Dô VS Mavis

Y como acción predispuesta por el escuadrón de reconocimiento del País del Rayo para establecer relaciones con otros Países, así como entre sus propios miembros, la ronda de usuales combates amistosos habían sido dadas. Aquel día a Dô Ono le tocaba practicar en el claro apisonado de los bosques del Rayo, además de esperar a su contrincante del día con quien se suponía debía entablar algún tipo de entendimiento a través de una batalla respetuosa y de esa forma dejar en alto el nombre de la región nubosa y plagada de montañas. Con un traje de color rojo vinotinto y decorados en plata conformado por una chaqueta gruesa con cuello terminado en puntas de sierra y mangas largas que llegaban un poco más allá de las muñecas, además de un pantalón bombacho que se ajustaba perfectamente a unas sandalias que más bien parecían botas por lo alto y ancho de sus suelas, el rubio se encontraba haciendo su calentamiento de rutina: extendiendo los brazos, girando los hombros y doblando las rodillas una y otra vez.

Con un último doblamiento de su cuello para dejar crujir aquella zona y sentir que estaba preparado, finalmente soltó un bufido. Estaba listo para aquella escaramuza amistosa, ni más ni menos.

Como era de esperarse la joven sacerdotisa Yuki ahora caminaba hacia el encuentro de su nuevo compañero de luchas, se trataba de un hombre del país del rayo según el informe y como la sacerdotisa no era alguien que podía decir no, ahí se encontraba en camino a un nuevo encuentro con alguien desconocido. A pesar de eso, la joven vestía sus galas comunes las que siempre usaba pues esperaba poder acabar no tan tarde par seguir cumpliendo sus obligaciones. Al llegar vio al hombre de cabellera rubia y tez morena quien vestía distinto de acuerdo a las costumbres de Kirigakure. -Saludos, soy Mavis Yuki. Su oponente de hoy- dijo la mujer acercándose no mucho pero lo suficiente como para hacer una reverencia hacia el hombre para mostrar sus respetos y luego esperar a que el hombre se presentara. a pesar de ser shinobis la mujer Yuki era una persona de códigos y ética ante muchas cosas y menos haría algo malo si se trataba de un entrenamiento.  Ya después de la presentación podría preguntarle algunas cosas de su país, siempre había tiempo para las preguntas ¿no? 

Y antes de lo que imaginaba una figura se perfiló contra los árboles, contrastando contra la oscuridad para finalmente mostrarse como la persona que sería su oponente en aquella instancia. Con ropa fluida, vasta y un sentido del gusto exquisito, por no mencionar sumamente elegante, aquella muchacha que por lo visto parecía ser una sacerdotisa se adelantó y presentó como Mavis Yuki, un clan que según creía recordar era del País del Agua, con habilidades sobre el uso de nieve y hielo.

-Buenos días señorita Yuki, soy Dô Ono, su oponente en este combate amistoso. Espero que nos llevemos bien y tengamos una batalla tanto divertida como esclarecedora; es un gusto estar aquí con usted.- Declaró mientras se acercaba a la peliazul, tomando su mano para estrecharla con un solo gesto sin dejar de sonreír de oreja a oreja, dedicándole un simple gesto de cabeza para así separarse unos diez metros de distancia y prepararse para lo que se vendría. -Tiene usted el primer movimiento, señorita Yuki.-

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HP: 3500

-El gusto es mío Dô-kun- dijo la sacerdotisa haciendo otra reverencia y viendo como el hombre se acercaba a estrechar su no a lo cual accedió sin dudar y tras aquel gesto amistoso la joven Yuki miraba a su oponente ubicarse lejos de ella y dedicarle el primer movimiento. -Le parece bien, que yo empiece Dô-kun- Se preguntó la sacerdotisa Mikasa luego de agradecer de nuevo y esta vez salir su personalidad ánimos y curiosa. -Dígame, es lindo el país del rayo ¿como es la comida? ¿son todos rubios como tu Dô-kun? ¿Ah, quiero ir a ese lugar alguna vez? ¿Me lo recomienda?-Hablo la mujer con fluidez a pesar de las preguntas para luego disculparse unos momentos y empezar el ataque -Ya tendré tiempo para eso- se dijo y luego su chakra fluyo entre sus manos hasta acumular bastante agua en un punto y crear una esfera de agua que buscaba encerrar al rubio.

