Mavis vs Karura

-No, pueden tener mucho usos, aunque este objeto no es considerado una joya, es más que eso tiene un valor simbólico y espiritual muy importante para mi y todo Kirigakure- dijo mientras volvía a tocar su rosario y lo dejaba descansar nuevamente sobre su cuello, para luego seguir respondiendo-No es bueno decir eso, esto aun no acaba y por consiguiente aun no hay una ganadora, esperemos a que termine y decidimos a que lugar ir- Tras sus palabras la joven volvió a esquivar el ataque de la Uchiha, para de nuevo usar su jutsu de agua, esta vez con mas precisión, esperando asestarle sin moverse de su sitio. El sol parecía ponerse ya, ¿cuanto tiempo habían estado ambas entrenando o divirtiéndose?.. Había perdido el rastro del tiempo, y aun tenia que volver a  Kiri a organizar una de las celebraciones del pueblo y necesitaba bailar para el ritual, esperaba que al menos llegara en una sola pieza, quizás después de pagada la apuesta, invitaría  ala joven Uchiha al festival e Kiri.   

Notó la perdida del sentido de la joven Uchiha, pues ella no era descuidada para bajar su defensa  ni mucho menos para ser golpeada por la esfera de la cual antes ya había escapado con facilidad. no sonrió ante su pequeña victoria, no por ahora pues sentía como le hacía daño a la joven pelinegra, y eso no le hacia feliz es más luchar no lo hacia pero si era para proteger Kiri, sacaría toda su fuerza y voluntad para seguir de pie por su gente, por su pueblo, aquel pueblo que tanto la apreciaba y quería mucho.

Aún así sabía que parar el entrenamiento sería un insulto hacia su rival y eso era lo que menos quería hacer pues siempre respetaba los códigos de ella y también de sus contrincantes, así que cuando notó que la joven se ponía de pie, siguió con su ataque creando su jutsu de agua, otra vez encima de la cabeza de Karura, esperando cumplir su objetivo de nuevo, a pesar de saber que causaría mas daño a ella si sucedía. 

Sus orbes se abrieron de par en par al ver lo que sucedía con su ofesiva y con la evasión de Karura Uchiha, jamas espero aquel movimiento de su parte pues le había detenido de dos formas la primera al sujetar su muñeca y la segunda al sujetar su cabeza impulsándose para liberarse de su suiton, ocasionando que la joven perdiera el equilibrio sobre su cuerpo al tener un peso extra que no soportó y casi cayó de bruces al suelo, recuperando la compostura tras dar unos cuantos pasos en falso, pero aquello había sido tan solo una distracción ya que antes de que pudiera voltear a enfrentarse a la uchiha, el fuego ya estaba rodeando-le y causando nuevamente las heridas que había sanado con dedicación.

-¿Que?... -fue todo lo que llegó a articular antes de sentir el dolor rodearle y hacer que se estremeciera por unos instantes, ya se repondría de ello aún si no ganaba el encuentro pero ahora que las cosas mejoraban, la situación no podía ser parada por ninguna de las dos. 

Antes de que pudiera ser dañada de más la sacerdotisa tenía que tomar medidas en el asunto, no podía permitirse que le dañaran su cuerpo de aquella forma tan brutal como lo era ser quemada por las llamas de la Uchiha, por ello sin pensarlo mucho decidió moverse hacia su izquierda a tiempo que veía como la espada de la pelinegra fallaba en cortar su piel y quemarla más de lo que ya estaba. 

Sucumbió ante el dolor por unos segundos antes de seguir atacando, no debía mostrarse dolida, no podía hacerlo por su código y mucho menos porque lo había prometido a todo Kiri, seguir luchando hasta que su cuerpo ya no diera más, hasta que sus huesos se volvieran polvo y nada más que polvo. Movió sus manos con dificultad haciendo los sellos respectivos, y en pocos segundos su esfera de agua se hizo presente, en medio de las llamas de Karura. Esperaba poder curarse pronto de aquellas heridas y de sobretodo llegar temprano a las festividades de Kiri. 

El ataque nulificado quedo en el olvido luego que ambas mujeres se miraran y reconocieran ante ellas el nivel y respeto que se habían ganado a pulso en el entrenamiento de diversión. La joven Uchiha era una esplendida contrincante, sus movimientos versátiles y la agilidad que poseía, lograban sonsacar mas de lo que alguna vez Mavis llegó a mostrar en algún entrenamiento. Cuando notó que la pelinegra se preparaba para otro ataque, la sacerdotisa sonrió de lado unos momentos antes de volver a correr hasta Karura, y realizar lo mismo que hizo ella anteriormente. De un salto giro en el aire hasta posar una de sus manos en la cabeza de ella, buscando desequilibrar su comodidad, a la vez que se alejaba del radio y de la dirección donde se dirigiría el fuego. Obviamente todo ese movimiento le arrancó un gemido de dolor, cuando sus pies tocaron tierra y evitando claramente tocar el fuego que le rodeaba. -Si eso me vuelve a dar, no estoy segura de si saldré bien parada-

-No puedo refutar eso, pero es gracias a este encuentro que he ganado dicha experiencia de combate- dijo devolviendo la sonrisa a Karura a tiempo que sentía la ironía en sus palabras, esperando una versión que ahora no existía pero quizás en un futuro si, y que no dudo en comentarlo -No hay una versión mía, no por ahora, como sacerdotisa una no lo ve necesario hasta que se da cuenta que el mundo gira no solo alrededor de Kirigakure, sino en diferentes clanes y familias- tras eso calló observando el fuego que se acercaba a ella, quería moverse salir de ahí pero debía ser consiente con los daños en sus piernas, estas ya no respondían a al velocidad que su cerebro ordenaba, es más ya no le obedecían como debían y eso empezaba a preocupar a la Yuki, que solo opto cubrirse con ambas manos evitando que se quemara el rostro, en especial que su vista sufriera daño ya que sería demasiado impedimento para continuar luchando si eso sucedía. nuevamente estaba bañada en heridas que no tardaban en hacerle cosquillas y enviarle dolores a través del cuerpo, sonsacando varios gemidos que apagó en su boca, apretando los dientes.