo siendo perseguida por una jauría de las viejas esas. -No era mi intención señora, digo señorita...- Corrigió cuando vio como una de ellas renegaba por el apodo de "señora", -yo no le hecho nada déjeme ir- Dijo después de correr por el bosque hasta llegar a la salida de este pero no sin antes dar una mirada final y salir huyendo hasta quedar agotada  y desde un árbol un pequeño objeto cayó rebotando en su cabeza y cayendo en el conejo relleno de dulces. miró hacia abajo y vio un dulces que misteriosamente había aparecido y sin ánimo de saber nada de ese bosque Mavis camino hasta la siguiente zona.  

Hasta el momento el día no había estado malo. Sentía que le había ido demasiado bien en su primera casa y por lo mismo, no tardó en aproximarse a la segunda mientras seguía a un muchacho. Fue ahí cuando, mientras ingresaba, vio salir a Yuki Mavis y entonces fue que se dio cuenta que más de alguno de sus amigos estaba en esos parajes, por lo que decidió que entraría con más cuidado para evitar toparse con indeseables o algo por el estilo. Entonces, dio un paso más e ingresó a lo que parecía ser un bosque oscuro y en donde lo que más predominaba eran las sombras… cuestión que agradeció. Al ser del clan que era, conocía al revés y al derecho todo lo que tenía que ver con las sombras, por lo que asustarse al no tener un poco de brillo no era precisamente una opción válida. Al contrario, se sintió como en su casa y fue así como, sigilosamente, continuó con su camino en búsqueda de lo que había venido a buscar: dulces.

Seguía caminando a través de los bosques sin tambalearse y sin asustarse. Estaba muy a gusto con el ambiente que allí reinaba y si no fuera porque sentía codicia y gula de seguir acumulando caramelos, se habría recostado en alguna de las ramas a comer sus dulces por toda la noche. De pronto, una delas tantas voces le pareció familiar y no pudo evitar incluso el soltar una carcajada dentro de su mente al darse cuenta de la escena..

- “La Uchiha y una bruja… qué irónica es la vida” - Meditó estando parado encima de una rama y mientras miraba, fue que entonces vio que la bruja que estaba junto a la muchacha tenía lo que el Nara había estado buscando y buscando pero no lograba encontrar por ningún lado. Fue así que decidió que iría hasta allá, se los pediría y se iría de ahí tan rápido como pudiese.

- Tienes que admitirlo, Karura - le susurró Rivaille al oído apareciendo de pronto y sacándole un dulce de la bolsa a la mujer de cabellos negros - Tiene su lógica el que te crea su hermana esta bruja, mal que mal, eres la que tiene el peor carácter de todos…- En eso, se dio rápidamente la media vuelta y le quitó los dulces a la bruja antes de que ella pudiese hacer algo .

- ¡Nos vemos luego y espero que no te pongas tan fea al envejecer!.... -  Le gritó mientras salía corriendo y, a su vez, pensaba - Debo admitir que así como está, me gusta.