-¿Ouh?- Quedándose quieto un solo momento el shinobi del País del Rayo escuchó todas y cada una de las preguntas de la muchacha de cabellos azulinos, levantando ambas cejas con fascinación ante la cantidad de interrogantes que esta parecía ocultar en su ser. Sin poder evitar el sonreír de manera un tanto cómica pero sin embargo, afable, el rubio tan solo tan solo se dispuso a contestar todas y cada una de sus inquicisiones mientras giraba una vez más su hombro izquierdo. -La comida es más que nada, cosas fritas de sabor fuerte pero fugaz; se supone o mejor dicho, se la pasan diciendo que es como la "electricidad" - ya sabe, una broma por el estilo de chakra más abundante en la nación. Y sí, la mayoría son rubios o tienen la piel oscura. Y sí a lo otro, le recomiendo vacacionar si alguna vez tiene tiempo; los lagos al sureste del País son de las atracciones más famosas durante las épocas de verano. He estado allí una que otra vez, así que se lo digo de primera mano.- Respondió el otro mientras se daba cuenta que de pronto, una masa de agua amenazaba con atraparlo y ahogarlo. Reaccionando un poco tarde acumuló chakra eléctrico en sus pies y manos, escapando al girar sobre si mismo y levantarse velozmente, atravesando el campo de batalla en un parpadeo que dejaba severos baches quemados en el cesped para así dar una palmada directa sobre el hombro de la sacerdotisa. -Disculpe, ni siquiera me di cuenta de que habíamos comenzado.-

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Daño Jutsu D: 1125
Efecto Jutsu D: -100 HP por turno hasta el final de la batalla.

HP: 3500

-¡Oh!- Dijo la sacerdotisa mientras veía como el hombre comenzaba a responderle cada una de sus preguntas sin fijarse en su ataque o en las acciones de ella, logrando que Mavis se sorprendiera y llevara sus manos a su boca temblorosa de haber dañado al hombre de forma tan indigna al obligarlo a responder sus preguntas y a la vez porque jamás nadie le había hecho caso de esa forma. -¡Dô-kun!- gritó Mikasa acercándose unos pasos pero al ver como se acercaba con rapidez la mujer frenó sus pasos y sintió como una palmada en sus hombros era depositada tan suavemente en un inicio pero desencadenando una gran fuerza que la obligo a caer al suelo con pesadez, tras recibir el ataque, sintiendo un leve dolor en la zona y como electricidad recorría su cuerpo entumeciendo lo un poco pero pudiéndose parar momentos después con dificultad. -Algún día viajaré a ese país. Me encantara ver esos lagos y probar la comida y en especial sus dulces- 

Levantando ambas cejas mientras veía como su golpe era efectivo, el rubio se quedó parado en el sitio, mirando la manera en que la mujer de cabello azul era empujada hacia atrás con la manga izquierda un tanto chamuscada por la electricidad. -Oh oh, ¿se encuentra bien?- Preguntó el otro acercándose a su contrincante, tomándola de la mano para ayudar a que se levantara del suelo. -Creo que me sobrepasé un poco, disculpe esa.- Dijo con una sonrisa un tanto dudosa, devolviéndose a la posición reglamentaria de un combate como aquel - separados por diez metros - y de esa forma observar el cuerpo de la mujer a la que recién había golpeado. -Ahora, con respecto a lo demás... los dulces no son tan buenos, al menos para mi. En este País nos sale mejor la comida frita con sabor fuerte, no tanto así los postres.- Comentó ladeando la cabeza de un lado al otro mientras se daba unas cuantas palmadas en las rodillas, preparándose para lo que fuera a venir. -Bien, es su turno de atacar señorita Yuki, de todo lo que tenga - estoy completamente listo.- Aseveró, fijando su mirada de color miel sobre su interlocutora.

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Efecto Jutsu E: +2 Jutsu por 3 turnos. -5 Defensa para Mavis por 2 turnos (No defendible).

HP: 3500

-Estoy bien no se preocupe Dô-kun- Dijo la sacerdotisa mientras se ponía de pie y aún sentía la electricidad en todo su cuerpo con un poco de dolor, mientras su piel parecía quemada justo en esa zona por lo cual evito tocar dicho lugar, hasta que neuvamente vio con sus ojos al rubio quien sehuía contestando sus rpeguntas latosas como muchos dirían. -Oh, es bueno saberlo para cuando vaya llevar mis propios dulces y probar la comida de su nación de aromas fuertes, o picantes dependiendo del pedido- se dijo la yuki tomando nota mentalmente para no olvidar aquel detalle, al igual que no olvidar que cosas debería pedir y que cosas no sino quería pasar mal rato con la comdia picante. Después de pensarlo unos egundos la sacerdotisa manipulo su chakra creando así una esfera de gran tamaño la cual lanzo hacia el rubio a gran velocidad. Esperaría a ver que hací el hombre de tez morena mientras su ataque se realizaba, así entendería mejor los movimientos de su contrincante y optaría por pensar en algo más, aunque aquello no fuera su fuerte contra alguien de complexion tan gruesa y marcada como Dô-kun.

-No es por criticarla o por sonar mal, pero señorita Mavis... esa técnica me parece muy escabrosa.- Dijo Ono mientras volvía a acumular chakra relámpago en sus hombros, manos y pies para así escapar apenas a tiempo del ataque de la muchacha de cabello azul como el cielo. Y por lo que había dicho parecía exagerar, pero no era así; ya el arte del ninjutsu se le antojaba bastante malintencionado y macabro en cuanto a las facetas que más conocía - el chakra y las técnicas de rayo - por lo cual ver las variantes en cuanto al agua lo hicieron temblar con ligero recelo y un deje de temor. Sí, siempre había pensado que morir ahogado era por demás, terrible. -Me... alegro de haber podido evadir eso.- Refirió el rubio, peinándose los mechones con sus dedos gruesos para así ladear la cabeza y hacer crujir su cuello, preparándose para si siguiente embestida. -Bien... aquí voy.- Dijo finalmente para plantarse y de una sola zancada salir disparado hacia delante, dando su ya usual paso en zigzag que quemaba superficialmente el cesped para levantar la palma y apuntar directo a la muchacha proveniente de la tierra neblinosa.

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Chakra: 22 + 4 = 26
Daño Jutsu D: 825
Efectos Activos: +2 Jutsu (2/3). -5 Defensa en Mavis (2/2)

HP: 3500

-Agradezco su comentario es más, me alegra saber que alguien piensa de otra forma. Yo también lo veo como usted piensa- Dijo la sacerdotisa de forma sutil mientras divisaba todo a su alrededor luego de una larga inspección, la joven Yuki observó al hombre moreno prepararse para efectuar un ataque de nuevo pero con movimientos distintos para acercarse a la sacerdotisa quien observando cada movimiento esquivo los ataques del rubio por adelantado evitando así la palmada en su cuerpo y aprovechando la cercanía de  su oponente la sacerdotisa creo otra esfera de agua pero esta vez la retuvo en su palma derecha lo suficiente como para cambiar la trayectoria de la esfera y esperar a que la cercanía era mínima entre ambos. -Suiton: Eria Tojikome- Pronuncio la Yuki a la vez que lanzaba la esfera; la cual empezó a girar lo suficiente como para crecer en el trayecto dirigiéndose al rubio del país del rayo.

-Reitero, es sumamente escabroso meter a una persona en una esfera y ahogarlo.- Dijo Dô evadiendo el ataque de la chica de cerca por segunda vez en lo que iba de batalla, ladeándose para así salir disparado al otro lado del campo de entrenamiento y chamuscar aún más el cesped por sobre el cual saltaba y daba zancadas. Haciendo crujir sus hombros, finalmente miró al frente, sabiendo que estaba bastante superado en cuanto a habilidad se trataba. Más que nada, la prueba era que la peliazul apenas se había movido y si bien su golpe anterior había sido preciso y al toque, ni siquiera parecía haberse inmutado demasiado por la electricidad que ahora recorría su cuerpo. Sin embargo, tampoco era como para desesperarse y quedarse quieto esperando a ser derrotado: por lo menos diría que al ser vencido, había dado más de lo que otra persona podía presumir. -Aunque creo que electrocutar a la gente tampoco es la cosa más... agradable que se pueda decir ¿verdad? Estamos iguales, supongo.- Comentó el rubio con tono factual, lanzándose nuevamente a la ofensiva mientras levantaba una mano, cargándola con chakra de rayo y de esa forma tirar una palmada directa al hombro de Mavis Yuki. Si antes la había impactado, esperaba repetir la proeza y ganar algo de terreno que usar para continuar con esa batalla tan peculiar.

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Daño Jutsu D: 375
Efecto Jutsu D: De golpear nuevamente -3 de Defensa hasta el final de la batalla.

HP: 3500

-Le parece, no lo niego pero supongo que es algo que no puedo cambiar aunque sus ataques son iguales de escabrosos- Dijo reafirmando la postura del rubio y a la vez recordando aún el dolor en su cuerpo producto del raiton impactado en su hombro, aun sentía la sensación del ardor en su piel chamuscada pero era momento de ponerse activa. Por lo tanto la Yuki observó a su oponente quien parecía seguir usando sus habilidades con el raiton contra la sacerdotisa, le observo con cuidado mientras se movía de nuevo en su contra pero esta vez la sacerdotisa planeaba hacer algo diferente. De sus manos un sello canalizo su chakra y de pronto una neblina lo suficientemente espesa como para acortar el rango de isión fue alzada, entre esta Mavis Yuki lograba asumir una ventaja contra el rubio quien hasta ahora iba ganando por el golpe impactado en Mikasa. -Veamos ahora, aunque esto resulta mas escabroso- Dijo Mavis ocultando su presencia gracias a la niebla, donde se fundió. -Veamos su reacción Dô-san- Pensó la de cabellos celestes observando todo el panorama desde una posición fija.

-Admito que... no me gusta para nada esta técnica. Es incluso más atemorizante que la anterior.- Comentó el rubio mientras arrugaba la expresión, sabiendo que mentía muy ligeramente. No la encontraba precisamente atemorizante... y no era por el proceso o por la manera en que su visión había sido bloqueada, sino más bien porque ya había visto a su invocadora y el rostro amable, más las palabras y manía parloteadora de la peliazul le quitaba mérito al jutsu. Pero si lo pensaba más fríamente, era algo terrible de enfrentar. Todo blanco, todo silencioso y absolutamente, ningún punto por el cual adivinar que sería atacado a continuación. Simplemente, estaba en más desventaja que antes, y eso era decir mucho. -Aunque supongo que tampoco puedo quedarme quieto mientras usted me embosca. A ver, ahí voy.- Dijo recargando chakra de rayo en sus manos y pies, finalmente saliendo disparado de allí en un salto amarillento mientras dejaba que la energía fuera dirigida automáticamente hacia su oponente. Si resentía las quemaduras entonces debía de estar todavía cargada con electricidad, lo cual hacía que rastrearla fuera algo más asequible en esa niebla. Con un solo levantamiento de su mano, atacó a la primera sombra que pudo observar en medio de tan impermeable blancura.

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Daño Jutsu D: 1552
Efecto Jutsu D: De golpear por segunda vez disminuye en 3 la Defensa hasta el final de la batalla.

HP: 5900